CAPÍTULO 11
A cada paso, los escalones se hacían más y más pesados para Alex. Un punzante dolor en sus costillas era lo que más le impedía subir con rapidez.
—¿Te encuentras bien?— Rouge se detuvo y tomó a Alex de las costillas.—¿Crees poder seguir adelante?
—Seguro.— Apretó los dientes y cerró los ojos, apartó su mano.— Sigamos adelante.
Ambos llegaron hasta el último piso, en donde el largo pasillo conducía a un cuarto. Caminaron con completa cautela, hasta llegar, y sólo encontraron un cuarto que no contenía drogas. En su interior había mujeres. Jovencitas encadenadas como si fueran animales, se alarmaron al ver a Rouge y Alex entrar, pero se sintieron seguras al saber que no eran los mercenarios.
—Debemos sacarlas de aquí.— Rouge se acercó a ellas y empezó a romper cada una de las cadenas que las apresaban.
Entonces, una gran luz blanca atravesó la ventana, e iluminó por completo el lugar.
—¡No se muevan, el edifico está rodeado!— Se escuchó una voz grave a por fuera del edificio. Tanto tiempo estuvieron peleando, que no se dieron cuenta a la hora en que llegó la Policía.—¡Mantengan las manos en alto!
Alex se acercó ligeramente a la ventana, y entonces una granada de gas lacrimógeno atravesó el cristal, y cayó rodando por el suelo. En cuestión de segundos la habitación se comenzó a llenar de gas. Alex y Rouge no paraban de toser, al igual que las jóvenes prisioneras. Una nueva granada fue disparada, y junto con ella, un oficial de policía entró por la ventana.
—¡No se muevan!— Levantó su arma, y dictó órdenes a través de su máscara de gas.
—¡Las estás matando!— Gritó Rouge cubriéndose la boca sin dejar de toser.
—¡Al suelo!— Volvió a gritar, y una chica cayó al suelo y empezó a tener convulsiones. Una fuerte patada mandó al suelo al policía, Alex tomó una decisión. Rápido terminaron de liberar a las prisioneras y comenzaron a bajar las escaleras.
—¡Chicos, los policías entran, los mataran si los ven!— Advirtió Rob a través del comunicador.—¡Salgan de ahí ahora!
Desde abajo, al igual que arriba, se escuchaba el sonido de decenas de botas corriendo a toda prisa.
—¡No se muevan, la policía no les hará nada!— Alex rompió una ventana, y al instante Rouge disparó su flecha tirolesa, para después deslizarse por ella.
—¿Qué pasará con ustedes?— Preguntó una de las chicas antes de que Alex se lanzara también.
—No te preocupes.— La policía llegó hasta el lugar, y Alex se deslizó rápidamente a través del cable metálico. Llegó hasta el techo de una casa, y observó a Rouge, quien ya llevaba la delantera escapando.
Comenzó a correr a toda prisa, esquivando obstáculos y saltando a través de los techos de las casas. La gigantesca luz del helicóptero de policía no dejaba de seguirlo, por más rápido que él fuera no podía evitar escuchar el sonido de las hélices atrás.
—¡Deténgase ahora, o abriremos fuego!— Le alertaron desde el helicóptero, Zoey saltó precisamente hacia la calle, y se perdió en la oscuridad. Alex aceleró todo lo que pudo su paso, y saltó. La policía disparó justo cuando él saltó hacia el edificio, el disparo alcanzó su pierna, y lo hizo caer directamente en el edificio, atravesando una ventana, y cayendo estrepitosamente en el suelo. Rápidamente la policía llegó al lugar, y entró. Alex se recargó en la pared, levantó lentamente la tela de su pantalón, y la bala ahí estaba. Los ropajes de Linyum funcionaron como un amortiguador, y la bala no alcanzó a perforar por completo la pierna de Alex.
Se levantó sujetando su pierna, y apoyándose en la pared, y empezó a caminar cojeando. La policía subía a toda prisa las escaleras, lo escuchaba, en cuestión de segundos llegarían hasta él. Pero estaba completamente abatido, no podía caminar sin dejar un rastro de sangre en el tapiz del lugar.
Alex se desplomó en el suelo, y cerró los ojos, la policía ya había llegado. Con armas arriba, se acercaron a él, y al ver que no se movía bajaron la guardia. Entonces, una flecha pasó rápidamente entre todos los oficiales, y se incrustó en la pared, al instante, todas las armas fueron atraídas hacia ésta por una poderosa fuerza magnética. Rouge atravesó la misma ventana que Alex, y recibió al primer policía con una patada en el pecho. Un oficial con uniforme de antimotin atacó a Rouge lanzando golpes con su macana, Rouge bloqueó sus ataques, pateó su pierna con fuerza, y le propinó un codazo en el rostro. Otro policía se acercó, pero atacó con mano limpia, lanzó tres puñetazos, de los cuales, Rouge bloqueó dos, y el último lo recibió en el rostro. El policía y sus tres compañeros se hicieron para atrás, y el que la golpeó parecía asustado.
Zoey limpió la sangre de su boca, y sonrió, en un parpadeo tomó una flecha, y la disparó en el pecho del policía, y al instante se congeló, y a los otros tres, les disparó flechas contundentes que los dejó en el suelo. Tomó a Alex pasando su brazo a través de sus hombros, y comenzó a caminar, no sin dejar una flecha corrosiva clavada en la pared. La cual desintegró parcialmente todo rastro de la sangre de Alex, y borró la evidencia.
Para cuando abrió los ojos, se encontraba acostado en un sofá bastante cómodo, giró la cabeza a la derecha, y observó una fotografía, en ella se veía a un hombre y una mujer abrazando a una pequeña niña rubia que sonreía. Rob, Zoey, y su madre.
—Ya despertaste.— Zoey apareció y giró la fotografía de espaldas.—¿Te encuentras bien?
—Sí, sólo un poco mareado— Respondió levantando el torso un poco, y se apretó el costado.
—Tienes un par de costillas fracturadas, los puños igual, tu pierna fue herida de un disparo, y tuviste una contusión, a demas de tener el cuerpo lleno de cortadas y golpes.— Se sentó junto a él. Pudo ver que su labio inferior tenía una cortada.
—¿Tu estás bien?— Ella lo miró extrañada, tal vez pensó que no le importaba su seguridad.
—Estoy bien, gracias.
—¿Cómo llegué aquí?
—Te ayudé a caminar lo suficiente, hasta que llegó papá, y nos salvó con la bestia. —Respondió muy cabizbaja.
—¿Qué ocurre?
—Esto, es lo que ocurre— Rob entró en la estancia, y encendió un televisor, las imágenes mostraban como Los protectores huían de la policía, al igual que algunas imágenes con los oficiales completamente golpeados y heridos.
La primisa de la noticia decía: ¿A caso Nueva York necesita más héroes?
En cuestión de horas los hechos ocurridos se volvieron virales, todo tipo de noticias inundaban la red y la programación, y no eran buenas. Todas hablaban de como los vigilantes, se dedicaron a golpear policías.
—¿Por qué lo hicieron?— Rob miraba el televisor completamente enojado.—¡Respondan!— Exclamó con voz grave.
—La policía amenazaba con dispararnos, y a demás estaban hiriendo a las rehenes del lugar. Iban a matarlas, al igual que a nosotros— Alex se apresuró a contestar, pues parecía que Zoey había entrado en pánico.—Tuvimos que actuar.
—Pero actuar de esa manera no fue correcto. Eso no debió pasar.
—¿Eso no debió pasar?— Preguntó con una ligera dosis de neurosis en sus palabras.— Tal vez si nos hubieras ayudado no habría pasado nada de eso.
—¿Qué insinuás?
—¿Qué hacías tú, cuando nosotros casi perdíamos la vida, eh?
—Estaba abajo, buscando la droga.
—Ahí va otro punto, tú dijiste que ahí estaba el cargamento, no estaba.— Rob intentó hablar, pero Alex no se contuvo— Era una trampa, ni siquiera sabemos a que nos enfrentamos, tú no dices nada, y ¿esperas que sigamos tus órdenes, esperas que arriesguemos la vida por algo que no sabemos si existe?— Rob se quedó completamente callado, y Zoey parecía estar a punto de gritar.—No pienso seguir cazando fantasmas, nos dirás qué y a quiénes buscamos, o te quedarás sólo en esto...
Rob bajó la mirada, se levantó, miró a sus dos compañeros.—Está bien, les diré todo.
_________________________________________
Si te gustó por favor deja un voto y un comentario.
En verdad te lo agradecería.
Y si te gustan mis historias por favor sigueme.
Gracias por leer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro