Así que todo era verdad, no eran horribles pesadillas que me atormentaban...

Tiene sentido el por qué es así mi personalidad, todo es culpa de la maldición.

-Katsuki, Yamikumo... no deberían hablar en voz sobre lo que pasó- Dije triste, si serán imbéciles.

Los dos me observaron impresionados impactados, no se esperaban mi aparición.

-¿Tu recuerdas todo?- Me preguntó Yamikumo.

-Todo y a diferencia de ustedes sigo siendo la mismo ser, yo no tengo un animal interno como ustedes, no soy una doble personalidad... solamente recordé todo- Dije con una sonrisa amarga.

-Lo siento... no pensabamos que escucharías la conversación- Dijo Katsuki mirando el suelo.

-No me interesa haberlos escuchado, ya recordaba todo, ahora solamente lo confirmé... estoy enojado porque Miu pudo haberlos oído, si se entera a causa de ustedes, no dudaré en matarlos- Los amenacé, una parte de mi dice que lo voy a hacer y otra no...

Katsuki y Yamikumo abrieron los impresionados, y como no, Hikaru el ser pacifista se transformó en alguien que amenaza.

-Yo ya no soy quien era, como ustedes tampoco lo son, lo quieran o no son Izuku y Bakugo- Dije apretando fuerte los dientes.

-Hikaru...- No alcanzó a terminar Yamikumo debido a que le interrumpí.

-Y yo soy esta criatura mágica que tanto odian y la mayoría desprecian en la Tierra, en especial ustedes dos... al menos cuando era un Kitsune era un simple ladrón, ahora soy un príncipe que detesta su vida- Dije para luego largarme a mi habitación.

Me eché en mi cama y comencé a recordar aquellos días en que mi vida estaba en el mayor punto de felicidad, para luego convertirse en la pesadilla que me  atormentará día y noche.

Recuerdos

Me encontraba sentado en una mesa lejana observándola como siempre.

Red y Katsuki se burlaban por mi cobardía, no entendían que me daba temor su rechazo.

Después de todo ellos tenían suerte, su otra mitad era de la misma raza... en cambio yo tengo de compañera a una humana.

No me asqueaba y la encontraba enclenque, me causaba otro tipo de emociones, su forma de ser era única.

Ella era inteligente, amable y graciosa, y cantaba como los ángeles, yo la deseaba, pero era un amor imposible ¿por qué la vida siempre es así conmigo?

A los Dioses les encanta atormentarme desde que tengo uso de razón, mi padres me abandonaron a mi suerte en un callejón, no había ningún rayo de luz que me incentivara a vivir.

Comencé a robar comida, no robaba dinero ni objetos para vender, yo solo deseaba comer... en ese momento mi mente se olvidó por completo de que era un Kitsune, ahora yo era un simple cachorro de zorro.

Pero alguien por primera vez en mi vida me tendió la mano, para mi era una especie de ángel en esos momentos.

Su nombre era Red Riot, un cachorro de cambia forma de dragón de mi misma edad y vivía bajo las mismas condiciones en las que yo vivía.

Ese muchacho con dientes afilados me dio el regalo más importante que alguien me había dado en mi vida, él me dio un nombre.

Al fin podría presentarme sin decir que era un Kitsune, y que todos me dijeran zorro o Kitsune. Ahora me tenían que decir Hikaru.

Es interesante como una sola persona puede hacer el cambio.

Porque gracias a él yo por fin me consideré alguien feliz.

También conocí a mi mejor amiga... pero recuerdo pocas cosas de ella.

Luego conocí a un hombre lobo extraño que buscaba a la luna y a las estrellas, su nombre era Katsuki, él era muy raro, pero inmediatamente se volvió un buen amigo y un gran rival de Red.

Luego apareció una licántropo llamada Yuu, la luna según lo que nos dijo Katsuki, y ella buscaba al Sol, el cual supuestamente era Katsuki, pero también estaba desesperada por encontrar a las estrellas.

Finalmente apareció otro licántropo, Yamikumo, él era distinto a Yuu y Katsuki, no brillaba su presencia, su aura era sombría, lo cual fue extraño porque Yuu y Katsuki nos dijeron que él era las estrellas.

Era raro, creo que si nos explicaron todo, pero extrañamente no recuerdo eso. Solo se que el día en el que apareció comenzaron los problemas.

Él era misterioso y no dejaba que se acercase nadie a Yuu, al parecer ella era su preciada alma gemela, y en el caso de Katsuki, él era igual de sobreprotector, podría decirse que la relación de ellos era igual a la mía con Red, como hermanos.

Pero con lo que jamás debías decir era algo malo de los Licántropos, a Yuu, Katsuki y Yamikumo podrían darte una golpiza por hablar mal...

Eran raros, pero buenos amigos.

Todo estaba bien hasta que le hablé a Miu por primera vez, estaba nervioso, quería salir corriendo, pero mis instintos me decían que todo iba a estar bien y lo estuvo, pero no duró mucho.

-Mi nombre Hikaru- Dije con la voz tiritona, vaya que vergüenza di.

Ella me dio su brillante sonrisa, una que ya no me muestra -Ya era hora de que me hablases Hikaru-

Estaba tan sorprendido, ella sabía de mi existencia, pero ¿cómo?

-De seguro te preguntas cómo lo se, pero es sencillo saber que me observas, resaltas demasiado, tus ojos y cabellos, y sin mencionar de que eres un Kitsune y digamos que tu especie no viene seguido a pueblos como este- Me dijo con una sonrisa coqueta, ¿por qué ya no me miras así, mi preciada Miu?

-No me has dicho tu nombre, el cual debe de ser tan bello como tu rostro- Me es extraño recordar que yo hablaba así, bueno en esa época tenía unos 1000 años aproximadamente, ahora tengo 15.

Ella me volvió a sonreír -Así que eres un coqueto de primera, pero para tu desgracia yo no caigo fácilmente... pero ya que al fin me hablaste te diré mi nonbre, soy Miu-

Y así fue todo como inició, mis intentos fallidos de enamorarla, su risa burlesca, sus sonrisas, su adorable rostro con el ceño fruncido cada vez que hacía o decía alguna estupidez, hasta que un día al fin me gané su amor, solamente le dije que la amaba y me besó...

Todo en mi vida estaba bien, tenía a mis y a mi alma gemela, pero la felicidad no dura para siempre, para nuestra desgracia un enemigo que teníamos con mis amigos volvió en búsqueda de venganza, pero lo que en realidad deseaba eran las estrellas.

Pelea tras peleas, para mi desgracia el maldito ni idea como influenció a todos para que matasen a Miu en la hoguera, no la quemaron por que salía con otra especie sino que ella estaba embarazada, un híbrido iba a nacer... Yo iba a ser padre, yo lo descubrí de la peor manera.

Recuerdo que Yamikumo y Katsuki no lograron llegar, solo habían rescatado su cuerpo para que no lo quemasen. Maté a todos en el pueblo con mi espada, y con mi fuego no dejé nada, el pueblo ya no existía. Mis amigos no me detuvieron, dejaron que eliminara el dolor.

¿Me siento mal por matarlos? Para nada, me dejaron sin mi alma gemela y a mi hijo...

Pero luego en otra lucha me sacrifiqué, me interpuse entre una espada y Red Riot, no permitiría perder a mi hermano, no quería otra muerte más.

Todo estaba oscuro en esos momentos, al fin había muerto, al fin podría estar con Miu, quien sabe tal vez en nuestra siguiente vida seremos de la misma raza y podremos estar tranquilos, ya no estaremos asustados por tener una familia, podría tener un hijo... 

-Que pena me das zorro- Dijo esa asquerosa voz, ¿por qué él está aquí? yo ya estaba muerto, acaso este bastardo seguirá torturándonos hasta en nuestra muerte.

-¡¿Por qué estás aquí maldita escoria?!- Dije furioso, no me importaba nada yo ya estaba muerto, no me podía  hacer nada o eso fue lo que pensé.

-Hikaru, deberías tratarme como tal, no importa si están muertos, yo los voy a seguir torturando... ¿acaso crees que tu amada Miu ya reencarnó?- Dijo mostrándome ese espeluznante brillo de sus ojos color esmeralda.

-¡¿Qué le hiciste?!- Dije asustado, ¿mi Miu ha estado aquí sola por tantas décadas?

-Estuve haciendo que recordase todo el tiempo de como asesinaron a su hijo, fue muy violento el aborto ¿cierto?- Dijo sonriente, ¿cómo alguien podía ser tan cruel?

-Pero si quieres que pare tienes que hacer algo por mi- Así fue como caí en sus juegos, sabía que haría mal, pero por Miu el mundo podía ser borrado.

-¿Qué es lo que quieres?- Dije observando sus intimidantes ojos verde esmeralda... lo siento amigos, siento traicionarlos.

-Quiero tu piel, dame tu pelaje dorado y tu fuego- Dijo serio, ¿por qué mierda desearía...? no me digan que.

-Si me la das obtendré tus habilidades, además siempre he deseado un abrigo de un zorro de nueve colas- Dijo el muy bastardo con una sonrisa diabólica.

-Está bien, te la cedo ahora libera a Miu- Dije intentando no sonar nervioso, qué había hecho, si de por si era poderoso, ahora tenía más poder, no todo el tiempo te encuentras con un zorro de nueve colas y vives para contarlo.

-Está bien, no sabes absolutamente lo que acabas de hacer- Dijo sonriendo, claro que lo sabía, y mis amigos pronto pagarían el precio.

-Bueno, como todavía te tengo odio, haré algo divertido con tu amada y contigo- Abrí los ojos impactado, ¿qué haría ahora ese sujeto?

-Tu amada no recordará nada de lo que pasó, y sus emociones jamás volverán, así que ya no te amará... y tu sentirás el dolor y el odio de tus amigos, tus emociones serán inestables, a veces sentirás que tu mente va a explotar, así que básicamente eres una especie de bomba, estallarás de la peor manera en los momentos en que menos te lo esperes- Cada palabra que decía calzaba con el ser que soy ahora.

-Y lo más divertido es que en tu siguiente vida serás un príncipe, tendrás dinero y un nombre y apellido dado por tus padres- Dijo con una sonrisa macabra, no me interesaba tener dinero, quería a Miu.

-Y ella también estará contigo, será de tu misma raza- Dijo feliz, ¿por qué no me siento alegre por lo que dijo?

-Pero serás uno de los seres que más detestas junto con tus amigos, serás parte de los míos- Dijo de nuevo con una sonrisa macabra...

Sus ojos comenzaron a brillar como dos estrellas, me estaba desvaneciendo, iba a reencarnar en eso y lo doloroso es que Miu también lo será.

-Adiós Hikaru o debería decir Príncipe del Inframundo Kaminari Denki- Fue lo último que dijo, ahora por su culpa iba a ser el príncipe del Inframundo y quien sabe que iba a ser Miu... era gracioso, al fin ocurrió lo que deseé, ella es de mi misma raza, pero...

Mi vida es una mierda, antes no entendía porque ella no me veía de la misma manera, pero ahora comprendo el por qué Jiro me ve como alguien a quien debe proteger, mi sueño de vivir en paz con Miu y tener una familia no será posible.

Es horrible recordar todo, pensar que la tenía, que ella me amó, que tendría un hijo, y que todo se me fue arrebatado hace que me duela el pecho. Saber que estoy alrededor de mis amigos, de Red Riot y que no charlemos como solíamos hacerlo, todos somos unos desconocidos, todos tenemos personalidades "distintas", gustos distintos y pasados distintos, pero no me importa el pasado, los he vuelto a encontrar y quiero volver a tener esa amistad que solíamos tener, y mi preciada Jiro, voy a lograr que me ames, tenlo por seguro.

Duele Recordar, Duele Recordarlos, Duele Recordarte...