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Un equipo recargado;Desatando el nuevo poder.

Al día siguiente me embragaba la curiosidad de saber que era lo que Geraldo nos tenía que decir antes de que nos vayamos, no pude dejar de pensar en toda la noche en aquello que no nos pudo decir y en la bastante actitud más tranquila de Cristyn, algo estaba cambiando y esta vez estaba dispuesta a jugármela por Cristyn parecía por fin me estaba dando otra oportunidad, su alegre hermosura por fin me hacía latir en corazón y estar en paz, simplemente comencé a levantar lentamente los pies ante el nuevo día. Al haberme parado por completo a un lado de la cama, me siento repentinamente sobre el colchón al escuchar sonar mi celular.

―Necesito que vengas rápido, ya hable con el resto es urgente.―Exclamo Geraldo con un tono preocupante, cortando rápidamente la llamada.

De que se tratara ahora, al parecer por su tono de voz debe ser serio.Alcanze mis zapatillas grises con rojos y me las puse lo más rápidos que pude, me puse una campera roja con rayas grises y un pantalón esmeralda rápidamente, sin perder más tiempo corrí a una gran velocidad lo más que pude, sintiendo como la brisa golpeaba mi rostro y los autos pasaban a gran velocidad por la carretera, mi corazón latía a una manera impresionante, el sudor me bajaba desde mi frente hasta mi cuello al menos.

Estaba a punto de llegar cuando veo a Lupreptero atacando un autobús estacionado en una gasolinera y los encargados de la gasolinera parecían estar oculto mirando con miedo desde una ventana, mientras el Androide continuo atacando con su espada golpeando la puerta del vehículo, me oculte tras un poste, estaba a punto de intervenir cuando escucho una voz conocida.

―Oye tu qué crees que haces, ¡MEJOR PREPARATE PARA PELEAR!― Agrego el Ranger azul a medida que con una espada celeste, lanzaba una onda con forma de ave fénix hacia el androide.

Al recibir el ataque el androide dio unos cayendo para atrás, pero rápidamente volvió a levantarse y se empuño a toda velocidad con él, sus pies se movían uno tras otro que apenas podía verlo y recién lo logre ver estaba junto al ranger con el puño fruncido como listo para pegarle.

― ¡Esta vez ganare yo!― Golpeando fuertemente a la frente del ranger, tirándolo para atrás.

― ¿Tu qué haces ay? ¿Quieres problemas?―Mientras me mirada fijamente

Estaba a punto de acercarse hacia donde estaba yo cuando de repente es atacado por varios disparos de la izquierda y de la derecha, no podía entender que sucedía, me doy vuelta al frente para ver quiénes eran.

―¡¡ESTAS BIEN!!―Gritaron todos los demás ranger al unísono.

―Creen que eso fue algo para mí, ahora verán lo que soy capaz y no les perdonare por creerse mejores que yo , por no admitir que yo soy el gran campeón, es su final―Dijo el androide con un tono furioso y con una voz gruesa y estropeada, a medida exhalaba por la boca de una manera preocupante.

―Estás loco―Contesto el ranger esmeralda dando unos pasos hacia él.

―No entiendo porque razón mi dueña decidió esto pero aquí tienen―Contesto dejando la gema y mi Tinyas (aparato) en el suelo.―Adiós―desapareciendo de nuestra vista.

Que le paso acaso, solo observe para asegurarme que ya no estaba y agarre mis pertenencia y me dirigí con el resto hacia el taller, a medida que íbamos no podía dejar de entender porque me habian devuelto la gema aunque estaba realmente feliz y lleno de gozo porque a partir de este momento podía ser útil, podía ser alguien para mis amigos y no dejaría que mi vida como ranger volviera a ser afectada, esta vez está dispuesta a ser más fuerte y precavido. En un momento a una cuadra antes de llegar, mis amigos se detienen y comienzan a mirarme fijamente por unos instante luego me dan un abrazo, tras ese momento seguimos silenciosamente hasta llegar junto a Geraldo.

Al llegar al taller, Geraldo se encontraba sentado junto a una bandeja gris con varios chips pequeños demasiado que apenas podía verlo, no tardó mucho en levantarse y acercarse a nosotros lentamente con una cierta alegría y con las manos juntos uno sobre la otro entrecruzadas.

―Hola a todos, los llame para que vean nuestro nuevo comunicador ahora necesito que me muestren sus Tinyas para...

―Esto también servirá―Interrumpí yo, mostrándole la gema y mi Tinyas.

―La verdad lo pude observar todo gracias a las nuevas actualizaciones cámara en sus trajes.―Retrocediendo hacia atrás y agarrando la bandeja―Estos chips les permitirá comunicarse de mejor manera conmigo y entre ustedes, necesito que inserte cada uno en su aparato.

Agarre un chip el cual era demasiado pequeño con una luz que tintineaba de diversos colores y al colocarlos sobre mi Tinyas me lo puse nuevamente, al ponérmelo sentí como escalofrió pero también una paz dentro de mi corazón las cosas parecía por fin comenzar a estar mejor.

―Ya nos tenemos que ir, dentro de poco comenzaremos las clases―Agrego Lautaro mirando su celular.

Tras ese momento todos nos fuimos corriendo lo más rápido que pudimos, al llegar al colegio nos dimos cuenta que habíamos llegado temprano y faltaba aun media hora para entrar , en ese momento Rosita me da un empujón disimuladamente antes de irse y me da una mirada con cierto desprecio, no lograba entender bien de que se tratara, me dirigí hacia la biblioteca para coger unos libros de misterios los cuales eran mi favoritos porque siempre te dejaba algo en que pensar y con una curiosidad interminable, leí y seguí leyendo cuando de pronto siento una mano sobre mi hombro, me doy la vuelta para ver quién era.

― Oye es temprano y como aún no hay nadie y vos acabas de recuperar tus nuevos poderes, no te gustaría practiquemos un poco en el salón de karate―Dijo Lautaro, moviéndose con sus puños de una lado al otro, dando puñetazos en el aire, estaba sobrecargado de energía.

―Está bien―Respondí yo, no era un luchador como el pero debía mejorar y eso era cierto puede estaba fuera de forma.

Al llegar al salón de karate, era un salón que nunca había entrado antes, tenía unas cintas pegadas a un lado de la pared, una torre de ladrillo en un lado y unos neumáticos en cada punto, en el medio había una gran alfombra de color marrón con un circulo de color amarillo y rojo muy fuerte con unas gotas de sangre a los costados, la pared era de color verde y el aroma estaba lleno de humedad y apestaba.

―No te preocupes por el lugar, eso crea el ambiente ahora vamos al medio a donde está la alfombra―Agrego.

Sin decir una palabra me dirigí al lugar donde me pare en una esquina y el en la otra, en aquel instante comenzamos a pelear el primero me da unas patadas y yo intento esquivarla pero cuando lo intento el da un salto y me da una patada en la pera, le doy unos puñetazos y le piso los zapatos pero el adolorido se agacha y luego me hace caer, al parecer me había dado un golpe rápido o una patada inferior en las partes de mis pies, cayendo al suelo me sentí débil, pero aun así intento levantarme y me paro frente a él como quien está cansado respirando agitadamente y le doy un golpe chocando mi cara contra la suya.

― ¡Auch!, está bien vas mejorando pero igual queda que te deje ganar, soy el mejor de todos acá pero a la vez intento controlarme a veces para darle oportunidad a otros―Dijo el haciendo para atrás.

―Está bien pero...

―Seguro quieres saber cuánto falta para que entremos a clases, falta un toque pero ay algo más que te molesta o me equivoco.

―No como crees.

―Contame amigo, acá somos un equipo estamos en confianza decime―Dijo el sentándose en el suelo.

Simplemente me quede parado sin decir nada hasta que sonó el timbre.

―Ni modo, pero después me vas a tener que contar eh―Agrego el, levantándose de a poco.

Durante las clases me la pase leyendo mi libro de misterio el cual se llamaba "El misterio de la cuñada muerta" el cual era muy interesante la verdad, me sentía muy intrigado en que podría pasar con y la forma que se describía a la cuñada en un tiempo pasado me enamoraba bastante, claro que mi verdadero amor aún estaba cada que veía a Cristina mirando desde la ventana como a veces imitaba el silbido de los pajaritos cuando creía que nadie la veía. Tras terminar de leer un capitulo me llega una nota de Max que estaba atrás mío.

"Nos vemos después de clases en la esquina del colegio, necesito contarte algo importante y fabuloso"

Al finalizar las clases me dirigí a uno de los escalones junto a la puerta de salida donde Max estaba sentado mirando su celular. Finalmente me senté a su lado sin darme cuenta que atrás mío estaban el resto que se sentaron a mi lado; Cristina, Rosita, Lautaro y Mauro.

― ¡Qué bueno que vinieron!―Exclamo el lleno de alegría―Tras darme cuenta que nos estábamos quedando indefensos, decidí investigar más en mi casa y en encontré unos Cd que tienen todas las hazañas de los power rangers y sus poderes.

―Pero eso de nos sirve, explícanos que nos quieres decir por favor―Agrego Rosita.

―Claro la mecánica, es que descubrí que cada uno de nosotros tiene la manera de llamar aliados como bestias, elementos, etc.

No lo podía creer, ósea que esa bestia fénix que el hizo salir de su espada era su aliada.

― ¡Cualquier tipo de Aliado! Y que esperamos para invocarlos y probarlos―Manifestó Lautaro levantándose del suelo, poniéndose de pie emocionado

― ¿De eso se trató el ataque que usaste Max cierto?―Pregunte.

―Sí, pero aun nose como invocarlas las aliadas de cada uno, ya que ay aliadas especificas pero no se todavía como invocarlas ni cómo usarlas o por cuanto tiempo, dado que ese ataque que yo use fue simplemente algo repentino ni yo me lo tenía esperado, solo sentía algo en mi interior algo que pedía salir.

―Elías, necesito que hablamos―Me susurro Rosita al odio.

Que podría necesitar, acaso sabrá algo nuevo o porque no lo puede decir ahora.

―Bueno ya me tengo que ir, nos vemos más tarde―Levantándome del asiento, a medida que le hacia una mirada a Rosita para que me siguiera.

Fuimos hacia la derecha por el pasillo, mientras Rosita parecía mirar hacia atrás como asegurándose de que nadie nos siguiera.

―La verdad no se lo conté a nadie ¿pero quería saber si podría mostrarte como patino?

―Claro, muéstrame―Respondí yo.

Se tira al suelo, largándose a llorar, se tapa los ojos, sostiene con fuerza su mochila.

― ¿Qué te pasa? Dije que si yo.

―No es eso, es que siempre intento ser fuerte pero tengo toda responsabilidad sobre mis pies ser ranger, cuidar en mi familia, asegurarme que mi hermana está bien―levantando la mirada, notando por unos segundos sus ojos llorosos―encima de todo vos estas perdido con Cristina y ya casi ni me das bola ni estar como amigos podemos y cada que lo estamos es por salvar al mundo nada más y mi hermana ya me odia porque no le puedo decir que soy ranger, es un fiasco no decirle lo que me pasa.

Me senté a su lado y paso mi mano sobre su hombro.

―Lo lamento, tienes razón fue mi culpa pero no tienes porque estar así sos una persona llena de luz y siempre te preocupas por todo y piensas mucho en el futuro porque es lo único que sabes dar es amor y fui un tonto en no ver la grandiosa persona que tenía a mi lado―Agregue yo quitándole de a poco la mochila.―Lo de tu hermana creo tener una solución, si al menos encontrara algo que se me perdió―De repente ella larga una breve risa.

―La verdad, si buscas algo violeta, lo tengo yo―Agrego ella, revisando su mochila―Escucha lo que te contare―Dijo secándose las lágrimas.

―Desde el día en que nos mostraron las gemas, tengo la gema violeta la tengo cuidada porque sentía que la podría mantener de mejor manera a salvo y muchas veces pensé que hacer con ella pero aún no se me ocurrió alguien lo suficientemente responsable, pero cuando estábamos en peligro sabía que necesitábamos un líder, necesitábamos a vos y decidí dejarte la gema en tu carpeta.

― ¡Ya entiendo todo! ―Exclame yo tras entender lo que en realidad había sucedido.

―Te prometo encontrare una forma de ayudarte, ahora te pido confíes en mí e intentes mantener fuerte hasta ese momento.―Dije yo dándole mi mano.

―Está bien―Agarrando mi mano―Ahora vamos a unas cuadras para allá―Dijo ella señalándome un estampado vacío que se veía a lo lejos.

Corrimos hasta allá, donde solo había piso plano y llano sin ningún objeto más que una banca, solo pequeñas rampas. Ella se siente en el suelo y saca unos patines blancos con rayas negras.

― ¡Mira esto!―Dijo ella, patinando de un lado al otro, en un vuelta.

Al verla patinar, se veía tan alegre tan llena de vida, era una persona realmente maravillosa, sus ojos de color celeste estaban llenos de luz como los de una pequeña niñita. Dio cinco vueltas dominadas con un equilibrio excelente y finalmente freno a mi lado.

―Ahora inténtalo vos, yo te enseño―Sacándose los patines.

―No, de verdad, muchas gracias igual―Respondí yo con un poco de miedo.

―Che, dale Elías―Sentándose a mi lado en la banca― ¡QUE PATINE; QUE PATINE!

Me hizo reír nuevamente, no podía creer las locuras que hacía y el amor que había en su corazón era algo inexplicable pero maravilloso.

―Mi madre no me quiso escuchar, pero le demostrare que yo soy el indicado para dominar el poder de la gema roja―Exclamo Alquimias, acercándose a mí.

―Elías, debemos transformarnos―Susurrándome Rosita al oído.

―Yo me ocupare―Sacando mi transformador.

Quien se creía esta, para creer que no soy capaz de sacarle todo el poder a mi gema, ahora le daré una probadita de lo que puedo hacer.

― ¡Drakus Mystic Rojo!―De nuevo luego tanto tiempo, dije esas palabras de poder eterno.

Me lanzo rápidamente contra ella para atacarla con unos de mis puñetazos.

―Crees algo me harás con eso, por favor―Riéndose frente a mí.

― ¡Drakus Mystic Rosa!―Parecía ser que Rosita se había trasformado, aunque ni lo necesitaba.

―Acabemos con esto rápido ¡HAPRICARS!― Exclamo ella sacando su varita.

Que pretendía acaso, arruinarme la diversión, un granito re liviano como ese androide no merecía ser acabado tan fácilmente.

―Eso no funcionara esta vez―Llego a proclamar esta vez, entre los aires volando, esquivando el hechizo― ¡Esta vez soy más poderosa!―Volando hacia nosotros y dando vueltas a gran velocidad.

Continuaba dando vuelta sin poder ver con claridad, se detenía y nos daba golpes y volvía a dar vuelta parecía quitarnos todo el aire con cada vuelta que daba.

― ¡Basta!―Grito Rosita, a medida de que apuntaba su varita hacia arriba― ¡DRINOMOKS; FORMS ZORDS!

De repente una bestia parecía salir desde el cielo, era como una serpiente Rosada con puntas grises, dicha bestia dio unas vueltas y fue rápidamente contra Alquimias.

Fue lanzada hacia atrás, a lado de la banca, cayendo al suelo y temblando por unos minutos.

― ¡Con esto no me vencerán!―Creciendo en gran tamaño hasta la de un gigante― ¡A ver, que harán ahora!

LA Serpiente parecía ser golpeada y torturada por La androide, con puñetazos incluso golpeándola con su propia cola, la androide parecía estar ganando.

―Toma esto, es hora de combinar nuestros zords y unirnos de nueva forma―Dándonos un papelito el ranger azul, que acababa de llegar junto con el resto de los muchachos.

― ¡FERZAUS; BLIOMS; ZORDS!―Grite yo, leyendo el papelito.

De repente una bestia gigantesca con dos cierras en sus orejas largas, unos ojos de fuego y una figura de una grulla. Se pone a dar una vuelta y luego se dirige a toda marcha hacia la serpiente.

Por un momento el cielo se nublo y se llenó de bestias de diversos colores y aspectos, que iban aparecieron sobre la cabeza de cada uno de los rangers.

―Ahora para unirnos, concentrémonos fuertemente con nuestros aparato y eso nos trasportara.―Apretando con fuerza su aparato.

Está a punto de preguntarle a donde nos trasportara, cuando el desapareció, si quería averiguarlo debía hacer lo mismo que él. Así sostuve con fuerza, mientras desee que mi Zords ganara.

― ¡Estupendo!―Exclame, tras encontrarme dentro del zords con el resto de mis amigosEs momento de mostrarle de que somos capaces―Agarrando unos guantes que estaban a un lado mío.

En aquel momento me puse los guantes y le ataque al androide, tirándolo para atrás, mientras Max Se puso una botas que hizo el zords golpeara con la cola serpiente que lo arrogo más para atrás y el androide no sabía ni como atacarnos se quedó plenamente quieto y Cristina presiono un botón que hizo que el Zords volara con sus alas y fuimos a abalanzarnos sobre él, estando a su lado, la androide nos dio puñetazos pero esta vez no nos hacía ningún rasguño, sacamos nuestras armas y al juntarlas se unió siendo un gran arma para el zords.

― ¡Disparo final!―Agregamos en sintonía.

Tras recibir esos rayos, el androide quedo totalmente apagado y luego desapareció ante nuestros ojos.

― ¿Pero qué hacían ustedes acá?―Dijo Cristina con un tono un poco molesto.

―Bueno eso no importa, Geraldo nos quiere ver a todos para decirnos algo muy importante―interrumpió Max.

Así fuimos corriendo rápidamente, hasta llegar al taller antes de que se hiciera más de noche, de lo que ya era.

―Bien―Exclamo Geraldo, parando frente a cada uno de nosotros―El final se acerca en estos momentos que recuperamos la gema roja, puede que ya no lo necesite porque tiene preparado al peor Kassandra, seguro ya habrán descubierto el poder de los Zords, el de los antiguos ranger como las dino armas, los poderes ocultos y quien sabe que otro poder llegaran a descubrir, pero necesito que mañana faltes a sus colegios.

Pero que locura, está diciendo ahora, como pide algo así.

―Sera algo duro para algunos más otros menos pero necesito que convivan más y puedan practicar y juntos comprender más estos poderes―Dijo El, caminando de un lado para el otro entre nosotros.

―Ya pueden irse, gracias por venir―Agrego el, acercándose a Max.

Le susurro algo al odio, mientras ninguno de nosotros nos animamos a reclamar su propuesta, sabíamos que tenía razón y que no íbamos a lograr nada con dudar o decir una palabra más.

¿QUE OPINAN DEL NUEVO CAPITULO?Espero que lo amen y los disfruten

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