Eri-chan #2
La vida no podía ser más felíz para la adorable niña de largo cabello blanco y un ligero cuernito.
Fue rescatada de unas personas que por como la trataban, ni siquiera podrían considerarse humanos. Ojala y se pudrieran en prisión para toda la vida, aunque de eso se encargarian sus grandiosos padres. Siempre podría confiar en ellos.
¿Quien la salvaria si estuviera en peligro?
Ellos.
¿Quienes siempre estan para ella?
Ellos.
¿Quienes le dieron una vida llena de amor y cariño incondicional?
Ellos sin duda alguna.
Si, la vida de Eri ahora era de la mejor. Habían pasado 4 años desde que fue salvada y sus padres pudieron adoptarla, su vida habia cambiado para bien. Le daban amor, galletas, manzanas con caramelo (aunque no siempre) estudios, casa y comida. Nunca espero que alguna vez pudiera vivir aquello.
---Aunque los extraño bastante.
Si, era una buena vida. Pero seria mejor si pudieran pasar más tiempo juntos.
La niña observaba las nubes aburrida y resoplando, las estrellas que habían ahí, le daban un ligero entretenimiento. Entendía que sus padres eran héroes, no cualquiera. Uravity era la heroína #5 dentro del top y su padre, hizo una hazaña historica. Apenas un año despues de su graduación, enorgullecio a Toshinori volviendose el simbolo de la paz por sus grandes hazañas heróicas. Siendo hasta ahora el pilar de heroes.
Eso les daba muchos ingresos, lo que permitía que tuviera una vida bastante tranquila y acomodada. Pero le quitaba demasiado tiempo con ella.
No eran malos padres, todo lo contrario, eran los mejores que pudieran existir. Puesto que cuando tenían días libres, ocupaban cada segundo para pasarlo junto a ella como una verdadera familia. Aunque esoa dias tambien eran extraños, puesto que en las noches, la acostaban temprano y ¡zas! Como si fuera un rayo del tio Kaminari, ambos van a su alcoba y se encierran. No sabe que hacen ahi dentro, pues su habitación tiene una fuerte puerta de acero que prohibe entrar de improvisto y tampoco escuchar que pasaba adentro. Talvez eran cientificos o algo así en las noches.
Aunque debe ser un trabajo muy satisfactorio, pues llegan agotados y salen en las mañanas muy animados y contentos. Los adultos eran raros en su opinión.
Ella estaba un poco triste, pues sus trabajos le quitaban tiempo con ella. Pero como se menciono antes, comprendia todo lo que ocurria. Antes ella deberia de hacer algo por ellos, pero la pregunta seria "¿que?" Pues nada bueno se le venía a la mente.
---Bueno, esto es complicado. Pero siempre tengo algo confiable cuando necesito respuestas---mencionaba bajando de su ventana y corriendo al interior de su habitación---¡internet!---en su computadora personal, empezó una busqueda exhaustiva para encontrar algo que le agrade a sus padres. No deberia ser algo difícil---hmmm, hay cosas que podria compra, pero necesitaria mayoria de edad. Los videos de youtube no ayudan en darme ideas---mencionaba mientras quitaba un video de una persona disfrazada de el joker, que peleaba contra otra disfrazada de spiderman. Hasta que se le ocurrio una buena idea y se fue a la sala de estar.
-/-/-/-/-
---¿Un regalo para tus padres? ¡Eso suena algo muy varonial de tu parte Eri-chan!
---"Soy niña aun tio Eijiro"
Eijiro Kirishima [Red Riot] estaba lavando los platos de su fregadero, cuando fue gratamente sorprendido por la llamada de la pequeña Eri. La verdad era que le agradaba hablar con la joven de cabello blanco.
---Y dime Eri-chan---se secaba las manos y se sentaba en la mesa de la cocina---¿has pensado en algo?
---"No y es por eso que te llamo"---respondía la niña tras el teléfono---"tu estas casado con el señor Bakugo y por lo tanto, debes saber algo. O eso supongo"
Eijiro reía ante las palabras de su sobrina adoptiva.
Yep, el pelirrojo estaba casado con el griton de Bakugo, ambos se declararon bisexuales casi al final del tercer año. Siendo un matrimonio años despues, uno que aun se mantiene y tampoco inolvidablen pues Eri se veia hermosa llevando los anillos y se llevo la atención de todosn hasta de los novios. Algo que no era difícil de creer en realidad.
Eijiro era la parte amable y comprensiva, mientras que Bakugo era el orgulloso y tsundere. Así que ambos se complementaban.
Además de que podrían adoptar dentro de poco gracias al apoyo de Izuku.
---Pues ¿que te puedo decir?---mencionaba Eijiro rascandose una mejilla con su dedo---debe ser algo que te salga de ti misma, no importa como sea. Ellos van a amarlo.
---"¿Tu crees?"
---¡Obvio que si pequeña!---respondía seguro de lo que decía---si le das algo con amor, creeme. Van a adorarte mas de lo que ya lo hacen.
El pelirrojo no lo veía, pero la peliblanca sonreía de oreja a oreja con los ojos brillando como estrellas. Ahora estaba más animada que nunca.
---"¡Les dare el regalo más grande y maravilloso del mundo!"---exclamó determinada.
---Jaja, lo dudo Eri-chan.
---"¿Eh?"---preguntaba confusa la peliblanca---"¿por que?"
---Por que ya tienen en su casa a la cosa mas bella e importante para ellos.
---"¿En serio?" No lo sabia---respondía la pequeña confusa---"¿sabes que puede ser?"
Eijiro reía ligeramente ante la pura inocencia de la pequeña.
---Si, pero no es necesario decirtelo. Pues tu ya lo sabes---respondió asombrando y confundiendo a la pequeña---ahora mejor piensa en que hacer para tus padres, creeme lo que te digo. Amaran cualquier cosa que tu les des.
---"¡Voy a hacer que se exalten de gusto por lo que hare"---exclamó la pequeña tras la línea---"¡gracias tio Eijir!"
---De nada pequeña---respondió el pelirrojo y la pequeña colgo---nunca cambies Eri-chan---mencionaba con una sonrisa nostalgica.
Hasta que el abrir de una puerta, lo saco de su ensueño. Sonriendo al ver quienes. Llegaban.
Hablando de los diablos.
---¡Hola Kirishima-kun!---era Izuku en su traje de héroe---¡ya estamos aqui!
---Y no venimos sin nada---ahora Ochako tambien con su traje, mostraba algunas compras. Varias en verdad---¡vamos a cenar juntos!
---Que ruidosos son---un siempre serio Bakugo entraba tras ellos y cerraba la puerta---al menos vamos a comer bien.
Eijiro reía en voz baja, tenía buenos amigos y una buena pareja. Además de ser un héroe dentro del top (#7)
En su opinión, ya lo tenia todo ¿para que querer más?
-/-/-/-/-
La pequeña estaba caminando de un lado a otro, pensativa en que hacer. Era verdad lo que su tio le dijo, cualquier cosa que ella les diera, serian felices. Pero queria darles algo que en serio disfruten.
¿Un pastel? Podría ser....
A pesar de su corta edad, ya sabía cocinar y hacer otras cosas. Todo gracias a los benditos videos tutoriales de cocina que veía en youtube, eran algo bueno que podía sacar de ahi. Aunque ahora había una duda que la atormentaba.
¿Pastel de que?
Bueno, era una buena pregunta. Que ahora mismo tendría solución.
gatcha...
---¡Tia Tsuyu!---
La peliblanca corrio hacia la mujer rana que llegaba con unas bolsas en la mano.
Tsuyu Asui, la famosa y efectiva (asi como poderosa) heroína de rescate, estaba cuidando a Eri esta noche. Pues estaba en sus días libres, había dejado sola a la pequeña por unos minutos para comprar para la cena. Pues era peligroso andar con una niña en la noche, a pesar de que ella siendo una heroína, podría defenderse. Pero junto a un niño las cosas podrían complicarse.
Así que sabiendo aquello y tambien estando al tanto de lo respondable y obediente que era Eri, la dejo sola unos minutos. No le pasaria nada.
Tsuyu había cambiado y para mejor, pues tenía un cuerpo hermoso y tonificado, su cabello había sido cortado, pero le quedaba bien. Además de que su personalidad directa seguía ahí, eso no podría cambiarse nunca. Seguía siendo la misma de siempre.
---¿Que sucede Eri-chan? Gero---preguntaba la peliverde oscura dejando las compras en una mesa.
---¡Ayudame a hacer un pastel!---pedía con mucho animo la pequeña.
---¿Un pastel?---preguntaba extrañada la mujer---¿por que?---ahi la peliblanca le explico la situación, haciendo entender a Tsuyu. Cosa que le agrado---ya veo, pues haremos uno muy bueno. Vamos Erichan. Gero
---¡Hai!
Así ambas se dirigieron a la cocina.
-/-/-/-/-
Admitían algo, fue una reunión bastante agradable. Aun cuando Bakugo se comportaba como todo un Edgy, pero ya nada que ver como lo era en el pasado. Ahora era ligeramente mas agradable.
Izuku y Ochaco se dirigían nuevamente a su hogar despues de la reunión, pues ya era algo tarde y debían volver a casa, ambos ya vestian ropas civiles y sus uniformes estaban guardados en unos compartimientos de sus relojes (gracias a Mei). Su hija los debía estar esperando y no querían abusar de la ayuda de Tsuyu, que ella debía disfrutar sus días libres tambien. Por lo que mejor se apresuraban y liberaban.
---¿Crees que logren adoptar?---preguntaba Ochaco a su esposo con ligera duda y preocupación.
Ella sabía lo que ambos sufririan.
Eran de los héroes más fuertes y populares en japón, pero como nadie conocia sus identidades secretas, sus verdaderas identidades si sufrian un poco de lo agria que es la sociedad. Algo que era injusto a su opinión.
Para nadie era novedad, que a pesar de ser un país hermoso, era uno de los sitios en donde la xenofobia perduraba a pesar de los años. Por eso se lea dificultaba tener hijos a la pareja, aun cuando lo habían intentado varias veces, no habian logrado su objetivo al ser rechazados en cada ocasión. Al menos hasta ahora.
---No te preocupes por eso---respondía Izuku con una sonrisa confiable---esta vez no lo haran solos, yo voy a apoyarlos. No creo que vayan a negarle ese pedido al símbolo de la paz.
---Supongo que tienes razón---respndía Ochaco mas aliviada---estoy dentro del top, así que tambien apoyare. Nuestra influencia lograra que ellos logren su sueño.
---Uno de ellos, pues ya cumplieron el primero. Ser héroes---respondía el peliverde alzando un dedo y recibiendo el asentimiento de su esposa---ahora solo falta el tener un hijo, pero eso podra arreglarse. Con nostros, los padres de Bakugo y Kirishima, es seguro que lo logremos. Ese par tendran un hijo este mismo año.
Ambos reían al imaginarse que tipo de niño/a tendrían bajo su ala.
---Sera un buen hijo, eso hasta que Bakugo empiece a educarlo. Ya sabes como es su estilo---mencionaba divertido mientras pensaba en un mini Bakugo discutiendo con el adulto y un Kirishima riendo nerviosamente por la escena---me dara un poco de lastima el chico que vayan a adoptar jaja.
---Si bueno, las generaciones no se quedan estancadas. Deben precidirnos como verdaderos heroes.
Así ambos siguieron conversando mientras se dirigían a su hogar caminando, pues la verdad, el hogar de la pareja bomba-metapod, no estaba tan lejos. Caminando unos 20 minutos llegaban a su casa.
Era una noche tranquila, la ciudad se veía hermosa. En el camino vieron a varios héroes patrullando, ellos eran el motivo de la calma. Era cierto que la delictividad bajo cuando AfO y Tomura fueron erradicados, pero aun así no bajarian la guardia. El mal podría volver en cuanto menos se lo esperen, aunque no era que corrieran un verdadero peligro. En si, Ochaco ya era peligrosa por si sola. Izuku ni que decir.
Las palabras de su esposo eran ciertas, con ayuda de ambos deberían lograr algo para su pareja de amigos. Se lo debían....al menos a Kirishima.
---¿Oh?---pregunto Ochaco con sus llaves cerca del cerrojo---¿y ese olor?
---No lo se...---respondía Izuku oliendo el aire y sonrió--- pero huele bastante bien a decir verdad.
Ambos entraron y cuando llegaron a la cocina...
---¡Bienvenidos!
Una alegre Eri los esperaba ahí alzando ambos brazos, Tsuyu la acompañaba con una ligera sonrisa. Aunque ambas estaban manchadas por varios ingredientes.
Pero se encontraban satisfechas por lo que habían logrado.
Un pastel reposaba en medio de la mesa, era el recipiente de aquel delicioso olor. Ambos padres sonrieron agradecidos por aquel presente de parte de su hija y mejor amiga, así que no desaprovecharían el momento. Querían probarlo al ser Tsuyu una experta repostera.
Así que mejor se apresuraban.
Aunque Ochaco noto la mirada de su amiga peliverde-oscuro, hacia su esposo. Una que ella le daba cada vez que podía.
Y eso la hizo sonreir......con malicia.
Las cosas se pondrían divertidas de ahora en adelante.
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