Me dolía la maldita cabeza, todo estaba negro, ¿tan peligrosa fue esa absurda pelea?

-Izuku, Izuku...- Dijo una voz ronca lejana.

-Izuku despierta ella está cerca - ¿Por qué está tan entusiasmado?.

-¿Quién eres?- Le pregunté a la voz.

-Soy Yamikumo- Me respondió feliz.

-Esto... Yamikumo puedes mostrarte- Dije mirando a mi alrededor.

Derepente frente mío apareció un clon mío, solo que a diferencia de mi, éste tenía el cabello con otro peinado y el color era morado oscuro y sus ojos eran igual a dos amatistas, pero el resto de su cuerpo era identico al mio.

-Hola Izuku, al fin nos pudimos conocer- Dijo amablemente.

-¿Quién eres?- Pregunté, no deseaba solo saber su nombre.

-Soy tu lobo interior- Dijo sonriente y a la vez orgulloso.

-¿Lobo interior? ¿Qué es un Lobo interior?- Pregunté avergonzado.

Yamikumo frunció el ceño y soltó un suspiro, -Se me había olvidado que vivimos toda nuestra infancia con los chupasangre-

Al oír eso fruncí el ceño enojado, no me agradaba ese término, -Deja de decirles así-

Yamikumo solamente me observó e ignoró lo dicho para luego decirme -Un Lobo interior es tu otro yo, tu lobo, en otras palabras cuando cambias de forma, estás utizando mi verdadera apariencia, pero con tu propia conciencia, y algo que jamás debes olvidar es que yo soy una parte de ti y tus sentimientos me afectan- Terminó Yamikumo con una sonrisa.

-Una última cosa, debes sentirte orgulloso, no todos los hombres lobo tienen en su interior a un Lobo... ya que eres lento te diré que somos dominantes, pero no estamos clasificados ni en Beta y Alfa...- Dijo lo último con tristeza.

-¿Por qué no tenemos clasificación?- Pregunté extrañado, pero en el fondo sabía cual era la respuesta.

-Porque somos salvajes, no tenemos manada, por lo tanto, no tenemos clasificación... pero eso no signfica que somos más débiles que ellos- Dijo intentando animarme o animarse.

Los ojos de Yamikumo comenzaron a brillarle los ojos, su sonrisa era enorme -Yuu, ella está aquí- no se el por qué, pero también estaba entusiasmado.

Abrí los ojos, estaba amarrado a una camilla, parecía un maldito psicopata, pero al menos a unos metros había otra camilla, la cual tenía amarrado a un muy furioso Kacchan.

-Así que nos tienen prisioneros- Dije soltando una risa.

-Deku bastardo, ¿por qué te alegras?- Dijo entre curioso y furioso mi antiguo amigo de infancia.

-Me alegro porque no soy el único amarrado- Dije sonriéndole a Kacchan.

Kacchan frunció el ceño y dijo -Aquí viene la cara redonda-.

Cuando dijo eso percibí el aroma más delicioso que he olido en toda mi vida vainilla con chocolate...

Una muchacha con nuestro uniforme entró a la habitación con una impresionante velocidad, ella simplemente era hermosa, esos ojos color caramelo, su piel blanca y sin imperfecciones, y un cabello castaño hasta los hombros... ella era mía.

No me esperaba lo siguiente que iba pasar, no esperaba que alguien que no conozco me pudiese hacer sentir tan mal.

-¡Katsuki!- Dijo la hermosa muchacha yendo directo a los brazos de Kacchan.

Mi pecho me duele, ella debería abrazarme a mí, no a él, ella es mía...

-Katsuki, estaba tan preocupada, por un momento pensé que ese salvaje te había hecho daño- Dijo feliz al verlo sano... Salvaje, ¿Por qué me duele? ella no me conoce y ya me está rechazando, y de una manera cruel.

-¿Acaso no confías en mi persona? Deberías entender que soy el mejor- Dijo Kacchan con una sonrisa... ¿le sonrió? ¿desde cuándo Kacchan sonríe de esa manera?

-Si confío en ti, pero me da miedo que te hagan daño- Le dijo angustiada.

Esa mirada que le daba a Kacchan, demostraba lo tan unidos que eran, es triste ver esta escena de película, donde el protagonista está herido y llega su novia... y yo al parecer ante los pensamientos de ésta soy el villano que casi le arrebata a su amado.

Me quiero ir de este lugar, por favor dejenme salir de esta prisión.

Mente de Izuku

-Yamikumo, ¿por qué? ¿por qué la Diosa nos odia?-

"Simple Izuku, porque somos unos salves, seres que no merecen compasión alguna"

-Pero se supone que la Diosa de la Luna es buena-

"La Diosa no es buena con todos, ella es caprichosa, y nosotros no somos de sus seres favoritos"

-Es verdad, ¿cómo pude pensar por unos breves segundos que mi otra mitad quisiera estar al lado de un paria como nosotros-

-Katsuki...- Dijo dandole un fuerte abrazo, para luego finalmente besarla.

Me quebré, no siento mi corazón, no siento nada, me quiero morir.

Sentía mis lágrimas correr por mis pecosas mejillas, era tan doloroso, no lloraba hace años...

-Niños, llegué- Dijo una voz de ultratumba... era Aisawa-sensei.

-Los liberaré, solamente con la condición de que no me den ningún gruñido y que támpoco me muestren sus dientes- Dijo con una mirada que provocaba escalofríos, a pesar de que es un hechicero, parece más un demonio.

El profesor nos liberó de mala gana, se merecen que le apliquen tortura, deben agradecer que por dedgracia Yuuei ya no aplica esos metodos.

Tragué fuerte, ¿tortura? que barbaros son.

-Y tu Midoriya, ¿por qué no controlaste a tu lobo?- Dijo mi profesor enojado...

-Es la primera vez que lo conozco y él tomó el mando- Dije avergonzado mientras me observaba la muchacha y Kacchan, ella ahora querrá estar menos conmigo.

El profesor Aisawa soltó un largo suspiro y dijo -Esta es la primera y última vez que te voy a ver de esta manera ¡entendido!-

-Sí Aisawa-sensei, no permitiré que vuelva a pasar- Dije observandolo con tristeza, quiero que termine pronto esta charla, me quiero ir a algún lugar lejos de Kacchan y de ella.

Cuando el profesor se fue me paré inmediatamente y huí como un cobarde de la habitación.

Mientras corría por el pasillo choqué con el príncipe de los Demonios.

-¿Midoriya? ¿Por qué lloras?- Dijo con un tono un tanto extraño, también tenía la mirada triste.

-Vi algo que no esperaba que sucedería en toda mi vida- Le dije dije triste al Demonio.

-¿Qué cosa viste Midoriya?- Dijo interesado el ojiamarillo.

Lo observé por un momento, ¿le digo o no le digo? ¿Afectará en algo si le digo?

-Bueno por dónde comienzo...- Dije observando el techo.

-Desde el principio por favor- Dijo con una sonrisa, para ser un Demonio sonríe demasiado.

Comencé a contarle mi historia, la vida que tuve en este Reino y la en el Reino Vampirico, él estaba callado y escuchando atentamente.

-Y bueno eso es todo- Dije dandole una sonrísa.

-Interesante Midoriya, mi vida es más aburrida, pero al menos tenemos algo en común- Dijo Kaminari con una sonrísa amarga.

-¿Qué cosa?- Pregunté intrigado.

-Que las tenemos cerca, pero no podemos tenerla- Me respondió con voz amarga, -Te lo contaré otro día, por ahora vamos a clases porque si no llego Kyoka me mata-.

-Kaminari, dime Izuku- Dije sonriéndole.

-Bueno Izuku, entonces a mi dime Denki- Respondió con otra sonrísa.

Llegamos al salón, todos nos observaban, príncipalmente Shoto y Momo... uno estaba enojado y la otra preocupada.

Era extraño, pero los lobos ya no me daban esa mirada de repulsión, sino que me daban una de respeto, no veía juicio en su mirada no entiendo para nada a mi especie.

Detrás de mi sentí el aroma embriagador de mi compañera.

Me di la vuelta y vi como su perfecto rostro me observaba con odio.

Abrió la boca y con su dulce voz dijo -Yo, Uraraka Ochako, te rechazo a ti Midoriya Izuku como Alma Gemela-.

Sentí que algo en mi corazón fue arrancado, no quería llorar quería morir.

Todos me observaban con tristeza, no todo el tiempo vez un rechazo y mucho menos en frente de una clase rodeada por tus compañeros.

¿Qué debería hacer ante esto? No quiero llorar, tampoco aullar, y mucho menos huír.

"Yo se que podemos hacer" Dijo la voz de mi nuevo amigo.

-¿Qué cosa?- Le pregunté, necesitaba ayuda.

"Solo dejalo a mi, al poderoso Yamikumo" Dijo con una sonrísa perversa.

No alcancé a responder debido a que éste me noqueó.

Yamikumo

Así que Yuu prefiere al imbécil de Katsuki... te daré lo que te mereces cariño.

Nadie tiene el derecho de humillarnos. Te haré pagar por este horrible dolor en mi pecho, y aunque no lo creas me importa una mierda quien seas.

Nota

1- Las comillas se utilizarán cuando hablen los animales interior de los personajes, o sea Yamikumo, Katsuki (el ego de Katsuki es tan grande que su lo lobo se llama igual que él), y Yuu (loba de Uraraka), y más adelante los Dragones de Kirishima y Hatsume.

2- El rechazo es algo que le afectan a todas las criaturas mágicas, éste destruye la unión entre ambas criaturas, cuesta demasiado que se vuelva a recuperar.

3- A Yamikumo le repugnan los vampiros, incluyendo a Shoto y Momo... él los ve como sus enemigos naturales.