Capítulo 10
Estúpido, idiota, tan tonto y todos los improperios que se puedan dar a una persona imbécil se los repetía para si mismo.
¿Que demonios esperaba?
¿Un amor desbordante y apasionado como orgullo y prejuicio? Que idiotez está era la vida real...
Definitivamente los libros no lo enseñan todo, nunca pensó que viviría en carne propia lo doloroso que podía ser un desamor porque era así...
Se había enamorado de Kardia Antares.
No sabia cómo ni cuando ni el porque o cual fue el detonante para llegar a esa conclusión pero así era.
Jamás pensó que sentiría esas cosas de las cuales constantemente leía, esas patrañas de mariposas en el estómago se sentían explicaciones vacías, nulas y vagas a lo que experimentaba en carne propia cuando veía a ese sujeto,era atractivo, el típico centro de atención no podía creer que a pesar de ser tan escandaloso, falta de modales y que con personalidades tan diferentes le gustará tanto.
Le gustaba muchísimo Kardia.
Había algo más en el detrás de esa mueca de "no me importa nada" era calido, muy amable y sabía amar tan bellamente a la gente que quería como sus hermanos y familia aunque al parecer el no era parte de eso.
Fue muy iluso creyendo quien sabe que demonios, podía oír desde su habitación como reían en compañía de esa chica tan encantadora tan diferente a el y tan perfecta para Kardia...porque odiaba admitirlo pero eran perfectos juntos, cuando la vio hasta por su mente paso lo parecidos que eran ambos.
No quería estar más aquí...se sentía tan...tan tonto, según era un prodigio el más inteligente de su clase y de muchas cosas pero en el arte del corazón era un ignorante.
Tomo su teléfono celular, le mando un mensaje a Asmita pidiéndole verse, quería hablar con alguien y desaparecer de ese hogar en el que se sentía tan intruso.
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En la misma casa en dónde el francés sufría su primer dolor por amor los demás reían mientras comían pizza gracias a las anécdotas e interpretaciones de la chica para contarlas.
La joven acababa de llegar de su país natal, pasaría un par de días en Grecia ya que estaba de vacaciones. Era la anterior novia de Kardia Antares, como toda adolescente quedó encantada por el físico del heleno y además tenían muchas cosas en común, empezaron su relación a los 16 y decidieron concluirla un par de meses después ya que ella debía volver a México.
Jamás tuvieron problemas, fue de esos romances que se recuerdan con cariño pero no había algo más profundo, congeniaban mejor como buenos amigos, además a los 16 años no tenian suficiente madurez emocional para algo más profundo, y realmente Kardia era un desinteresado con ella y ella aspiraba otras cosas.
Mantenían comunicación eran buenos amigos pero Zaphari siempre la molestaba diciéndole que es la nuera favorita y que aún eran novios.
—Jajaja...bueno muchachos ya es la hora de la siesta de este bebé —Zaphari tenía en brazos al pequeño rubio que cabeceaba, sus párpados estaban más cerrados que abiertos—Me alegra que nos pudieras visitar Calvera sabes que está es tu casa.
—Antes de volver intentaré pasar nuevamente por aquí...adiós viejo—Le sonrió y le vio irse, Ecarlate les dejó solos también ya que había recibido un texto de su compañero de curso de repostería—Muy bien bicho rastrero —Rio divertida y le miro con perversión —Quiero el chismesito...
—Ehhh de que hablas bruja chismosa—Siguio comiendo de su pizza y la miro con extrañes.
—Kardia Kardia Kardia....las mujeres como yo tenemos un ojo de loca que no se equivoca, por dios ...¡Te gusta el peli verde, te encanta! —Grito riendo y este se apresuró a taparle la boca con las manos.
—Shhhh cállate tonta, todos te van a escuchar aún no se lo digo —La chica le lamió la mano y este la retiro con desagrado—¡Eso es asqueroso Calvera!
—Es muy lindo, parece un muñeco de porcelana diosssss cuando lo vi sentí el verano en mi, si no es de tu bando pido chance —Le divertía ver cómo la mueca de su amigo se endurecia por los celos.
—Ni lo sueñes, además no es que yo sea de "ese bando" no me gustan los chicos solo me gusta el—Le respondió con obviedad, el no era gay en absoluto era más bien...Degelsexual.
—Me alegra mucho que encontrarás a alguien que te haga sentir así, conmigo jamás tuviste ese brillo en tu mirada.
—Ay bruja me vas a hacer llorar, falta la lagrimita ¿Acaso aún te gusto? Jajajaja lo sé soy irresistible.
La morena le miro con desagrado—Por su puesto que no animal, cuando me enamoré de ti fue mi momento más humilde—Reia ahora ella al verle con los ojos entrecerrados.
—No lo se Calvera...—Se puso serio de repente —Tu me conoces siempre he sido un lerdo con mis emociones pero se con certeza que me gusta mucho, quisiera algo más entiendes —Suspiro.
—Intentalo Bicho, mi ojo inequívocado me dice que puede ser que sea mutuo, es muy serio y decente pero cuando te vio llegar su expresión cambio...pobre chico tan lindo y con tan mal gusto—Kardia rodó los ojos.
—Tu no lo conoces, esa es solo la parte más superficial de él es una cajita de sorpresas...sabes que no sufro de inseguridades y esas mierdas pero creo que es mucho para mí, hasta decirle lo que siento se me hace lejano—La pelinegra le miro de reojo viendo que por primera vez desde que lo conocía expresaba sus sentimientos y miedos con tanta vehemencia, Kardia era extrovertido pero muy reservado con sus sentimientos reales, hasta cuándo murió su mamá hace un año fue muy fuerte, verlo así de descolocado y loco por alguien era realmente inusual.
Su primer amor real.
La chica suspiro poniéndose sería—Mira Antares escúchame muy bien porque no creo que vuelvas a escuchar halagos de mi boca, pero... no seas imbécil tu también eres increíble ¡Lucha por el, cabron! Tu no eres un asustadizo, y si no funciona al menos lo intentaste con todas tus fuerzas, y puedes quedarte tranquilo y salir adelante, pero si no lo intentas y se te va entre las manos te vas a arrepentir siempre y el hubiera te atormentara, siempre estarás pensando en lo que pudo haber sido y no fue.
—Wow Calvera ...no puedo creer que puedas hablar asi, osea que si tienes cerebro.
—Imbecil...—La chica le daba golpes y este solo se cubría riendo.
—Oye...—La llamo una vez calmados—Muchas gracias de verdad, tus palabras eran lo que necesitaba oír lo voy a intentar con todas mis fuerzas, mi papá no crío un cobarde.
—¡Esa es la actitud!
Después de charlar un poco más el la acompaño hasta la puerta despidiéndose, Calvera miro hacia atrás cuando ya no había nadie y suspiró algo resignada... realmente Kardia si fue su primer amor pero lo de ellos nunca funcionó porque el heleno a pesar de haber sido muy bueno no sintió mucho por ella y eso lo podía notar viendo lo diferente que era cuando se trataba de ese francés...dolía un poco pero ella era fuerte, hoy era un día de desamor, pero esos sentimientos eran muy privados suyos jamás nadie lo sabría y secretamente hoy fue el día que le dio un cierre definitivo a Esperanzas románticas con Kardia, serían siempre amigos.
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Asmita recibía un mensaje de Degel invitandole a salir pero se tuvo que negar ya que hace un poco menos de una hora Defteros paso por su humilde morada a recogerle en su auto para cenar.
Bastante inusual.
Esta salida la sentía diferente a todas las muchas veces que salían, lo notaba más tenso más rígido no parecía el mismo. "Que raro está Defteros" pensaba para sus adentros.
El moreno se via incómodo en su asiento, hasta parecía que se había olvidado mover sus manos con naturalidad, Asmita empezó a charlar para romper el silencio incómodo.
—Sabes...creo que Kardia y Degel van a estar juntos muy pronto, tengo muy buen ojo para estás cosas —Sonrio mientras tomaba su malteada.
—Asmita siempre ayudas a los demás en todo sentido, y también los ayudas a encontrar su otra mitad se que tuviste que ver con que Manigoldo y Albafica por fin estén juntos no es coincidencia que haya asistido a esa fiesta cuando nunca sale de su casa.
—Pues si Defteros, no puedo soportar ver cómo dos personas que se quieren no están juntas por qué no son observadoras y pasan todo por alto.
—En eso tienes razón... ¿No has pensado acaso mirar a tu alrededor y tratar de darte cuenta quien quiere estar junto a ti?—Le tomo la mano y el rubio se estremeció, tal vez era hora de ser un poco más directo.
—Nahhh a nadie le gustó, me daría cuenta de inmediato —Reia el rubio ajeno completamente al ambiente.
El moreno suspiro resignado.
—Sabes realmente no creo que eres tan inteligente en cuestiones del corazón —Solto algo molesto.
—¿Por qué lo dices?—Asmita le empezó a picar la mejilla sin obtener respuesta —Defteros dimeeee.
—No.
Sonrió escuchando sus reclamos, así tardará lo que tuviera que tardar el seguiría intentando llegar a su corazón con gestos, odiaba admitirlo pero su hermano tenía algo de razón.
A este paso iba a llegar virgen a los 80.
•~•~•~•~•~••~•~•
Desde hace ya meses que no se ponía a pensar tan profundamente y mientras caminaba viendo el estrellado cielo heleno deseo más que nunca estar en Francia.
Degel salió por el garaje de la mansión Antares a dar un paseo ya que no soportaba escuchar a Kardia reír, últimamente se había vuelto su sonido favorito pero darse cuenta que el compartía risas y una historia sentimental con alguien más le alteró como nunca algo le había hecho.
Esperaba terminar la secundaria pronto, volver a Francia y seguir con su hermética vida, por un momento se perdió a si mismo entre esa mansión pensando e imaginado erróneamente que Zaphari tenía razón y la realidad superaba a la ficción...si era mucho más atorrante pero los libros no herían sus frágiles sentimientos que tan celosamente protegía con su máscara de frialdad.
La primera lágrima escapó de sus ojos amatista y después de esa vinieron muchas más, estaba cansado de fingir no sentir, sentía tanto que sentía que su estomago se lo tragaría, no sabía porque lloraba en si tal vez extrañaba a su país y también...se hizo ilusiones erróneas y mal interpretó todo.
—Degel...—Levanto su mirada sin poder creer quien tenía frente a el.
Después de despedir a su amiga Kardia fue camino a la habitación del galo dispuesto a entablar una conversación con el, no tenía pensado declararse hoy pero quería seguir pasando tiempo a su lado, porque cuando estaba junto a el era cuando más feliz estaba, era su lugar feliz.
No le vio ahí, supuso que tal vez había salido con Asmita o Albafica así que con ganas de caminar y despejar un poco su mente se encaminó al parque que quedaba cerca de la mansión, fue verdaderamente sorprendente verlo ahí sentado en un columpio viejo bajo la luz de la luna y los faroles.
—Kardia...
—¿Que sucede te encuentras bien?—Se acercó con preocupación y se atrevió a tocarle el rostro para limpiar aquel rastro de lágrimas, el galo estaba sumamente descolocado por esa acción y también por ser encontrado en su momento de vulnerabilidad, estaba seguro que su padre solo lo vio llorar cuando era un bebé, que vergüenza...ladeó el rostro sintiéndose expuesto.
Kardia se sintió rechazado nuevamente.
—No es nada...si me disculpas quiero estar solo—Decia sin atreverse a mirarle en ese estado.
Kardia era tonto pero no imbécil, era obvio que estaba enfadado. Se sento en el columpio de al lado sin intenciones de irse.
—No me voy a ir francesito, quiero que me digas que demonios hice y que te pasa, si alguien te hizo algo lo va a lamentar.
—Entonces golpeate a ti mismo—Susurro con molestia, fue bajo pero aún así el Heleno lo escucho.
—Sabia que estabas enojado, ¿Que paso, en que manera la cagué está vez?
—Esto no tiene sentido, tu no me debes explicaciones no me hiciste nada, mejor volvamos —Se levantó dispuesto a irse pero el heleno le tomo de la mano.
—Para mi si tiene sentido, no quiero que estés enfadado conmigo Degel...tu me importas quiero que estemos bien—Su voz tembló un poco ante esa confesión, pero realmente no quería ser un cobarde.
Degel sintió que nuevamente sus sentimientos eran los que actuaban por el, en situaciones como estás era el el temperamental sin poder evitarlo más saco todo lo que llevaba adentro —Mentiroso...dices que te importo pero eso no es verdad, no se que demonios pensaba que sucedería pero me mentiste...te atreviste a mirarme de esa manera o tal vez yo mal intérprete todo pero tú no tienes respeto por las personas...tienes novia Kardia y aún así te atreviste a cruzar ciertos límites conmigo, estoy realmente enfadado y es más conmigo mismo porque...—Se callo.
Sus labios eran aprisionado por esos de ese heleno, volvió a probar ese sabor a menta y manzana tan embriagante a pesar de que está vez no tenían sabor a licor, quería soltarse y abofetearle exigirle que lo respetará y lo dejara en paz de una vez por todas pero esa necesidad de corresponder era más fuerte que el.
—Tan inteligente para tantas cosas pero tan ciego para otras, para que te sirven esos anteojos si no ves que me muero de amor por ti, Ella es solo una amiga lamento si lo malinterpretaste todo fue mi culpa.
—Q-que...—Hace un momento era un torrente de emociones y no podía dejar de hablar pero ahora mientras su rostro era sostenido por esa mano y mirado con tanta intensidad se sentía incapaz de proferir palabras.
—No quiero más malinterpretaciones escúchame muy bien Degel...a medida que ha pasado el tiempo los sentimientos que hay en mi corazón se han hecho mucho más claros me he dado cuanta que siento un enorme amor por ti, no se si seré correspondido algún día pues siendote sinceró no me creo merecedor de tal privilegio, me gustas francesito tal vez soy masoquista y desde aquel día que me trataste como la mierda empezó —rio un poco al recordarlo—Me gustas, desde que te conocí solo tú abarcas mis pensamientos, mi corazón y mi deseo.
—Kardia...—No podía creer todo lo que estaba escuchando, este hombre era fuego y le quemaría con tanta intensidad, pero le encantaba sentir como derrumbaba todas sus barreras —Tu también me gustas dices que no te crees merecedor y yo también temo no ser lo que esperas...no soy como tú crees, no soy nada perfecto y tengo muchos defectos.
—Aprendere a amarlos todos Degel, te quiero con todo, no quiero lo que aparentas ser, siento que he visto un poco a través de ti y por eso me tienes así, también tú estás conociendo conmigo un lado que ni yo mismo sabía que tenía. Yo si tengo muchos defectos, temo que no me aceptes, todo el desastre que soy.
—Para mí no existe alguien más perfecto te quiero Kardia...no se que me hiciste, rompes todas mis barreras —Se volvieron a acercar tan perdidos en sus miradas trasparentes reflejando tanto, si esto no era amor entonces que lo era...
—Te quiero solo para mí, por favor acepta ser mi novio.
—Acepto Mon amor...
Sus labios se sellaron nuevamente como juramento del comienzo de un nuevo amor, con la luna y las estrellas como testigo de una relación bastante inusual de dos personas tan opuestas pero a la vez tan parecidas.
~Gifer1710
VIVAN LOS NOVIOSSS
Esta historia no tiene nada de enrrollos como mis otras historias que son drama tras drama, es solo miel sobre hojuelas y en los próximos capítulos trataré de plasmar como sería una relación con personalidades tan opuestas.
Espero que les haya gustado el capitulo, me sale lo cursi con esos dos.
Gracias por leer.
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