Capítulo 11
Un rumor se empezó a esparcir por el Instituto Santuary.
Era hablado desde los primeros años y mucho más escuchado en el campus de los mayores y se trataba de que los alumnos de último año Kardia Antares y Degel Versau estaban saliendo.
Era realmente un tema de conversación que se dividía en 4 partes...
1-¡Es mentirá!opinaban algunos ya que no le veían química alguna o algo que los uniera.
2-¡Es verdad! Era muy probable, dos jóvenes guapos de la misma edad, si estaban juntos muy probablemente solo era en el ambiento sexual.
3-¡Degel es demasiado para Kardia! Esta era la opinión que se habia formado entre las recientes admiradoras del nuevo estudiante de intercambio, pues era difícil de creer que aquel joven con apariencia de príncipe tan pulcro, educado, reservado, tranquilo e inteligente estuviera de amores con el torbellino Antares.
4-¡Kardia es demasiado para Degel! Las eternas enamoradas de Antares aseguraban esto con certeza,El heleno era popular desde que entró en el instituto, poseía un hermoso perfil griego, un cuerpo de ensueño gracias al ejercicio además era el capitán del equipo de Fútbol, No tendría sentido que estuviera junto a ese insípido chico.
Muchas opiniones pero con el tiempo la realidad se fue mostrando hasta que no quedaron dudas y rumores de que en realidad si estaban saliendo, no solo era sexual estaban realmente enamorados, era hasta cursi de ver.
Hoy era un día importante...El equipo "El dorado" se debatía en la cancha del campus contra el equipo "El plateado" de la institución rival de Santuary, hoy era la final del torneo estadal y el marcador estaba 1-2 a favor de los del equipo El plateado.
Los alumnos de Santuary se mordían las uñas, por supuesto que querían que su equipo fuera el ganador estadal, además competían contra su enemigo deportivo legendario.
—Maldicion estamos perdiendo —Decia con frustración Tenma un alumno menor.
—No pierdas la Fe Tenma, nuestro equipo está esforzándose mucho puede ser que empatemos —Consolaba su mejor amigo Alone.
—No entiendes Alone no podemos empatar ¡Necesitamos ganar son las finales! —Decia lleno de determinación el rubio le miraba con una gota de sudor recorriendo su frente, su amigo se tomaba muy enserio las competencias.—Tenemos que ayudar al equipó.
—Uh...pero ¿como podemos hacer eso?—El más bajo preguntaba sin entender.
—Dejame contarte un secreto...—le susurro, su amigo al sentirlo tan cerca se sonrojo un poco —Se de un amuleto que hará que ganemos.
—Wow ¿Realmente funciona?—Preguntaba el rubio sin poder creer que existiera algo así.
—Je...solo espera unos minutos Alone, volvere y traeré conmigo la victoria del equipo —El castaño se retiró ante la curiosa mirada de los orbes azules de su amigo que solo suspiro esperando que no hiciera nada imprudente.
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Degel se encontraba bajo un árbol con un libro entre las manos, su clase había terminado hace más de una hora pero esperaría como era costumbre a Kardia para irse juntos a la casa Antares, no le agradaban los ambientes tan ruidosos como el que se estaba viviendo en la cancha del campus, si bien gracias a su ahora novio se veía envuelto entre citas y salidas espontáneas que lo hacía salir de su encierro aún así no dejaba de lado su pasión por los libros y amor hacia la tranquilidad y silencio además aprovecharía el tiempo para perderse un rato en ellos.
—DEGEL-SENPAIIIII
El galo levanto la mirada al ver a un joven castaño corriendo hacia el gritando su nombre —¿Que sucede por qué gritas de ese modo?—Pregunto cerrando su libro para prestarle atención al joven que respiraba agitado para recuperar el aliento.
—Degel Senpai, no me conoce pero mi nombre es Tenma lamento molestarle —El menor estaba más educado que de costumbre, temía que si tenía malos modales ese chico con apariencia de aristócrata lo reprendiera.
—Solo dime Degel, no seas tan formal Tenma —Le sonrió un poco para darle confianza—¿Te puedo ayudar en algo?
—De hecho si, necesito que venga conmigo al campus—Dijo el chico con determinación.
—¿Por qué, acaso alguien se lastimó?—La idea de que su novio saliera herido le preocupo.
—No, no tranquilo El capitán Kardia está bien—El galo sintió el rostro caliente de la vergüenza ya que el ni había preguntado directamente por su novio —Pero es de vida o muerte si no viene perderemos el partido.
El galo suspiro recuperando su compostura —No soy muy bueno en deportes no veo en qué pueda ser de utilidad, pero si me necesitan vere en qué puedo ayuda—Se levantó de dónde estaba sentado y se encamino con el chico hacía el campus.
En las gradas entre los primeros asientos Alone miraba hacía la entrada esperando ver a Tenma con el supuesto amuleto y le sorprendió verle llegar con un alumno mayor de anteojos ¿Que tramaba?
Degel fue guiado por el castaño hasta las gradas aún sin comprender en qué sería de ayuda, el menor solo le dijo que se sentará ahí.
—¿Tenma que significa esto, por qué trajiste a un Senpai donde está el amuleto? —El rubio no entendía las acciones de su mejor amigo.
—Este no es cualquier alumno de último año Alone...se trata de Degel —Sonrio el castaño orgulloso de haber logrado su propósito.
El chico escaneo con la mirada al recién llegado...no se veía muy deportivo, todo lo contrario tal vez ayudaría a un concurso de matemáticas o de ciencias pero ¿En el torneo estadal?
—Uh ...¿entonces quien es?
—Es el novio del capitán Kardia.
Antares respiraba agitado pensando en su próxima jugada, ya estaba bastante exausto y el marcador no le favorecía a los suyos, se sentía algo mal pues habían entrenado mucho y prometió llevar a su equipo a la victoria...su corazón se empezaba a acelerar exigiéndole que ya parará, sin embargo sus ojos pasearon vagamente por las gradas y a lo lejos pudo ver entre los primeros asientos a su francesito, esa melena verde no pasaba desapercibida para el, lo reconocería a kilómetros.
—Degel está viéndome...—Susurro para si mismo recuperando el aliento, el galo le dio una afirmación con su cabeza cuando cruzaron miradas en un gesto de apoyo.
—Ja por fin la copa será nuestra—Le provocó uno de los jugadores del equipo contrario.
El helano se apretó aún más la coleta que sostenía su cabello azulado y sonrió tan tetricamente como hacia cuando algo le emocionaba en sobremanera.
Su novio lo estaba viendo tenía que lucirse.
La acción de Tenma comenzó a tener sentido para Alone, el ya agotado capitán Kardia se convirtió en un letal jugador que robaba la pelota al equipó contrario en menos de 2 minutos ya había anotado un gol dejándo el marcador en empate.
Los del equipo contrario notaron esa jugada y se colocaron de acuerdo para no dejar que ese sujeto tocará nuevamente el balón, Kardia recibió un pase de su equipo nuevamente y burlando la defensa del plateado logro anotar justo a tiempo antes de que el segundo periodo de juego acabará.
—GOOOOOOOL
—¡EL EQUIPO EL DORADO DEL INSTITUTO SANTUARY GANA!
—VIVA EL CAPITÁN KARDIA.
Los alumnos se volvieron locos gritando sin parar por la repentina victoria que fue lograda en tan poco tiempo, el equipo celebraba mientras iba a su camerino, el rubio miro a su mejor amigo impresionado y este sonrió con orgullo.
El galo algo incomodo por tanto escándalo se levantó de su asiento dispuesto a retirarse.
En los camerinos los chicos celebraban y reían después de la ducha, debían ir a celebrar con toda la institución que lanzaría fuegos artificiales al atardecer, faltaba poco para eso. Ya todos estaban vestidos y aseados listos para el agasajo.
— Viejo que haces ahí sentado vamos a celebrar esto es prácticamente gracias a ti —Manigoldo que también era parte del equipo animaba a su mejor amigo a salir con ellos.
—En un rato te alcanzo maní tengo un asunto que atender —Le sonrió y el italiano acepto acotando que le esperaría afuera.
Una vez se vio solo en los vestidores suspiro y se tomó del pecho que le dolía un montón...tal vez se había excedido un poco.
Los pasos en la entrada le hicieron levantar la cabeza.
—No me regañes por favor —Pidio al ver esa cara de preocupación de su francés.
—No pensaba hacerlo —El galo se sento a su lado y le empezó a sobar la espalda, Kardia relajo su expresión —Estuviste increíble...
—¿Tu crees?—Sonrio como un perrito esperando aprobación.
—Mucho...—Lo tomo de las mejillas acortando la distancia hasta darle un casto y cálido beso que el heleno recibió con una sonrisa en media luna—Pero no debes sobreesforzarte tanto mon amour—Acaricio sus hebras azules con cariño.
—Estoy bien Deggie, ¿Cómo no podría esforzarme si mi lindo novio me fue a apoyar?—Lo tomo de la cintura en un abrazo meloso.
—No sabía que era tan importante para ti que fuera a tus partidos, lo siento... trataré de estar mas presente —Se sintió mal por ello.
—¡No, no, no! Demonios Degel de vez en cuando está bien no siempre puedo lucirme así ¿Quieres que muera acaso? —Empezo a reír y el galo solo sonrió negando.
Después de comer una manzana cortesía de su francés, se sintió más tranquilo y pudo disfrutar de la celebración extravagante del instituto, vieron los fuegos artificiales con emoción y algo de melancólia...después de todo era el último torneo que jugaria como capitán de los dorados. Pese a que Degel no disfrutaba de espacios tan bulliciosos no hizo ademán de querer marcharse y le acompañó en su alegría.
Aquella noche como muchas otras se encaminaron hasta la mansión Antares bajo las estrellas en aquella motocicleta con unas sonrisas plasmadas en el rostro, hoy había sido un buen día.
Aunque al llegar a casa esa suavidad de su amor inocente y puro se torno algo turbia, Kardia tomo una nota de su padre que decía:
Ya que es fin de semana fui a visitar a la abuela con Ecarlate y Milo, cuiden la casa y cuídense ustedes...los quiero chicos ¡Usen protección!
El heleno dobló el papel hecho una furia, su viejo era un entrometido...ya todos conocían la relación que mantenían desde hace unas semanas para acá, y pues todos podían notar esa tensión sexual que desprendían.
Pero simplemente no sabían cómo materializar todo ese deseo que de solo tocarse les quemaba.
—¿Que decía la nota del señor Zaphari?—Pregunto el galo mientras preparaba la cena, hasta la señora de servicios domésticos no estaba.
—Pues, que no volverán si no hasta el lunes.
—Oh que bueno que se diviertan —Picaba algunos vegetales para unos sandwiches.
—Si y también que usaramos protección.
—¿Q-que?—Pregunto abochornado, por poco se vuela un dedo.
—Jajajaja—Kardia se divertía por su reacción —No le hagas caso al viejo, es un lunático no haremos nada hasta que no te sientas completamente cómodo.
—Ok...
El galo suspiro sintiéndose algo decepcionado, realmente las hormonas estaban haciendo estragos en el y vivir con Kardia no le ayudaba en nada, los últimos días tenía que atenderse en el baño por si mismo ante cada mínima cosa, si lo veía morder una manzana ¡Se prendía! Si lo veía sudando mientras se ejercitaba ¡Se prendía! Si lo veía cambiando algún repuesto de la moto ¡Se prendía!
Realmente le frustraba que el heleno fuera tan en extremo caballeroso se sentia mal por su mente insana, realmente quería pasar al proceso de apareamiento pero era incapaz de pedirlo a voz abierta.
NO NO NO jamás haría tal cosa, se avergonzaba de solo imaginar que Kardia supiera que pensaba de ese modo.
Por su parte el griego no estaba en mejores circunstancias, realmente no entendía de dónde sacaba tanto autocontrol para no explorar ante el deseó sexual tan TAN intenso que tenía pero no quería asustar a Degel, le importaba demasiado como para incomodarle de algún modo.
Ambos suspiraron para calmarse y continuar haciendo la cena, accidentalmente su manos se rosaron y estaban tan sensibles que se quedaron observándose con un brillo más allá de lo dulce, realmente cuando estaban completamentes solos se volvía unas bestias deseosas de contacto. El más mínimo Rocé les quemaba.
Después de cenar cada uno se fue a sus habitaciones después de un buenas noches, cada uno en la comodidad de su cama no podían conciliar el sueño...tan cerca a solo unas puertas de distancia para cumplir sus fantasías pero a la vez tan lejos.
¿Cuánto más podrían aguantar está tensión? Y ahora solos por todo un fin de semana sería imposible seguir contenidos.
~Gifer1710
Los niños quieren apareamiento jsjsjsjsj
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