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Título: Beso Indirecto
Fandom: MCU
Pareja principal: Kamiles (Miles Morales x Kamala Khan)
Nota: Esto está ambientado en un AU en el que Miles fue mordido por la araña antes de Peter, así que él es el primer/principal Spider-Man de aquella dimensión.
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"Spider-Man tomó a la bella ciudadana entre sus brazos. Su piel era suave y sus ojos como el chocolate.
Ella lo vio embelesada mientras que se abrazaba al pecho de el héroe, quien saltó y disparó de una telaraña, empezando a balancearse por los aires con agilidad y gracia mientras que los alejaba a ambos de todo el caos causado por el más reciente ataque de villanos. La chica de nombre Kamala se sintió dentro de un sueño, mientras que los brazos del héroe de rojo y negro la envolvían, y juntos aterrizaban encima de una azotea.
Kamala se mordió el labio con las mejillas sonrojadas, y vio al héroe sin saber bien qué decir.
—Oh, Spider-Man...—Ella jadeó embelesada. Si fuera posible, sus ojos tomarían la forma de un par de corazones.—¿Cómo puedo agradecerte por haberme salvado?
—La gratitud de una dama tan hermosa como tú es más que suficiente.—Spider-Man respondió, y Kamala sintió que se derretía. Rodeó el cuello del héroe con sus brazos.
—Tengo una idea en mente, si no te molesta...
Levantó la máscara de Spider-Man hasta la altura de su nariz, y unió labios con el héroe."
Kamala suspiró y guardó el borrador. El haber terminado en detención había resultado útil, ya que el profesor a cargo se había quedado dormido en cuanto ella junto con los demás castigados llegaron, y ella aprovechó que estaba sentada en la esquina solitaria de la fila de atrás para sacar su laptop de su mochila y ponerse a escribir.
En el sitio de Fanfics en el que publicaba todo tipo de historias—la mayoría sobre superhéroes.—era conocida como @MarvelousKamyKhan. Ella escribía géneros de todo tipo, incluida una que otra novela original, tenía miles de fieles seguidores los cuales tenían un espacio especial en su corazón y los números de sus lecturas llegaban a los millones, pero aquellas pequeñas historias que escribía sobre sí misma y el héroe Spider-Man era algo íntimo, escrituras las cuales jamás dejarían de ser borradores. Una forma en la que ella expresaba las fantasías que tenía con el valiente héroe que era dueño de su corazón.
Cuando terminaba de actualizar todos sus fanfics pendientes, Kamala se ponía a escribir sobre ella y Spider-Man sin intención alguna de publicarlo, ya que no podía ni considerar el hacerlo. Kamala no ocultaba el hecho de que era escritora de fanfics, estaba orgullosa de serlo, era por eso que su nombre de usuario incluía su nombre verdadero. Hasta sus padres lo sabían, y a pesar de lo estrictos que podrían ser ellos (especialmente su madre), eran una familia Pakistaní-Americana de mente abierta, era por eso que no decían nada sobre Kamala escribiendo historias en internet. A sus padres les gustaba el que tuviera un hobby y confiaban en ella lo suficiente como para saber que no se metería en algo malo y que siempre se aseguraba de que sus amigos de internet fueran personas reales. Por el momento, ninguno de sus compañeros de clase parecían saber que ella escribía fanfics. Sabía que hubieran dicho algo si supieran, ya que estaba consiente de que aquello sería buen material de burlas. Así que estaba agradecida de que nadie en su escuela supiera sobre sus fanfics.
Por el momento.
Miró a sus alrededores. El profesor a cargo de vigilar la detención seguía dormido, y los demás estudiantes presentes estaban haciendo lo suyo. Nadie la miraba ni parecía haber notado el sonido del constante tecleo mientras que escribía. Se sintió libre de seguir con su más reciente self insert (en el modo más literal y obvio posible) entre ella y Spider-Man.
El tan solo pensar en el héroe de traje negro y rojo la hacía sentirse indefensa. Kamala amaba a los superhéroes, de más de una forma, pero Spider-Man estaba en otro nivel para ella. La Capitana Marvel era su heroína favorita al punto que la idolatraba, pero lo que ella sentía hacia Spider-Man era diferente. Era por eso que aquellas escrituras que hacía sobre escenarios entre ella y Spider-Man eran tan íntimos y especiales para Kamala, y era por eso que no podía dejar que nadie leyera lo que escribía sobre ella y Spider-Man.
Kamala amaba a los superhéroes tanto como deseaba ser una, y desde aquel día de la niebla de Terrigen, se le había presentado la oportunidad de ser una. Pero antes de hacer su debut, debía aprender a controlar sus nuevos poderes de estirarse y agrandarse. Y trabajar en el diseño de su traje.
Un estruendo desde afuera de la escuela sobresaltó a todos. Hasta hizo que el profesor fuera despertado, con garabatos en su rostro hechos con marcador y bolitas de papel llenas de saliva y disparadas desde una pajilla pegadas a sus mejillas y camisa. Otro estruendo se escuchó, éste más fuerte.
Kamala se levantó y se asomó por la ventana, y lo que vio hizo que su corazón latiera con emoción. ¿De verdad la pelea entre Spider-Man y Vulture había llegado hasta Jersey? Kamala amaba ser nativa de Nueva Jersey, pero algunas veces le frustraba el que la mayoría de la acción superhéroe-supervillano se quedara en Nueva York, ya que el presenciar una pelea en persona en lugar de ver una grabación borrosa en YouTube le sería bueno para poder tomar nota y poder escribir mejor las escenas de pelea para sus obras.
Y ahora, observando una pelea de Spider-Man por sus propios ojos, Kamala se sintió como la contraparte que ella misma había escrito en su fanfic: como si se derritiera, como si sus ojos pudieran convertirse en corazones.
—¡Rápido, todos!—El profesor exclamó.—¡Tomen sus cosas y vuelvan a casa!
Sabía que ese era el protocolo para seguir en las escuelas cuando había un ataque de villano: las clases inmediatamente se cancelaban, y debías dejar lo que hacías, dejar tus cosas y correr lo más rápido que podías a casa, o quedarte y esconderte en un salón. Kamala prefirió la primera opción.
Corrió hacia el escritorio en el que había dejado sus cosas y cerró su laptop, metiéndola rápidamente en su mochila, y la abrazó contra su pecho sin tiempo para cerrarla mientras que corría saliendo del salón junto con los demás estudiantes al mismo tiempo que otros también salían corriendo de los demás salones.
Cuando Kamala logró alejarse de la escuela, paró en un callejón para poder tomar aire, mientras que escuchaba lo que podía solamente describir como sonidos de pelea—Parecía que Green Goblin se había unido a la pelea entre Spider-Man y Vulture.—, y Kamala sabía que sus padres habrían de estar muriéndose de ansiedad por ella...
Pero no podía desperdiciar la oportunidad de presenciar mejor una pelea la cual, sabía, sería ganada por el superhéroe que era dueño de su corazón.
Cerró su mochila y miró a sus alrededores, asegurándose de que nadie estuviera cerca para verla en aquel callejón. Kamala suspiró, y, de manera un poco torpe, empezó a estirar sus piernas, alegrándose de que su cuerpo hubiera parado de estirarse cuando ella lo ordenó. Eso era un avance. Subió al techo de uno de los edificios al lado del callejón y se sentó, mientras que devolvía sus piernas a la moralidad. Miró a sus alrededores, y jadeó, sintiendo su pecho llenarse de emoción. La pelea estaba pasando en frente de ella, a varias calles de distancia, pero aún así era una buena vista. Spider-Man esquivaba ataques al mismo tiempo que se mantenía en el aire balanceándose con sus telarañas, mientras que ambos villanos también estaban en medio del aire: Green Goblin con su planeador y Vulture con ayuda de su arnés de alas. Mientras que el duende lanzaba sus bombas de calabaza, el buitre azotaba sus alas y disparaba enormes y filosas plumas de metal.
Kamala soltó un chillido de emoción y sacó su teléfono de su bolsillo. Empezó a grabar la pelea, con la intención de después subirla al blog de superhéroes el cual tenía a parte de su cuenta de fanfics. Estuvo tan concentrada en la pelea y tan distraída por la emoción que sentía, que no se dio cuenta de que los dos villanos y el héroe se habían acercado un poco a la dirección en donde ella estaba, y una de las plumas de Vulture iba directo hacia ella. Cuando se dio cuenta, Kamala gritó, y se congeló. Cerró fuertemente los ojos, aterrada, y esperó un impacto que jamás llegó, ya que antes de que se diera cuenta, unos musculosos brazos la envolvieron, y luego empujaron haciendo que ella, y la persona encima de ella, cayeran encima del techo, apenas esquivando la pluma.
—¡¿Pero qué crees qué haces aquí arriba?!—Kamala jadeó al escuchar aquella voz, la cual ella estaba segura de poder conocer en cualquier lugar tras haberla escuchado al haber visto una y otra vez todas las entrevistas existentes hacia Spider-Man.
Kamala no podía creerlo. Se quedó helada, sintiendo su corazón latir como loco, sus mejillas ardiendo y su cuerpo llenarse de una desbordante emoción mientras que Spider-Man la levantaba, y, justo como ella había narrado en los fanfics que escribía entre ella y él, los cuales hasta el momento no habían sido nada más que una fantasía, el héroe la envolvió en sus brazos, saltó, y disparó una telaraña la cual usó para impulsarse y empezar a balancearse por los aires con Kamala abrazada a su pecho, quien empezó a chillar, dándose cuenta de que el balancearse por los aires junto con Spider-Man no era como ella había imaginado, ya que durante todo el rato había sido llena de vértigo, y cuando ella y Spider-Man aterrizaron en una azotea—alejados del caos causado por los villanos.—estaba mareada y su cabello era un desastre.
—Ten mas cuidado, ¿de acuerdo, niña?—Spider-Man dijo, y Kamala no respondió, aún procesando todo lo que había pasado en los últimos minutos. Él le dio su mochila, la cual ella no se había dado cuenta que había tomado.—No vengo aquí seguido, así que lo probable es que no pueda salvarte la próxima vez que estés encima de un techo en medio de un ataque de villano.
—Uh...—Kamala había soñado sobre éste momento incontables veces, y aún así, no sabía qué decir.—Yo... uh... yo... tú...—Spider-Man rió entre dientes. Se dio la vuelta, y se acercó al borde del techo. Fue entonces que Kamala salió del transe causado por el shock, y corrió hacia el héroe, tomándolo de la mano.—¡S-Spider-Man, espera!
—¿Sí?—Spidey volteó a verla.
Kamala jadeó, con el rostro rojo. Apretó la mano de Spider-Man. El héroe de sus sueños estaba en frente de ella. Probablemente jamás volvería a estarlo. Y tal vez era la emoción y adrenalina del momento, pero Kamala estaba decidida a no dejar ir aquella oportunidad la cual estaba, literalmente, en frente de ella.
Se puso de puntillas y besó encima de la máscara de Spider-Man. Lo único que impedía que los labios de ambos se tocaban por completo era la máscara, pero aún así Kamala pudo llegar a sentir los labios de él por debajo de la máscara. A pesar de que aquel momento no duró más de unos segundos, Kamala estaba más que segura de que jamás lo olvidaría, y lo atesoraría durante el resto de su vida.
Cuando se alejó, tragó saliva, viendo al héroe avergonzada y con el rostro completamente rojo. Spider-Man no decía nada, estaba tan congelado como ella hace unos segundos, y se imaginó una expresión de sorpresa debajo de aquella máscara negra y roja.
—Yo... uh...—Kamala tragó saliva, empezando a ser llenada por un sentimiento de vergüenza. Soltó la mano de Spider-Man.—perdón... por no pedir consentimiento...
Spider-Man no respondió, retrocedió hasta caer del techo y Kamala, completamente sonrojada y avergonzada, observó disparar una telaraña y alejándose, volviendo a la pelea contra los dos villanos que lo habían seguido desde Nueva York.
Kamala se acostó encima del techo, puso su mochila encima de su rostro, y soltó un fuerte chillido desde lo más profundo de su pecho.
•••
Una semana después, Kamala todavía se preguntaba si todo aquello—especialmente su beso indirecto con Spider-Man.—había sido un sueño. La evidencia de que había estado encima de aquella azotea aquel día durante la pelea entre el héroe arácnido, el Duende Verde, y el Buitre, era el video que tenía en su teléfono, pero hasta donde ella sabía, pudo haberse imaginado todo lo que había pasado una vez su teléfono dejó de grabar.
Pero tal vez la evidencia de que sí había pasado después de todo era el cosquilleo de Kamala no había dejado de sentir en sus labios desde aquel día.
Desde aquello, Kamala se encontró hundida en un estado de shock tan profundo que era incapaz de escribir sin que su rostro se pusiera rojo y fuera llenada por una sensación de vergüenza que había publicado un mensaje en su cuenta el cual anunciaba que se tomaría un descanso de escribir durante un tiempo indefinido, y empezaba a considerar el borrar todos los borradores que tenía guardados con lo que había escrito entre ella y Spider-Man.
Intentando distraer su mente, Kamala decidió tomar un autobús a Nueva York e ir a visitar a su amiga Mary Jane. Se encontró a la bella pelirroja de ojos verdes y piel clara en Central Park, acompañada de Peter, su amigo y compañero de clases, un tierno nerd que usaba lentes.
—¡Hey, Kamala!—Mary Jane saludó. Ella y Kamala se saludaron con un pequeño abrazo, y a Peter lo saludó con un movimiento de la mano. Peter respondió con una sonrisa tímida.—Me alegro que hayas venido, te aseguro que éste tour por el museo te encantará.
—Vas a tener que comprarme una pizza si no es así.—Kamala respondió con sarcasmo, y MJ y Peter rieron.
—Hey, K-Kamala—Peter empezó a decir. Se aclaró la garganta.—, espero que no te m-moleste, pero invité a un amigo mío a v-venir con nosotros.
Kamala se sorprendió, pero le sonrió a Peter.
—Está bien. Mientras más mejor, ¿no?—Dijo, al mismo tiempo que un chico de la edad de los tres se les acercaba. Kamala lo miró, era apuesto, alto, de piel oscura, ojos cafés y con el cabello afeitado. Se preguntó por qué fue que el chico, al verla, se congeló y una expresión de sorpresa se formó en su rostro, al mismo tiempo que sus mejillas se sonrojaba.
—Oh, a-aquí estas.—Peter dijo, sonriéndole al chico, el cual, al parecer, era el amigo que había mencionado. Miró a Kamala sin dejar de sonreír.—Kamala, él es mi amigo Miles Morales, de Brooklyn.
Kamala le sonrió a Miles de manera cortes, decidiendo ignorar el que él la estaba viendo como si fuera un fantasma.
—Un gusto, Miles.—Saludó. Miles pareció darse cuenta de que Peter y Mary Jane lo veían confundidos ante la mirada que le dirigía a Kamala. Se aclaró la garganta, pareciendo relajarse un poco, pero él sonrojo de sus mejillas no se fue.
—... El... gusto es mío, Kamala...
Kamala sintió un escalofrío recorrer cada parte de su cuerpo tras reconocer aquella voz.
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