Capitulo 2; La llave de la memoria
Esa mansión era muy grande; Tenía tres pisos: en el primer piso estaba la sala, el comedor, la cocina, el cuarto de lavado y tres baños. En el segundo piso había diez cuartos, un baño y un balcón en la parte frontal. Y en el tercer piso había diez cuartos y un baño.
-Bueno ya estamos aquí-dice Ronald
-Pues no debe ser tan difícil- asegura Jazmine mientras revisaba la puerta
Tardaron al menos una hora intentando abrir esa puerta, intentaron de todo y con todo; la empujaban, jalaban, golpeaban con ramas, incluso intentaron buscar la llave y nada. Ese pomo si era duro, duro y dorado, tanto que parecía oro. eran alrededor de las doce del mediodía cuando Ronald se dio cuenta de algo.
-Oye mamá, ¿ya te fijaste en el pomo de la puerta?- dice acercándose
-Si, ¿ qué tiene ?
-Es que aquí tiene como un pequeño hundimiento- dijo y acercó su mano para señalar
-es normal hijo, casi todos lo tienen
-No- asegura- este es distinto. Es como si... Se me ocurre algo- empezó a quitarse el reloj
-¿Qué piensas hacer Ronald?
-No lo sé bien pero, tengo una buena corazonada- Ronald acercó su reloj y el tamaño del hundimiento coincidía con el tamaño del reloj por lo que lo colocó- entonces creo que puedo girarlo y...
se escucharon unos engranajes y la puerta cedió dejándose abrir.
-¿Cómo lo hiciste?- pregunta Jazmine
-No lo sé bien, pero creo que a veces hay que confiar en las corazonadas- tomó su reloj- entonces después de usted madame
-Esta bien- dijo Jazmine dando el primer paso dentro de la casa- esta sala si que es muy grande-Ronald entra
-Y hay muchas reliquias antiguas, deben ser los regalos de mi bisabuelo- Ronald se acercó a una armadura que tenía una nota pegada- querido Ronald estas son algunas baratijas de la familia, disfrútalas- leyó
-Bueno, Ronald tienes que cumplir con el trato
-¿trato?- dijo fingiendo no saber de qué hablaba-¿cuál trato?
- El trato...No me digas que se te olvidó- sacó su celular- déjame refrescarte la memoria- puso a reproducir un audio
"Si lo de la mansión es real tú harás la limpieza de la casa ¿es un trato?. Es un trato''. Era lo que decía.
Ronald se había quedado estupefacto. ¿En qué momento lo grabó? se preguntaba una y otra vez sin hallar le respuesta.
-Bueno si no tienes nada más que decir voy a salir
-Pero espérate, ¿a dónde vas?- preguntó Ronald
-Al pueblo- contestó- tengo que comprar el almuerzo. escoge tu habitación, cámbiate y limpia, ya vuelvo- Jazmine agarró la llave que resultó estar del lado de adentro de la puerta. Jazmine salió y se escuchó tras ella el sonido de la puerta cerrándose.
-Bueno Ronald, esta ''casa'' no se limpiará sola- dijo para sí
Ronald subió hasta el segundo piso donde escogió su habitación y se cambió. Las habitaciones eran de un tamaño mediano, todas tenían una ventana, una mesa de noche con una lámpara y solo unas ocho, que estaban en el segundo piso, tenían armario, por lo que Ronald escogió una que si. Ronald comenzó limpiando los pisos superiores, limpió los cuartos los baños y el balcón, no le costó mucho pues alrededor de media hora ya estaba terminando ahí, luego bajó al primer piso, el cual parecía que no lo fuesen limpiado en años. Comenzó abriendo una gran ventana que estaba en la sala para que entrara luz y aire, le quitó las cortinas para lavarlas, luego sacudió los muebles y las reliquias de su bisabuelo y las organizó, quitó las telarañas, limpió los baños, limpió y organizó la cocina y el comedor.
Iban a ser las dos cuando él iba barriendo por la parte lateral de la escalera y una figura en la pared le resultó peculiar
.
-¿Y esto?- dijo acercando su mano. La par estar hecha por piedras que estaban puestas cuidadosamente- esta piedra... parece sobresalir
Ronald acercó tanto su mano que logró tocarla y acto seguido aplicarle fuerza para descubrir que se podía hundir. Cuando Ronald lo hizo, casi inmediatamente un pedazo de la pared empedrada se hundió, sorprendido, Ronald intentó empujarla más pero en vez de eso el pedazo de pared se deslizó hacia un lado, dando paso a un pequeño espacio con una escalera.
-¡Pero que es esto!- exclamó en voz baja
Ronald entró un poco más solo para pisar en un lugar que se hundió, cerrando la entrada y encendiendo una pequeña luz, Ronald bajó las escaleras para darse al encuentro de un espacio repleto de máquinas raras, madera, metal y cosas del mismo elemento. Iba caminando para acercarse a una máquina para observarla mejor cuando oyó un ruido que venía de la parte de arriba.
-Ronald regresé- era Jazmine- Ronald ¿ dónde estás ?
Ronald estando abajo también escuchó unos pasos más pero no le prestó atención a más nada excepto que su madre venía y el estaba allí abajo. Comenzó una carrera, la cual no duró mucho porque tropezó y cayo con algo, se volteó y logró divisar entre la poca luz un libro cuya portada decía ''Los Robinsonn'', Ronald lo tomó y comenzó nuevamente su carrera cuando escuchó que su madre empezaba a subir las escaleras. Entró en un espacio mucho más amplio donde encontró unas escaleras escogió una y por esa se fue. Se vio en un pasillo un poco angosto donde vio una pared con dos tiras colgando de ellas, en ese momento oyó a su madre abrir la puerta de la primera habitación, sin pensarlo tiro de las tiras y la pared se hundió, rápidamente comprendió que era el mismo mecanismo de la escalera por lo que la deslizó y para sorpresa suya, entró a su cuarto y había salido por ese armario tan poco común, rapidamene colocó el libro por debajo de las sábanas y se acomodo para recibir a su madre, quien abría la puerta de su habitación.
-Hola mamá- dijo con la mandíbula tensa y los nervios a tope- ¿ cómo te fue ?
-Bien cariño, y veo que a ti te fue muy bien también, nunca pensé que lograras limpiar toda la mansión en tan solo dos horas- dijo entrando un poco más en la habitación
-¡No!- Ronald se levanta de la cama apresurado y Jazmine se detiene por la impresión- quiero decir que no es para tanto
-Bueno pues si tu lo crees- entró un poco más- pero pienso que te quedo muy bien...
-¡Mamá no pases!-la entrada seguía abierta y Ronald no quería que su madre la viera- quiero decir que no deberías entrar porque no he arreglado bien y...
-En serio yo creo que esta....
-Mamá porque mejor no bajamos- la tomó por el brazo y la sacó
-Bueno de eso venía a hablarte, abajo hay más personas
-¿ Invitaste a alguien ?
-Bueno...-bajaron las escaleras y se encontraron con muchas personas- verás todos estos dicen ser tus familiares
Ronald contemplo por un momento a la multitud, luego se dio media vuelta dispuesto a devolverse a su cuarto cuando la voz de alguien lo detiene.
-Ronald- este se voltea y una mujer se acerca a el- mírate, estás tan grande, te pareces mucho a tu padre
-Hola, disculpa podrías recordarme tu nombre- le dice Ronald
-Cierto, no te acuerdas de mi- se ríe- me llamo Mariam, soy como tu tía. Verás aunque no nos recuerdes, todos aquí somos tus parientes y a todos nos echaron de nuestros hogares, por eso venimos a preguntarte si podíamos quedarnos aquí.
-Esta bien, se pueden quedar- Ronald se limitó a decir esto y se fue.
Ronald salió de ahí para subir a su cuarto, lo primero que hizo al entrar fue dirigirse hacia el armario para cerrar la entrada, apenas lo hizo escuchó gritos y peleas que provenían de afuera, por lo que salió a ver qué pasaba y eran esas personas que discutían sin parar.
-Podrían de...- intentaba decir- si alguien me... ¡¿AHORA QUÉ PASA?!- gritó captando le atención de todos
-Bueno es que estábamos hablando para acomodarnos en las habitaciones- le dijo su supuesta tía
-bueno creo que..- empezó con tono suave pero fue interrumpido por las vociferaciones que volvían a surgir- quizás si... Pero podríamos...¡BASTA!,¡es suficiente!, mi madre, los adolescentes y ustedes- señaló a una pareja de ancianos con una niña pequeña- dormiremos en este piso, el resto arriba ¡Y SI ALGUIEN FALTA QUE SE VAYA AL SOFÁ DE LA SALA!
Ronald entró en su cuarto y azotó la puerta tras el, suspiró y se deslizó por la puerta hasta sentarse en el piso, estaba asombrado de lo que hizo; nunca antes le había gritado a alguien y mucho menos de la manera tan autoritaria que lo hizo, ese lugar le estaba afectando, pero pareció funcionar pues después no se escuchó más alboroto. Pensó que con tanto alboroto no había tenido tiempo de detallar el libro que había agarrado en el sótano misterioso. Caminó hasta su cama para sacarlo de debajo de las sábanas, tenía un poco de polvo pero tras sacudirlo dejó mostrar su brillo y esplendor; la portada era de color escarlata y tenía un pequeño rubí en cada esquina, claramente se leía ''Los Robinsonn'' escrito en color dorado, y si te fijabas más abajo decía "Por Thomas y Timothy Thompson"
-Bueno debería empezar a leer-dijo Ronald abriendo el libro
-¡Ronald a almorzar!-escucha decir a su madre
-Bueno leeré después de almorzar- cierra el libro y lo coloca donde estaba- ¡ya voy mamá!
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