Al llegar al lugar del evento, todos sus empleados ya estaban allí terminando de organizar, incluso recibían a la prensa y los dirigían al área que habían asignado temporalmente para la rueda de prensa, pues era un evento internacional tomando en cuenta quienes eran los anfitriones.

Como la mayoría de invitados llegarán a las ocho de la noche, a las siete se haría la rueda de prensa, por lo que se disponían a sentarse en sus respectivos lugares.

La rueda de prensa empezó con un pequeño discurso de bienvenida de parte de los anfitriones, luego venía la serie de preguntas entre las cuales figuran como siempre la relación de ambos y ante cuál la respuesta es la misma: «somos y seremos hermanos».
Después de esta breve reunión y de explicar que posiblemente se queden definitivamente en la ciudad, los invitaron a que pasen por la mesa de bocadillos que se habían preparado.

Los invitados empezaron a llegar y vio a un grupo muy conocido, incluyendo a sus tíos y prima, se acercó cautelosa y con una sonrisa un tanto forzada, pero recordando que debe actuar si quiere que esas personas sean castigadas.

—¡Señores Kiliam, que gusto tenerlos por acá! —Se acercó a ellos y los abrazó - ¡Niños, qué alegría verlos de nuevo!

Los niños le sonrieron apenados y las otras personas la ven asombradas e incrédulas, no pueden creer quién está frente a ellos.

—Veo que trajeron más invitados, me alegra —expresó muy a su pesar—. Hola, mucho gusto, soy Sienna Biancci diseñadora y copropietaria de Biancci’s Boutique.

Ante la cara confusa de los personajes que lucían aterrados, ella se mostró impávida, demostrando así que tenía una gran entereza, estos al ver que no era quien creían que era, lucían un tanto confiados.

—Me gustaría presentarles a alguien especial —dijo bastante seria—. Él es Paolo Biancci, mi socio y hermano —terminó con las presentaciones.

Con esto, más que confirmar las sospechas, habían asegurado que ellos se confiaran, pero Paolo reconoció a aquella mujer como la que había empujado el auto al acantilado, con una seña casi imperceptible para los demás, pero lo suficiente clara para Elaine, le comunicó que sí era ella.

Los pasaron al interior para que degustaran los aperitivos y recorrieran la tienda, por obvias razones los Kiliam y ella se mantuvieron alejados.

Al cabo de una hora Víctor se hizo presente, llamando la atención de Fabiola y sus padres, que esperaban la reacción de la pelirroja, pero esta —imperturbable y pasiva— se mantenía ocupada en sus compromisos; recibiendo a los invitados e interactuando con Paolo y algunos periodistas. Cosa que aprovechó claramente Fabiola y se acercó a la ojiverde con malicia y del brazo de Víctor.

—Señorita Biancci, me gustaría presentarle a mi prometido, él es Víctor De Luca —El anzuelo había sido lanzado y esperaba que con esto, si ella era Elaine, debía reaccionar.

—¿En serio? ¡Por dios, qué alegría! —expresó emocionada—. Espero me inviten a la boda y desde ya les deseo felicidad.

Ahora, más que nunca Fabiola estaba segura de que aquella mujer, solo era alguien que se le parecía a su odiosa prima.

Apenas Elaine hubo girado para atender a otros invitados, Víctor se sacudió de ella de manera brusca.

—¿Por qué mientes? ¡Jamás oye bien, jamás me fijaré en ti, una persona como tú… es… es… olvídalo! —Tras estas palabras, Víctor inició su camino hacia sus suegros y Fabiola regresó con sus padres buscando algún lugar donde hablar tranquilamente.

Víctor se acercó cauteloso a dónde su familia y confirmó el éxito en la extracción de micrófonos en la mansión, habían encontrado al menos tres en toda la casa, además de descubrir al espía, pero lo más importante era que iban a poder recuperar el audio que probaba lo ocurrido hace casi seis años. Mientras los mayores celebraban, los niños observaban ansiosos a su madre, quien de vez en cuando les regalaba una sonrisa y saludaba con la mano.

En un momento dado, Elaine se disponía a ir a su estudio por un poco de tranquilidad, ya que mantenía un constante dolor de cabeza, deseaba cerrar los ojos un momento y que, con ayuda de algún analgésico, pudiera sobrellevar el resto de la noche.

Estaba por llegar al estudio cuando escuchó que algunas personas hablaban o mejor dicho; descubrió que sus tíos y prima estaban hablando de lo que sospechaban, por lo que decidió grabar esa conversación.

—Pensé que podría ser la estúpida de mi prima, pero solo es alguien que se le parece y ni le presta atención a Víctor —hablaba en voz baja Fabiola.

—Podría ser que ella no le preste atención, pero si él decide que la puede reemplazar con ella, perderás la oportunidad y nosotros también —advirtió su padre.

—Deberíamos deshacernos de ella también, así como hicimos con Elaine —espetó molesta la madre.

Elaine creía que solo había sido un capricho de la envidiosa de su prima, pero enterarse de que todo había sido orquestado por quien consideraba un segundo padre fue devastador para ella, tanto que sintió como sus piernas perdían fuerzas. Antes de que pueda caer al piso, alguien sujetó su cintura firmemente y sintió ese apoyo que ha sentido desde hace unos cinco años. Paolo puso un dedo en sus labios para que hiciera silencio y le guiñó un ojo para que le siguiera la corriente.

—Ya solo faltaría que nos hagan la entrega de la tela y empezamos con la producción —habló Paolo como si vinieran ya sumergidos en una conversación.

—Pues quiero empezar cuanto antes con ello —confirmaba Elaine siguiendo el hilo de la conversión.

Se pararon al llegar frente a las personas que se habían quedado calladas al escuchar que alguien se acercaba.

—Señores, ¿disfrutan de la fiesta? —preguntó ella aparentemente tranquila.

—Sí, es una increíble velada —habló la mujer.

—Me alegro de llenar sus expectativas —aseguró Elaine—. Los dejamos para que sigan disfrutando, nosotros seguiremos con nuestros negocios.

Siguieron su camino y retomaron la conversación que habían iniciado antes. Al llegar a la oficina, ella le contó lo que escuchó y que lo tenía grabado, con eso en mente, esperando hablar con su familia y después de tomar un analgésico regresaban a la fiesta.

Poco a poco se empezaron a marchar los invitados, Simon se acercó a su hermano y con evidente molestia le ofreció su casa para que se quedasen, pero estos se negaron diciendo que ya tenían su alojamiento, al despedirse le lanzaron una mirada indescifrable a la pelirroja y salieron del evento.

Ya con nadie más ajeno a la familia y con los niños descansando en el lugar que prepararon en el estudio, se dispusieron a escuchar la grabación que había hecho Elaine.

Después de escuchar la grabación decidieron ir a descansar y prometieron que a primera hora llamarían a Arthur para informar lo que habían descubierto.

Al día siguiente, antes de que pudieran hacer lo que habían acordado, recibieron la llamada de Arthur, preguntando dónde estaban, y decidieron esperarlo en ese lugar, pues, debían hablar con él.

En unos minutos la camioneta negra blindada y de vidrios oscuros, se aparcaba frente a la boutique, bajándose de esta los tres hombres que ayer se habían reunido con los Kiliam.

—Anoche intentaron ingresar a la propiedad, aprovechando que ustedes no estaban, no se preocupen, pudimos evitarlo —informó el mayor de los oficiales.

—Yo recuperé el audio donde claramente se escucha a la señora De Luca señalar a su agresora —afirmó Armand.

—Solo faltaría el careo para poder detenerla —Ahora es Matt quien hablaba.

—Ayer descubrimos algo más —mencionó Andrew e hizo señas a su hija para que les mostrara la grabación.

Elaine explicó cómo fue que se enteró y reprodujo la grabación exponiendo así a los tres delincuentes.

Con todos las pruebas en su contra, estos tres personajes no tenían escapatoria y los agentes se dispusieron a proceder con su captura, los cargos que se les imputarían van desde desfalco, estafa e intento de asesinato en contra de Elaine Kiliam De Luca.