Notas del cap:

Como cuando quiero hacer esta historia animación pero tiene todo lo que no domino XD "Monstruos, animales, perspectivas, objetos destruidos como los mismos edificios, el mar, entre muchos otros etc" lol, que sad XD en fin, sigamos esta historia que ni dios la pela XD ok no

¡A leer!

11 - calma silenciosa

—¿Puedo salir a jugar mamá? —pregunta el pequeño de 11 años hacia su madre quien, luego de sonreír, asiente

—Pero vuelve para antes de que anochezca —le acaricia la cabeza— aun es peligroso estar afuera mucho tiempo —asegura la mujer, observando a su hijo agradecer y salir corriendo hacia la puerta de entrada

Se coloca su ushanka, unas botas para nieve, bufanda y chaqueta gruesa para aguantar los fríos. Corroborando que su madre no está cercas, saca de debajo de una mesita un pequeño saco que cubre entre sus ropas. Una vez listo, anuncia que se marcha; escucha a su madre decirle que tenga cuidado y por fin sale de su hogar. Desde el cielo, una tranquila nevada decora el paisaje. El pequeño corre entonces, en dirección cercana a un parque boscoso que tenían a apenas un par de cuadras de su hogar, encontrando a lo lejos a sus amigo que le saludan y continúan en lo suyo. El pequeño continua corriendo hasta que por fin, unos minutos más tarde de correr, llega a su destino

Se adentra despacio hacia el interior del parque que se encuentra en estos momentos cerrado debido a la hora y las nevadas, pero el pequeño se adentra de todos modos, sacando por fin de entre su chaqueta el pequeño costal que traía y comienza a mirar a todos lados despacio, con cuidado

—Hola —susurra— ya volví amiga —anuncia suavemente, pegando un brinco cuando una montaña de nieve cae de uno de los pinos alertándolo. Sube la mirada, descubriendo una silueta blanquecina oculta entre la nieve y las hojas. El pequeño suspira y muestra el saco a la criatura que lo mira fijamente—. Mira, te traje lo que prometí —anuncia contento

Puede ver como una especie de criatura con patas traseras en forma de garras, lo que deberían de ser sus patas delanteras son un par de alas como si fueran murciélago, su rostro parece el de un topo o algo más feo se dijo la primera vez que lo miro. Completamente extraño, diferente a todo lo que pudo haber viso en su corta vida, pero aun así, podía ver a través de su mirada que era una criatura amble y buena

—Vamos, lo traje solo para ti —anuncia, abriendo el saco para sacar un pay que extiende hacia la criatura que lentamente olfatea con cuidado—, como le dije a mama que era un pay para un amigo, no lo robe ¿Ves?

Anuncia contento el pequeño de cabellos dorados y piel blanca ligeramente sonrojada por el frio. La criatura, que observa al humano, se acerca con pasos lentos, cambiando lentamente su tamaño a algo mas pequeño, apenas del tamaño de un caballo, el pequeño niño sabia que ese tamaño, era para "Gaia" lo más pequeño que podía hacer su cuerpo y, lo agradecía, así le llenaría más que si tomaba su verdadero tamaño gigantesco, se dijo el pequeño

—Ya está fresco así que no te quemaras amiga —sonríe. La verdad, es que, mientras la criatura se acerca y comienza a comer desde sus manos el pay, el pequeño mira fijamente a la criatura. No sabia siquiera reconocer si era un chico o una chica y, aun cuando le había preguntado, la criatura tampoco le había dicho. Solo sabía que estaba cuidando hogar y a ellos (los humanos) pero no podía saber más al respecto

—¿Hu? —pregunta, luego de un rato de silencios, escuchando una suave melodía de algo parecido a un animal, era un sonido lindo, pero no podía reconocerlo y, mientras escuchaba ese sonido, en su mente, podía comprender las palabras de la criatura— no entiendo ¿Porque te tienes que ir? —pregunta confundido, notando suaves movimientos, la melodía de la criatura y una explicación que apenas cree comprender— está bien, si crees que es algo tan importante, le avisare al resto que estarás fuera —continua hablando a la criatura que se acerca para acariciar con su hocico la mejilla del pequeño

—Sí, si, volveré a casa y me abrigare bien amiga —sonríe divertido el pequeño mientras disfruta de las caricias de una piel suave y peluda que le agrada además de saltarle encima y llenarle de abrazos por doquier— ho, ya es muy tarde, debo volver a casa o preocupare a mama —susurra cuando descubre en su pequeño reloj la hora. Puede sentir como la criatura da un leve empuje desde su espalda y, junto a un suave sonido, aquella criatura le desea un regreso a casa cuidadoso

El pequeño sonríe, avanzando para salir del pequeño bosquecillo donde se encontraban, despide a la criatura que se ha combinado con el ambiente volviendo casi imposible el poder saber donde esta, ni el pequeño puede saberlo, pero, aun así, la despide con la mano en alto, deseando que tenga un buen viaje y por fin, corriendo de vuelta a su hogar

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—¿Cómo esta esa? —la pregunta de Sedil, dirigida a Kael apenas le sorprende tomando en cuenta todos los datos, información y demás cosas, que habían tenido que investigar desde hace poco más de cuatro días. Kael se sentía agotado pero tambié, increíblemente maravillado

—Por un lado, su sangre es incluso superior a la sangre dorada —responde, volviendo la mirada hacia Sedil— literalmente, un poco de su sangre podría salvar la vida de miles de personas enfermas —continua— pero, contario a ello, nosotros no podemos curar sus heridas

—¿Ta mal esta? —pregunta Eliot acercándose también para escuchar la conversación

—No hay medicamento que pueda curar sus heridas, su cuerpo requiere más nutrientes y más calorías y, no importa cuánto suero le pongamos, nada funciona —jadea Kael con frustración— sueros, vitaminas, vacunas... no podemos curar a esa criatura —finaliza, volviendo la mirada, pero esta vez en dirección del monstruo que representaba a América y que, como siempre, se encontraba rodeado por niños pequeños que jugaban a su alrededor o que le hacían regalos

—¿Que hay de Atlantis? ¿No podría decirnos como curar a su contrario? —pregunta Sedil observando a Eliot

—El problema es que, por lo que yo he investigado con ayuda de Lilit, es que ellos tampoco saben cómo curarse —habla Eliot al saberse el blanco de las miradas de los mayores— Gaia solo sabía que nosotros éramos quienes podríamos curarlos pero, no tenían una idea muy clara de "como" nosotros podríamos curarlos —suspira, rascando de paso sus cabellos— Lilit no puede preguntar mas, América luce agotado y debe descansar, por otra parte, Atlantis continua patrullando no solo América, también Atlantis para que no aparezcan esos monstruos negros

—Esto se está complicando demasiado —jadea cansado Sedil

—¿Qué podría pasar si no conseguimos curarlo? —pregunta Kael a Sedil

—No lo sé y me preocupa

—¡Mira mami! —el grito de una niña pequeña, sobresaliendo del reto de las voces de niños riendo, sorprende a todos, cuando Kael, Sedil y Eliot vuelven la mirada hacia atrás, sus ojos se abren con sorpresa al descubrir a una niña mirando a su madre a la vez que sus manos se encuentran levemente apoyadas sobre uno de los rasguños de América que, por sorprendente que parezca, se ilumina en un tenue verde mientras la herida se va cerrando

—¡Pequeña! —grita Sedil, ignorando a todos y corriendo para estar frene a la pequeña, observando curioso que, cuando ha llegado, el espectáculo de luces ha acabado y ahora, la herida ha desaparecido, como si nunca hubiera estado ahí— preciosa niña ¿Me puedes decir como hiciste para curar su herida? —pregunta Sedil aunque apurado, intenta que sea con un tono amable para la pequeña

—¿Ha? —pregunta, sorprendida de ver tan cercano a Sedil y no a su madre a quien tanto llamaba— Solo puse mis manos y —susurra al tiempo que muestra precisamente lo que ha hecho la primera vez—, pensé que quería que se curaran sus heridas —ahora, ante la sorpresa, la pequeña comienza a bostezar. Se sienta y se acomoda al lado de la criatura— tengo sueño —finaliza, antes de caer dormida ante la asombrada mirada de Sedil

—¿Nada mas? —Pregunta frustrado— eso ni siquiera tiene sentido

—No, si lo tiene —responde Eliot, acercándose a América y, mientras lo observa y a sus heridas, vuelve la mirada a su padrino Sedil— es... algo que nosotros ya poseemos —explica— es... como el instinto de una madre, deseando poder curar las heridas de su hijo —intenta hablar, colocando sus manos a escasos milímetros de uno de los rasguños de América— es solo... "Desear" curarlo con nuestra propia fuerza y cariño

Y mientras sus palabras continúan, de sus manos, una luz verde aparece, iluminando la zona y lentamente, cerrando la herida de la criatura. Sedil y Kael abren sus ojos con sorpresa, Eliot se detiene cuando ha curado el pequeño rasguño

—¡Todos! ¡Por favor vengan! ¡Acérquense! —pide Eliot, poniéndose de pie, aunque algo mareado, atrae a toda la gente, niños y adultos por igual— por favor, ayúdennos a curar a América —explica, señalando a la criatura que aun continua recostada, observando a todos los que ahora, le rodean— pongan sus manos delante de América y piensen que quieren curar sus heridas, ¡Deséenlo con todas sus fuerzas!

Mientras explica, sus manos se iluminan, un color verde brota suavemente y se envuelve lenta y débilmente alrededor del gigante cuerpo de la criatura, Sedil y Kael son los siguientes, sorprendidos y maravillados a partes iguales, al saber que, tal cual, como Eliot lo ha explicado, ellos han podido replicar la extraña habilidad; de pronto, esa bruma verde apenas perceptible alrededor de la criatura, se hace presente con mas intensidad y, lentamente, se hace cada vez mas y mas fuerte. Eliot descubre a sus costados que no son solamente Sedil y Kael

Cada hombre, mujer y niño, incluso los ancianos y los científicos. Todos están rodeando a América, con sus manos extendidas delante de su cuerpo, la bruma se hace cada vez más espesa y ante la mirada de todos, las heridas de la criatura se van curando

—¡Muy bien! ¡Sigan así! —anima Eliot, sintiendo por momentos que su mirada se vuelve borrosa, que sus brazos se sienten cada vez más pesados y que, sus piernas, comienzan a temblar suavemente, como si todas sus fuerzas fueran drenadas y su consciencia pidiera a gritos porque durmiera un poco— ¡No se rindan! ¡Ya casi lo curamos! —continua animando Eliot

Algunos comienzan a caer arrodillados, agotados de aquello que no acaban de comprender que han hecho, los pequeños, suspiran, antes de dejarse caer de trasero al suelo, respirando con cansancio y otros tallando un ojo presa de un agotamiento repentino pero pesado. Eliot, quien, sintiéndose agotado, aun continúa empujándose más allá de lo que el mismo sabía que estaba bien, se sorprende al sentir algo suave y gentil tocando su cabeza en un intento de caricia casi maternal. Sus ojos se elevan y, todos detienen su actividad cuando, la melodía creada por la criatura interrumpe a todos

—Ya es suficiente, ya me siento mejor —no hubo nadie, en esos momentos, que no hubiera escuchado esas palabras en su cabeza. Los ojos de todos se abrieron, muchos cayeron de trasero al suelo y otros pocos se hicieron varios pasos hacia atrás

Eliot solo podía estar ahí, observando a la criatura que, con una voz que no puede alcanzar a reconocer si es de un hombre o una mujer, parece mirarlo con un brillo de calma y bondad que le calienta el corazón. Aunque tal vez, algo que podría asustarlo, es precisamente el extraño tentáculo con forma más bien de una pluma que sobresale de alguna parte del cuerpo de la criatura y que es, precisamente lo que lo estaba tocando en esos instantes

Dio un par de pasos atrás, cuando observo a América ponerse en pie, su cuerpo se estira, agita su cuerpo como si de un perro se tratase y, mientras lo hace, hojas verdes, flores de colores y un agradable perfume a campos, hierva y arrollo brota mientras la criatura demuestra una majestuosidad que hace difícil el apartar la mirada de su esencia

—Está bien, pueden descansar —escucharon la voz de la criatura y, mientras algunos gritaban entre preguntas si es que ese monstruo hablaba, otros, simplemente observan fijamente, como únicamente observa a Eliot y luego a la pequeña Lilit que aun seguía despierta aunque tallando sus ojos con insistencia— gracias, por ayudarme y curar mis heridas —su cabeza se movió, como si de verdad estuviera asintiendo y agradeciendo— de aquí en adelante, me encargo yo

Al menos, fue lo último que pudieron escuchar todos pues, mientras la caricatura salía corriendo lejos de la mirada de los presentes, uno por uno, cada persona que había hecho un esfuerzo por curar a la criatura, ahora caía lentamente sobre la hierba en un profundo sueño

Eliot fue el ultimo que pudo apreciar como la criatura corría y se perdía entre las calles antes de que la debilidad le ganara y acabara durmiendo también

Notas finales:

De verdad que por momentos así, quiero hacerle animación... esta escena me parece por demás hermosa y, con una animación adecuada, se vería épica y preciosa *o* pero en fin, no está en mis habilidades llegar a ese punto, así que nada, a seguir solo escribiendo hasta que me ponga por fin a practicar como es debido

Datos extras:

*Como quien dice, todas las partes de Gaia están esparcidas por el mundo y están patrullando su correspondiente continente para cuidar que las criaturas negras no aparezcan y hagan daño

*Solo los niños pequeños han conseguido obtener un lazo fuerte con cada criatura perteneciente a Gaia

*La razón por la que las personas pudieron curar a América fue directamente porque estaban haciendo uso de ese "lazo" simbiótico que hay entre el monstruo y los humanos, vamos, estos son los cimientos de los lazos que vemos en algunos fics con respecto a los countryhumans

*Que hayan escuchado la voz de América luego de curarlo, se debe a que el lazo entre ambas razas fue "activado" por fin. Ahora, ya no es solo Lilit quien comprende el dialecto de América, sino todos los involucrados 7w7

*La razón de que América haya salido corriendo y que, justamente Atlantis se encuentre patrullando ya debe de dar indicios de que algo se aproxima ¿Cierto?

Por ahora eso es todo

¿Les ha gustado?

Que tengan lindo día

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