Mierda, ya llevamos 17 capítulos.

A veces soy una cosa pero bárbara.

Que nunca se diga de mi que mis fics tienen menos de 10 capítulos.

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Denji iba caminando detrás de Makima, siendo acompañado por kobeni y power.

- hmm, a donde vamos? -

- necesito que conozcan a alguien. -

- y no podíamos conocerlo después? Hoy tenía planes con kobeni-chan. -

- puedes salir con ella después. Esto es más importante. -

- y porque tengo que venir yo? No me gusta estar con el bellaco y con la niña Virgen. -

- tú también eres parte de esto power, te servirá bastante. - dijo Makima quien logró visualizar a la persona que buscaba. -

- bueno, ya llegamos... Como estas? -

- Uhm... Podrido en alcohol, pero bien. -

- es bueno saber eso, ahora, ellos son Denji, kobeni y power. Estaban ansiosos por conocerte. -

- es no es verdad, yo quería ir a comer al lado de kobeni-chan y tu me trajiste aquí a la fuerza. -

- D-Denji, se más respetuoso. -

- yo opinó lo mismo. Estaba a punto de cortarle la cabeza al estúpido humano con el que vivo hasta que me llamaste. -

- hmm, así que dos demonios rebeldes...bueno, demonio imedio y una humana común y corriente.-

- así es, aunque tu trabajo será entrenar a Denji y a power nada más. Kobeni-san esta aquí debido a Denji, así que a ella la puedes dejar tranquila. -

- ya veo... Entonces me haré cargo. -

- muy bien, ya hablaremos más tarde sobre el progreso de ambos, hasta entonces cuídense. - dijo Makima mientras empezaba a alejarse del sitio. -

- espera, como que entrenar? Tu nos vas a entrenar? -

- eso creo... Me llamó kishibe y yo soy el cazador de demonios más fuerte que existe, y ustedes dos serán mis nuevos juguetes a partir de ahora? -

- eh? Estúpido humano, quien te crees que eres para verme así? -

- ya te lo dije, no hace falta repetirlo, o es que no te ha quedado claro? -

- maldito humano, acaso no sabes con quien estas tratando? -

- con mi juguete. - dijo kishibe el cual sacó un cuchillo de su bolsillo y luego se lo lanzó a la cabeza a power, quien cayó al instante al piso. -

- tú... La mataste? -

- no lo creo, es el demonio de la sangre así que posiblemente este inconsciente por un rato. -

- bastardo, y lo dices así como así? -

- y como quieres que lo diga? Es mejor ser directo, y si eso no te gusta pues haré que te acostumbres. -

- ah... Me amenazas? Pues bien, estoy listo para esto. - dijo denji el cual estaba listo para pelear. -

- Denji, no creo que sea buena idea, mejor escuchalo. -

- para nada, este viejo tiene que entender que no puede tratarnos como juguetes. Suficiente tengo con Makima que me mira como un perro como para permitir que alguien más me trate así. -

- hmm... A lo largo de mi vida he entrenado a muchos humanos, pero jamás demonios, así que será divertido jugar con ustedes. -

- y crees que será así de fácil? -

- para mi si, así que prepárate porque voy a dar el primer movimiento. -

- acercate viejo, acercate, vamos a ver si es tan fácil como crees. - dijo el cual se preparó para pelear. -

Aunque eso fue lo último que hizo ya que a los pocos segundos, sintió como su cuello fue quebrado a la mitad, mandandolo al piso directamente.

Kobeni solo vio horrizada como fue que mataron a su novio delante de ella, y no pudo a hacer nada para evitarlo.

- descuida, tu novio va a estar bien... -

- pero tu... Lo mataste. -

- es un demonio, al igual que la otra, esta en un estado inconciente, así que no importa cuantas veces los mate a los dos, siempre volverán a la vida... O eso creo. - dijo kishibe mientras sacaba su botella de alcohol y empezaba a beber. -

Así fue que pasaron las horas, en donde al estar nuevamente concientes Denji y power, volvieron a tratar de golpear a kishibe el cual sin dificultad dejaba fuera de combate a ambos.

Kobeni por su parte solo se tapaba los ojos por no querer ver cómo asesinaban una y otra vez a Denji, el cual no parecía rendirse y trataba de una u otra forma de golpesr a kishibe, pero siempre fue en vano.

- muy bien, creo que es todo por hoy. A ustedes dos les falta velocidad, resistencia y estrategia para pelear, pero supongo que lo podrán sobrellevar... Nos vemos otro dia. - dijo kishibe mientras se empezaba a marchar del lugar. -

- maldito... Como es que se mueve tan rápido? Mis ojasos chapatillos no pudieron seguirlo en ningún instante. -

- el ballaco tiene razón... Ese maldito humano es muy fuerte... Pero no tanto como yo.-

- tks, pero si tu fuiste la primera en caer.-

- s-solo me deje, no quería usar todo mi poder. -

- maldita mentirosa. - dijo denji el cual empezaba a levantarse del piso con ayuda de kobeni la cual solo podía suspirar aliviada por saber que ya se había terminado este martirio. -

- creo que ya es hora de ir a casa. -

- e-es lo mejor... Y vámonos rápido antes de que regrese kishibe-san. -

- descuida, si ese granuja regresa entonces yo lo mataré. -

- jajajaja, bellaco estúpido, sigue soñando con eso. -

- tks, vámonos kobeni, no nos juntemos con esa tonta. -

- oye, espera, levantame y llevame a mi casa. -

- que? Y porque haría eso? -

- porque te lo ordeno, y porque no me puedo mover, gasté mucha sangre. -

- tks, pues no estoy mejor que tú, además que no quiero llevarte a tú hogar. -

- maldito humano, te exijo que me lleves a mi casa. -

- no lo haré, además, no se donde vives.-

- como que no lo sabes? ¡Si fuistes a pedir dulces a mi casa! -

- pues no lo recuerdo, así nos vemos. - dijo denji el cual empezaba a alejarse de ahí junto con kobeni la cual quería ayudaría power, pero le daba miedo estar a solas con ella, así que siguió a su novio hasta irse del lugar. -

Ese noche, power se la paso tirada ahí en el campo hasta el día siguiente.

Al siguiente día.

Kobeni estaba recién despertandose y lo primero que vio fue a denji el cual la estaba abrazando.

Aunque lo raro aquí es que una de sus manos, estaba metido debajo de su blusa, tocándole así su pecho.

Que si le daba vergüenza? Pues eso era lo mínimo que se podía decir ya que su rostro estaba de un rojo nunca antes visto en ella.

Sabía que denji era un depravado sexual, con un libido fuera de límite, y que tristemente lo liberaba con ella.

No era la primera vez que la tocaba de esa forma tan obscena, puesto que el argumentaba que ahora que eran novios, había más libertad para conocerse más íntimamente.

Como cuando le pidió indirectamente que tuvieran sexo mientras le mostraba un preservativo, diciendo que lo encontró tirado y que deberían de usarlo para saber para que servía.

Obviamente ella lo descartó puesto que no se sentía preparada para eso, así que tomó el preservativo y lo tiró por el inodoro.

Fue así como denji paso un día entero tratando de recuperarlo pero no lo consiguió.

Ahora, el siempre aprovechaba cualquier ocasión para tocarla como ahora.

No es que fuera malo, ya que ella se lo permitía, pero le daba tanta vergüenza que no sabía como manejarlo.

Ella rápidamente levantó su cobija y para su alivio aún tenía puesto su pijama, así que al estar un poco más tranquila, ella se salió de la cama, al mismo tiempo en el que denji se despertó el tras no sentir a kobeni a su lado.

- buenos días kobeni-chan, como estas? -

- b-bien... Y tu que tal? -

- muy bien, ya no me duele el cuerpo, y feliz de saber que tu eres mi novia. -

- si... Me da gusto escuchar eso. -

- en ese caso, porque no nos besamos? -

- t-tan temprano? Aun no nos hemos lavado los dientes. -

- bien, bamos a lavarnos los dientes entonces. -

Dicho eso, denji fue corriendo al baño mientras jalaba a kobeni.

Si aún no podia poseer su cuerpo, al menos aprovecharía su tiempo para besarla todo lo que pudiera.

En especial cuando estaban en casa, puesto que afuera, a ella le daba vergüenza las muestras de afecto.

Solo aceptaba los abrazos o ir tomados de la mano, pero los besos no eran permitidos.

El lo aceptaba, pero le ofendía muchisimo puesto que quería presumirla con todos como su novia.

- entonces tenemos planes para hoy? -

- Makima dijo que debíamos de seguir buscando demonios en el área puesto que cada vez se van expandiendo más, así que ese es el plan de hoy. -

- ya veo... En ese caso llevaré a Leviatán.-

- t-te refieres al hacha? -

- asi es... Me gustó mucho ese nombre, así que la bautice así. -

- esta bien... Pero dilo en voz baja porfavor. -

- tu también deberias de ponerle un nombre a tu cuchillo. -

- n-no haré eso. -

- oh vamos, será divertido, imagínate su hacemos un ataque en conjunto? Sería genial decir el nombre de nuestras armas. -

- denji, no lo haré, así que no insistas. -

- por favor kobeni-chan, si lo haces, te daré un beso de recompensa. -

- ahí sales tu más beneficiado que yo. -

- esta bien, te daré dos besos. -

- p-pero que dices? Es que acaso no te da vergüenza hablar tan libremente de eso?-

- un poco... Pero me aguanto, así que, que me dices? Le ponemos nombre a tu cuchillo? -

- s-si lo hacemos, prometes no decírselo a nadie? -

- lo prometo. -

- bien... Ehm, y si se llama...-

(Les dejo el nombre a su elección.)

Después de esa escena algo ridícula, denji le robó cuantos besos pudo a kobeni que poco o nada hizo por separarlo.

A ella también le gustaba besarlo después de todo.

Esa forma en la que ambos se demostraban su cariño era muy especial para ella, así que nunca lo trató de alejar.

Y aunque quisiera, no podría.

Así que después de unos 5 minutos en donde ya los labios de ambos estaban cansados, se fueron directo a la cocina para poder desayunar.

Como ers de esperar, denji comió pan con mermelada y kobeni decidio comer cereal.

No hablaron mucho durante su desayuno, solo se miraban a los ojos como si estuvieran en un duelo de miradas.

Denji hacia gesto chistosa para a hacer reír a kobeni la cual buscaba la forma por mantenerse serena pero no lo consiguió.

Sonreía y reía levemente por los gestos del chico, perdiendo así su pequeño desafío.

Eran momentos muy hermosos los que ambos vivían pero no podían estar así por siempre.

Debían de trabajar si es que no querían morirse de hambre.

Así que al terminar de desayunar, ambos fueron a darse un baño y luego se alistaron para irse a trabajar.

Estando ya con rumbo a explorar la ciudad, denji iba algo pensativo, cosa que llamó la atención de kobeni la cual le extrañaba ver a su novio así.

- Denji, pasa algo? -

- pues no lo se... He pensado mucho últimamente y me he percatado de algo.

- y que es lo que pasa? -

- pues viéndolo de alguna forma rara, kishibe al igual que aquel demonio con espada, me asesinaron pero fue algo inútil ya que yo regresé a la vida... Entonces me puse a pensar en eso y le di cuanta que yo soy inmortal, o al menos eso es lo que parece ya que es inútil que yo muera. -

- pues... Eso es algo bueno, no? -

- de alguna forma, pero también me puse a pensar que si ese es el caso, tu y yo no vamos a estar juntos por siempre. -

- bueno... Ahora que lo mencionas, tienes algo de razón. -

- y claro que la tengo... Tú te vas a morir y yo me voy a quedar aquí solo, y eso me pone triste de alguna forma ya que yo quiero estar contigo siempre. - dijo el rubio el cual mantenía su semblante neutro -

Kobeni lo observó por algunos segundos hasta que finalmente le sonrió de manera tierna al chico, así que, acercándose a el, tomó su rostro con sus manos y lo acarició suavemente.

- no creo que sea bueno que lo pienses demasiado. Aun falta mucho para que eso suceda, o eso quiero creer, así que mientras ese momento llega, porque no mejor tratamos de disfrutar cada momento juntos? Ya sea matando demonios o comiendo pan con mermelada, es importante atesorar todo lo que hacemos. -

- tienes razón... Qué tal si compramos una Cámara? He oído que con eso puedes tomar fotografías como las que tienes de tu familia. -

- pues... Eso es algo costoso, así que no se si podemos costearnos una. -

- por eso no te preocupes, yo me encargaré fe conseguir una, así que sígueme. - dijo el rubio mientras tomaba la mano de kobeni y empezaba a buscar un local de aparatos electrónicos. -

No tardó demasiado, despues de todo, al vivir en la ciudad, era fácil encontrar cualquier tipo de negocio con utensilios básicos como extravagantes.

Así que al encontrar lo que querían, ambos se adentraron al negocio y fueron directamente con el sujeto que atendía la tienda.

- buenos días, bienvenidos a cables y utensilios Elton Tito. Dígame, en que les puedo ayudar? -

- hola, mi novia y yo estamos ahora en una misión. Somos trabajadores de la Organización de Seguridad Pública número 4, necesitamos una Cámara de emergencia para poder fotografiar a los demonios que encontramos. -

- oh, en ese caso tengo lo que necesitan, así que esperenme unsegundo por favor. - dijo el chico el cual fue en busca de una Cámara, sacándole así una sonrisa de victoria a denji. -

- n-no creo que este bien que engañemos a la gente con eso. -

- descuida, lo tengo dominado, además, será como un préstamo para los próximos 65 años, así que todo está bien.-

- hmm, solo te digo que yo no estoy a favor de esto, y que me despegó de todo material ilícito en este instante. -

- descuida, nunca diré que tu eres mi compañera, solo que eres mi novia. -

- eso es aún peor. -

Ambos siguieron hablando por unos minutos más hasta que finalmente llegó el empleado con una Cámara de última generación.

- aquí tiene joven... La Cámara trae las instrucciones necesarias para que pueda manejarla con total seguridad. Tiene un año de garantía por si en dado caso algo sale mal o por cualquier tipo de accidente. -

- excelente, muchísimas gracias. -

- no hay de que... Ahora, el monto a pagar sería de 14.000.00 yenes.-

Tras decir eso, el corazón de kobeni se detuvo por un instante.

No podía creer que una Cámara costara tanto.

Con ese dinero, ella podía sustentarse por casi un mes si complicaciones.

Y aquí estaba ella negociando por un aparato electrónico, o mejor dicho, era denji el cual parecía muy tranquilo.

- no se preocupe, tome esta tarjeta. -

- Uhm? Pero esto es un carné con un nombre de una heladería... -

- así es, ahí es donde trabajo, así que vaya ahí y cobre la Cámara a mi jefe, el con gusto se la pagará. -

- pero señor, nosotros no estamos afiliados a ninguna empresa externa, así que... -

- lo siento, soy algo sordo así que no escucho muy bien, así que nos vemos. - dijo denji mientras salía corriendo de ahí junto con kobeni la cual utilizó su máxima velocidad para que no le vieran ni el rostro por la vergüenza que tenía. -

Ese día habían ganado algo importante, pero también se ganaron a un enemigo más.

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