"¿Papá quién es ese hombre?"

"Hijo, mamá y tus hermanos ya no tienen que comer..."

"¿Y?"

"Vayámonos niño, mi jefe necesita una nueva mascota u otra cosa"

"Por favor papi no dejes que ese hombre me lleve"

"Lo siento hijo..."

"Suéltenme"

"¿Por qué mejor nos entretenemos antes que el jefe lo vea?"

"Buena idea, no todo el tiempo tenemos a un Dragón rojo de sangre pura"

"Aléjense de mi malditos degenerados"

"¡Mi cara!"

"Déjenme libre y no los calcinaré"

"Lo siento cabellos rosas, no soy de utilidad"

"Soy Hana..."

"Soy una rechazada"

"Soy un ¿rechazado?, mas bien soy alguien sin valor emocional, solo tengo valor monetario"

2 semanas después del accidente.

Eijiro caminaba por el corredor de la escuela agotado por la clase de literatura de Aizawa...

Mei había ido al baño, por lo tanto, estaba solo hasta que apareció Mina.

-¡Kirishima! ¿Qué cuentas?- Dijo animada, pero sus ojos reflejaban tristeza.

Kirishima lo notó, pero lo dejó pasar -Nada, solo pienso cómo podré lograr aprobar en el próximo examen-.

Mina le sonrió y dijo -¡Se que puedes lograrlo!-... -Tu siempre logras lo imposible- finalizó con un susurro que logró escuchar Kirishima.

Kirishima la observó extrañado y le sonrió -Gracias, ¿supongo?-.

Con cada paso que daba en el pasillo para llegar al salón, el pelirrojo sentía que Red quería salir y asesinar a alguien ¿A quién? Ni idea, pero creía saber quien podía ser esa criatura.

-Hola Kirishima- Dijo esa voz tan conocida y a la vez que tanto detesto, me di la vuelta y vi al condenado de Tetsu-tetsu.

"Lo siento Eijiro" Dijo con seriedad Red.

-¿Por qué me dices...?-

Todo se volvió negro, maldito Red Riot te encanta pelear.

Red Riot

"Hola Tetsu Tetsu" Dije mostrándole mi mejor sonrisa, como lo detesto.

Este maldito bastardo heredero del clan de los dragones de metal, siempre observando de más a mi Kazumi...

-Oh, eres Red Riot...- Dice con una sutil sonrisa -¿Por qué no me habla Kirishima? ¿acaso el cobarde me teme?-

"No te teme inútil, simplemente yo quiero hablar contigo" Dije serio, como me saca de las casillas ese bastardo, y eso que aún no aparece Kairo, creo que si se le ocurre aparecer lo heriré, "Escucha bien bastardo, acércate a mi compañera de alguna forma que no me agrade y juro que te mato"

El muy bastardo cabeza de metal, no demostró temor alguno ante lo que le dije, por eso lo detesto, siempre mostrando ser algo que jamás podrá ser, un jodido líder...

Tetsu-Tetsu frunció el ceño furioso, al parecer al fin no era ese inútil, ahora era el idiota de Kairo.

"Dragón quejica, ¿por qué tanto temor a que me le acerque?" Sonríe de oreja a oreja, "¿Tan asustado estás de que me la lleve y la muerda?"

Al decir eso me abalancé hacía él, esa mierda dijo las palabras prohibidas...

No se metan jamás con las compañeras de un cambia forma o morirán...

-Red, partele su puta cara- Dijo furioso Eijiro.

"Eijiro, no tenías que decírmelo".

Un puñetazo, dos puñetazos, tres puñetazos, un rodillazo de parte de él, un golpe en mi nariz.

Todo esto ocurría en el pasillo, mi uniforme y el de él estaban rotos y sucios con nuestra sangre.

Los alumnos a mi alrededor nos veían anonadados, esperando de seguro que comenzáramos a escupir fuego o peor transformarnos en nuestra verdadera forma.

Creía que pronto sucedería, hasta que escuché una risa.

-Jiro, ¿no te parece divertida la pelea?- Dijo el estúpido príncipe demonio, enserio verle su rostro me provoca ganas de estrangularlo.

-Kaminari, no es gracioso- Dijo seria, pero noté por su aroma que ella igual se divertía.

-Que hay de ese odio, ¿no te provoca alegría...- Dijo el rubio al cual decidí observar.

Me pareció aterradora la expresión de su rostro, nunca había visto una mirada llena de felicidad ante el sufrimiento ajeno.

"Red Riot, me gustan esos dientes, y las escamas, me gustaría tenerlas junto a la piel de zorro"

"¡No!"

"Me contaron que las alas una hembra de dragón son poco usuales en el mercado, ¿Cuánto dinero me darán por ellas?"

"¡Suelta a Kazumi!"

"Arrodíllate ante mi y conviértete en mi mascota Red"

"Red Riot no lo hagas, te lo suplico"

"Yo... jamás te ayudaré"

"Esta bien, te lo advertí"

"Red te amo..."

Esa puta sonrisa es igual a la espeluznante y amante del dolor ajeno que tenía ese tipo de ojos color esmeralda.

Observé las manos del príncipe y aprecie como chasqueó los dedos...

No entiendo como, pero Kairo y yo aparecimos en unos roquerios bastante lejos de la sociedad.

Ese bastardo nos teletransportó.

Sentí una fuerte patada en la boca del estomago.

"No te distraigas intento de dragón" Dijo burlesco el cabeza de metal.

"Me parece divertido el apodo" le sonreí separando letras de forma lenta "La-gar-ti-ja".

Corrí hacia éste, saqué mis garras y se las clavé en su brazo derecho, él ante esta acción soltó un leve gruñido y como respuesta me dio una mordida en el ante brazo.

Endurecí mi brazo haciendo que que crujiesen un poco sus dientes, provocando que me soltase inmediatamente.

-¿Te dolió Kaori?- Dije de forma burlesca.

Me ignoró y comenzó a convertirse en el dragón que más odio, el plateado.

Al ver que cambiaba de forma, decidí también hacerlo, se que lograría ganarle con mi forma humana, pero donde está el honor ante la victoria si no lucho con todo mi poder.

Como dice Eijiro "No sería masculino de mi parte".

Me transformé y comencé a atacarlo de frente, él esquivaba fácilmente mis golpes.

Decidí volar rápidamente hasta llegar a una altura considerable para escupirle fuego.

Una vez llegado al lugar, le lancé un llamarada, pero el también respondió con una, provocando así una pelea en la cual gana quien soporta más...

Sabía que no llegaríamos a nada y no deseaba agotarme, la pelea seguiría y no debo acabar recién empezando.

Esquivé el fuego y salté sobre él, la pelea se estaba volviendo un caos, destruíamos rocas, veía la sangre que salía de las patas de Kaori, pero también sentía heridas y líquido saliendo de mi espalda, estaba sangrando.

En esta pelea ganaba quien tiene la mayor resistencia.

Estaba un tanto mareado por la perdida de sangre y el humo, además el poderoso y brillante sol no era el mejor amigo para alguien herido.

Minutos me quedaban para perder, hasta que me arriesgué a golpearle con mi cabeza la suya, provocando que se noquease.

Inhalaba y exhalaba agotado hasta que me convertí de vuelta en humano tal cual lo hizo Kairo, el cual estaba bastante herido en el suelo, yo también estaba casi en las mismas condiciones, pero estaba despierto por la adrenalina.

Pero hay un problema, ¿cómo lograré volver a la academia?

Escuché un chasquido y aparecí en la enfermería junto con Kairo sangrando en el suelo, mierda, me van a expulsar y mi padre me matará junto con Kazumi.

-¡Mierda! ¿Por qué diablos están así?- Exclamó una voz femenina a nuestras espaldas, asustado me di la vuelta y vi que era Ashido, solté un suspiro aliviado, hasta que vi detrás de ella a Kaminari y Jiro.

-Lagartija alada- Dijo la pelimorada observándome sin mostrar expresión alguna, -¿Quieres que te ayudemos?- entrecerré los ojos y asentí.

El príncipe sonrió y chasqueó los dedos entregándome dos uniformes nuevos, uno para Kairo y otro para mi.

-Arréglense pronto o la enfermera llegará y le dirá al director- Dijo Ashido apresurándome.

"Está bien, pero ese idiota no va a despertar en un buen rato, y no pienso vestir a esa basura" Dije señalando a Kairo con desprecio.

La pelimorada puso los ojos en blanco y susurró unas extrañas palabras, provocando que Kairo y yo tuviésemos la ropa puesta y limpios, esas basuras de demonios siempre me sorprenderán.

"Gracias" Dije de forma seca, odiaba su aroma y aura, principalmente su sonrisa.

-No agradezcas, me fuiste de entretenimiento por unas cuantas horas- Dijo con una sonrisa burlesca, soltó un suspiro y continuó interesado -No sabía que los dragones peleasen de esa forma por una mujer-.

"Jamás lo sabrás ser sin sentimientos, cuando se trata de una alma gemela podemos llegar a matar" Dije con seriedad, para luego decir con una enorme sonrisa "Pero al ser demonios no saben que es tener algo así, o simplemente amar"

Ashido me observó con reproche y se dio la vuelta enojada para irse de la enfermería, pero antes me observó ¿desilusionada?  y dijo -Red, me decepcionas-.

-Jiro, ¿puedes irte antes?- Pidió el demonio a la pelimorada, ante lo dicho ésta frunció el ceño y dijo -Príncipe tengo...-, éste solamente la observó haciendo que ella se fuese de una manera extraña.

"¿Qué quieres demonio?" Le pregunté agotado, él no me respondió, simplemente me dio un puñetazo y me sonrió.

-Reptil, dejemos esto en claro- Dijo de forma fría y sin expresión alguna en su rostro -No vuelvas a insultar a mi especie o a observarnos de esa forma cuando esté presente, porque lo lamentarás- sonríe -Crees saber que somos, pero no es como nos pintan lagarto- sonríe y sus ojos se vuelven negros y sus iris rojos como la sangre -Somos peores, así que Red Riot y Kirishima piensen antes de hablar- finaliza regalándome otro puñetazo en mi mejilla, para luego teletransportandome a mi habitación, pero antes logré ver como de sus ojos caían lágrimas y escuché un susurro.

-Recuerdanos, te lo suplico Red-.

Aparecí en mi habitación recostado en mi cama, ¿qué le pasó a ese idiota?, derepente sentí como Eijiro lloraba.

No quería volver a la oscuridad, pero le entregué el cuerpo a Eijiro.. 

-¿Red? ¿Enserio nos ocurrió todo esto? - Dijo Eijiro desesperado.

"¿Qué cosa...? " Abrí los ojos impactado y solo me llegó a la mente ese horroroso día, ese momento en el que la perdí de la forma más horrible.

-¿Mei sufrió de esa forma? ¿Quién es ese tipo? ¿Por qué están todos allí? ¿Por qué a ese ser que detesto me ve de esa forma?- Dijo entre sollozos Eijiro.

-¿Qué mierda te ocurrió?- Susurré asustado...

Continuará...