Capitulo 21; La Verdad
Un veloz pensamiento invadió la mente de Ronald, no podía creer que Esther hubiera contratado a alguien para quitarle su reloj, eso ya era demasiado.
-¿ Qué has dicho ?- dijo Astrid si aliento
-Eso no es su asunto, princesa- Astrid le dirigió una mirada de odio por llamarla así
-Entonces, puedes repetírmelo a mí- dijo Ronald
-Quiero su reloj, y debe dármelo
-¿ Por qué lo haría ? No sé tu nombre, ni dónde vives, ni por qué entraste a mi casa sin invitación alguna. No creo que esos sean los modales adecuados de un príncipe
-No necesito invitación para entrar en la gran mansión Robinsonn, no le interesa dónde vivo y mi nombre no es relevante, no por ahora
-Muy bien, "príncipe", puedes decirle a Esther que no tendrá mi reloj
-Ya dije que las princesas no se hacen cargo de los negocios reales- dijo con algo de fastidio- Su prima no tiene nada ver con esto
-Muy bien, príncipe, si es así, dígame siquiera por qué quiere mi reloj- Ronald trató de hacerlo hablar
-Ya le dijo por qué, es, por varias razones, mío
-No es cierto, me lo dio mi padre
-Pues dime por qué en el museo hay cuadros de mi familia portando ese mismo reloj
-¿ Para qué lo quieres ?- Ronald empezaba a cansarse
-Para lo mismo que el resto, pero con otro propósito
Ronald iba a decir algo pero Astrid lo detuvo.
-Será mejo que nos vayamos ahora, Ronald- mencionó
-Tienes razón. Después podremos hablar con Esther
-Créeme, Ronald, eso que están buscando no es lo que creen, ni está donde creen- dijo el sujeto misterioso cuando los otros dos se voltearon para irse
-No se preocupe, su majestad, sabremos resolver nuestros problemas
Así, Astrid y Ronald se fueron del lugar, quedándose más confundidos que nunca. ¿ Quién era él ? ¿ Por qué decía que el reloj que Ronald llevaba en su muñeca era de él ? Y peor aún ¿ Cómo sabía del tesoro de la familia Robinsonn ?. Ronald empezaba a no tener más ideas. Su cabeza no podía encontrar más soluciones a tantos problemas; Esther, la unión familiar contra él, la remodelación. Todo se le estaba yendo de las manos, y ya dejaba de pensar bien las cosas antes de hacerlas. Necesitaba a alguien; necesitaba a Esmeralda.
-Hijo, ¿ estás bien ?- escuchó que alguien le preguntó durante la cena
Ronald levantó la mirada del plato de comida, para observar, al otro extremo de la mesa, a una anciana que le miraba preocupada, a la cual reconoció como Reachel.
-Si, solo, algo cansado- contestó con voz débil
-Me recuerdas mucho a tu papá, casi nunca expresaba sus sentimientos. Hasta que conoció a Jazmine, nunca antes había visto a alguien tan enamorado. Siempre trataba de hacer que se sintiera cómoda y satisfacía todas sus necesidades, por más mínima que fuera
-Suena muy tierno- dijo Ronald con una sonrisa- Eso es como una linda historia de amor
-Totalmente. Él y tu madre se fuero a Estados Unidos, y visitaban a mi hermano muy a menudo. En una de esas visitas te tuvieron a ti, y fuiste tú quien hiciste que esta felicidad juvenil fuera totalmente completa. Hasta que...
-¿ Hasta qué ?- preguntó al ver que Reachel no proseguía
-No me corresponde contártelo. Es algo que tendrá que hacer tu madre, en algún momento
La sonrisa que se había formado en la cara de Ronald se desvaneció, y este volvió a centrar su mirada en el plato de comida. Su madre nunca le había contado esto, y mucho menos qué le pasó a su padre, por lo que él solo supuso que había tenido un accidente de auto, o algo parecido. Pero dado lo que estaba pasando y lo que ya sabía sobre su familia, empezaba a creer que algo más fuese podido pasarle, o peor aún, que alguien le hubiese hecho algo. Ya no estaba pequeño, y aunque le daba algo de miedo, necesitaba saber la verdad. Esa noche, hubo una reunión e el sótano de la casa. Ronald, Alice, Astrid y Esmeralda, evaluaban su situación y al nuevo chico que había entrado en ese juego del tesoro.
-Entonces, ¿ dicen que hay otra persona que va e busca del tesoro ?- quiso saber Alice
-Así es- contestó Astrid
-¿ Y que quiere el reloj de Ronald ?- siguió Esmeralda
-Sí- rectificó Ronald
-Muy bien, organicemos nuestras prioridades- sugirió Alice- No sabemos qué tan seguido vayamos a ver a este sujeto misterioso, así que en nuestra lista él está de último, entonces de primera tendríamos a...
-Esther- siguió Esmeralda- Vamos a cansarla de su propio plan. Así también nos la sacaremos de encima, no querrá estar siempre cerca de nosotros. Luego están...
-Las pequeñas- Astrid continuó- No he averiguado nada, pero prometo estar más atenta
-Muy bien, ya tengo las fotos, mañana las colgaré y haremos nuestro cuadro investigativo- aseguró Ronald
-Entonces, con eso, podremos empezar a investigar a la familia- mencionó Alice
-Aunque también debemos hablar de otros temas como el trabajo- dijo Ronald- Tim me dio trabajo en su tienda, y no creo que se los niegue a ustedes. Lo único es que está un poco antigua y hace falta una remodelación, no sé si quieran ayudarme con eso
-Cuenta conmigo- dijo Alice
-Por supuesto- aceptó Esmeralda
-Ya yo había aceptado- recordó Astrid
-Otra cosa es que pronto iniciaremos las clases, y eso nos quitará algo de tiempo para investigar- mencionó Alice
-Tienes razón- coincidió Esmeralda- Eso será un problema
-Estoy segura de que podremos hacerlo- animó Astrid
-Bueno, será mejor dormir ahora- dijo Ronald- Ya está un poco tarde y tengo muchas cosas que hacer mañana
Así todos se iban, pero antes de que Esmeralda se marchara, Ronald la detuvo.
-Esmeralda, ¿ Podemos hablar ?
-Por supuesto- dijo Esmeralda con una cara seria
-Yo quería disculparme, creo que me he comportado mal contigo esta tarde y lo lamento
-Descuida, Ronald, no hay problema
-¿ De verdad ?
-Si. No podría molestarme por tanto tiempo con mi primo favorito
-¿ En serio ? Soy tu único primo
-Es por eso, tonto- concluyó con una risa burlona- Buenas noches
Cada quien se fue a su cuarto para luego esconderse bajo las sabanas y tener un muy largo y profundo sueño. Una noche fría aguardaba, llena de mucha niebla y nubes. Aún así lograron dormir bien hasta el amanecer. Ronald se levantó con mucho ánimo, tenía planeado hacerle una sorpresa a Jazmine, y esperaba que en esta ella le pudiera decir un poco más sobre su padre. Rápidamente se baño, cepilló los dientes y se arregló para preparar todo para un picnic. Era muy temprano y no había nadie despierto además de él, por lo que preparó unos sándwiches y un jugo de naranja; colocó la comida en una canasta, y se dirigió a un claro en el bosque junto con una manta; también llevó decoraciones para adornar el lugar. Para cuando regresó a la mansión ya habían algunas personas despiertas, incluida su madre, a quien se dirigió en el momento en que llegó.
-¿ Mamá ?- la llamó
-Ronald, ¿ qué haces despierto a esta hora ?
-Quería date una sorpresa
-Pues si que lo hiciste
-¿ Puedes venir conmigo ?
-¿ A dónde vamos ?
-Dije que sería sorpresa
-Está bien
Ronald llevó a su madre hasta el claro en el bosque que estaba en frente de su casa, y con la decoración que había puesto, Jazmine quedó impresionada.
-Ronald ¿ Qué es esto ?
-He preparado esto para ti. Prometí pasar más tiempo ¿ Recuerdas ?
-Si, pero nunca creí que fueras a hacer esto
-¿ Te gustaría comer un sándwich ?
Ronald y Jazmine se acercaron a donde estaba la canasta y empezaron a comerse los sándwiches con un poco de jugo de naranja. Habían pasado minutos comiendo sin que ninguno de los dos dijera algo hasta que Jazmine rompió el silencio.
-Reachel tenía razón, te pareces tanto a tu padre- Ronald sonrió, era su oportunidad
-¿ Mamá ?
-¿ Si ?
-¿ Puedo preguntar algo ?
-Por supuesto
-¿ Qué paso con papá ?
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