Capitulo 25; Trabajo en Equipo
Pasados unos minutos, el mostrador estaba completamente desarmado, las piezas se distribuían en todo el espacio de forma desordenada y casi no quedaba nada de lo que fue el antiguo mostrador. Ronald tomó las piezas puntiagudas y con clavos con cuidado y las depositó suavemente en el frente de la tienda, armando un montón, y sus primas hicieron exactamente lo mismo.
-Listo el mostrador- anunció Ronald
-¿ Ahora qué sigue ?- quiso saber Alice
-Los estantes, hermana- Astrid contestó por Ronald
Todos se voltearon para verla, y se encontraron a Astrid con una sonrisa en la cara, que parecía mostrar amabilidad.
-Muchas gracias, hermana- contestó Alice, casi inmediatamente
-Entonces empecemos- dijo Esmeralda
Los cuatro se dirigieron hacia un mostrador que quedaba al fondo de la tienda y lo miraron con detenimiento, hasta que un sonido más atrás de ellos llamó su atención; era la puerta abriéndose.
-Bienvenida, su Majestad- recibió Tim
-Hola, Tim, ¿ cómo te encuentras ?- dijo una voz femenina
-Muy bien, gracias por preguntar
Para este punto todos habían visto de quién trataba, pero simplemente no podían creer que esa persona estuviera ahí. El silencio prevaleció por unos minutos, hasta que Ronald se decidió a hablar
-¿ Mamá ?- preguntó asombrado
-Hola, chicos- Jazmine volteó en su dirección
-¿ Qué haces aquí ?- Ronald
-¿ Ahora una mamá no puede visitar a su hijo en el trabajo ?
-Sabes a lo que me refiero
-Vine a echarles una mano
-Gracias, pero no creo que la necesitemos
-¿ En serio ?
-Si
-¿ Piensan destrozar los estantes como con el mostrador ?- dijo observando todo
-Si
-Entonces quizás si pueda ayudar
Jazmine se marchó sin escuchar respuesta alguna de su hijo, y se dirigió hacia la entrada, para volver con unos trajes, gafas de protección y más mazos.
-¿ Qué es eso ?
-Esto, es mi forma de echarles una mano- Jazmine le pasó un traje a cada uno
-Cuando dijiste "echarles una mano" pensé...- Jazmine lo interrumpió en un estallido
-Ustedes ya están lo suficiente grandes como para necesitar mi ayuda- se aclaró- Además, yo también estoy un poco mayor- Jazmine volvió a reír
-Gracias, mamá
-También les quería informar de algo- Jazmine hizo un gesto para que se acercaran más- Escuché una conversación, entre Lola y Lina
-¿ Qué decían ?- preguntó Astrid
-Hablaron sobre un pasadizo del comedor y unos túneles. Dijeron que "Iban a intentar otra vez"
-¿ Qué significará ?- preguntó Alice
-Yo creo saber qué- dijo Astrid al tiempo que todos volteaban a mirarla- Bueno, siempre me habían dicho que debía pasar esa parte para llegar al tesoro. No sé qué tan cierto sea
-Muchas gracias, mamá, otra vez- dijo Ronald cuando habrían vuelto a como estaban antes
-No hay por qué. Ahora los dejo, seguro les quité mucho tiempo para la remodelación
-No te preocupes, tía- Esmeralda habló al fin- Creo hablo con todos cuando digo que no fue tiempo perdido
Minutos después Jazmine se fue y los cuatro volvieron a su trabajo, se colocaron los trajes y luego se dedicaron a desarmar los estantes. Con todos trabajando en un estante distinto, no llevó mucho tiempo terminar con todos, y Tim les ayudó a llevar algunas partes hacia afuera. Cuando terminaron con todo, la tienda se veía tan espaciosa que parecía otro lugar. Tim apareció con algunos productos de limpieza que sacó del almacén y los ayudó a limpiar. Barrieron, quitaron las telarañas, sacudieron el polvo y hasta lavaron el piso; esto si les tomó más tiempo de lo que habían pensado, nunca se imaginaron que la tienda estaría tan sucia.
-Usted, Ronald, sigo sin estar de acuerdo en que personas de a realeza limpien mi tienda tan sucia
-Tim, ya te lo dije, no somos de la realeza- Ronald le guiñó un ojo- Eso es solo una leyenda como cualquier otra
-Como usted diga- Tim se rindió
-Ronald, tenemos que ir a traer las cosas para empezar a armar los estantes- dijo Esmeralda
-Entonces vamos
-Solo hay un problema
-¿ Cuál ?
-¿ Quién vigilará a las gemelas ?
Ambos voltearon a verlas y las encontraron muy cómoda con la otra, terminando de recoger algunas cosas que faltaban.
-Yo las veo muy bien juntas
-Eso es lo que me preocupa, están demasiado...Hermanadas. Probablemente están reteniendo todo el odio que se tienen entre sí. ¿ Qué pasará si nos vamos ? Probablemente comiencen a pelear de nuevo y pueda ser peor esta vez
-Tienes razón. ¿ Tim ?- lo llamó Ronald
-Dígame
-Esmeralda y yo iremos a buscar las piezas de los estantes para venir a armarlos. ¿ Podrías hacernos un favor entre tanto ?
-Por supuesto, lo que usted me pida
-Podrías vigilar a mis primas Astrid y Alice- Tim frunció el ceño- No nos gustaría que se pelearan
-No se preocupen, yo las estaré viendo y los mantendré al tanto de todo
-Muchas gracias, Tim
Ronald y Esmeralda salieron de la tienda y se dirigieron a la mansión, no muy contentos, seguían preocupados por sus primas. Aún así caminaron hasta llegar a aquella colina que los dejaría en frente del bosque que llevaba a la mansión. Llegaron a la mansión y fueron al sótano, donde había una carretilla que le serviría para llevar algunas piezas. Tomaron las que pudieron y la pusieron en la carretilla, la cual llevaba Esmeralda, y Ronald llevaba otras en los brazos. En menos de lo que se esperaban ya estaba de regreso a la tienda.
-Tendremos que hacer otro viaje- anunció Esmeralda en el bosque- No traemos las piezas de todos los estantes- Ronald observó lo que llevaban
-Tienes razón...
-No no la tiene- una voz detrás de ellos hizo que se voltearan. Detrás de ellos, Astrid y Alice traían las piezas que faltaban
-¿ Qué hacen aquí ?-Esmeralda se detuvo
-Escuchamos su conversación- contestó Alice- Sabíamos que no podían traer todas las piezas y como buenas hermanas decidimos venir a ayudarlos juntas
-Gracias- dijo Esmeralda en tono dudoso
Siguieron caminando hasta llegar a la tienda y dentro depositaron las piezas para empezar a ensamblarlas. Igual que antes, cada quien se ocupó de los estantes que había diseñado y creado. Ronald le mostró el plano a las chicas para que vieran dónde iba cada qué. También llevaron las piezas del mostrador y las mesas, y Ronald las iba a armar. Ya eran más de las cinco de la tarde cuando habían armado la mayoría; faltaban el mostrador, una mesa y algunos estantes.
-Chicas tenemos que dejar esto así- dijo Ronald- Se hace tarde y todavía tenemos algo que hacer, ¿ recuerdan ?
-Ronald tiene razón. Tim- Esmeralda lo llamó- Lamentamos mucho no haber terminado, tenemos que irnos. Prometo que mañana volveremos a acabar el trabajo
-No se preocupe, Esmeralda, no hay ningún problema. Vayan con cuidado
-Gracias, Tim
Ronald, Astrid, Esmeralda y Alice, se dirigieron a la mansión a paso rápido, tenían que saber lo que estaban haciendo Lola y Lina en el pasadizo del comedor. Llegaron y se dirigieron directamente hacia allí. Pasaron por la "prueba" de Richard, ya que Ronald ya sabía cómo pasarla; insertó, en lo que era como una caja fuerte, la clave, uno, tres, tres, cero, y se lo dijo a sus primas para que pasaran. Al salir al pasillo escucharon mucho ruido proveniente de la sala donde Ronald había conocido a Astrid. Se dirigieron muy despacio hacia y allí las vieron; Lola y Lina trataban de evadir las trampas y cruzar al otro lado para llegar al tesoro. Ellas no los habían visto pero aún así se sobresaltaron cuando una voz, tierna y dulce llegaba por detrás sin previo aviso.
-Hola. ¿ Ustedes están aquí por lo mismo que ellas ?
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