Título: Perrie Romanoff 

Fandom: Marvel/Spider-Man

Pareja Principal: Spideychelle (genderbender)

Aclaración: Esto tomará lugar en una versión Genderbender de mi AU "Romanoff". Estoy consiente de que los Genderbender tienen mala fama ya que son acusados de ser transfobicos, quiero aclarar que no intento ofender a nadie y solo quería divertirme escribiendo éste OS.

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Perrie Romanoff era la chica más popular de Midtown High.

Y Mitchell Jones no tenía ni idea de cómo era que una chica como Perrie se había enamorado de él.

Era cierto que a pesar de su popularidad no todos los estudiantes de Midtown eran fans de Perrie, estaban quienes la acosaban e insultaban por ser una chica trans y bisexual, pero los amigos de Perrie y su novio siempre estaban ahí para defenderla. Y ella no podía estar más agradecida.

Y Perrie no era popular solamente por su amigable y alegre personalidad, o porque era sabido que ella era la ahijada de Tasha Stark, o por la fama que se ganó el primer día de clases cuando ella llegó a Midtown High como la guardaespaldas de el príncipe de Wakanda. Perrie también era popular por su apariencia física.

Su cabello corto y castaño con las puntas rojas. Su figura esbelta y ligeramente musculosa por el ejercicio que hacía, las facciones de su bella cara en forma de corazón... Mitchell Jones no era alguien que se dejaba llevar por las apariencias, pero, oh, por el multiverso, Perrie era bellísima. Y a pesar de que no lo admitía la apariencia física de la chica había hecho que se sintiera atraído a ella desde el primer día.

De hecho hasta los amigos de Mitchell, Greg Stacy y Kalm Khan, suspiraban como enamorados al ver a Perrie, claro, dejaron de hacerlo tan obviamente una vez el amigo de ellos se volvió su novio, pero, ¿quien podía culparlos?

Perrie y Mitchell salieron juntos de la escuela una vez las clases terminaron, ambos tomados de las manos y dirigiéndose al edifico de departamentos en el que ambos vivían, Perrie con su padre y Mitchell con su hermano.

—¿Tienes planes para más tarde? Me gustaría que nos quedáramos en mi departamento para algo de Netflix and Chill.—Preguntó ella causando que su novio se sonrojara. MJ se aclaró la garganta.

—Yo creo estoy libre, pero, pensé que tenías planeado ir de compras con Harley.

—Ella lo canceló para poder ir a una cita con Harriett.—Rodó los ojos.

—Oh bueno, en realidad planeaba ir a la tienda de mascotas para comprar cosas para Mentita, pero puedes venir conmigo si quieres.

—Claro... iré si ese gato del demonio no intenta comerme otra vez...

—¡Hey, esa vez fue un accidente!

Perrie rió ligeramente.

—Oh! Ahora que me acuerdo, ésta noche es noche de películas con la tía Tasha y la Tía Steph. Puedes venir con nosotros. Llevaremos a Morgan al cine.—Dijo una vez llegaron al edificio.

—¿No le molestará a tus tías?

—Por supuesto que no, ellas te adoran.—Dijo sonriendo ampliamente.—De hecho creo que todos mis tíos y tías te adoran. La tía Brenda, la tía Claire...—Empezó a contar con los dedos.—La tía Thor, el tío Carl, el tío Hopper... según recuerdo una vez la tía Lady Loki dijo que estás cerca de ser lo suficientemente digno para ser mi novio.

—Bueno, puedo pensar de alguien de tu familia que no me adora...

Perrie levantó la mirada y vio al más alto.

—¿Te refieres a mi papá?—Se abrazó al brazo de su novio.—No te preocupes por él, él es solo sobre protector. Ha sido así con todos mis ex novios y novias, pero verás que con el tiempo dejará de ser tan frío contigo.

—Si tú lo dices...

Llegaron al departamento de Perrie y ella abrió la puerta.

—Hola princesa.~—Dijo Nathan, el padre de Perrie, desde la cocina. Perrie sonrió ampliamente y fue a abrazarlo.

—¡Papi~! ¿Por qué no me dijiste que volviste de tu misión?

—Quería darte una sorpresa.—Nathan sonrió y se encogió de hombros, pero su sonrisa desapareció al ver a MJ.—Ah, Mitchell...

MJ, nervioso, se aclaró la garganta y extendió una mano en dirección al padre de su novia esperando que aceptara el saludo.

—H-Hola, señor Romanoff...

Nathan frunció ligeramente el ceño y Perrie miró a su padre como pidiéndole que se comportara. El hombre apretó la mano del chico, un poco demasiado fuerte.

—Mitchell, si no te molesta, ¿podría hablar con mi hija... a solas?

MJ asintió nervioso y se fue del departamento. Perrie bufó y miró a su padre con desaprobación.

—Papi, ¿por qué eres así con MJ? Él es un buen chico y me trata bien...

—Solo... no estoy convencido de que sea bueno para ti, princesa...

Perrie se cruzó de brazos.

—¿Entonces quién crees que es bueno para mí? ¿La loca de Perry  Maximoff? ¿O su hermano Walter? ¿O su otro hermano Loren?

—Okey, querida, tenemos que hablar sobre tu relación con los Maximoff...

Perrie gruñó y apretó los puños.

—Papi, yo quiero mucho a MJ, y él me quiere. Él es bueno conmigo... deberías confiar en él, ya que yo confío en él...

—Pero... princesa...—Nathan tomó el rostro de Perrie entre sus manos.—Tú eres mi bebé. Solo intento cuidarte. A ti te han lastimado antes...

—Papá, ya no soy una niña. Puedo cuidarme yo sola. Además no volverán a lastimarme mientras que esté con MJ.—Dijo ella sonriendo.—Papi, él es el indicado, lo presiento...

Nathan suspiró.

—De acuerdo...—Perrie chilló de alegría y abrazó a su padre.—¿Pero sí sabes lo que le haré si llega a lastimarte, verdad?

—Sí, Papá, lo sé...—Bufó y rodó los ojos.—Solo... intenta ser más amable con él, ¿por mí?—Perrie puso ojos de cachorrito y Nathan jadeó. Ella sabía que él no podía resistirse a esos ojos de cachorrito.

—De acuerdo, de acuerdo...—Nathan bufó y Perrie sonrió ampliamente. Su sonrisa iluminaba toda la habitación.

—Gracias papi~.—Perrie fue hacia la puerta, la abrió y vio a MJ afuera en el pasillo. El chico, nervioso, parecía que había estado esperando.

—Oh, hey, Perrie. ¿Está todo bien con tu papá?—preguntó.

Sí.—Dijo ella asintiendo.—papá dice que puedes venir con nosotros a la noche de películas.

—Oh...—MJ sonrió ampliamente.

—Si quieres podemos ir rápido a comprar cosas para Mentita a la tienda de mascotas.—Dijo acercándose a su novio y poniéndose de puntillas.

—Me gusta como suena eso.—Él la besó y rápidamente se separaron al escuchar al padre de Perrie aclararse la garganta fuertemente. El hombre los veía desde la puerta de brazos cruzados y los adolescentes se sonrojaron.

—Princesa, ¿podrías dejar que ahora MJ y yo hablemos a solas?

MJ tragó saliva. Perrie, nerviosa, asintió, y murmuró "Buena suerte" en dirección a MJ y volvió a entrar al departamento, cerrando la puerta.

—Uh... así que... ¿lindo clima que tenemos hoy, no cree señor Romanoff?

Nathan bufó.

—Escucha, chico, en realidad no sé qué ve mi Perrie en ti, no sé si sabías esto, pero yo jamás he estado de acuerdo con que Perrie tuviera citas, y he tenido que soportar a cada uno de sus novios y novias y ver cómo le rompían el corazón, pero ella dice que tú eres el indicado, y de verdad parece creerlo, así que, si te atreves a romperle el corazón a mi hija o traicionar toda la confianza que ha puesto en ti...—Tomó a MJ del cuello de la camisa y lo puso contra la pared. MJ lo miró horrorizado.—Entenderás porqué no hay que meterse con la familia de un asesino entrenado.—Soltó a MJ, quien seguía estremecido, y le dio una palmada en el hombro.—¡Bienvenido a la familia, hijo!

Sonrió ampliamente de una manera que hizo que MJ sintiera un escalofrío y volvió a entrar al departamento. MJ suspiró.

—Las cosas que hago por amor...