Después de almorzar esperé y esperé hasta que la recepcionista me llamó.

—Su cuerpo rechazó los nuevos pulmones, lo siento...

No. No. Esto no podía estar pasando.

—¿Es-está segura?

—Lo acaban de confirmar los cirujanos, señor...

Lágrimas salieron de mis ojos y traté durante meses de negar esa posibilidad. Sabía que ella era fuerte y podría con esto, pero al parecer me equivoqué más de lo que me gustaría admitirlo.

—¿Puedo verla, al menos?—quise saber.

—¿Está seguro?

—Sí, necesito verla...

Me llevó a una sala alejada del resto del local y abrió la puerta. Ahí había una figura tapada con un manto blanco y alrededor de esta había al menos unos cuatro doctores o cirujanos.

Se abrieron paso y me dejaron solo con el cuerpo de la chica que amé más que a mi propia vida...

—Lo siento, Royal, en serio lo siento mucho...—le saqué el manto de encima y besé sus labios por última vez. Sabían a fresa, al igual que siempre y como la primera vez que nos besamos...

Sequé mis lágrimas con mi manga y volví a colocarle el manto.

—No te quiero en otra vida, se suponía que debía ser en esta...—murmuré más para mí que para ella y salí de la habitación.

No fui al funeral. Era demasiado para mí y en vez de eso me dediqué a quedarme encerrado en mi cuarto.

Didi me preguntó varias veces en los siguientes día que le había pasado y yo solo respondía:

—Está estudiando, Didi, no tiene tiempo para venir...

Pasé encerrado en mi casa meses. No podía conciliar el sueño y me dedicaba a ver nuestros mensajes, fotos y otras cosas... me estaba matando yo solo con algo que no volvería jamás...

Royal era mucho más de lo que yo merecía, pensaba que ella sería mi chica vestida de blanco en el altar, la madre de mis hijos y la mejor esposa... pero me equivoqué bastante con eso.

Mamá y Félix en serio querían ayudarme pero pese a sus intentos no lo logré.

El día en que salí de mi casa, después de meses, me topé cara a cara con Jude.

—Yo... lo siento Andrew.

—No importa—murmuré mientras me alejaba de ella. No quería ni verla por ser la fuente de todas mis discusiones con Royal.

—¡Claro que importa! Murió tu ex y ahora ya no te importa... Eres muy extraño, pero eres mi mejor amigo y...

—Era tu mejor amigo y ella no fue mi ex, fue mi novia—aclaré con la garganta seca—. Déjame, no quiero volver a verte...

Hubo un silencio incómodo.

—¿Entonces lo sabes..?

—¿Saber qué?—estaba confundido.

—Yo... fue mi culpa que Royal muriera. Estaba celosa y me acerqué a ella...

Oh, no.

—Le di a probar los cigarros para desestresarla y... al parecer fumó más de lo que pensé. Yo no quería asesinarla, te lo juro, yo quería ayudarla, en serio...

Oh, Jude, ¿cómo pudiste? Eras una mierda de persona pero no lo había visto.

Me iba a ir pero tomó mi mano.

—No te vayas, quiero explicártelo todo...—nos sentamos en el pasto y comenzó a relatar su versión mientras yo deseaba ahogarme con mis lágrimas.

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Creo que cumplí mi promesa, Royal, dejé de cortarme las venas por ti.

Después de todo la pregunta es: ¿Cuáles son mis planes ahora? Bueno, ni yo lo sé muy bien...