Era una noche fría de invierno, la nieve caía sobre la ciudad con lentitud mientras las personas caminaban con pereza hacía sus casas. Desde la ventana de mi apartamento tenia una vista privilegiada de todo esto, y con una copa de vino tinto en mi mano izquierda esperaba que Jerry por fin llegará.

Jerry es el hombre mas guapo que trabaja en mi oficina, desde que comenzó a trabajar con nosotros no puedo dejar de pensar en el, tiene una sonrisa encantadora, su cabello negro y rizado le da un aire juvenil y su tez  perfectamente blanca deja ver las hermosas pecas que adornan su nariz y mejillas, nunca creí que un hombre así de perfecto se fijaría en mi, pero cuando aceptó mi invitación a cenar tengo que admitir que me llene de emoción y sorpresa.

La cena de hoy sería carne asada con patatas, el mismo Jerry me dijo que es de sus comidas favoritas, y para el postre compre fresas bañadas en chocolate, leí que es un postre muy afrodisíaco y perfecto para una cita.

No se si esto sería una cita, creo que Jerry no tiene idea de cuales son mis intensiones reales para esta cena. Espero que mi vestido rojo corto y ajustado le de una buena impresión.

Mi departamento es pequeño, apenas tiene una habitación, un baño y lo mas grande es mi comedor, donde dispongo de una mesa para ocho personas seguida luego de un sillón de cuero negro y un televisor de plasma que descansa colgado en la pared sobre mi chimenea, la cual esta encendida en este momento por que siempre creí que la suave luz de la chimenea daba un aire romántico a todo el ambiente.

La cocina es muy moderna y esta equipada con aparatos de ultima tecnología y separada de la sala por una barra de desayuno, también alrededor de la sala, del lado izquierdo que es el que da a la calle tengo unas ventanas que van desde el techo al suelo, y que generalmente tengo cubiertas con unas cortinas rojas hermosas, ya que me gusta caminar sin ropa por mi apartamento.

Finalmente cuando Jerry llegó le di la bienvenida con un beso intencionalmente muy cerca de sus labios, el joven pareció sorprendido pero me dedico una sonrisa y paso.

— Tu apartamento es hermoso Nova — dijo mientras miraba hacía todos lados.

— Gracias — respondí cortes — la cena ya esta lista.

Durante la cena Jerry no dejo de hablarme acerca de los muchos viajes que realizó en sus cortos veinticinco años, mientras que yo no podía dejar de mirarlo y tratar de hablarle lo más seriamente posible.

— Tengo  postre — acote emocionada y me levante de la mesa para ir a buscar las fresas que se encontraban en la nevera — creó que será mejor comerlas en el sofá — propuse a lo que Jerry asintió con una sonrisa sugerente.

Apague todas las luces y deje que solo la chimenea nos iluminara cuando nos dispusimos a disfrutar de las fresas bañadas en chocolate.

— Te ves hermosa esta noche Nova — dijo Jerry encantadoramente tomando una fresa entre sus dedos — déjame darte de esta exquisita fresa yo mismo.

Sin dudarlo asentí con una sonrisa en mis labios y deje que acercara la fresa a mi boca, la cual mordí lentamente asegurándome de que el me estaba observando, para al final relamer mis labios.

— Sos una mujer preciosa de pies a cabeza Nova — soltó Jerry coquetamente aproximándose un poco mas a mí en el sofá.

Yo sonreí complacida, al fin esto esta tomando el rumbo que  estaba quiero.

— Ahora es mi turno de darte una fresa — dije con una sonrisa.

El asintió afirmativamente por lo que tomando una fresa con mis dedos y acercándome aún mas a él coloque una fresa entre sus labios, la cuál mordió. Sin apartar la mirada de su boca coloque una de mis manos en su pierna izquierda y tomando eso como punto de apoyó me acerqué aun más a el haciendo que el espacio que nos separaba fuera muy escaso.

Note como la mirada de Jerry se desvió hacía el escote de mi vestido, y tomando eso como iniciativa le dije...

— Mi rostro esta aquí arriba.

El se sonrojo y subió sus ojos hasta los míos.

— Tienes unos hermosos ojos azules Jerry — susurré asegurándome de que mi aliento chocaba contra sus labios por la proximidad de nuestros rostros.

El no lo pudo evitar y en un rápido movimiento posicionó una de sus manos detrás de mi cuello y me beso, el beso fue en exceso apasionado, pude sentir la lengua de Jerry recorriendo mi boca cosa que yo también hice luego. Al mismo tiempo tome la mano libre del hombre y la coloque sobre uno de mis senos, el cual rápidamente presionó y acarició.
Permanecimos besándonos de esta forma algunos minutos mas, hasta que mi mano toco la abultada entrepierna de Jerry.

— Hay algo aquí con lo que me gustaría jugar — dije interrumpiendo nuestro beso.

Me puse en pie a lo que Jerry me imitó  y no dude ni un segundo en bajar la cremallera de sus jeans, el al mismo tiempo bajo la cremallera de mi vestido dejándome tan solo con mi pequeña tanga negra de encajes, ya que decidí no usar sostén hoy.

Sin mediar palabras Jerry me comenzó a tocar el trasero y besar mi cuello lentamente haciéndome largar pequeños gemidos. Luego bajo desde mi cuello hasta mis senos, los cuáles beso una y otra ves y succiono cual bebe.

En un movimiento empuje a Jerry el cual cayo  sentado en el sofá y le ordené que se quitara la camisa mientras yo me deshacía de su boxer blanco y dejaba al descubierto su pene, el cual tenia un tamaño bastante considerable. Comencé a deslizar mi mano de arriba a abajo en su pene mientras Jerry no dejaba de gemir, luego arrodillándome entre la chimenea y el  sofá pase mi lengua por el su miembro, Jerry gimió en respuesta y colocó una de sus manos en mi cabeza indicándome que chupara todo su pene lo cual hice.

Mi cabeza subía y bajaba con el pene de Jerry dentro de mi boca mientras al mismo tiempo mi lengua se movía con rapidez acariciándolo.

El miembro de Jerry se ponía mas y mas duro a cada instante, mientras que yo no dejaba de practicarle sexo oral.

Luego de varios minutos donde no deje de lamer de arriba a abajo el miembro de mi compañero de trabajo, y el no paro de gemir note como tomo mi cabello negro con fuerza pero sin lastimarme e hizo que me sentara en el sofá,  donde el procedió a besar mi cuello nuevamente, haciendo que sintiera como su lengua se deslizaba por doquier y al mismo tiempo una de sus manos movió de lugar mi tanga y acaricio mi sexo lentamente.

— Estas muy húmeda — susurró en mi oído y después pude sentir  como uno de sus dedos irrumpía dentro de mi haciendo que liberará un gran gemido mientras el lo movía una y otra vez haciéndome estremecer de placer, luego inserto otro de sus dedos y ya alejándose de mi cuello y con su otra mano comenzó a acariciar mi clítoris dulcemente haciendo que mis piernas temblarán.

El continuó con sus preciosos movimientos hasta que  fui presa de uno de los mejores orgasmos de mi vida.

Jerry rápidamente me arrebató la tanga, pero yo me incorporé y hice que el se sentara en el sofá, sin dudarlo me posicione de tal forma que pude ser penetrada y ya cómodamente sobre Jerry me comencé a mecer lentamente envolviéndonos a los dos en una oleada de placer, luego comencé a dar pequeños y rápidos brincos  mientras Jerry besaba mis senos incansablemente.

En cuestión de un instante Jerry me tomo de la cintura y aun estando dentro de mi me recostó sobre el sófa y comenzó a penetrarme velozmente haciendo que ambos entre gemidos y mirándonos a los ojos lográramos nuevamente un orgasmo final.