capítulo 14
No lo lograron, jajajajaja.
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Kobeni estaba recién despertando, y lo primero que vio fue el pectoral de su mejor amigo.
Ella estaba siendo envuelta en un cálido abrazo por el, cosa que ella agradecía puesto que en verdad lo necesitaba.
Los actos cometidos el día anterior la atormentaron por el resto de la noche, y hubiera sido aún peor si denji no hubiera estado con ella.
Sabía que por mucho que estuviera mal lo que hizo, fue por un bien mayor.
Su amigo estaba a salvo, y por muy egoísta que fuera, debía de admitir en silencio que estaba feliz porque el estuviera bien.
No pensaba en nadie más que no fuera Denji dentro de la seguridad pública.
El habia actuado tanto por ella que ahora era imposible sacarlo de su vida.
Se convirtió en su confidente, en su mejor amigo, en su colega, en su compañero de aventura y entre muchas cosas que ella no podía procesar en ese instante.
Es por eso que este momento junto con el la ayudaba a sentirse reconfortada.
Seguramente no pueda olvidar nunca lo que hizo, pero sabia que mientras Denji este a su lado, podrá sobrellevar las cosas que la acomplejan.
Es por eso que después de otro rato en donde lo estuviera abrazando, ella se separó de el y luego levantó su cobija para ver si mantenía su ropa puesta y para su alivio, así fue.
No se había cambiado, ella solo se acostó y se durmió con su ropa de trabajo, así que se sentía muy sucia puesto que esta estaba manchada con algunas gotas de sangre que no creía que se fueran a quitar de su camisa.
Eso la decepcióno ya que no sólo debía de pagar por su puerta rota y por la ventana que también estaba rota, sino que ahora debía de pagar por un nuevo uniforme.
Y todo estaba curiosamente relacionado con Denji.
Un Denji el cual, al no sentir a kobeni a su lado, se levantó de inmediato, cosa que asustó a la peli-cafe por el arrebato de su amigo.
- Kobeni-chan... Estas bien? -
- ehm... Si? Creo. -
- segura? Como te sientes?-
- ya me encuentro un poco mejor... Gracias por preocuparte.-
- maldición, si tan sólo hubiera Estado contigo... Jamás te hubieras manchado las manos, lo siento de verdad. -
- descuida, sabes que para este trabajo nunca se sabe que es lo que pasará. -
- si... Pero yo me prometi nunca separarme de ti, y no cumpli con mi promesa, y todo por culpa de la puta de Makima, en serio odio a esa perra de grandes tetas. -
- D-Denji, no te expreses así de Makima-san, es nuestra jefa. -
- me da igual, así sea la mujer más peligrosa del mundo, no tiene derecho de separarme de ti, es que acaso no sabe lo mucho que me amas? -
- que? -
- olvidalo, no es momento para eso, mejor vamos a tomar un baño, lo necesitamos. -
- y-ya sabes que no hace falta que nos b-bañemos juntos. -
- descuida, no hay parte de ti que no conozca, ni tu de mi, así que vamos. -
Dicho eso, Denji nuevamente se aprovechó de la vulnerabilidad de su amiga y se ducho junto con ella.
Obviamente no le hizo nada, sabía que no era momento para eso, pero eso no evitó que el la abrazara mientras le hablaba de manera cariñosa.
No lo hizo con la intención de molestarla o de enamorarla, lo hizo con el afán de calmar su adolorido corazón.
Funcionó de cierta forma ya que kobeni sollozo por un rato, hasta que finalmente se calmó y le agradeció por ello.
Tenía esa sonrisa cansada.
Una sonrisa la cual ya no quería aparecer, pero que aún así se mostraba en señal de un agradecimiento genuino.
Eso solo lastimó a Denji quien estaba cansado de todo esto.
El ya no permitiría que kobeni sufra más.
No importa si se hace enemigo de todos los demonios, el se encargaría de pelear todas las batallas de su amiga.
Posiblemente muera en el proceso, pero incluso estando en el infierno, el la seguiria cuidando.
Ese era su sueño, su propósito de vida.
Incluso si ella no se enamora de el, no importaba, el la cuidaria por el amor que le tenía, incluso si ese amor no era correspondido.
Después de todo, para Denji una amistad valía más que mil amores.
Y el no rompería ese ideal por nada.
-
Denji, que haces? -
- pues que más? Te estoy protegiendo. -
- pero no creo que ir abrazados por la calle sea necesario... N-nos están viendo.-
- no importa, solo es gente envidiosa que no puede abrazar a nadie... Verdad imbécil? -
- eh? -
- si, a ti te estoy hablando... Porque nos miras tanto? Es que acaso tienes envidia de mi por abrazar a una chica linda y tu no? -
- No tengo brazos imbécil. -
- jajajaja, por estúpido. - respondió el rubió el cual ya no pudo seguir burlándose puesto que kobeni lo sacó de ahí corriendo. -
Ya estando lejos, la chica pudo relajarse.
Sabía que Denji no estaba bien mentalmente, pero los comentarios que hacía eran muy fuertes, tanto que sentía que podían ir a la cárcel por eso.
Tal vez exageraba, pero en un mundo en donde existía Denji, todo podía pasar.
- oye kobeni-chan, no te gustaría dar un paseo en bicicleta? -
- eh? Pero... No tenemos que ir a reportarnos a la Oficina de Makima? -
- por lo que se, ella no está, así que aprovechemos el tiempo para divertirnos. -
- Denji, no creo que tenga cabeza para eso, mejor... -
- no, vamos a ir a dar un paseo en bicicleta, así que vamos rápido a alquilar una. - dijo el rubió el cual fue rápidamente a buscar un taxi. -
Al hallar uno, se subió junto con kobeni y le pidió al taxista que los llevara a una tienda de bicicletas.
El taxista solo obedeció y se dirigió a la tienda de bicicletas más cercana que conocia.
Al llegar, Denji le dio las gracias y luego se bajo del taxi junto con kobeni, luego salió corriendo de ahí.
Se dieron una vuelta entera por la cuadra, esperando a que el taxista se fuera.
Kobeni se abstuvo de decir algo al respecto en todo este suceso.
Como ya habia mencionado antes, con denji podría pasar cualquier cosa.
Estando ya a salvos del taxista, fueron a la tienda de bicicletas y alquilaron dos.
- bueno kobeni-chan, estas lista para el Paseo? -
- e-eso creo... Pero. -
- bien, vamos entonces. - dijo el rubió el cual se montó en su bici y empezó a avanzar por la calle. -
Al voltear a ver a su amiga, se percató que esta no lo seguía, así que detuvo su avance y dirigió su vista hacia atrás, observando a kobeni quien seguía en el mismo sitio sin moverse.
- Uhm, kobeni-chan, que pasa? -
- yo... Yo... -
- ven, vamos a dar una vuelta por el parque. -
- ya... Voy. -dijo la chica la cual trató de avanzar en la bicicleta pero al instante cayó al piso. -
- oh mierda, kobeni-chan. - dijo el rubió quien rápidamente fue con su amiga. -
- que sucede, te sientes mareada? -
- no... Es solo que yo... -
- que pasa? Me estas preocupando. -
- yo... Lo que sucede es que...no se manejar bicicleta. - dijo la chica totalmente avergonzada. -
- eh? Pero, nunca usaste una de niña? -
- no... Mis hermanos nunca me prestaron sus bicicletas, y mis papás jamás me compraron una, así que... Lo siento. -
- Dios, pero no tienes que pedir disculpas, es culpa de tu familia de mierda que no se preocupó de ti. -
- no digas esas cosas... -
- pero es la verdad, ellos no ven la valiosa mujer que eres, en serio son unos tontos estupidos, imbéciles. -
- Uhmm, no se que decir. -
- tampoco hace falta, solo deja que yo te enseñe a manejar bicicleta. -
- pero... Y si mejor a hacemos otra cosa? No quiero que perdamos la tarde de diversión por esto.-
- descuida, pasar el tiempo contigo es más que divertido para mi, y más ahora que te puedo enseñar algo que a mí se me da bien, así que ven. - dijo el rubió el cual ayudó a levantarse a su amiga y luego la ayudó a acomodarse bien en la biblioteca. -
- de acuerdo, lo importante es pongas tus pies en los pedales, agarra el manubrio con fuerza y luego trata de avanzar, yo te voy a sostener para que no te caigas. -
- d-de acuerdo... Pero no me sueltes. -
- tranquila, ya dije que no lo haría, así que adelante. -
Dicho eso, kobeni con algo de temor empezó a avanzar en la bicicleta, siendo sostenida por el rubió.
- lo estoy haciendo bien? -
- claro, solo trata de ir un poco más rápido, yo te voy a seguir. -
Kobeni obedeció y avanzó mucho más rápido, y a media que lo hacía, un sentimiento de adrenalina se apoderó de ella.
El ir en bicicleta le empezaba a parecer divertido.
Tantas veces que vio a sus hermanos jugar entre ellos en bicicleta que ahora que ella lo hacía, le estaba encantando.
- denji... Lo estoy haciendo bien? Preguntó la chica la cual al ver hacia sus lados, no vio a denji por ningún lado. -
- denji? -
- aquí voy, solo fui por mi bicicleta para alcanzarte. - dijo el rubió el cual se colocó al lado de kobeni quien estaba empezando a alterarse. -
- pero... En que momento tu... -
- en el momento en que empezaste ir más rápido... Tienes un buen equilibrio, por lo que no hizo falta enseñarte por mucho tiempo... Tristemente. - dijo denji totalmente molesto. -
El quería tomarse su tiempo para enseñarle a manejar, ya que así, existía la posibilidad de que ella se enamore de el, pero como siempre, sus planes fracasaban.
De igual forma se sentía feliz por ella puesto que parecía contenta, o eso fue así hasta que se percató que el no iba a su lado.
Ahora parecía asustado, pero aún así mantenía el equilibrio, cosa que lo tranquilizaba.
- descuida kobeni-chan, lo estas haciendo bien, solo no avances más, deja que la bicicleta vaya perdiendo velocidad, por ahora, concéntrate en el camino, de acuerdo? -
- d-de acuerdo. -
Dicho eso, kobeni no movió ni un solo músculo de su cuerpo.
Espero a que su martirio terminara por completo.
Le gustó mucho la experiencia, pero posiblemente no lo vuelva a repetir, al menos no por cuenta propia.
Pero debía de admitir que fue agradable mientras duró.
Puesto que mientras esperaba a que la bicicleta perdiera velocidad, el claxon de un auto la asustó, provocando que perdiera el equilibrio, y por consiguiente, que cayera al piso.
Fue así como kobeni empezó a a tenerle miedo a las bicicletas, maldiciendolas internamente mientras lloraba en el piso, sino consolada por el rubio el cual le decía que para la próxima le pondría rueditas traseras.
Ya habiendo pasado esa pesadilla para la chica, denji la llevó a comer un helado.
Era lo único que podía servi para arreglar un poco ese día tan alocado y sin sentido para ambos.
Denji estaba decepcionado consigo mismo.
Tanto que se prometió que no permitiría que lastimaran a kobeni y voy se lastimó dos veces.
Y en su presencia.
Y lo peor es que no fue por culpa de un demonio, sino que fue por la mera ineptitud de la chica y por el por no ser más cuidadoso.
Eso solo merecía la muerte, pero si lo hacía, entonces ya no estaría más con ella, así que se abstuvo de matarse.
- dime, como están tus rodillas? -
- ya no me está saliendo sangre... Así que esta bien. -
- eso es bueno... Conozco una crema de hormiga muy buena que sirve para las raspaduras. -
- e-esta bien, con un poco de crema para la piel bastará. -
- esta bien, entonces dime, te gustaría comer otro helado? -
- pero, no tenemos dinero. -
- descuida, podemos usar el método tradicional.-
- creo que mejor paso, estoy bien así. -
- de acuerdo. -
Dicho eso, ambos se mantuvieron en silencio.
Denji no sabía muy bien que decir.
Sentía que su amiga estaba triste, por lo que quería hacer algo al respecto pero no sabía que.
Ya la había embarrado tanto ese día que lo último que quería era seguir lastimando a kobeni.
Es por eso que no dijo nada más, consiguiendo así un silencio incómodo entre los dos.
Pero para su sorpresa, eso duró muy poco ya que kobeni lo tomó de la mano repentinamente.
- gracias por lo de hoy. -
- eh? Pero... Si te lastimaste por mi culpa.-
- pero también hice algo nuevo que quise probar desde niña... No resultó como quería, pero siempre experimentó algo nuevo estando contigo... Así que gracias denji... En verdad valoró mucho tu compañia, así que porfavor, quédate un poco más con una inútil como yo. - dijo la chica la cual recosto su cabeza en el hombro de Denji quien sentía su corazón latir arrítmicamente. -
Posiblemente ganó más de lo que se merecía, pero estaba bien ser egoísta, aunque el siempre lo era cuando se trataba de ella.
- descuida, estaré contigo siempre que me lo permitas. -
- de acuerdo... Gracias. -
- Uhm... Podríamos besarnos si te parece?-
- eh? -
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Adiós^^
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