Capítulo 17: La Bratva de los lobos.
Un águila esteparia se alzaba en los adornos del tetra tea ruso, un restaurante de la mejor calidad en la metrópolis, pasó mucho tiempo pensando en qué lugar podría brindarle información, tardó una hora, se fueron dos, a la tercera ya le había dado las cuatro de la mañana, Jordan seguía en la oficina, encarando una tablilla de madera, compuesta con hilos que se interconectan entre las tachuelas e instantáneas, no durmió, ni siquiera pestañeo. Se cuidó muy bien de que nadie lo viera, se escondía en su oficina y cuando la conserje llegó en la mañana opto por fingir que acababa de entrar, se maquillo las ojeras y acompaño a los detectives del turno nocturno. Dejo de pensarlo, pocas veces optaba por ir directo al nido de víboras, pero no se podía dar el lujo de esperar un día más con ese caso gastándole las energías o algo peor que perder el caso podía pasar, no le habló a Liam para secundarlo, Jordan no sentía que Liam estuviera listo para ir a las fauces de la bestia, tendría que ir solo y espera que Harper lo disculpe por su falta de confianza, pero estaba dispuesto a llegar a las últimas consecuencias. Ahora descansa en una mesa apartada, los muebles rojo y acabado ostentoso le dejan perplejo en belleza, sería aún más hermoso de no ser porque ahí se llevan a cabo las reuniones de la Bratva Vólkov, bueno, algo malo debía tener. Whalker estaba ansioso mientras esperaba, se tuvo que reunir en el Hearth Room, el cual era un ambiente privado donde conocería a su contacto, un mesero se le acerca y le sirve un té llamado "Anastasia" que era la señal de que su informante estaba por entrar.
Jordan estaba tensó, era la primera vez que se reunía con un miembro de la Bratva que no conocía, cuando los consultaba siempre traían a "dedushka", jefe, pilar y cabeza principal de la hermandad rusa conocida como los lobos, un hombre canoso, fúnebre, arisco y en extremo alto, la última vez que lo vio tenía la mitad de la cara paralizada, y desde entonces no volvió a necesitarlo, hasta ahora.
La hermandad no acepto reunirlo con dedushka, así que le señalaron que iría otro, alguien de la misma categoría que su jefe, alguien igual de inteligente y peligroso, alguien que formaba parte de aquella mafia, Jordan ya había sacado la conjetura que seguro se trataba del siguiente jefe de la Bratva, la probabilidad de que el gran jefe haya fallecido era alta, y seguro conocerá al siguiente dedushka, tradición familiar de aquella familia criminal, sólo los jefes tenían el permiso de soltar información a la policía, si algún lacayo era descubierto hablando a espaldas con la policía eran blanco fijo para depositar balas a su cabeza. El detective Whalker tenía miedo, no debía hacer enojar a la Bratva, pero no podía descartar que ese hombre que busca forme parte de la hermandad, si podía confirmar que su sujeto de sospechas este tal Sasha Petrova, está vivo, y que él fue el sicario que mató a Richard Park, entonces puede dormir en paz, si su teoría era acertada... con total posibilidad no sólo su caso era historia, la vida de su hermano podía correr peligro, necesitaba comprender como ayudar a su hermano, porque era un blanco de la Bratva y no necesitaba ser Sherlock Holmes para entender que debía apurarse y ver si podía pagar un soborno, necesitaba saber que su hermano estaría a salvo. ¿Cómo llegó Jordan a esa conclusión?
El muchachito Stalin tenía registro de ser bisnieto del propio "dedushka" que conocía con anterioridad, sus lazos sanguíneos coinciden, tal vez hijo de algunos de sus parientes, pero sin duda alguna ese ladroncito de Stalin era familiar del gran jefe, eso significaba problemas, graves problemas, porque entonces la muerte de Richard era un asesinato encubierto por la hermandad. Jordan no debía titubear, inhalo, exhalo, estaba listo para enfrentar a quien tuviera en frente, escucho pasos acercarse, cuando el hombre de traje se sentó frente suyo se quiso morir de sorpresa. Este le estrecho la mano, apretándole la muñeca a Jordan al punto que estas se tornaron rojas de presión, duro hasta que lo soltó.
—Un placer al fin conocerlo, detective Whalker, su reputación le precede...—La figura de traje ajustado se sentó frente suyo, pidiendo la carta con la mano a un mesero. —Ya he tenido el gusto de conocer a su hermano Nan, hombre brillante y encantador, aunque muy guapo para ser abogado en mi humilde opinión, un desperdicio, ya que tiene buen trasero...—La sonrisa cínica que le dedico le pareció al detective de lo más asquerosa posible.
—¿Trevor? —Pregunta Jordan casi asustado, los meseros se retiraron de la sala, el último en irse anota el pedido de Trevor y se fue sin hacer ruido. Dejando a Rafael en privacidad con su colega de la policía.
—Nan me platico mucho sobre ti, alto, pelirrojo a morir y que parece modelo de revista, otro buen culo también, dígame Señor Whalker ¿Qué puedo hacer por usted? —Trevor si bien fingía muy bien su papel de agrado y carisma, no dejamos de hablar del salvaje y chúcaro Trevor.
—No... yo, no pedí reunirme contigo...—Señaló Jordan, negando la cabeza, pero su confusión comenzó a ser alimentada con verdades.
—Pediste un informante a la hermandad, bueno, soy parte de ella, me envió Dedushka en persona...—Se regodea Trevor. Jordan no se podía creer que aquel maldito desgraciado magnate tuviera que ver con la Bratva.
—Entonces... ¿sabes lo de Richard Park no es así? —Whalker cambio la cara con rapidez, ató cabos y en un instante reacomodo todos los culpables contra Trevor, sino, ¿Por qué estaba ahí frente a él? Jordan debía tener cuidado, las coincidencias no existen, Trevor tuvo algo que ver fijo con la muerte de Richard, era su maldita mano derecha, claro que tenía algo que ver. Whalker estaba furioso, no por saber que Trevor tenía algo que ver, sino que se acaba de comer un terrible y garrafal error que no tomo en cuenta, nunca hizo declarar a Rafael porque confió con su alma en las palabras de su hermano, no interrogo ni a Trevor ni a Adam, estaba que se quería tirar de los pelos... su mundo entero se fue abajo, bajo la mesa apretaba sus puños...
¿Acaso su hermano le había despistado de manera indirecta contra Trevor y Adam? Jordan estaba sufriendo todo ese lío en cuestión de segundos mientras el magnate platicaba.
—Oh si, terrible, su muerte me ha dejado más problemas que lástima, por ello he tardado en salir a la prensa, dar el pésame a su familia, arreglar la pensión a sus hijos y esposa, cancelar todos las filiaciones que tenía con él y sus contactos para explicarles la situación, comprenderá detective, que se mejor que nadie que un gran amigo, compañero y amigo, me falta —Agrego con sentimiento, ahogando un quejido, si fue de lástima o burla no lo sabemos. —He ayudado en los arreglos funerarios, seguido al pie de la regla su testamento, sabrá usted que Richard y yo teníamos entre manos un negocio que no puedo dejar morir junto a él, sería destruir todo lo que hemos estado construyendo a lo largo de los años... no deseo otra cosa más que se encuentre al culpable de este acto...—
Jordan asentía con soslayo, absorto en sus pensamientos para volver a tierra con la frente en alto, sintiéndose traicionado. Pero no sabía si dudar o no de Nan, tal vez Trevor le manipulo, luego miro a los ojos del susodicho. Jordan no se creía lo estúpido que pudo ser en ignorar su instinto de detective, se cegó, quería llorar, pero no tenía tiempo de lamentos.
—¿Me crees estúpido Trevor? —Preguntó Jordan, el rostro del otro no se inmuto, con tranquilidad se quedaba en silencio, aceptando la acusación con seriedad. —Tal vez no lo hayas hecho tú con tus manitas, o quien sabe, pero tienes algo que ver con su muerte, yo lo sé y tú lo sabes... tendrás que ir a que te interrogue y te juro que...
—¿De qué habla detective? Yo ya fui a la policía, fui interrogado y me dejaron marcharme sin problemas, creo que me atendió tu jefe William, ¿acaso no sabía algo tan importante sobre su caso señor detective? —Preguntó Trevor en burla, estaba confiado, porque sabía que iba a ganar este caso, y dentro de un día habrá un culpable y él estará libre de sospechas.
—...Eso es mentira, tu no... no puedes haber hecho eso— Jordan estaba confundido a morir, ya no comprendía ni su propio caso, debía ir corriendo a checarlo, y aunque su instinto le decía de verificarlo cuanto antes, espero, debía saber qué diablos pasó con su hermano. —Mi hermano habló conmigo sobre la fiesta entre ustedes tres, él, usted y Adam Mathews, no me parece casualidad que mi hermano actuó de manera curiosa, aferrándose a que ustedes son tan inocentes con su coartada...si ustedes tienen algo que ver con eso...
—¿Me está amenazando detective? —Sugirió Rafael ladeando la cabeza, no lo creía tan impertinente para hacer algo así, no amenazaría a un miembro de la hermandad a la cara, conociendo lo sangre caliente que podía ser Trevor, su historial de impulsividad para lastimar a la gente le precede.
—No... solo quiero saber cómo desligar a mi hermano de Richard, Nan no es un cabo suelto Trevor, él odia los conflictos y jamás se arriesgaría a nada que perjudicara a su familia... necesito saber que puedo librarlo de cualquier problema que Richard le haya heredado con ustedes...—Jordan mandó a la mierda su caso, si habían amenazado a su hermano eso requiere toda su atención, teme por su vida.
Trevor sonrió cuando menciono a Nan, en efecto, ha trabajado duro para despistar a la policía, Devon y Stalin hicieron un trabajo impecable, Jordan sabe que es punto muerto, su preocupación se ha ido a su familia, Nan está en peligro.
—Nan es mi amado, nunca haría nada para lastimarlo... —Comenzó a explicar Trevor, Jordan le miraba de arriba para abajo, sin comprender qué diablos quería decir eso, no tardo en entenderlo.
—...oh mierda, hablas en serio. ¿Estas encaprichado de mi hermano? —Whalker estaba confundido, ahora furioso, Trevor era conocedor por sus apetitos sexuales y podía con una sencillez brutal traspasar las líneas del acoso con tal de obtener lo que quiera. —¿Quieres cogerte a mi hermano? ¿Por eso me amenazas?
—No idiota... —Trevor soltó un bufido—Voy a tener que explicártelo... verás estoy intentando despistar y proteger a tu hermano de los rivales que tenía Richard, supongo que dedushka te explico hace tiempo que los italianos y los rusos hemos tenido tensiones estos últimos años, oh bueno, creo que en realidad nunca terminaron las tensiones...—Los meseros llegaron con el pedido del magnate, sirviéndole caviar el favorito de Rafael desde que tiene memoria. Tras servirse una cucharada sopera en un pan negro, mientras comía seguía su explicación, a Jordan siempre le intrigaba una cosa sobre los hombres como Trevor, por alguna razón, tienen buen gusto para la comida y bebida, y Rafael come con una extrema finura y elegancia para lo vulgar y grosero que llegaba a ser, dejando en éxtasis y tensión la espera del detective. —Los hombres de Sandro cazaban a Richard antes de su muerte, supongo que averiguaron de Nan, conociendo que Nan llevaba un caso de archivo riguroso y largo de Richard, la mafia le fijo los ojos, lo sé por fuentes mías, tuve que hablar con ellos... necesitaba hacerles creer que era un cabo suelto de nosotros para que tengan en cuenta que va de nuestra mano, y no suya... debía reclamar la cabeza de Nan como mía, antes de que intentaran hacerle daño, debía cuidar sus pasos, borrar que tuvieran algo que ver, estoy protegiendo a Nan...
Jordan no se creía lo que acababa de escuchar, todo ese tiempo que el pasó tratando de localizar a ese tal Sasha Petrova, el asesino sin lugar a dudas de Richard, Trevor se la pasó encubriendo su rastro, no sólo eso, cuidando a su vez las espaldas de su hermano contra los enemigos jurados de Richard que eran dueños del mundo clandestino de los casinos.
—¿A qué juegas Rafael? No puedes haberte enamorado de mi hermano para jugarte el cuello por él...—Trevor no interrumpió su comida, solo sonrió con sus mejillas llenas. La respuesta a esa pregunta jamás llegó, así que Jordan tuvo que improvisar. —No lastimarás a mi hermano entonces y por si fuera poco... ¿lo vas a proteger?
—Por Nan lo que sea...—Comentó en tono modesto el magnate. Luego, hizo una pequeña pausa para hacer un remate. —Aunque... favor con favor se paga...
Jordan apretó los labios, era obvio que esa protección no le saldría gratis, hablaban de despistar a una mafia y cubrir las espaldas de Nan. —¿Qué quieres a cambio?
—Un favor sin cobrar, para mí o para quien yo decida, no importa el coste, me valgo de tú palabra, cuando llegue el momento, solo te llamaré...—Trevor era igual de audaz que dedushka, si Jordan se ponía a pensarlo, se parecían bastante.
—Hecho...—El detective Whalker le extiende la mano para sellar su trato y el magnate le corresponde con una cínica sonrisa.
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Nan se levantó en otro desdichado día, Trevor se fue dejándolo en la soledad de sus pensamientos, dándole un beso en la mejilla, le dejo un sentimiento agridulce, como si hubiera aceptado pelear en una batalla que no iba a ganar. Estaba auto-juzgándose en el baño de su cuarto, por las cosas que había dicho y hecho, no sólo con Trevor, sino con la noche en la que murió Park, se comió la cabeza hasta el amanecer de culpas, y odiándose por tenerlas. Fue como un sonámbulo hacía su closet para vestirse para el trabajo, no fue cuando ya se estaba abotonando su camisa que recordó, Sam le mando en un mensaje de texto comentándole todo el papeleo que tendrían el lunes por la mañana, como recordatorio, Nan había aprobado su examen de juez, y entre el viernes y sábado por la mañana le dieron la noticia de promoverlo a juez de otro juzgado, había pasado unos años en espera, pero había conseguido lo que quería, pasó el sábado entero despidiéndose por teléfono de muchos de sus compañeros y escuchando las felicitaciones, el lunes sería oficial, se mudaría de edificio y pasaría a formar parte de la corte criminal como juez, estaba tan absorto en la plática que tuvo con Trevor ayer que se olvidó por completo de sus obligaciones; que hasta entonces conocía fueron extintas, pero eso sólo fue por un momento mientras despertaba del sueño, lo que le seguía serían días agitados y llenos de problemas, lo atribuía como una calma antes de la tormenta, su zona de confort se acababa de romper y le han dejado un espacio en blanco terrible que llenar.
Nan era en exceso rutinario, ser consciente de los cambios de su vida a cada momento le abruman siempre, mira a su alrededor, era domingo, el peor día de la semana para Nan, odiaba tener tiempo libre, luego recordó que Miranda acaparará a Lázaro durante la semana que viene porque se acerca la boda de su prima, se mueve el juzgado y no tendrá nada que hacer. Ese mes de septiembre parecía interminable, dos locos homicidas cachondos tras su culo, si... eso era raro, en realidad sólo apostaron por su culo. Whalker se apretó las mejillas intentando comprender porque todo eso debió de pasarle a él. ¿Por qué?
Acepto que tenía un día libre, se fue de su baño y sala para llegar a su cuarto especial, un rayo mañanero ilumina en todos naranjas su cuarto de pinturas y dibujo, cuando entró por completo ilumino las acuarelas, el aroma a pintura fresca, aguarrás, grafito, papel nuevo inundo su nariz, era como entrar en su hábitat natural. En ella, era el amo y señor. Camina sobre los azulejos cubiertos en manchas disparejas de distintas pinturas, saca un caballete desplegable para colocarlo en el centro del cuarto, donde la luz no le ciega, saca un cuadro a medio hacer de papel enganchado con dos pinzas para papel a los bordes superiores y lo acomoda sobre el caballete. Revelando un dibujo que había estado pintando de Trevor, había dibujado a Trevor ahogándose, lo soñó de una manera tan real que necesitaba plasmarlo, apenas era un boceto en sucio, pero se había decidido a terminarlo a blanco con negro, sacando el difuminador y grafito para comenzar a terminarlo.
Mientras pintaba cada trazo, comenzó a suspirar.
—Eres un hombre asqueroso, un maldito asesino, un monstruo despiadado y criminal, maldito pedazo de mierda...—Dejo de pintar cuando sintió que se estaba conteniendo, debía dejarlo ir si quería afrontar los golpes que estaba recibiendo. —Vamos Nan, tienes que hacer esto, nadie más lo hará por ti... debes ser fuerte...—Soltó otro suspiro, tomando coraje y volviendo a insultar al cuadro. —¡Vete a la mierda! Eres un bastardo miserable, tu sabes perfectamente lo que querías hacerme desgraciado ¡Te odio! ¡Espero con ansias el día en que te mueras y pueda bailar sobre tu TUMBA! —Luego de dar las últimas líneas miró el retrato, acerco su rostro para luego sonreír. —Y gracias... por salvarme...
Dejo descansar ese dibujo terminado para luego sacar el de Adam, este en la enorme diferencia de Trevor, era colorido, de tonos vivos y que plantaban una faceta dulce y enérgica de Mathews, bajó el dibujo de Trevor para ponerlo con tachuelas sobre una tabla de madera, donde dejaba el dibujo reposar, ahora en el lugar donde estuvo el dibujo de Trevor, estaba un Adam semi desnudo cubierto de flores. Nan dejo ir otro suspiro y comenzó a platicar con su obra, dándole pinceladas que completaban un dibujo de hace días.
—Oh Adam, ¿en qué lío hemos terminado? —Comenzó a explicarse. —Tengo que sacarte de sus garras, estás atado a Trevor de una manera insana y te hace daño, voy a salvarte... lo prometo...—Tras un rato de pintar le dio un beso al retrato, no se dio cuenta en el momento, pero Nan tenía una pequeña mancha dorada en su mejilla, dejando a sus obras descansar y despejar su mente un rato. Salió de su departamento, notando algo extraño, un auto que había estado estacionado desde hace unas horas justo ahí, lo vio desde la ventana, estaban justo en la acera del lugar donde planeaba comprar su desayuno, desconfiado decidió irse caminando a otra tienda.
Momentos después el auto negro en marcha lenta continuo hacia adelante, en dirección al restaurante donde Nan iba.
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Adam recibía besos en el cuello con una sonrisa incomoda, intentando mantener su mente distraída mientras el hombre arriba suyo lo montaba, Mathews quería que esa sesión terminara lo más rápido posible, pero no corría con tanta suerte, el camarógrafo se enfocaba en las caderas de ambos, su rostro estaba lejos de poder contemplarse como se debe, pero no importaba, había pasado demasiados días ignorando el contrato pendiente que tenía para grabar una escena para Pornhub, su compañero de actuación era guapo, pero no le estaba ayudando mucho en disfrutar la escena, ambos estaban exhaustos, llevaban desde las cinco de la mañana en esa escena y el director de dicho video también se veía cansado.
—Pausa, el sol nos está alumbrando demasiado la escena, cierren las persianas —Explico el director y un asistente fue corriendo a cerrar la luz para que no se filtrara. —Muy bien seguimos, ya casi acabamos...—
Adam soltó un suspiro agitado, su cadera lo estaba matando y la espalda le dolía por la posición que mantenía para que se mirara mejor su trasero, curveando su espalda.
—Me estoy aburriendo...y tengo hambre...—Comentó Adam refunfuñando, su compañero le secundo.
—Igual, ya me cansé... —El hombre continuo un meneo continuo de cadera sobre Adam, sosteniéndolo con ambas manos de las piernas en el aire, una posición demasiado difícil de mantener por casi treinta minutos y sentir la constante fricción entre sus cuerpos solo lo hacía sentir incomodo, por su sudor y un descuido Adam resbalo de las manos de su compañero de escena, terminando con Adam dándose un golpe en la nariz, Mathews quiso decir que estaba bien pero cuando alzó su mirada todos quedaron horrorizados por lo visto.
—¡Esta sangrando! —Contestó una chica que fue enseguida a limpiarle la cara llena de sangre, el actor emitió un siseo al ver el golpe que le propino a Adam por accidente.
—¡Perdona! ¡Es que ya estaba cansado! —
Adam solo asintió mientras le limpiaban la cara, era sofocante tener a tanta gente acercándose a él para ver su estado, tomando en cuenta que tiene una erección y le mata la poca pasión que le había puesto a esa escena, su éxtasis ya se estaba bajando. El director furioso se acercó a Adam.
—¡Mierda Adam! ¡Después de tantos días esperando a que vengas a grabar tenías que echarlo a perder! —El director estaba furioso, llevaban atrasados demasiados días, pero Adam vaya que se tomó con furia ese grito. —¡Maldito maricón!
—Hombre, me estoy desangrando aquí, déjame en paz...—Mathews tenía demasiadas cosas en la cabeza para pensar en coger y todos los problemas que se lleva cada vez que graba una escena, ese día no estaba de buen humor y mucho menos quería a un idiota gritándole, era por ello que se esforzó en retrasar esa escena lo mejor que pudo. —Me largo, tengo que tratarme este golpe, no estoy parando de sangrar...
Adam y su compañero de video se despidieron con solo menear la mano en adiós, esa sesión había terminado, le marco a Camila en su teléfono desde otra habitación, le puso seguro a la puerta.
—Camila nena, ¿podrías traerte un botiquín? Me acabo de poner otro golpe en la cara... si, también tráeme lo que necesites que firme, quede un poco mal de la sesión de hoy...—Mathews se limpia la vaselina que le pusieron con un pedazo de papel, termino tomando una ducha rápida; y después de terminar comenzó a vestirse, limpiándose a veces la nariz que seguía sangrando, estaba pensando que su cara era propensa a ser golpeada por la gente, Trevor le pegaba demasiado seguido, sigue teniendo moretones que se asoman cuando se quita el maquillaje, y eso le estaba asustando, ¿Cuándo permitió que Trevor le pegue cuando se le dé la gana? Claro, contando los que le regalo Richard hace unas semanas, los moretones que tenía en las piernas estaban empeorando, si bien ya no le dolían sí que se veían muy mal. Esto, está mal, pensaba para sí mismo, mirando su cara, mirando su cuerpo, comenzó a lagrimear casi sin darse cuenta, recordando a Richard siendo golpeado y la sangre manchando el piso, recuerda su cuerpo ardiendo en llamas, todo le vino a la cabeza tan de pronto que no supo porque su rostro se veía hinchado por las lágrimas, quería dejar de llorar pero su cuerpo no le hacía caso, no lo obedecía, volvió a enjuagarse la cara, esperando disipar ese ardor que le invadía por la impotencia que le invadió ... perder su atractivo le saldría demasiado caro si se descuidaba. Pasó unos largos minutos esperando calmarse, no quería que nadie le viera llorar, empezó a revisar su teléfono para distraerse.
Unos minutos después llaman a la puerta de su baño.
—Adam, debemos hablar... —Comentó el director de escena, justo el bastardo que menos quería ver, Adam no estaba para lidiar con él. —¿Cómo mierda se te ocurre retrasar la escena? ¿Sabes lo que Trevor me haría si ve que este video no se filma? Tienes suerte de que Brigadeiro te cubra las espaldas porque si no hace ratos hubieras terminado prostituyéndote como la perra que eres...
Adam miró su baño, buscando un objeto lo suficientemente fuerte con lo que pudiera golpear al bastardo, encontrando un pedazo de madera que corresponde a la base de una repisa suelta, le quito los productos de encima para tener disponible la tabla, la sujeto entre sus manos, y suspiro con una sonrisa, sabía lo que iba a hacer. Abrió la puerta con delicadeza mientras hablaba entre dientes.
—No se preocupe señor, le prometo no decepcionarlo otra vez... —Cuando se encontró con el rostro del otro le golpeo con todas sus fuerzas, el director se tambaleo unos momentos antes de caer al piso noqueado por el golpe, Adam se asomó a los lados y notó que nadie lo había visto, sonriente sujeto de los pies al director y lo arrastro al interior del baño, Mathews termino de vestirse y llevarse sus objetos personales, dejando al director acostado contra la taza del baño y dejándole la repisa al lado, hurgó en los bolsillos del director de segunda y tomo su teléfono entre sus manos, lo apagó y se lo hecho en su bolsillo, después lo botaría en alguna trituradora de basura. Se fue del baño con cuidado, coloco el seguro por fuera y se fue corriendo, Camila le mando un mensaje diciendo que había llegado, su travesura le saldría cara, pero no quería quedarse con las ganas de cobrarse la vez en que ese mismo director le pego una cachetada frente a todos en una grabación que le marco la cara durante dos meses y que le valió su inseguridad para volver a grabar.
Cuando Camila llegó a recogerlo en su auto, Adam se cubría la cara con un paño y la esperaba en el estacionamiento, quería disimular su llanto. Subió al auto de Camila y se tomaba un analgésico. —Por dios Camila, ¿tú crees que el imbécil que me estaba cogiendo me soltó y me metió un putazo en la cara? Mira, me estoy deshaciendo Camila...
Ella sonrió al verlo tan aferrado en insultar a quienes le hicieron un mal día, pero no quitaba que se sentía desolada.
—Estúpido come mierda, te digo es que no entienden... ¿Camila? ¿Me estas oyendo? — Adam la miró absorta en sus pensamientos, ella se dio cuenta y negó con la cabeza.
—Perdona es que estaba viendo al auto en frente, pero sígueme platicando...—Comentó Camila, Adam dudo si seguir comentando lo que le pasó, usualmente era Adam el que se quejaba con ella de lo que le pasaba, pero tal vez la relación que ellos tenían había cambiado de una manera mucho más grande... habían cometido un asesinato juntos...
—¿Qué tienes Camila? ¿Es tu hermano? —Adam sabía algunas cosas de Camila, entre esas, era que su hermano vivía con ella y ambos pagaban el departamento, y cuando ella tenía un día difícil su hermano tenía algo que ver en ello. Camila se sorprendió por la pregunta, pero se notaba que quería hablar con alguien de lo que le rondaba en la cabeza.
—...¿Te acuerdas de mi hermano? ¿Liam? —Comenzó a platicar. —Creo que en parte es necesario que tú lo sepas, Trevor por seguro no tardara en descubrirlo, mi hermano es un detective que trabaja en el departamento de Nueva York, anoche me entere de algo que me voló la puta cabeza... espero que me creas. —Hizo una pausa y tomó aire. —Liam lleva el caso sobre el asesinato de Richard...
Adam parpadeo unas cuantas veces. —No es cierto... —Le comentó Adam, no creyendo lo oído.
—Te lo juro por mi madre, y no sólo eso, dos detectives llevan ese caso, el otro detective que lleva el caso es el hermano mayor de Nan, Jordan Whalker... mi hermano me lo contó anoche...—Camila le comenzó a platicar todo lo que le aquejaba y Adam estaba que no se lo creía.
—¿Cómo va a ser eso posible? ¿Tu hermano y el hermano de Nan se conocen? ¿Y encima llevan el caso del tipo al que le dimos cuello? ¡¿Qué mierda?! —Adam ahora entendía porque Camila estaba tan distraída, eso también le comería la tarde a los dos y en parte le ayudo a Adam distraerse de su día de mierda.
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Emma estaba enojada, como es su estado de ánimo diario desde que Zacarías se presentaba junto a ella cada mañana, con un ramo de flores en mano y dándole un beso en la mejilla. Investigar el caso de Zacarías iba a ser un grandísimo problema, pero ahora su cuello parece estar en peligro, tomo la declaración de Zacarías en un video de más de seis horas exponiendo su caso contra Trevor Rafael. Debía hablar con el jefe del departamento para que le diera permiso, pero para ello, debía ir armada con un caso no sólo sólido, sino consistente con el caso de Richard y la razón de su asesinato. Lo que Zacarías buscaba era desenmascarar a una red de una mafia rusa con la que Trevor trabajaba, a cambio de la protección de testigos y la reducción de su pena en la cárcel.
Jordan regreso de su encuentro con Trevor y Liam iba llegando a su turno, los tres se reunieron en la oficina de William, su jefe les había mandado a llamar.
William terminaba una llamada de teléfono, les indico a todos tomar asiento frente a su escritorio mientras hablaba.
—Pido que en el encabezado pueda poner a Jordan Whalker y Liam Harper, ellos dos resolvieron el caso, si... si, el imputado actualmente fue encontrado culpable y se encuentra preso, mañana darán una declaración al público en vivo, agradezco su apoyo en este extenuante caso. —Tras colgar, la sorpresa en los ojos de Liam se hizo notar, pero Emma y Jordan no parecían estar sorprendidos de lo escuchado. William se sirvió un trago de brandy en un vaso con hielo, mirando a los tres detectives con determinación. —Estuve hablando con varios medios, tenemos mañana ceremonia para premiar el éxito del caso de Richard Park, evento público ya saben, vistan el uniforme... —William notó la cara de incertidumbre que le estaba dedicando Liam.
—Capitán William... no hemos resuelto el caso de Richard... ¿Qué está diciendo? —Preguntó Liam, estaba más que confundido.
—El capitán aquí presente acaba de arrestar a otro sospechoso que "se supone" nosotros encontramos en la escena del crimen...—Le explico Jordan a Liam, mientras Emma fruncía los labios sentada para cruzar los brazos. Liam estaba confundido.
—Pero nunca encontramos a su asesino, en la escena no apareció nada relacionado a alguien vivo, seguíamos la pista de Sasha Petrova...—Liam tenía la cabeza hecha un lío, el caso seguía sin terminar en efecto, pero William parecía haber recibido una orden de terminarlo y encontrar un culpable.
—Hijo, ¿necesitas que te lo deletreen? ¡Este caso terminó, ustedes ganaron, fin de la maldita historia!—William le dio un golpe a la mesa intentando espabilar los sentidos de Liam, comprendiendo lo que acababa de pasar en esa oficina.
"Corrupción"
Harper apretó los labios negando con la cabeza en cortos intervalos de un segundo, Jordan miraba a William, Emma y Liam solo podían contar con que Jordan pusiera en su lugar a su capitán, reclamando la clase de cosa que los estaba obligando a hacer, pero no fue así.
—¿Quién fue encontrado culpable? —Preguntó Jordan, intentaba al menos saber eso.
—Un tipo que le debía dinero a Richard, vino desde Nevada hasta aquí, lo mató en un lugar abandonado y lo quemo, ha confesado todo, se llamaba Bob Finn, ustedes se presentaran mañana a las 7 am en punto para la sesión con la prensa, preguntas y respuestas y como dieron con él, vino a la comisaria, se confesó bañado en culpa y punto muerto. Si alguien pregunta si Trevor tuvo que ver en esto ustedes le dicen que arrojar nombres sin fundamentos arruinaría su reputación por error. ¿Entendido? —Cuestiono William, dejando a todos con un amargo sabor de boca, Liam sobre todo se veía más afectado que Emma y Jordan. Era una bienvenida muy cruda en su mundo profesional, y era obvio que Jordan lo comprendía.
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Trevor se quitó su abrigo negro para luego colocarlo en una percha a su disposición, en la enorme mansión que había ingresado había personal de limpieza, cocineros y amas de llaves, todos traídos desde Moscú, habían remodelado con muebles de acabado burgués y excéntrico, ese tipo de belleza anticuada a los ojos de Trevor en las casas lujosas en las que vivía unos años de su adolescencia en Moscú, pero seguía siendo una reliquia dicha mansión en la que había entrado, fue la mansión en la que vivió el mismísimo Albert Anastasia, decorado al exquisito y coqueto gusto de dedushka, algunos consideraban que remodelar tal lugar con tremendo patrimonio de las calles neoyorkinas era una cosa de locos, pero nadie tendría las bolas para decírselo a la cara al dueño de dicho lugar, ingreso en una sala de estar para los invitados exclusivos, en el centro de la inmensa habitación había casi nueve hombres, todos bien vestidos en tirantes negros a la vieja escuela, sentados alrededor de una que se encontraba en el centro de la mesa, descansaba un hombre entrado en la tercera edad, pero eso sólo lo demostraba por su cabello alguna vez negro ahora opaco con canas; y por las arrugas que adornaban su cara. Mirando con atención, su cuerpo estaba decorado en toda una vida llena de ejercicio, fue musculoso y saludable en su tiempo, valiéndole muy pocos problemas de salud comparado con el resto de los otros invitados en la habitación, sus ojos rapaces alguna vez fueron de un azul intenso, hoy manejan un poco de ceguera, notada por los lentes que usaba para leer unos documentos. Ataviado en un traje a la medida con solo negro y gris decorándolo, el anciano mantiene un eterno ceño fruncido, labios delgados y una actitud indiferente a su alrededor, bien arreglado, perfumado y peinado. A diferencia de Trevor, aquel señor presente siempre fue un hombre recto, educado y le gustaba vestir muy bien, los hombres le dan la bienvenida a Trevor con una sonrisa, como si todos los ahí presentes en realidad lo conocieran desde hace años, y en sus ojos vieran un polluelo que extendió sus alas al mundo.
—Lamento la tardanza —Se anunció Rafael yendo a darle a su abuelo un abrazo, este sólo le dio unas palmaditas a su nieto con algo de molestia, tenía prisa porque Trevor dejara de apapacharlo cuanto antes, aunque hubiera sido por sólo dos segundos, recibiéndolo con una muy... muy pequeña y minúscula sonrisa, o equivalente a eso, emitiendo un quejido como si fuera un saludo en su jerga interna. Para sorpresa de todos, ese era uno de los saludos más cariñosos que había dado el buen dedushka en todo el tiempo que sus hombres habían trabajado con él. —¿Cómo estás abuelo?
—Más viejo Trevor, ¿Cómo diablos voy a estar? Cada día más anciano, no puedo ver ni mi mierda sin lentes...—No cabía duda que era abuelo de Trevor, mal encarado, el parecido familiar podías notarlo a leguas, de hecho su rostro era casi calcado al de Trevor, obvio con años encima, podrías darte la idea de que Rafael podría llegar a verse así cuando fuera mayor, había visto fotos de su abuelo cuando era joven y a Trevor siempre le pareció casi incomodo el intenso parecido que ambos tenían, nunca se asemejo mucho a su verdadero padre.
Los hombres habían estado esperando la llegada de Rafael desde hace una hora, a la expectativa de reunirse y charlar la reunión que tuvo con el detective.
—Vino Jordan Whalker, en realidad no parecía muy interesado en el caso, ni siquiera en averiguar al culpable como tal, me termino preguntando si su hermano estaría fuera de todo el problema. Y no insistió en saber nada más después de comentarle sobre la declaración que di con William...—
Su abuelo en contestación emitió otro gruñido, mirándolo a los ojos. —Entonces ya sabía que iba a perder el caso, claro que se iba a preocupar más en cuidar de su familia, como todos...—Le comentó el mayor, Trevor había pasado casi más de la mitad de su vida con "dedushka" su tío abuelo paterno, siempre asesorándolo en todas las decisiones que ha tomado, cada asesinato que ha cometido, siempre ha tenido de predecesor a su abuelo, incluso el de Richard tenía saña picada de dedushka.
Vladimir Petrova, era su nombre, pero para todos en esa habitación era él abuelo de las mafias rusas, "dedushka" y se dirigen a él como tal, por ser reconocido como uno de los pioneros que escaparon de un gulag y forjaron su carrera en el exterior y que luego volvieron triunfales a sus raíces y gobernaban desde el barrio neoyorkino hasta los suburbios de Moscú la familia rusa "Petrova Morozóv". Trevor jamás tuvo problema alguno en tener esa plática en ruso, ya que todos en esa habitación eran nativos de la ex Unión Soviética y si había pajaritos escuchando les sería muy difícil entender la conversación que están teniendo, ellos habían llegado en el boom de las mafias que migraron a Nueva York, su auge había sido en los años setenta, hoy día todos eran hombres mayores que estaban retirados, pero a las sombras del imperio que alguna vez crearon, dedushka había preparado al hijo de su sobrino para sucederle cuando se vaya y hasta ahora Trevor no lo había decepcionado ni una sola vez. Incluso en las partes impulsivas que tomaba, eran con extremo medidas, ni ápice de duda al disparar ya, si había que ser cruel lo era, si había que esperar meses, incluso años para realizar un golpe, esperaba. Si necesitaba dormir con el enemigo y casarse con el enemigo, lo haría sin duda alguna, si necesitaba irse del país, se inventaba otro nombre y otra identidad. Todo lo que le decía su abuelo fue tomado con pinzas y aceptado con una sonrisa de parte de Trevor, ello lo ha replicado a la perfección durante años, hoy día su asquerosa fortuna y propiedades le avalan a Mac Bulterry un buen sucesor en su imperio, el más competente de toda su familia actual.
—¿Entonces estas libre de Richard de manera oficial? ¿Te aseguraste de ello? —Preguntó dedushka, Trevor asintió.
—Hable con Owen, ha contactado a todos los medios y compañeros que tiene en distintas plataformas, canales, cadenas y más para que esto se disipe y se sepa muy por encima la resolución del caso y que han atrapado al culpable...—Comentó Trevor, esperando la aprobación a la decisión que tomó y si fue sabio las acciones que tomó.
—¿Le pediste ayuda a alguien? —Cuando su abuelo menciono eso Trevor apretó los labios, le había pedido ayuda a Zacarías. Asintió con recelo.
—Mira, te lo voy a decir, hable con Zacarías, mi abogado, pero hace muy poco me entere que trabajo con Sandro... me entere demasiado tarde...—Cuando dijo eso la cara de decepción de su abuelo no se hizo esperar.
—Ne mozhet byt'... ¿Cómo pudiste confiarte en él? —El viejo Petrova estaba enojado, pasándose la mano por la cara.
—Te juro que lo que investigue de él fue de camaradas, me comentaron que era de fiar y en efecto su trabajo fue impecable, ni me notaron y tiene contactos con la policía...—Intento defenderse Trevor, pero hasta él mismo reconocía que fue estúpido confiar en un abogado como Zacarías, lo libro del caso de Richard, pero ahora podría poner en jaque toda su red.
—Hijo, los abogados son como las prostitutas, se venden al mejor postor, si Sandro le suelta un dinerito a Zacarías este le va a cantar hasta de qué color son tus huevos. —Sí, estaba enojado por su descuido, Sandro era un viejo rival de dedushka, han estado peleando territorios durante años. —Tienes que solucionar ese problema rápido, ¿entendido? —Le chasqueo los dedos para señalar que debía ser listo, y no ser indulgente con Zacarías, debía matarlo a él y chantajearlo con cualquier familiar que tenga a su disposición. Trevor no quería ni decirle que se enteró que Zacarías fue con la policía y ahora estaba siendo custodiado, aunque es probable que Vladimir lo sepa o no tarde en enterarse. Pero confiaba en su abuelo, y se lo termino diciendo.
—No dejo de vigilarlo día y noche, el tipo acudió con la policía e intentan armar un caso en mi contra, por ahora lo tengo moderado, no puedo tocarlo o de una u otra manera intentaran incriminarme a mí, planeo deshacerme de manera indirecta de él y de la detective con la que se afilio, pero debo planearlo antes de matarlo y que sea creíble, la detective puede morir en un tiroteo, él por otro lado necesito planearlo más, ya que Sandro le cubre las espaldas... aunque...—Trevor dejo de comentarle lo que pasó para luego enfocarse en un detalle aparte. —Zacarías... parece interesado en particular en esa detective, intentare chantajear con ello, si funciona o no mi plan te avisaré e insistiré en saber si puedo hacerlo de manera directa con su familia y te mantendré al tanto de todo, lo prometo... —Se excusó Rafael, pocas veces Trevor dejaba ver su arrepentimiento por alguna acción que haya hecho, pero ese error fue garrafal, sino fuera porque Devon tenía interferido el numeró de Zacarías y que le mandara constantes llamadas de números desconocidos, no hubiera sabido que estaba en un restaurante perteneciente a Sandro, de esa repentina traición no lo hubiera visto venir, tal vez dio demasiado miedo y fue muy intimidante, Zacarías no pasó ni unos días y tuvo que empezar a vigilarlo. Tiene que aprender a moderar mucho más esa mirada asesina que tiene, le está espantando buenos abogados por miedo.
Dedushka miró a sus hombres y les dirigió la palabra.
—Bueno, camaradas, lo que mi sobrino tenía que contarles, ya se los contó, lo que voy a hablar con él ahora no es necesario que ustedes estén presentes, fue un placer verlos, nos vemos el Martes para tomar el té en mi Tetra te. —Todos los presentes se levantaron y se despidieron de dedushka y después de Trevor con un beso en las mejillas y apretón de manos, cuando todos los demás se fueron, sólo quedaron los guardaespaldas de su abuelo en la puerta de salida y sus compañeros se retiraron de la mansión. Trevor volvió a tomar asiento en frente de su abuelo, sabía que lo iba a regañar y se sentía intimidado porque le llamará la atención frente a sus camaradas de antaño, todos deben tomar papel en las acciones que toma Trevor por su cuenta, ya que está manejando casi cada fisura del antiguo imperio de droga, tráfico y prostitución que tenía su abuelo, no tiene ni un solo aliado aparte de los amigos de su progenitor, conseguir gente de confianza era casi una bendición en tiempos modernos.
—Pa' te juró que puedo manejar esto, conseguiré otro abogado, no quiero que te frustres, ya sé que se te sube la presión. —Rafael más que estar ansioso por sus errores, temía por el bienestar de su abuelo, conocía sus problemas médicos y no quiere estresarlo de ninguna forma. Amaba y respetaba a su abuelo de una manera como jamás hubiera querido a su propio padre, y se ha asegurado de disfrutar su compañía muy bien y desea tenerlo lo máximo de años con él. Si hubiera que definir en una palabra a Vladimir, Trevor podía decir que incluso para insultar había "elegancia".
—Lo sé, te conozco muy bien hijo, mejor de lo que tú puedes creer— Se mantuvo de pie frente a la persiana de la ventana, mirando a sus camaradas y amigos irse por el frente, contando que todos se marcharan. Y así sucedió. —Si te soy sincero, estás haciendo un muy buen trabajo pese a lidiar con tanta gente completamente sólo, a mí me tomó años armar mi círculo de confianza, pero lo tuyo es un problema muy grave, el único compañero que tienes que te ayuda en ese muchachito Devon, está en pañales ese crío todavía, pero es el más decente que tuviste en estos años, me oiré como un anciano quejoso, pero vaya que en estos tiempos los códigos de no traición se los desfilan por los cojones...—Vladimir admitía que Trevor era bastante acaudalado para su edad, pero se forjo un imperio estando demasiado vigilado y acorralado en una era donde hay micrófonos, cámaras observándote desde todas partes, y carece de inteligencia que le apoye en tomar decisiones en ramas legales. —Vas muy bien en lo administrativo, estás impecable en el lavado, nunca he dudado de tu desempeño, llevas muy bien tu falsa empresa y manejas muy bien mi dinero, pero necesitas gente que te ayude en leyes, algún día vas a caer en la prisión porque va a pasar. Y necesitaras a alguien muy bueno y que sepas puedes confiar en su palabra...—Su abuelo siempre había podido confiar en su círculo de matones, vieja tradición rusa, siempre pelean juntos, pero la americanización que tiene que lidiar Rafael es brutal, tenía mucha competencia y pocos miembros de confianza. —¿Crees que puedas conseguir otro abogado?
Trevor permaneció en silencio unos momentos, pero supo enseguida quien sería perfecto para asesorarlo y soltó el nombre de aquel hombre que le ha quitado el sueño por las noches.
—Nan Whalker... será próximamente un juez de la corte criminal y planeaba ayudarme... es difícil de convencer, pero es muy inteligente, si insisto un poco más podría hacerlo formar parte de mi círculo...—Cuando dijo su nombre al instante Dedushka se giró a mirarlo estupefacto.
—¿Nan recuerda lo de Richard? ¿Y acepto ayudarte? —Trevor asintió, ahí empezó la verdadera platica. —¿Sabías que soy amigo del padre de Nan? —Comentó su abuelo y Trevor guardo silencio para oírlo hablar. —Durante los setentas tuve trato con él, a cambio de ayudarlo a cazar a las grandes familias italoamericanas, nos dejaría el invisible mercado a nosotros. —Hizo una pausa y tomo un sorbo de agua de un vaso, continuando su relato. —De hecho, él me hizo el favor de traerte a mi lado... ¿sabías? —Trevor miraba con fascinación a su abuelo cada que le contaba sus días dorados en el Nueva York de los setentas. —Aunque, te voy a tener que pedir que te mantengas centrado, se nota que estas muy interesado en Nan, yo que tú, intentaría tener un perfil bajo si Nathan Whalker se entera, es altamente homofóbico, es un machito al que le pega muy duro que un hijo le gustarán aunque se aun poco los hombres y sólo por ver que estás tras su hijo podría causarte problemas, es una espada de doble filo...—Rafael se siente frustrado, que se lo diga medio mundo en la calle no lo toma en cuenta, pero que su propio abuelo le diga que tenga cuidado con acercarse a Nan ahora sí que lo tomó desprevenido. —Te voy a decir porque, te noto la cara de enojo, Nathan Whalker ya le ha desgraciado la vida a Nan. ¡Le desgracio la vida a su propio hijo, Trevor! Ese mismo tipo ocasiono que Rómulo Smith, ¿te acuerdas, el senador? Bueno, por culpa de algo que le hizo Nathan, Rómulo casi se termina muriendo, todas las noticias dicen que se intentó suicidar, pero no fue así, "lo intentaron suicidar" ¿me comprendo? —Se explayo con amplitud, era un secreto a voces lo que su abuelo contaba, Nathan era muy poderoso y era claro que metió su cuchara para matar al amante de su hijo. —No te miento cuando digo que tengas cuidado, meterte con la familia Whalker es peligroso, Jordan su hermano el detective tiene amenazas de muerte para regalar, pero no está muerto porque Nathan tiene hablado con casi todos los carteles y mafias del estado nunca tocarlo, tú mismo sabes que tuve que reunirme con él por lo que paso con Richard —Hacía apenas cinco días Vladimir viajo a Washington para hablar en privado con el padre de Nan, explicándole porque sus hijos estaban envueltos en tremendo escándalo y que no culpara directamente a Trevor por ese problema, incluso le valió a Nathan cierta simpatía hacía Trevor al salvarlo de ser asesinado por Richard.
—Entonces puedo usarlo a mi favor abuelo, tengo que aprovechar esta simpatía para aliarme con Nan... ni tú ni yo podemos negar que Nan, es un partido a aliado, un juez no es cualquier abogado de segunda, si podía desaparecía todo el caso de Richard, lo que él me ofrece es siquiera cuidarme las espaldas una temporada, mudo mis expedientes a su nuevo trabajo como juez...—Trevor quería aprovechar esa oportunidad para acercarse a Nan, tenían un objetivo común por el momento, necesitaba un compañero que no fuera fugaz.
Vladimir cruzo los brazos en el borde de sus persianas mirando su jardín. —Trevor, tenemos de legado más de cien años de vida criminal en nuestras filas, desde grandes cosacos sirviendo al Zar y a sus sombras robando sus lujos y vendiéndolos al mejor postor, pasando por los tiempos en la Unión soviética donde conseguíamos contrabando con judíos, yo mismo cuando unifiqué la familia Petrova Morozóv tras escapar del gulag, tenemos una historia Trevor, una fortuna cubierta de sangre... que a mí siempre me pareció un montón de estupideces. —Su abuelo pocas veces soltaba tantas blasfemias, era un hombre bien hablado por lo general, pero los años que ha vivido a su lado crearon una confianza integra y en crecimiento constante entre ellos.
—Pero... a ti te haría feliz que yo continúe con ese legado ¿verdad? —Comentó Trevor, sintiéndose como un niño pidiendo la atención de su padre.
—No Trevor, continuaras el legado porque quieres, porque está en tu sangre y en tus venas. A ti te gusta esto que hago, te gusta sentirte poderoso y temido...—Su abuelo sabía leer muy bien a su sobrino, lo conocía de pies a cabeza, le cambio los pañales, lo cuido enfermo, le dio un hogar cuando estuvo desamparado a él y sus hermanos. Y sabía que a Rafael le gusta esa hambre, esa ansia constante de poder. —Tal vez los tiempos cambien, pero te gustan las maneras más sencillas y rápidas de hacer dinero, ¿te acuerdas cuando de manera digital robaste más de tres millones de rublos? —Dedushka sonrió cuando lo recordó, fue el primer atracó de Trevor, lo recuerda con una pillería de niño. —Tu primo te ayudo claro, él y sus amigos hicieron esa extraña acción de asaltar bancos digitales, pero tú semana a semana, recogías el dinero de distintos bancos y cuentas para entregárselo a tu primo y te guardabas una parte... —Vladimir tomó unos sorbos de agua para seguir hablando. —Recuerdo que me comentaste que estafabas viejos verdes trabajando en una extraña página de internet donde mujeres maduras vendían sus fotos en tanga y te pagaban tres rublos por cada mensaje que mandabas y que sacabas las fotos de esas mujeres de una página pornográfica...— Y comenzó a reír de alegría, recordar los primeros pasos en el mundo criminal de su retoño, le parecía su viva imagen.
—Me pagaban dos rublos y medio en realidad, era asqueroso ver fotos de penes arrugados...—Y también sonrió, tenía un primo que era un experto estafador online, viendo cómo hacer dinero con todo lo nuevo que el mundo le brindaba, lo incursiono en el mundo del sexting y estafar ancianos desesperados que no comprendían mucho del internet.
—A ti siempre te gustó eso Trevor, ¿comprendes? no los penes claro, eso lo descubriste con el paso de los años... te gustaba valerte por ti mismo, te gustaba sentirte amo y señor del mundo, eso... eso yo también lo hice a mi manera, toda nuestra familia tiene las manos manchadas de cierta forma, es parte de nosotros...—Comentó con una sonrisa. —¿Crees que tener a Nan en tu vida te traería más beneficios que problemas? —Aquella pregunta si bien le resulto un poco incomoda, a su abuelo le comentaba todo lo que le pasaba por la cabeza y pocas veces le decía una mentira.
—Si. —A Trevor nunca le enseñaron de dudar, antes de cada decisión que ha tomado la ha planeado muchas veces en su cabeza antes.
Vladimir asintió. —Entonces tienes mi permiso de traerlo, si acepta tu trato, será bienvenido a mi casa, confió en tu decisión hijo, pero si se niega quiero que tengas muy presente el que te vas a meter en problemas si insistes. A veces hay que aprender a dejar ir aquello que jamás fue para ti...—Con su advertencia dada, es elección de Trevor si tomaba la decisión o no. Después de unos minutos de silencio, volvió a hablar. —Quiero preguntarte otra cosa Trevor... ¿Crees en dios?
La pregunta no tomó tan desprevenido a Rafael, su abuelo era directo y tendía a no divagar cuando quería saber cosas en claro. —Dios me es indiferente... pero sí que creo en el diablo, ya que... si el no existiera entonces yo no sería quien soy, ni hubiera hecho lo que he hecho... —La respuesta le gusto a su abuelo, porque sonrió.
—Entonces creo que estás listo para que platiquemos de tu siguiente tarea...—Su abuelo se dio media vuelta y quedo de frente. Había un cajón incrustado a la mesa de la sala, un viejo y amarillento libro escrito en ruso, entregándoselo a Trevor, este lo tomó entre sus manos. Notando que su abuelo lucía hasta emocionado porque Rafael le echara un vistazo, mirándolo y apreciando una vieja tapa dura y escritura a mano.
—¿Quieres que adore al diablo? —Preguntó Trevor curioso, no le molestaba que su abuelo le inculcara religiones y creencias, confiaba ciegamente en las decisiones de Dedushka. Con genuino interés Trevor aceptará lo que le diga, si a él le funciono le puede funcionar igual.
—No justo al diablo... quiero que te cuides...—Dedushka sacó de su bolsillo un papel envuelto, encendiéndolo con un mechero de tonos dorados y soltando el humo. —Si haces cosas malas, puedes esperar que algún día la vida nos cobrara con la misma moneda y tienes que aprender a cuidarte del karma...—Vladimir se sentó y apreció la atención en que su bisnieto manipulaba con cuidado las primeras páginas del libro.
—Espera... ¿eres un brujo acaso? —Rafael ladeó la cabeza. —"Tener siempre Belladona, Mandrágora y Ruda a la mano"...—Leyó en voz alta. —¿Para qué?
—¿Me creerías si te digo que he visto cosas difíciles de explicar? —Sin cambio de humor, menea sus pies en el piso para luego sonreír. —A diferencia de las mujeres, yo no tengo una fábrica de fetos, y eso me dificultaba al hacer... lo que hago, los hombres tenemos que compensarlo con sacrificios de otro tipo, pero las mujeres en mi rubro son muchísimo más peligrosas. Yo era temido Trevor, no sólo por los negocios que hacía, sino por lo que creía... —
—Mafioso y satánico abuelo, eres el paquete completo...—Se mofó Rafael, estaba sorprendido de lo detallado y explicado que leía. —Tengo entendido que para los pactos de silencio se cortaban la mano y con su sangre juraban jamás cometer traición...
—Eso lo hicieron los italianos, si cometías una traición, en cierto modo traicionabas tu sangre. Una metáfora muy directa, en mi caso, yo no le juraba al dios en que ellos creían. Yo tengo un método diferente. —Reclino su asiento acercándose a Trevor y sacó un cuchillo de plata del mismo cajón de la mesa, cuyos acabados eran dorados, era muy probable que ese oro y plata fueran reales. —Esta daga le pertenecía a una bruja que yo asesine hace muchos años y con ella, me robe su "magia" por así decirlo, todos mis camaradas te pueden decir lo que vivimos en aquel gulag de donde escapamos, a día de hoy ninguno de nosotros puede saber que pasó a ciencia cierta, fui de todos el más ateo, de todos el más cerrado a creer en lo que yo consideraba calumnias. Pero... durante mi tiempo en Nueva York escape de la muerte una cantidad innumerable de veces, ileso e intacto, no tengo casi heridas en mi cuerpo, a mi edad es para que estuviera jodido de la cantidad de enfermedades que me atacaron... ahí, entran las plantas de las brujas...—Le señalo con su dedo índice una página del libro. —A lo largo de mi vida, comprendí que está bien hacer que te tengan miedo por las cosas que haces, pero funciona mucho más, que te tengan miedo por lo que no haces. —Le señalo un párrafo, donde detallaba usos de las hierbas. —Yo no ganaba las contiendas porque tenía suerte, Trevor. Las ganaba porque creaba mi propia suerte...
Trevor frunció el ceño.
—No jodas, esto es demasiado peligroso para tenerlo tan cerca abuelo... esto te podría... —Pero sus dudas fueron calladas por la mano de su abuelo, quien señalo silencio con la palma de su mano.
—Tú sabes lo mucho que me gusta la jardinería, nuestras vidas son un constante riesgo, un toro que tomamos por los cuernos solo despertar por la mañana, no sabiendo si la policía está en nuestra puerta para llevarnos tras las rejas. Tienes que aprender otros rubros hijo, a partir de hoy, vas a ser otro jardinero. ¿Entendido? —Tras las palabras de su abuelo, Rafael asintió sin duda alguna.
—Puedo instalar un invernadero en mi departamento... sería pequeño y con barrotes, tengo gatos que cuidar. —Explico Mac Bulterry, esas plantas podrían ser mordidas por los mininos.
—No hace falta que las tengas en tu casa, sé que intentas dejar de fumar, ven aquí cada que sientas ganas y pasa unas horas ayudándome con mis plantitas, te relajará y de paso aprovechas y le das unas chupaditas a la de cannabis...—Con una sonrisa señala su porro envuelto, la sonrisa del mayor dejaba ver su dentadura, había perdido un diente, era un colmillo izquierdo que fue reemplazado con uno de plata. Después de unos momentos comenzó a reír con su abuelo en la cocina, había estado respirando el mismo aroma durante un rato, sintieron un antojo maligno y prosiguieron a pedirle a la cocinera que les sirvieran el almuerzo.
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Liam estaba en su turno y se quedó en una vigilancia perteneciente a un traficante que opera de manera solitaria, estaba a solas con Jordan, ambos estaban con los ánimos bajos, Harper al fin emitió unas palabras, en claro reproche.
—Pensé que usted creía en la justicia —Señaló Liam, el detective Whalker apretó los labios, estaba furioso, optó por decirle la verdad.
—Había ido a hablar con un informante para tener una idea clara de quien era Sasha Petrova... me reuní con un miembro de la Bratva de los lobos...—Cuando Jordan le platicó aquello el novato le miraba asombrado.
—¿Usted se fue sin mí? ¿Por qué no dijo nada? —Harper estaba más que decepcionado, se sentía despreciado por que Jordan no lo considerara capaz de enfrentar a capos.
Jordan soltó un suspiro, mientras dejaba de tomar fotografías del sospechoso, tenía las que necesitaba.
—Porque están protegiendo de manera indirecta a mi hermano... alguien planeaba matarlo y la Bratva me comunicó que a petición del hombre con quien me reuní, aceptarían custodiarlo y acabaron pidiéndome cobrar un favor...—Cuando termino de explicar la situación su compañero negaba con la cabeza.
—Somos una maldita mentira...—Señaló Harper dolido. Jordan enojado le encaró.
—Lo siento Liam, pero a mí un caso no me va a importar más que la vida de mi hermano... —Se defendió Jordan
—No Sr. Whalker. Eso lo comprendo pero pensaba que le daría batalla a este hombre, que no dejaría que se salgan con la muerte de Richard... —Los ideales de Liam estaban siendo aplastados de una manera bestial y le dolía lo que oía, se pasaron por el culo su trabajo durante días. —Nos dijo que ganamos pero es una mentira... no es verdad, el asesino de Richard sigue libre en las calles y no tenemos idea ni de quien es ni que quería...
—Uy sí, me va a preocupar mucho la vida de un estafador, violador, proxeneta y pedófilo —Se burló con ironía Jordan, volteando su mirada desde la ventana de su auto a retar con su mirada a su compañero.
Harper soltó un suspiro.
—¿No de eso se trataba ser detective, buscar la verdad? —Preguntó.
—Ser detective es saber que hay verdades que es mejor permanezcan en secreto, porque correrías el riesgo de que te afecten a ti... —Un silencio sepulcral invadió el interior del auto, ninguno de los dos hablo. Jordan sacó de su bolsillo una barrita de chocolate, partiendo al mitad y ofreciéndole un pedazo al otro, Liam tomó el chocolate y le dio unos mordiscos, se sentía desolado, estafado y engañado, habían dejado al novato con una cruda bienvenida al cuerpo policíaco —Habrá casos que te dejen con mal de la cabeza. Hay que vivir conociendo que escapaba a nuestro poder y que no es nuestra culpa... —Continuo hablando. Luego le coloco una mano en el hombro al joven policía. —Tu y yo sabemos que hicimos todo lo que pudimos, tal vez solo estoy señalándote las enormes cagadas que ha hecho Richard para ayudarte a entender que no era una vida inocente, que este muerto es un favor al mundo en lugar de un problema, quiero que sepas, que no será la última vez que pierdas un caso o que quede a medio camino... —
Su joven compañero asintió en silencio, se sentía incómodo y herido, la televisión le vendió detectives exitosos que siempre encontraban culpables, le vendió hermandad, comprensión, amistades, y lo que la vida le estaba entregando era envidia de sus compañeros, desprecio a su nombrado código moral y finales inconclusos...
Pero Jordan no era malo por dejarlo pasar, sino que reconocía que no iban a ganar ese caso, Trevor había ganado, y tendrían que vivir con ese sentimiento de derrota en su pecho.
—Me siento como si fuera un mal hombre por esto...—Se sinceró con vergüenza, Jordan le acaricio la cabeza con simpatía.
—Una vez leí una frase de un escritor irlandés ¿Cómo se llamaba? ¡Ah! Edmund Burke que decía: "Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada" —
Harper recordó porque apreciaba tanto a Jordan, esperaba tenerlo muchos años más como compañero, en secreto, ese joven policía se juraba, que algún día haría justicia contra aquel asesino, tal vez le tome tiempo. Pero descubrirá quien es Sasha Petrova, incluso si debe hacerlo a escondidas.
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—¿Entonces no los matamos? Podemos hacer que se vaya la luz... —Mencionó Stalin mientras miraba a la cara a Devon, quien estaba cabeceando, tenía mucho sueño y desde que era amigo de La Fargue y su comarca de compañeros de Universidad se desgastaba lo doble de rápido, estaban en un cuarto cerrado con llave por dentro, en el sótano de mala muerte donde O'Neill es explotado hasta el cansancio y donde espiaba a la mitad de la ciudad, Stalin le sacudió la cabeza para despertarlo, el stalker logró abrir los ojos, tomó una taza de café cercana de un sorbo.
—No, no podemos cargarnos ni a Jordan ni a Liam, son parte de la familia de los cómplices de tu padre, por ahora sólo debemos seguirles la pista, o más bien yo les voy a seguir la pista, puto flojo...—Luego enfoco una cámara de vigilancia en donde custodiaba a Emma, la detective.
—Eh, ser hijo de Trevor tiene sus ventajas, puta...—Se burló Stalin mientras que le echaba ojo a Emma. —¿Y qué hacemos con ella? Esta con el soplón de Zacarías...—Devon se detuvo a meditarlo unos momentos.
—En cuanto a la mujer ella es peligrosa, tengo entendido que Zacarías la necesita, no tengo idea para que, hablaron en el territorio de Sandro y mis contactos me dijeron que planea acusar a Trevor, ¿Cómo? No sé, pero Trevor lo tiene agarrado de las pelotas porque dimos con donde vive esta mujer... no recuerdo como se llamaba... —Devon hojeo como se apellidaba. —Aquí esta, Emma Nápoles, nombre curiosito eh...
—Es linda...—Comentó Stalin, siempre le gustaban las mujeres maduras y rudas. Tal vez sea por la cantidad de porno que veía y vendía en la calle. —Si ella me hubiera arrestado yo me hubiera dejado...
—Eww saliste hetero y aparte depravado, no voy a dejarte ver las cámaras cerca de su casa...—Devon quitó de la pantalla a la detective, la tendría que mirar en su laptop cuando Stalin se fuera.
Por su parte, el hijo bastardo de nuestro perro no parecía conforme, hecho una mirada a la pantalla donde estaba el departamento de Nan Whalker, y se topó con algo extraño.
—¡Hey Devon! Alguien se quiere meter al departamento del abogado.
O'Neill fijo la cámara y no era solo uno, sino que eran varios hombres quienes demolieron la puerta de un golpe. Devon mando una señal de alarma a Mac Bulterry, marco a Brutus, el guardaespaldas.
—Brutus, un grupo de hombres acaba de entrar en el departamento de Nan Whalker, saca a Nan de ahí ileso, no tenemos idea si son los hombres de Sandro...—Devon se tuvo que despertar del todo y le dio un teléfono a Stalin. —Ve corriendo a avisarle a dedushka y Trevor, tenemos problemas...
Stalin saltó de un brinco de su lugar, yendo corriendo a la salida del sótano para advertirles a sus matones y miembros de la hermandad.
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Adam estaba que no se creía lo que estaba viendo, fueron al departamento de Camila, inspeccionando el cuarto de su hermano Liam, aprovechando que éste no había vuelto de su turno de trabajo. Camila se sentía sucia y despreciable, invadiendo la privacidad de su hermano fue un colmo como ninguno, estaba furiosa de tener que hacer lo que estaba haciendo, leyendo su trabajo, hojeando sus expedientes con cuidado, Adam a su lado tenía cuidado de no tocar muchas cosas, se había puesto guantes de látex a petición de Camila.
—Camila no jodas, el jefe de tu hermano está renal...—Comentó Adam viendo las fotos en el ig de Jordan Whalker donde a veces salía dándole un abrazo a su hermano Nan.
—¿Renal? —Preguntó Camila no comprendiendo lo último. A la par que comenzaba a guardar todo como encontró el cuarto de su hermano.
—Está re-nalgón él hijo de perra, Grrr...—Adam admitía muy pocas cosas, y entre ellas ver a un hombre tan guapo como lo era el hermano de Nan. Era una versión musculosa y más alta de Nan y vaya que le sorprendía que fuera policía. —¡Por favor detective arrésteme, soy culpable! —Mathews meneo su melena rubia simulando que lo amarraban por la espalda.
—Mantenlo en tus pantalones Adam, no encontré nada del caso, debemos irnos de aquí antes de que llegue mi hermano, ven...—Harper le señaló la puerta del cuarto y ambos salieron a la sala del departamento, Adam se quitó los guantes de látex y los arrojo a un bote de basura cerca de la sala. —No tiene caso, no sé qué más hacer, si tan sólo supiera que esto va a terminar ya... no tendría que seguirle mintiendo a mi hermano...—Momentos después ella se soltó a llorar, poniéndose en cuclillas cerca del sillón de su sala, Adam impresionado de verla llorar por primera vez le acaricio la espalda, no podía creer que justo a él también le había entrado un colapso nervioso ese día también, no podían ser los desalmados asesinos que Trevor quería que fueran, no lo eran ni de lejos. Eran sólo dos idiotas que habían cometido un enorme error, trabajar con Trevor.
Para ese momento Adam oyó la puerta del departamento abriéndose y segundos después una mole llena de músculos se acercó por su espalda para apartarlo de Camila. Liam entró corriendo al escuchar el llanto de su hermana y abrazarla bajo su brazo protector.
—¡Cami! ¡Ey! ¿Qué tienes? —Luego de preguntarle aquello el llanto de Camila no pudo parar, se agravó y no le salía ni la voz para contestar, el motivo de sus lloros estaba frente a ella y no podía hacer nada para evitarlo, frustrándola y haciéndola lloriquear como si fuera una niña, Liam redirigió su mirada contra Adam juzgándole con incertidumbre y enojo. —Espera, este es tu jefe...—Liam no era idiota, conocía que Camila tenía una relación de amor-odio con Adam, ya le había platicado sobre él. —¿Qué mierda le hiciste a mi hermana?
—Ehhh no, no, no, dude, te lo juro que nada, es que yo le estaba platicando a ella que yo...—Adam se metió en un problema gigantesco, de manera literal, Liam le doblaba la altura y no aguantara un puñetazo otra vez.
—Me... me dijo que es gay...—Intento balbucear Camila, mientras Liam y Adam la voltearon a mirar más que confundidos, fue una respuesta tan extraña que apenas Adam pudo corroborar la mentira.
—Ay Camila, deja de decírselo a la gente...—Intento seguir la mentira Adam, en realidad tan mentira no era. —Es que ella se enteró que soy gay... y que emm un empelado súper homofóbico me atacó gritándome maricón descarado... —Adam momentos después recordó los gritos del bastardo director que le estaba haciendo la vida un infierno. —Y... el hijo de puta de mi jefe, vino... me dijo que era mi culpa... porque soy un pendejo que no vale una mierda... —No sabía porque le vino tan de golpe los gritos que Trevor le daba, y su rostro comenzó a enrojecer. —Que lo único que sirve era para ser un imbécil que muestra su culo a la gente como una prostituta y que nadie me tomaría en serio... —Su nariz comenzó a irritarse y Camila se giró a mirarlo, esas eran cosas que Trevor le había dicho. —Y que si se enteraba que intentaba decirle a alguien lo que me hace me mataría y...y... —Se cubrió la cara, ya estaba llorando, Camila se levantó a darle un abrazo, Liam se apartó para disculparse.
—Perdona, de verdad, no tenía idea... con razón estabas llorando Cami...—El detective Harper los condujo a la mesa de la cocina. Pasaron unos momentos largos en los que sin esperarlo, Camila y Adam se abrazaban llorando en silencio. Hasta que pudieran calmarse para pensar con claridad, ambos sabían el sufrimiento del otro.
—Tengan, les serví la cena...— En el tiempo que ellos se tomaron para desahogarse, Liam había preparado tres sándwiches de pastrami y queso caseros, ambos fueron a lavarse las manos y secarse la cara para luego cenar en silencio junto a Liam emitiendo el resoplar de sus narices mientras comían y bebían en silencio. Liam les dejo calmarse hasta volver a hablar. —Adam ¿verdad? Mira, soy policía, atiendo denuncias, si necesitas ayuda para denunciar a alguien poderoso por acoso a sus empleados y por cualquier otro daño o perjuicio que hayas sufrido, te garantizo que puedes contar con mi ayuda...—Adam emitió una sonrisa de lástima para sí mismo, eso no ocurriría. Pero saber que hay personas como Liam en el mundo le hace feliz. —¿Saben? Les voy a platicar algo, ¿te acuerdas del caso que yo llevaba Camila? Pasó algo muy jodido, acaban de darle carpetazo al asesinato que llevaba, por arte de magia apareció el asesino que no tenía nada que ver con mi caso, le pregunté a mi capitán porque condenarán a alguien que no era culpable, y su respuesta fue que me callara la boca, el asesino de este tipo, Richard, sigue en las calles y nadie sabe quién diablos fue... —Cuando Liam les comentó eso los llantos de ambos pararon centrándose en su historia, el caso de Richard se había cerrado, ya había un culpable y no eran ellos. —Hay días y jefes muy malos ¿saben?, pero... estoy seguro que somos más buenos...—Les comentó con una sonrisa empática, intentando comprender su dolor para que se distrajeran un poco del problema. Adam sonrió y Camila emitió un suspiro de alivio.
—Tu hermano es amable...—Comentó Mathews y se limpió con la manga de su mano las lágrimas de la cara, ella sólo podía emitir chillidos ahogados.
—Lo sé... —Comentó ella, era el mejor sándwich que su hermano le había hecho hasta ahora.
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Jordan llegó al departamento alquilado, estaba harto de tener que pagar ese lugar, Emma y Liam le dijeron que estaba siendo muy descuidado de manera financiera en mudarse en una locación tan cara. Pero no sabían que Jordan había estado pagando aquel caro departamento por una razón en particular, tenía el presentimiento que alguien lo estaba siguiendo desde hace más de medio año, a veces sentía que era paranoia suya. Pero apenas llegó al pasillo de su casa, se topó con una desagradable sorpresa, había gente alrededor y un guardia del edificio inspeccionando la puerta de su cuarto.
—Disculpe... ¿Por qué abrieron mi puerta? —Preguntó Jordan, el policía se giró a mirarlo.
—Hace unos momentos un hombre salió corriendo de esta habitación, escapo rompiendo una ventana y empujo a una señora que iba pasando —Explico el guardia. —¿Quién es usted señor?
Jordan sacó su placa mostrándosela. —Soy un detective del departamento de policía de Nueva York, temporalmente me mude a este lugar, y por visto alguien sí que me sigue...—Whalker entró a su hogar, sacando su arma para revisar a fondo si había alguien más. —Llame a la policía, diga que hubo un allanamiento, revisare si no hay nadie más adentro...
Se colocó detrás de una pared cercana a su entrada. Para luego entrar por frente y mirar su casa patas arriba, sus documentos y casos regados por el piso, su mesa tirada y librero sin ningún libro ahí, todos estaban tirados por el lugar mientras que pocas hojas quedaban en algunos. Reviso su baño y cocina, nada. Después de esa terrible jornada encontrar su departamento así le hizo coronarlo como uno de sus peores días, estaba cansado, pero su instinto le había ayudado en parte, al fin dejaría de pagar aquel lugar y decir con una sonrisa que en efecto alguien lo seguía y hoy lo ha comprobado. Lo que sea que buscaran es probable que lo encontraran y ya no estuviera ahí.
—Ah... vaya día de mierda...—Su teléfono sonó y notó que era el teléfono de Miranda, la madre de Lázaro, impresionado contesto al teléfono. —¿Miranda? ¿Qué pasó?
—"¡Jordan! ¡Me acaba de hablar la policía! ¡Alguien se metió al departamento de Nan, estoy justo aquí! ¡No sé dónde está él! ¡No contesta su teléfono, parece como si lo tuviera apagado!" —Cuando Miranda le grito todo eso, Jordan sí que entró en pánico, tuvo que actuar rápido.
—Calma Miranda, voy para allá, dame unos minutos, mantente en la línea. ¿La policía está contigo? —Miranda le respondió que sí y tuvo que tomar rumbo para allá. Se dirigió al guardia del edificio. —Mire, estoy teniendo una emergencia ahora, alguien acaba de hacer esto mismo en el departamento de mi hermano, me tengo que retirar...
—Espere, espere, no se puede ir, debe quedarse a dar el testimonio ¿No? —Preguntó el guardia, pero Jordan ya se iba.
—¡Diles que pregunten por Jordan Whalker! ¡Estaré en la estación después de terminar!
El detective Whalker corrió escaleras abajo para llegar a su auto, debía correr y prosiguió a intentar llamar al teléfono de su hermano. Nan no contesta.
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Sandro Genovese apagó el teléfono de Nan, mientras el pelirrojo se encontraba sentado en la sala del restaurante, agachado y con un sueño pesado atacando sus pestañas. El mafioso tomó lugar frente al juez.
Whalker permanecía en silencio, alzó su mirada dejando ver que le habían quitado su bufanda y abrigo, sus moretones eran presentes y las bolsas bajo sus ojos notorias.
Nan estaba templando, bajo su labio inferior descansaba un puñetazo visible.
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Continuara.
(Bebés, volví en forma de ficha, lamento la demora, anduve enferma de tentativa de Covid, por lo bueno no me paso nada malo. Pero, pero, a ustedes no los dejaré descansar, ¿Qué pasará con Nan? ¿Trevor se enfrentara a Sandro para salvarlo? ¿Les agrada el abuelo de Trevor? Porque les juro que a mí me encanta escribir sobre dedushka y su tiempo cuando fue uno de los grandes capos de la mafia. Pocas veces hemos visto llorar a mis personajes hasta ahora por visto Adam y Camila no soportan la presión de llevar el asesinato de Richard. ¿Para qué querrá Sandro a Nan?
Muchas preguntas prontas respuestas.
Cielas le dedico este capítulo a una lectora quien notó un super spoiler implícito en una escena y creo que se lo gano. ¡Felicidades ciela!
No olviden seguirme en mis redes sociales, mi Facebook como. Wotoki-Gnocchi autora.
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y estar al pendiente de mis actualizaciones para conocer el destino de mis perros.
Recuerden dejarme su estrellita y que tal les pareció el capítulo, besos y nos leemos uwu. Sorry si hoy no hubo meme cielas, el capitulo estuvo un poquito denso :,D , chau, chau uwu
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