
Epílogo
Hola. Si llegaste hasta acá, significa que pudiste leer todo mi libro (al menos eso espero).
Comencé a escribir Los pecados de Madiel, hace ya más de 8 años; en aquel momento solo fue una historia de 20 páginas, con muchos errores ortográficos y de narrativa.
Era sencillamente la historia de una adolescente que, en su casa aburrida, decide entrar a una página web donde se podía averiguar si su alma estaría condenada al infierno... con horribles consecuencias.
Hoy, a ocho años y con una madurez mayor, creé a Madiel con un sentido más profundo, con una personalidad propia, un mundo a su alrededor, que nos ayuda a comprender qué es lo que está ocurriendo y el porqué de sus acciones y decisiones. Llegas a tomarle cariño, a odiarla a veces, a sentir pena y preocuparte por ella. Estoy muy orgulloso del personaje que he creado.
El capítulo: Un perro llamado Royer. Tiene un lugar muy especial en mi corazón. Pues yo viví en carne propia la muerte de dos perros amados justo a mis pies. Ambos murieron (en años distintos) debido a la enfermedad de la garrapata, que es muy cruel por la forma que los debilita, hasta que mueren por convulsiones. Los dos fallecieron conmigo a su lado, acariciándolos y acompañándolos, llorando y viéndolos a los ojos, hasta que lanzaron un último aliento y partieron.
El segundo pecado es un tributo a las distintas historias de mujeres que he encontrado en el transcurso de mi vida, y lo duro de la realidad al ver que, en su gran mayoría, en algún momento de su vida sufrieron del abuso, acoso o incomodidad de parte de alguien. Es un peso que muchas de ellas deben cargar y superar por sí solas cada día de su vida.
El acoso y violación a las mujeres es un Monstruo real, que espero se pueda erradicar en el futuro.
El tercer pecado: es un capítulo que creé sin la intención de ofender ni atacar a nadie, refleja el enorme temor que sentí cuando a mi esposa y a mí nos dieron la noticia de que teníamos un embarazo con riesgo, donde ella debía permanecer inmóvil lo más que se pudiera en los últimos 3 meses de gestación... Todo eso sumado al alto índice de muertes de infantes en los hospitales, que se vive actualmente aquí en Venezuela.
Gracias a Dios, todo salió sin ninguna dificultad y al momento de escribir este libro tengo un hijo sano, enorme y lleno de energía, que está a punto de cumplir dos años.
Es por él que terminé este libro, el cual espero que en el futuro sea de gran orgullo para él y para mi adorada esposa, quien me alentó a continuar y culminar esta historia.
ABNF es una personificación de esas voces pesimistas, que viven en las mentes de todos. Que a veces salen a flote en los peores momentos, diciéndonos que no podemos enfrentar nuestros problemas, se alimentan de nuestra energía a diario, y a veces en algunas personas llegan a hacerlas pensar que el suicidio es una solución... Si en algún momento un pensamiento así llega a tu mente. Busca inmediatamente ayuda y alguien con quien hablar. No escuches esas voces.
Nuevamente, gracias por leer mi primer libro, sígueme en Instagram:
@HeberthReyesB y en Twitter como: Heberthreyes1
Trataré de que este libro sea publicado, bien sea por una editorial o por autopublicación en Amazon (que es lo más seguro). Espero puedas apoyarme en ese momento con alguna reseña.
Se lo dedico principalmente a mi hijo, luego a mi querida esposa Gabrielis Hernandez, que siempre me animaba a terminarlo. A mi amigo del alma y primer lector, Carlos Canela. Y a mi casi hermana Beatriz Aguirre... ellos son los culpables de que ahora tenga deseos de volverme escritor.
Comparte este libro con alguien que creas que también pueda gustarle y apóyame a que cada día más personas conozcan mi obra.
Le agarré un enorme amor a escribir, y planeó seguir haciéndolo.
Te deseo lo mejor... Hasta pronto.
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