―Si dinos, que sucede ― Exclamo Cristina, a medida que se acercaba cada vez más.

―Llegamos a creer que ese poder que manifestó el androide fue por causa del brazalete y gema que están en manos de Kassandra, que ella está haciendo todo lo posible por desatar un poder inimaginable y con él las consecuencias serían desastrosas incluso para nosotros, deben tener mucho más cuidado y hacer todo lo necesario para ella no logre obtener más poder, mientras yo ocupare de averiguar cómo recuperar el brazalete y buscare la manera de mejorar sus poderes y elevarlos a un mejor nivel―Manifestó Geraldo, moviéndose de un lado a otro a medida que nos miraba.

―Está bien, momento de levantarse, vengan afuera es momento de continúen entrenando.―Continuo el, a medida que nos invitaba a levantarnos con las manos, con una mirada un poco cansada.

Lo seguimos hacia afuera, frente a un par de autos todos viejos a la distancia y un par de olor a gasolina que estaba derramada en un largo charco que estaba cruzando una fuente, sin perder más tiempo comenzamos a entrenar duramente nos pusimos en pareja de dos, Cristina y Mauro, Rosita y Max, Elías y Lautaro. A medida que iba dando golpes consecutivamente a Lautaro, lo cuales parecía el esquivar con gran facilidad, luego me lanza atrás con una patada, me levante nuevamente y continúe me dirigí rápidamente hacia él, el intento darme un golpe lo esquive agachándome hacia abajo, con mis piernas le pateo en ambas rodillas, con un poco de dolor y quejándose retrocede en sus pasos y se dirigí hacia a mi dándome un golpe en la mejilla.

― ¡Bien, necesito que vengas aquí Elías!― Levantando la voz Geraldo, haciéndome señas con su mirada para ir adentro.

Que necesitara acaso me equivoque me algo, tendrá algo en mente que sucederá, solamente quedaba una sola cosa por hacer dirigirme lentamente hacia él. Fue lo que hice me dirigí hacia adentro.

―Necesito pedirte que te encargues de mantenerte atento en lo que puedas descubrir e intentes mantener unido al grupo es obvio va haber conflictos pero más que nunca es importante estén juntos y como rangers rojo también eres el líder cuando yo no este y no tienes dejar que nadie sospeche o puedas descubrir que son los rangers. Ciertamente te dijo a vos porque al estar sin poderes tienes mejor capacidad y movilidad antes esto.―Sostuvo el mirándome fijamente con voz potente y gruesa a la vez, no quitándome la mirada de mi cara.― ¿Aceptas?

No lo podría creer aun todo lo que me decía, era algo en serio sorprendentemente esta manera de ayudar me permitiría comprender mejor ciertas cosas que me mantenían confundido, no iba a ser fácil pero eran demasiado creíbles y persuasivas como para negarme.

―Claro, lo hare, yo me encargare de eso, muchas gracias por confiar en mi_ Afirme yo alegremente.

Al instante entraron el resto de mis compañeros, al menos algunos ya prefiero decirles amigos, cada uno se llegó a sentar en un asiento, suspirando por el cansancio. En aquel momento siento alguien me toca el hombro, era Mauro quien con sus ojos me señala hacia la puerta, solo afirme con mi cabeza aunque aún no comprendía que necesitaba, pareció hacerle la misma seña al resto de los chicos.

―Geraldo, tenemos que hacer un trabajo especial así que nos tendremos que ir.―Exclamo el, parándose de su asiento.

―Claro ya hicieron todo su trabajo, se pueden retirar.

A medida que nos retiramos, nos dirigimos al galpón, donde al entrar Mauro el joven de camisa azul, con unos pantalones negro y unos brazaletes azules en sus manos. Se posa sobre un asiento agarra una guitarra de color marrón que estaba parada allí y comienza a dar rasgueo primeramente para luego comenzar a tocar con más fuerza, pareciera que iba a comenzar a cantar no le veía sentido con todo lo que había por hacer él pensaba en cantar.

―"A veces la vida nos dará duro, pero a pesar de eso es el amor el que siempre estará, es el amor el que con luz nos calma el corazón ese corazón difícil y a veces destrozado es el amor el que lo puede llegar a curar, sanar, reanimar..." ―Cantando con una voz algo diferente de manera espontánea y dulce.

Era como si hablara una parte de él que no conociera, en serio no lo podría creer me dejo anonadado, por lo que decidí acercarme a él para saber más de lo que estaba haciendo.

― ¿Qué haces?― pregunte yo alegremente relajadamente.

―Solo tocaba una guitarra, amo mucho la música y con todo está sucediendo es algo que me relaja, siempre uno necesita un tiempo para hacer lo que le gusta ¿vos que pensas?―Me pregunto a él a medida que dejaba su guitarra a un lado.

Sus palabra en serio me habían dejado pensando y reflexionando sobre mí que es lo que me relaja a mí, me hace sentir paz o mejor, al no saber que responder ante esa pregunta me levante como si nada y agarre unas serpentinas y adornos para colgar a unos lados de un hierro que colgaba de un lado del techo hacia lo largo, mientras Rosita y Cristina se encargaban de Pintar la pared de Celeste y Amarillo, Lautaro y Mariano parecían mientras intentar ver o comprender algunas de las maquinas que estaban allí, tuvimos allí por varias horas hasta que se hizo de noche y guardamos todo y cerramos bien.

A medida de que me iba a mi casa estaba dando la vuelta cuando ciento con alguien me sujeta de la mano, me doy la vuelta era Rosita quien estaba con una bruza violeta y lágrimas que traspasaban sus ojos.

―Elías necesito de tu ayuda, la verdad creo que nada servirá el futuro está acabado y creo que tienes problemas, todo es mi culpa y empeora cada vez más, no aguanto más―Sostuvo ella, abrazándome y alejándose pasos atrás de a poco.

― ¡No espera! Nada es tu culpa todo es solucionara, sé que te preocupa el futuro y todo parece empeorar pero confía en mi soy tu amigo y te dijo todo va a mejorar juntos lograremos superar lo que suceda.

―Estas bien―Exclamo ella con alegría en su rostro.

Estaba a punto de acercarme a ella, cuando Marcenaos el androide masculino de Kassandra me pega un puñetazo en el rostro.

―Tu cúbrete, yo me encargare ¡Drakus Mystic ia..!―Exclamo Rosita a medida que el aura rosado cubría su ser y se trasformaba.

Se acercó rápidamente al androide para darle unos golpes, pero él logra esquivarla rápidamente, se asemeja a ella rápidamente y la ataca con una patada poderosa dejándola en el suelo. Ella se levanta e intenta darle un disparo potente con su arma Dino charge pero el, la esquiva con tal facilidad se pone en posición de pelea y se asemeja hacia nosotros lentamente a medida que mantenía sus puños bien cerrados, está ya a unos pasos de nosotros cuando una lluvia parece caer desde arriba sobre él.

―Creen que eso será suficiente, ahora sentirán el verdadero poder―Exclamo Marcenaos aumentando su tamaño a la de un gigante.

―Tu cúbrete, yo me ocupare aunque aún nose como llamar a mi zords solamente― Dijo mi amiga algo confundida.

El viento se hacía cada vez más fuerte verdaderamente, me cubrí con mi campera, al mismo instante llega Max quien sale desde la oscuridad diciendo "Que es eso, parece ser que empeore las cosas".

―Qué bueno estas aquí, necesito unamos los zords―Dijo Rosita mirando al androide que caminaba aplastando todo a su paso.

―Necesito transformarme pero no tenemos tiempo, tienes que distraerlo mientras, di Clavel Drakus zords.―Le respondió el, a medida que buscaba algo en su mochila.

―Gracias, ¡Clavel Drakus Zords ven aquí!―Dijo la Ranger Rosa levantando su brazalete y mirando hacia el cielo.

En aquel momento algo con forma de nave que tenía una espinas grandes violetas y rosadas a su alrededor, con una rama verde que cubría todo su ser. Una luz sale de ay hacia Rosita y la lleva rápidamente hacía ese robot o su Zord podría decirse. Al instante comienza a dar ciertos vuelos dirigiéndose al androide y lo ataca con sus ramas.

― ¿Qué esperas necesita ayuda?― Sostuve yo, mirándolo fijamente a Max era obvio que necesitaba ayuda.

―No recuerdo bien y no encuentro el papel donde está el nombre de mi zord―evitando mirarme.

El androide esquivaba con facilidad ataques de ella, agarrando una de las ramas del zord la lanza lejos y se dirigí rápidamente hacia ella derribándola con un golpe. Mientras Max seguía intentando recordar como activar su zord, de repente suena su brazalete.

Geraldo: Me entere lo que está sucediendo, hable con el resto de los rangers pero nadie contesta queda en ustedes esta batalla, solo activa tu zord di concilien zord Drakus.

Max: Esta bien lo intentare.

Mientras tanto parecía que el zord Clavel estaba siendo paralizado, no se podía mover.

― ¡Drakus Mystic Azul! Este conocimiento demostrara a este androide quien manda― Exclamo el chico acomodando su brazalete y apuntándolo hacia arriba―Concilien Zord Drakus.

De repente en el cielo surge un zord con forma de ave fénix azul cubierto de grandes alas y unos ojos rojos con una cola de pavo desplegó una luz que arrastro a Max hacia él. Desplego sus alas volando ferozmente hacia el androide y lo ataco con unos rayos que salían de sus ojos, se dirigió al androide y lo golpeo con sus alas con toda su fuerza.

En aquel momento ambos Zords se empiezan a combinar parecía ser una clase de nuevo zord, tenía cabeza azul y oreja y espinas a su alrededor rosado con un cuerpo y piernas de ambos colores con unas espada azul y espinas que cubrían sus brazos, alas de metal puesto en su espalda. Ese zord combinado se acercó con toda su fuerza al androide y le golpea con la espada el golpe fue tan atroz, que ya con eso y con el frio me hacía retroceder cada vez más sobre mis pasos, ya se me hacía cada vez más tarde seguramente estaría en problemas y que podría hacer sin poderes, esto se volvía cada vez más angustiante, solo ver como seguía todo me daban ganas de estar ay, mirando nuevamente observo como el zord vuela con sus alas arriba hacia abajo y nuevo hacia el Androide agarrándolo con sus espinas y a punto de darle con sus espada muy ardiente en un aura azul parecían por fin acabarlo, la espada se mueve velozmente que es un ataque tan efectivo que el androide termina desapareciendo.

Me voy lo más rápido que puedo hacia mi casa, donde mi madre parecía estar dormida con la puerta un poco abierta entro sigilosamente y la cierro sin hacer mucho ruido, yéndome hacia mi cuarto y acostándome en la cama.

Al día siguiente escucho la puerta de mi habitación que alguien toca muy fuertemente como si se fuera a caer el techo, me levanto voy hacia la puerta para ver quién era, al abrirla era mi mama quien estaba parada con una postura rígida y rostro ardiente con cejas levantadas, enojada.

― Que crees que hacías anoche, que no volvías, me canse de esperarte y eso duro bastante tienes que avisarme la próxima vez ¿dónde estuviste? Y no me vengas con mentiras, quiero la verdad―Ella dijo enojada y con un tono bastante serio.

No podría decirle la verdad, era algo muy complejo y de a poco lo entendería pero tendría que inventar una excusa rápidamente.

―Está bien, estuve en casa de un amigo estudiando, discúlpame no poder avisarte―Respondí yo, intentando no se dé cuenta de lo que sucedía.

De repente me suena mi celular, mi madre pareciendo no querer interrumpir se aleja de la habitación, intente conteste lo más rápido que podía.

Rosita: Disculpan lo llames chicos pero ¿enserio creen que derrotamos a este androide?

Max: Eso pareció pero no podemos estar seguro de nada, lo mejor es no comentarle nada a Geraldo

Eliaas: ¿Pero tal vez sería importante le comentemos?

Rosita: Probablemente ya lo sepa

Max: Tal vez, intentare investigar más sobre esto que sucedió y mientras tanto intentemos seguir alerta de cada cosa.

De repente corte la llamada para cambiarme para ir al colegio, me coloque un par de zapatillas azules con una camiseta color roja y un pantalón color café, me fui rápidamente hacia abajo donde me prepare y tome un te caliente, tome mi bicicleta y lo mas rápido que pude me fui al colegio, pedaleando a medida que sentía el aire correr entre manos.

Buenas mis queridos lectores, espero comenten porfavor y que disfruten de esta hermosa lectura, aca esta la segunda parte.

¿Que les parecio este poder en el androide?

¿Creen por fin lo vencieron?

¿Que les parecio este capitulo?

Los espero para el proximo capitulo y los amo , muchas gracias por sus comentario y todo su apoyo.