Abrió los ojos de par en par al escuchar eso, se alejó un poco de él y Howard recuperó la compostura.

—Quiero decir, trabajaba para él —dijo en un tono bastante triste.

—Eso... eso no puede ser —le reprochó incrédula.

—¿A no? ¿Quién crees que diseñó y fabricó los juguetitos que usan? —preguntó con una sonrisa.

—Mi padre, él los hacia y...

—Rob, diseñaba, pero yo era el encargado de traer a la vida todas sus interesantes y poco convencionales ideas. Por Dios niña, las flechas que disparas tienen mis iniciales grabadas —se cruzó de brazos, y nuevamente Zoey pareció sorprenderse aún más.

—H y R, yo creí que se trataba de un código o algo por el estilo —pronunció atónita.

—Un segundo Howard —comenzó Alex un tanto confundido —¿cómo es que conoces a Rob? ¿y a que te refieres con que ''trabajabas'' para él?

—Conocí a Rob en el ejército, ambos fuimos compañeros durante los eventos en Khalahak, yo fui quién participó en su rescate, y no solo eso, también fui de los pocos en conocer lo que ocurrió con Riley.
Cuando volví a Nueva York fue Rob quien solicitó mi ayuda para combatir el crimen.

—Rob jamás te mencionó, y mucho menos dijo que alguien lo estaba ayudando.

—Yo le pedí eso. La vida de un héroe es todo menos tranquila, preferí ayudarlo desde el anonimato y sin retribución alguna, eso me ayuda a dormir tranquilo.

—Pues parece que no fue mucha tu ayuda. Ahora mi padre está muerto —lo miró con desprecio.

—Lamento profundamente que Rob terminara así, sé que pude haber hecho algo para ayudarlo, pero... pero eso no pasará otra vez. Tal vez le fallé a él, pero no les fallaré a ustedes —los tres lo miraron sin saber como reaccionar ante lo que había dicho.

—Espera... ¿qué? —Milton se sobresaltó.

—Vengan conmigo, quiero mostrarles algo.

Decidieron seguir a Howard, aún con sus miedos y dudas sobre ellos, de igual forma ya no tenían que perder. Lo acompañaron hasta llegar a un edificio abandonado, ya para entonces comenzaban a sentirse un tanto inseguros, todos entraron, el lugar estaba completamente a oscuras y con un ambiente tétrico y helado, lo acompañaron ya con el miedo sobre sus espaldas hasta un destartalado y viejo elevador, él lo accionó.

—¿Como sabemos que esto no es una trampa? —le susurró Milton a sus amigos.

—Créeme niño, si yo fuera de los malos, ya estarían muertos —las puertas del elevador se abrieron, mostrando un cubículo sorpresivamente limpio y completamente funcional —¿van a entrar, o le quieren hacer compañía a las ratas? —les preguntó burlonamente, todos entraron y Howard presionó un botón, comenzaron a bajar rápidamente por decenas de pisos hasta llegar a la planta baja.

—¿Qué hacemos aquí Howard? —le preguntó Zoey, estaba en una esquina del elevador con los brazos cruzados, su tono de voz era de completa indiferencia.

—Les muestro mi área de trabajo —sonrió, y las puertas se abrieron, los tres adolecentes se quedaron boquiabiertos al admirar el lugar. Una sección subterránea que era enorme, de colores blancos y azules, y decorada con cientos de artefactos científicos, vehículos, armas y de más.

—Esto no puede ser cierto —pronunció Alex sin poder creerlo.

—Modesto, lo sé, pero me vale para trabajar en paz. Adelante miren todo lo que quieran —sin más se pusieron a recorrer todo el lugar, era lo más impresionante que jamás hubieran visto. Zoey se acercó a un vehiculo parecido a un jet, de un color negro y con detalles en rojo brillante.

—Lo llamo el Sparrow, pero tú puedes decirle como quieras, al fin y al cabo todo esto les pertenece —Zoey lo miró tras decir eso —lamento en verdad todo lo que te ha pasado, pero créeme, estoy aquí para ayudarlos.
Zoey comenzó a llorar, pero con una sonrisa en ella.

—Gracias, es bueno saber que aún hay gente de nuestro lado.

—Y es bueno saber que tenemos quien nos proteja —le sonrió por igual.
Milton parecía un niño, no dejaba de gritar o asombrarse con cada artefacto que veía.

—¡Increíble, mira eso, no, mira eso! —corrió hasta llegar a un traje de colores rojos, que tenía un par de alas metálicas incrustadas en su espalda.

—¿Te gusta? —preguntó llegando junto a él.

—Es lo más hermoso que he visto —se acercó a escasos centímetros del traje.

—Puedes tenerlo.

—¡¿Estás bromeado?!

—Claro que no, necesitarán toda la ayuda posible. Eso me recuerda, Rob les dejó unos presentes —llegó hasta una pared que contenía decenas de arcos y flechas de todo tipo, pero tomó un gran e imponente arco de color tinto, y un carcaj lleno de flechas negras —.Esto es para ti Zoey —le entregó el arco y sus flechas —,adelante pruébalo —tomó una flecha, cargó el arco y tensó la cuerda, sintió como la fuerza y una enorme confianza volvía a su ser, disparó la flecha, la cual atravesó el lugar a toda velocidad y se clavó con fuerza en un pequeño muñeco de entrenamiento ubicado en el final del cuartel, Howard sonrió —,también tengo algo para ti —le dijo a Alex.

Ambos caminaron hasta llegar a una pared vacía, Howard activó un mecanismo y la pared giró, mostrando en ella un imponente traje de color negro.

—Rob lo hizo especialmente para ti. Igual que esto —le entregó otro bastón, similar al Demoledor, pero éste era completamente negro —es exactamente igual al otro, pero tiene más sorpresas.
Alex miró con ojos llorosos el traje, era impresionante, se acercó y lo tomó. Deslizó delicadamente su mano sobre el material del cual estaba hecho, era suave y a la vez firme, contenía protección en su pecho, espalda, piernas y brazos, y una máscara que le ocultaría la identidad, era una armadura.

—Es... es magnífico —le dijo a Howard.

—Me alegra saber que les gustan sus juguetes. Creo que podrán darles un muy buen uso, ahora, ¿tienen algún plan?

Durante horas, estuvieron debatiendo, analizando, y mejorando el plan y la estrategia que utilizarían en contra de Dagger, y después de mucho diálogo y discusión, llegaron a una conclusión definitiva.

—Muy bien —Howard se levantó presuroso hasta llegar a su área de trabajo, y con cuidado tomó un dispositivo—,si lo que planean es hundir un barco, entonces necesitarán esto —les mostró su invento.

—¿Y eso es? —inquirió Zoey.

—Esto, mi compañera de cabellos dorados es un explosivo programable.

—¿Puede hacer volar el barco y asegurar que no quede rastro de la sangre?

—Puede hacer eso, y más, pero ahora debemos concentrarnos en el cargamento. Y bueno, ¿quién colocará la bomba? —Alex y Zoey dirigieron su mirada hacia Milton con cierto temor—,excelente, ahora presta atención, este pequeño interruptor es el detonante, arriba no pasa nada, abajo todo explota, ¿entendiste? —le demostró de manera básica al simplemente bajarlo y subirlo.

—Seguro —respondió con un nudo en su garganta.

—Otra cosa, al haber colocado el explosivo y bajado el interruptor, solo tendrás treinta segundos para salir, así que te sugiero que busques un lugar con ventanas, o aprendas a volar en menos de un día —le señaló el traje, ''su'' traje.

—Siempre quise saber que se sentía volar.

—¡Ese es el espíritu! —ambos se levantaron—, chicos, mientras le doy unas lecciones a Milton creo que deberían preparase.

Alex fue directamente al baño del cuartel, fácilmente era mucho más grande que todo su apartamento, se despojó de sus sucias y dañadas prendas, abrió la llave de la regadera y dejó que el agua caliente lo cubriera por completo.
Mientras se encontraba con sus compañeros todo marchaba con cierta normalidad, pero al estar el completamente solo, las emociones y todo lo que lo aquejaba volvía, y con mayor intensidad. El saber que su madre había sido raptada, igual que Becca, que toda la ciudad e inclusive el mundo corrían gran peligro al tener a un genocida acompañado de un ejército y una de las mayores armas del mundo, y que todo y todos dependían de ellos, sin siquiera saberlo. Todas las emociones le llegaron de golpe, se comenzó a hiperventilar, y el agua y el calor no hacían otra cosa más que deteriorar sus sentidos. Cerró a prisa el agua y en un intento por salir a toda prisa del baño se resbaló, pero por suerte logró sostenerse del lavabo, se incorporó y contempló su reflejo en el espejo, respiró hondo, tomó su toalla y se secó rápidamente para finalmente salir del baño.

Había dejado su traje tendido en la cama que estaba en el cuarto que antecedia al baño que usó, sin más se vistió. El traje era completamente a la medida, tenía un exterior duro cual portara una armadura, pero por dentro era como si llevara puesto una malla de tela gigante, muy cómodo. Se miró nuevamente en el espejo para apreciar todos los detalles del traje, Rob había colocado muchos, un cinturón lleno de artefactos y parvadas, un compartimento en su espalda que le permitía llevar el Demoledor sin ningún problema, un brazalete que disparaba pequeños explosivos plásticos, comunicador, rastreador, una máscara ''inteligente'' y lo más importante, el emblema de un cuervo azul adherido a su brazo derecho, por abajo del hombro. Alex se quedó maravillado ante la magnificencia del traje, y después de sonreír ampliamente salió de la habitación.

Nada más al atravesar la puerta se topó con Zoey, quien pareció sorprenderse demasiado al verlo.

—¿Me esperabas? —preguntó sinriéndole.

—Sí, bueno no... es decir... iba a ver si ya estabas listo —respondió con sus mejillas rojas.
Alex la miró detenidamente, ella tambien portaba un nuevo traje, mucho muy parecido con el anterior, solo que este tenía detalles estilo armadura como el de él, y era de un rojo más oscuro.

—Bonito traje.

—Gracias, y tú te ves muy guapo —le dijo apartando la vista.

—Gracias, vamos, hay cosas que hacer.

—¡Mira eso! —exclamó Milton al verlos vestidos de esa forma —, mírate, te ves, se ven espectaculares.

—¿Qué hay de ti, no te vas a poner el traje?

—Amigo —abrió el cierre de su chaqueta y le mostró la tela roja—, creo que jamás me lo quitaré.

—Si queremos que el plan funcione, ustedes deberán adquirir toda la atención, y si lo ven ahí, volando como un demente, todo terminará antes de siquiera empezar.

—¿Entonces?

—Entonces yo llevaré a Milton discretamente para que pueda colocar la bomba, mientras ustedes mantienen ocupados a Dagger.

—¿Y planeas que lleguemos en autobús? —dijo Alex al ver que Howard y Milton iban a una motocicleta.

—Esta es la mía, acá esta la tuya —se acercó a un objeto cubierto con una manta enorme, la retiró y dejó al descubierto una motocicleta. Completamente negra, con un diseño un tanto más moderno y futurista —Rob la diseñó para ti, la Sombra.

Alex se sentó en la motocicleta y encendió el motor, rugió con fuerza y sonrió.

—¿Suena bien eh? —miró a Zoey—. Aún no termino la tuya así que tendrán que compartir —subió a su motocicleta y junto con Milton se fueron.
Alex se colocó el casco y le pasó otro a Zoey, ella se sentó, se puso el casco y envolvió delicadamente con sus brazos el abdomen de Alex.

—¿Lista?

—Lista.

—Muy bien, veamos que puede hacer esta cosa —aceleró con fuerza y en un parpadeo salieron de ahí.

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