Con todo, Jimin se ha adaptado bastante bien a la vida híbrida. Ha tenido que aprender a arreglárselas desde que era un niño, después de todo, cuando su madre le había dicho que no siempre estaría allí para protegerlo y, por lo tanto, necesitaba encontrar la manera de hacerse un hueco en este lugar. mundo vertiginoso donde las personas constantemente se menosprecian entre sí, con una taza de café cara en una mano y la funda del macbook en la otra.

Ser él mismo es una batalla diaria que Jimin no ha tenido más remedio que aceptar. Y ahora, a pesar de las miradas de menosprecio ocasionales que recibe en la calle, honestamente puede decir que está orgulloso de quién es. Está orgulloso de las dos orejas esponjosas que sobresalen de su mata de cabello rubio desordenado; son suaves al tacto y lo ayudan a evitar todo tipo de peligros mientras está fuera de casa en la ciudad. Está orgulloso de la larga cola que se enrosca detrás de su espalda; sabe que las manchas negras, marrones y blancas que lo adornan lo hacen lucir aún más lindo, y nada se compara con la sensación de ser acariciado justo en la base. Está orgulloso de sus reflejos, de su aguda visión, de la forma en que es capaz de sentir cuando algo está a punto de salir mal.

Incluso si tuviera la opción, Jimin no querría convertirse en humano. Está perfectamente feliz con la forma en que están las cosas y, al menos, ser un gato híbrido significa que recibe las mejores golosinas en el hogar, especialmente porque sabe que tiene a su dueño, Yoongi, envuelto alrededor de su dedo meñique. Bueno, patita, por así decirlo.

Sin embargo, hay un fatídico día que termina poniendo en peligro toda la filosofía de vida de Jimin.

Está acostado en el sofá, el sofá de cuero que Yoongi siempre dice que es extremadamente caro, lo que significa que técnicamente nadie más que él debería poder sentarse allí. Excepto que Jimin es Jimin, y Jimin puede hacer lo que quiera en la casa. Así que está acostado allí, lamiéndose las patas, ronroneando en voz baja sin otra razón en particular que lo cómodo y relajado que se siente, cuando escucha el crujido de las llaves provenientes de la puerta principal, que se abre un segundo después.

Yoongi entra, la cara prácticamente ahogándose en la enorme bufanda que había envuelto alrededor de su cuello esta mañana.

Sin embargo, esto no es lo que sorprende a Jimin. Lo que lo sorprende es el olor que Yoongi lleva consigo: está su olor habitual, por supuesto, a pino y ligeramente cítrico, pero no es el mismo que todos los días. Hay algo más aquí, algo... animal.

Jimin frunce el ceño. Sabe que a Yoongi a veces le gusta ir a uno de esos cafés para perros en el centro de la ciudad, pero últimamente ha estado tan ocupado con el trabajo que no hay forma de que haya encontrado tiempo para ir.

De repente, todo tipo de pensamientos invaden la mente de Jimin, y siente que su corazón se acelera.

Yoongi no podría haber traído otro gato a casa, ¿verdad? Oh , por favor , esto no. Jimin le había dicho una y otra vez: está dispuesto a vaciar los refugios, pero no hay suficiente espacio en el regazo de Yoongi para dos gatos, y Jimin necesita su sesión de caricias nocturnas, de lo contrario no puede conciliar el sueño. Conseguir otro gato está fuera de discusión, y Yoongi había prometido nunca tomar una decisión tan importante sin consultarlo primero.

Jimin está realmente confundido.

Mira a Yoongi, luego comete el error de dejar que su mirada se deslice más abajo, hasta sus pies, donde descansa una jaula, cuidadosamente colocada en el suelo. Jimin jura que escucha movimiento, un pequeño chillido seguido de una serie de curiosos sollozos. Ve el movimiento de una oreja y entrecierra los ojos: demasiado grandes para pertenecer a otro gato, piensa para sí mismo.

Sus garras se clavan en el sofá y sabe que Yoongi lo regañará más tarde por dejar marcas, pero no le importa. Lo que sea que haya dentro de esa jaula acaba de moverse nuevamente, y Jimin necesita estar listo para defenderse. Pasa otro minuto, y luego la criatura da unos pasos hacia adelante, caminando efectivamente hacia la luz. Los ojos de Jimin se abren.

Es un conejito

Inmediatamente sisea, con la espalda tensa, la cola levantada y el cabello erizado hasta el cuello.

Un conejito Yoongi ha traído a casa un conejito. ¿Está loco? Jimin piensa.

La cosa lo mira con los ojos muy abiertos y asustados, y Jimin deja escapar otro siseo amenazador.

── Jimin, detente. ─ La voz de Yoongi es seria y autoritaria, un tono que no usa con frecuencia. Jimin gruñe por lo bajo, echándole un vistazo a Yoongi, y cuando ve que su dueño no está bromeando, se vuelve a acomodar en el sofá, consciente de vigilar cada movimiento del conejito. Nunca ha interactuado realmente con uno de esos antes, pero sabe que no debe confiar ciegamente en otro híbrido.

Dirige una mirada acusadora hacia Yoongi, quien solo suspira y se pellizca el puente de la nariz.

── Mira, lo sé. Pero no tenía otra opción, ¿De acuerdo? Hoseok se va de vacaciones por cuatro días y me pidió que lo cuide. ¿Qué se suponía que debía decirle? Estoy tratando de conseguir que salga conmigo, ¿Recuerdas?

Jimin resopla. Los humanos y su ridículo negocio de enamoramientos. No le importa el romance, siempre que no interfiera con sus mascotas nocturnas. Y por lo que parece, es exactamente lo que está a punto de suceder.

Termina de mal humor toda la noche, actuando altivo y desinteresado incluso cuando Yoongi propone compartir algo del pollo asado que había traído a casa. Por lo general, Jimin no puede resistir el tentador olor, pero esta vez es diferente. Hay un conejito no deseado en la casa, y eso es suficiente para quitarle el apetito.

Jimin sigue lanzando miradas duras a la criatura desde su lugar en el sofá. Después de la cuarta vez, Yoongi deja de intentar regañarlo, se encoge de hombros y vuelve a su comida.

El conejito está comiendo lechuga, junto a Yoongi, que está sentado en el suelo. Cuando siente la mirada de Jimin sobre él, su cabeza se inclina hacia arriba con curiosidad, solo para gemir ante la expresión amenazante en el rostro de Jimin.

Sin embargo, no es suficiente para disuadir a Jimin: él sabe lo que está haciendo el conejito. Está tratando de hacer que la resolución de Jimin se rompa haciendo uso de su ternura, pero no hay forma de que funcione. En primer lugar, él no es tan lindo , piensa Jimin con un resoplido descontento. Y en segundo lugar, Jimin es mucho más lindo.

Al final, decide abandonar la sala de estar. Si va a tener que compartir lo que se supone que es su territorio, también podría dejarle claro a este intruso que aparecer sin ser invitado tiene sus consecuencias.

Jimin se pavonea hacia la cocina, sin dedicarle al dúo una segunda mirada. Puede escuchar el suspiro exasperado de Yoongi en la distancia, pero no le presta atención: sabe que su dueño está demasiado azotado para permanecer enojado por mucho tiempo. Por eso siempre perdona a Jimin por robarle jamón de su plato.

Cuando se acerca a la esquina de la cocina donde se encuentra su plato, Jimin escucha un extraño sonido de tap tap tap que lo hace detenerse en seco. Sus oídos se contraen, identificando el ruido como proveniente de detrás de él. Se da la vuelta bruscamente y no puede evitar saltar un poco de sorpresa cuando se da cuenta de que este conejito de gran tamaño en realidad lo está siguiendo. No solo está robando todo el espacio vital de Jimin, aparentemente también decidió amenazar su seguridad.

"¿Qué quieres?", sisea Jimin, con un tono amenazador mientras evalúa el tamaño del conejo. De hecho, es mucho más grande, pero Jimin es rápido, y si se trata de eso, está bastante seguro de que podría ganar en una pelea.

El conejito no responde. Sus ojos grandes y redondos nunca dejan la cara de Jimin, y su nariz se contrae ocasionalmente. Da un paso tentativo hacia adelante, luego otro cuando ve que Jimin no retrocede.

" Para", dice Jimin, pero el conejito no escucha, por supuesto que no, ¿Por qué lo haría? – y salta aún más cerca.

Jimin está completamente perdido. No es hasta que se enfoca en la nariz del conejito que entiende: la cosa lo está olfateando. O al menos, intentándolo.

Inmediatamente, Jimin salta hacia atrás, enseñando los dientes en lo que espera sea suficiente para disuadir al otro híbrido. Él sabe que no es el gatito más aterrador que existe, incluso se enorgullece de verse tan suave y adorable, pero en este momento, realmente desea que ese conejito se vaya a la mierda.

"¡¿Qué demonios estás haciendo?! Deja de olfatearme, pequeño… Intenta alejarse, pero su espalda choca contra el mostrador y no le queda espacio para escapar. El conejito persistente entierra su rostro en el cuello de Jimin, olfateando y amasando su suave pelaje con sus patas.

Jimin chilla y se congela. Por miedo, cierra los ojos. Si esa cosa planea lastimarlo, preferiría que no sucediera. Soportarlo ya será bastante difícil.

Está exceptuando el dolor, ya sea por un mordisco o un arañazo o lo que sea que hacen los conejos para atacar a otros, pero no pasa nada.

El conejito sigue olfateándolo y frotando su cara por todo el pelaje de Jimin, y cuando escucha el sonido de pasos acercándose, Jimin finalmente abre los ojos para encontrarse con un Yoongi riéndose, con las mejillas todavía hinchadas por la comida.

── Realmente le gustas, eh. ─ Reflexiona su dueño, sacando rápidamente su teléfono de su bolsillo para grabar la extraña escena. Se ve demasiado divertido por lo que está sucediendo.

Jimin gruñe y golpea sus patas para mostrar su molestia.

Si no hay nada que pueda hacer sobre esta terrible situación, que al menos se sepa que no está disfrutando de ninguna parte de ella.

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El conejito se niega a dejar su lado.

Han pasado tres días y todavía se aferra a él hasta el punto en que Jimin tiene problemas para caminar de un lugar a otro.

Se enteró de que el conejito se llama Jungkook, que es dos años menor que él y que disfruta más las fresas. Eso es todo lo que ha podido sacar de él: Jungkook, a pesar de ser demasiado cariñoso, no es muy hablador.

A pesar de su desgana inicial, Jimin se ha acostumbrado extrañamente a la sensación de tener otra cálida bola de pelo pegada a él en todo momento, al igual que él se acostumbra a todas las cosas. Con profundos e irritados suspiros saliendo de su boca cada cinco segundos más o menos, pero aún así. Al principio se mostró cauteloso, llegando incluso a mostrar sus garras, pero tratar de alejarse del conejito es una tarea agotadora; después de muchos, muchos intentos fallidos, llegó a la conclusión de que en realidad es bastante inútil. Jungkook solo gime y baja las orejas de una manera que parece tan genuinamente triste que Jimin siempre termina cediendo.

Y admitirá que los abrazos se sienten un poco agradables, especialmente cuando Yoongi está trabajando tarde y, por lo tanto, llega a casa demasiado cansado para darle a Jimin las caricias que se merece.

Jungkook está muy feliz de asumir esa responsabilidad, lamiendo la parte posterior de las orejas de Jimin con seriedad, ese lugar en particular que se siente tan, tan bien y que Jimin nunca puede alcanzar por sí solo.

Él ronronea contento mientras Jungkook lo empuja y lo muerde, y de vez en cuando, intercambian roles, siendo Jimin el que acicala al gran conejito que siempre está sucio por saltar demasiado por la casa.

🍓

Yoongi llega a casa una noche y encuentra a Jimin y Jungkook enredados, durmiendo profundamente en el sofá (el sofá de cuero, nota con un dejo de irritación, pero la escena es tan entrañable que ni siquiera logra enojarse) ).

Jimin está ronroneando mientras duerme, algo que solo hace cuando se siente particularmente cómodo.

Yoongi toma otra foto de los dos y busca el nombre de Hoseok en sus contactos.

22:32 [adjunto: 1 imagen]

creo que se llevan bien

Está en el proceso de recalentar algunas sobras de la noche anterior cuando su teléfono suena con una nueva notificación. Jungkook salta levemente con el sonido, pero en realidad no se despierta, sino que se acurruca más cerca de Jimin con un pequeño suspiro de felicidad. Yoongi sonríe ante la vista que hacen los dos y vuelve a mirar su teléfono.

22:37 | de: Hoseok

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡lindo!!!!!!!!!!!!!

ten cuidado, jungkook tiende a enojarse con las cosas que le gustan mientras duerme

jajaja

de todos modos buenas noches!!!

Los ojos de Yoongi se abren como platos en el mismo momento exacto en que un fuerte chillido resuena en la sala de estar.

“ ¡¿Estás loco?! ¡Deja de frotarte contra mí, pequeño- Jungkook!”

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Buenas noches 😽