Capítulo XI. Cuando la conocí.
Era un cálido día sábado en la mañana, donde descansaba de una ajetreada segunda semana de clase, estaba despierto a hace unos minutos pero estaba tan cómodo sobre la cama que no tenía ganas de levantarme, de reojo veía a Emil dormir como ardilla en invierno y no sabía sobre la existencia de Manuel aunque no me importaba estando en la comodidad de mi cama.
Para evitar de dormirme nuevamente y desperdiciar todo el sábado decidí levantarme y salir a conocer el lugar que seria mi hogar durante los próximos años.
Una vez aseado y perfecto salí de la habitación con dirección a alguna parte de la gran academia.
Mientras caminaba trataba de grabar cada detalle hasta el más mínimo, pero luego no volver a tener problemas con perderme vergonzosamente, recorrí todos los pisos y en más de alguno vi a uno que otro estudiante -ciertamente habían muy pocos y la mayoría estaba en los jardines- llegue al que se convirtió en mi lugar favorito, la desolada azotea, allí podía tener una linda visión de lo que había más allá de las murallas del internado mientras sentía una suave brisa, definitivamente mi lugar favorito.
Luego de unos minutos fui a uno de los jardines, caminando a paso lento sobre el césped cuando escuche la voz de Manuel, lo busque con la mirada discretamente encontrándolo sentado bajo un árbol acompañado con una chica, el chileno me vio y me llamo, me acerque con calma.
- Ven sientate -dijo dándole leve golpes al suelo.
Me senté frente a los dos.
- Y él es... -preguntó la chica.
- Compañero de habitación -respondió Manuel- Lovino, ella es un familiar algo muy lejano.
- Un gusto -dijo ella extendiendo me su mano.
Le devolví el apretón de manos.
(~°w°)~~(°w°~)
- Lovi~ -la voz de Isabel me hizo detenerme en seco- Hola~ ¿Vas a algún lado?
- Lejos de ti -le dije girandome para mirarla.
- Oh~ ¿Te puedo acompañar? -preguntó con una sonrisa.
- No me importa -le dije retomando mi caminar.
Ella me siguió en silencio hasta que llegamos a mi lugar favorito de todos los edificios existentes en la academia, la bendita azotea.
Nos sentamos en el lugar de siempre, donde nadie al entrar nos vería, allí nos quedamos disfrutando de la brisa, y la tranquilidad. En eso recuerdo que ya la próxima semana es el cumplaños de Isabel, y el horrible 14 de febrero, que odioso.
- Tengo una compañera nueva -dijo de repente.
- Hum.
- Es la hermana melliza de Francis, me sorprendió verla aquí, es una buena amiga.
- ¿El bastardo del vino tiene una hermana?
- Sip, yo también me sorprendí cuando lo supe, pero es una chica agradable, bastate inocente para ser la hermanita de Francis.
- Ya veo...
El silencio reino nuevamente entre nosotros, Isabel apoyo su cabeza en mi hombro y me abrazó el brazo.
- ¿Que haces? -le pregunté sintiendo los colores invadir mi rostro.
- Tengo sueño -susurró- dejame dormir un poco~
- Pero no me abraces, maldición -le reclamé.
- Buenas noches~
Se acomodó con mi brazo de almohada, moví el brazo para que me soltara, pero al parecer en verdad tenía sueño porque no se movió ni un centímetro, suspire y apoye mi cabeza sobre la de ella, sentí el olor a miel de su cabello, y sentía su calmada respiración, estaba tan calmado y tranquilo hasta que mi celular vibró en el bolsillo, lo tome y vi que tenía un mensaje, lo revisé.
" De: Un bastardo más.
Asunto: Nos vemos.
Hijo, necesitó hablar contigo, debemos juntarnos, te espero donde siempre mañana a las 00:30 hrs."
Mire unos segundos el celular para luego responderle.
"Para: Un bastardo más.
Asunto: Nos vemos.
Iré, pero ni creas que caeré en tu estúpida tampa"
Guardé el celular y me quede mirando a la nada, aun con la española durmiendo y abrasandome.
Mire sus facciones relajadas, en verdad se veía adorable, se sentía bien estando con ella y que estuviera calmada y callada, pero debo decir que me gusta más cuando está hablando y diciendo lo "adorable" que soy, es la primera mujer -mi madre no cuenta- que me a prestado una real atención, que no vacila al decirme que me quiere cada cinco minutos, la única que siempre esta a mi lado.
Cuando la conocí, no pense que me enamoraría.
Pero si le digo acabará como todas las relaciones anteriores, las que fracasan porque no le agrada mi forma de ser, o que "ya no es lo mismo" o como me pasó la primera vez que me enamoré, la primera vez que me declaré, la primera de muchas en la que "tú no me gustas, me gusta tú hermano".
Sé que pasará eso, sé que si le digo a Isabel que me enamoré de ella todo acabará mal, no debo estar con ella, no pasaré por lo mismo otra vez.
(~°w°)~~(°w°~)
Se busca novia para Francis Bonnefoy interesadas mandar un mensaje.
Hola~ y Adiu~
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