Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Encuentro Inesperado

La tarde estaba tranquila en Musutafu, el sol comenzaba a esconderse tras los edificios, y las luces de las farolas se encendían poco a poco. Las hojas caídas crujían bajo los pasos apresurados de Izuku, que avanzaba con una expresión concentrada mientras ajustaba a la pequeña Inko en sus brazos. La niña, de apenas un medio año de nacida, vestía un abrigo rosa que la protegía del fresco otoñal. Aunque normalmente era alegre y curiosa, en ese momento estaba un poco irritable, escondiendo su carita contra el pecho de su padre adoptivo mientras balbuceaba quejumbrosamente.

Izuku:  Ya, ya, Inko-chan… sé que estás cansada, pero ya casi llegamos a casa.

La bebé respondió con un suave gemido, sus pequeños dedos aferrándose con fuerza al abrigo de Izuku. Desde que la había adoptado hacía seis meses, Izuku había aprendido que ser padre no era tarea fácil. Su rutina como maestro sus responsabilidades con la escuela a menudo lo dejaban exhausto, pero una sola sonrisa de Inko bastaba para recordarle por qué había tomado esa decisión.

Mientras doblaba una esquina, Izuku chocó inesperadamente con alguien que caminaba en la dirección opuesta. Fue un impacto leve, pero suficiente para hacerlo tambalear mientras ajustaba a Inko para evitar que se asustara.

Izuku: ¡Oh! Lo siento mucho, no estaba mirando por dónde iba.

Yor: No, no te preocupes. También iba distraída…

Cuando Izuku levantó la mirada, se encontró con una mujer alta usaba un suéter rojo con hombros descubiertos y con un ligero escote en la espalda, leggings negros y botines marrones, también llevaba en cabello suelto recogido con un cintillo de color blanco, junto a unos ojos rojos intensos que lo observaban con una mezcla de sorpresa y curiosidad. Yor, sin lugar a dudas, una presencia imponente, pero su expresión se suavizó al notar a la pequeña que Izuku sostenía.

Yor: Oh, qué adorable. ¿Es tu hija?, mostrándole una sonrisa a Inko.

Izuku: Sí. Se llama Inko. 

Inko, curiosa a pesar de su mal humor, levantó la mirada hacia Yor. Sus ojos grandes y brillantes estaban ligeramente húmedos, como si estuviera al borde de llorar, pero la inesperada aparición de esta mujer captó toda su atención. Yor, incapaz de resistirse al encanto de la pequeña, se inclinó ligeramente para mirarla más de cerca.

Yor: Hola, Inko-chan. ¿Por qué esas lagrimitas, eh? No tienes nada de qué preocuparte, estás a salvo con tu papá. Limpiandole las dimunitas lágrimas a la pequeña quien le quedó mirando a Yor.

Inko parpadeó, evaluando a Yor con curiosidad antes de balbucear algo incomprensible y extender su manita hacia ella. Yor sonrió aún más mientras le ofrecía un dedo, que la bebé tomó con entusiasmo.

Izuku: Parece que le agradas. Normalmente es un poco tímida con los extraños, ni a mi mamá le deja que le cargue

Yor: Tiene un aura dulce, como su padre.

Izuku se sonrojó ligeramente ante el cumplido, rascándose la nuca mientras desviaba la mirada. York, por su parte, se fijó en el cuidado con el que Izuku sostenía a la pequeña, y no pudo evitar sentir una extraña calidez al observarlos.

Yor: ¿Es difícil? Ser padre, quiero decir.

Izuku:  Mucho. Especialmente cuando también tienes un trabajo que no te deja mucho tiempo libre. Pero… ella lo vale. Inko es lo mejor que me ha pasado, dándole un beso a la pequeña en la frente quien simplemente se frotó intentando limpiarse, su papá era en exceso amoroso con ella no tenía hermanos y empezaba a molestar a la pequeña porque siempre terminaba sola en clases oh luego su papá faltaba al trabajo solo por jugar con ella.

Yor asintió, sintiendo una conexión inesperada con este hombre. Había algo en su sinceridad que la hacía confiar en él, algo que no encontraba comúnmente en las personas que conocía.

Yor: Parece que estás haciendo un gran trabajo. Es raro ver a alguien tan joven tomando esa responsabilidad.

Izuku: Bueno… no fue algo planeado. Inko… ella estaba sola en el hospital cuando la conocí. No pude evitar pensar que merecía tener a alguien que la cuidara, así que decidí adoptarla.

La sinceridad en su voz conmovió a Yor, que sintió un repentino respeto por este joven. Antes de que pudiera responder, Inko soltó un pequeño chillido, señalando algo detrás de Yor. Al voltear, Yor notó un puesto de flores lleno de ramos coloridos.

Yor: ¿Te gustan las flores, Inko-chan?  riendo suavemente

La bebé balbuceó con entusiasmo, haciendo que Yor mirara a Izuku con una sonrisa. 

Yor: Parece que tienes una amante de las flores en casa.

Izuku: Sí, últimamente ha desarrollado un interés por todo lo colorido. 

Después de unos momentos más de conversación, Yor sacó un pequeño clavel rojo del puesto y se lo ofreció a Inko, quien lo tomó con asombro. Izuku observó la interacción con una mezcla de gratitud y diversión.

Yor: Fue un placer conocerte, Inko-chan… y a ti también, Izuku.

Izuku: Igualmente, York-san. Y gracias por ser tan amable con ella.

Yor: Oh, no es nada. Si alguna vez necesitas ayuda, no dudes en pedírmelo.

Con esas palabras, Yor se despidió y continuó su camino, dejando a Izuku con una sensación inesperada de calidez. Miró a Inko, que ahora observaba su flor con fascinación, y no pudo evitar sonreír.

Izuku: Bueno, Inko-chan, parece que hoy hicimos una amiga nueva.

La bebé respondió balbuceando alegremente mientras Izuku retomaba su camino a casa, sintiendo que el día había sido más especial de lo que esperaba.

.

.

.


Izuku caminaba por las calles de Musutafu con Inko en brazos. Era una tarde tranquila, y la pequeña estaba entretenida jugando con un clavel rojo que había guardado desde el día que se lo dio Yor Forger. A Izuku le resultaba curioso cómo Inko parecía encariñarse con cosas pequeñas y significativas, como aquel clavel. Quizás era una señal del impacto que aquella mujer había dejado en ambos.

Izuku: Te gusta mucho esa flor, ¿verdad? Creo que deberíamos devolverle el gesto a Yor-san algún día.

Inko balbuceó alegremente, como si estuviera de acuerdo. Izuku, sintiendo un impulso repentino, tomó el clavel y cuidadosamente lo colocó en el cabello de Inko, justo sobre su pequeña oreja.

Izuku: Ahí está. Ahora luces aún más linda, Inko-chan.

La bebé agitó sus manitas emocionada, como si entendiera el cumplido. Izuku no pudo evitar reír, ajustándola en sus brazos mientras continuaban su paseo.

.

.

.

El parque estaba tranquilo como siempre, pero lo que llamó la atención de Izuku fue una figura familiar sentada en un banco cercano. Yor estaba allí, sola, mirando con calma a las personas que pasaban. Por un momento, Izuku dudó en acercarse. No quería parecer inoportuno, pero la alegría que había visto en Yor al sostener a Inko aquel día lo animó a dar el paso.

Izuku: Hola, Yor-san. Qué sorpresa verte por aquí.

Yor levantó la mirada, y su rostro se iluminó al reconocerlos. Una sonrisa cálida apareció en sus labios mientras dejaba su bolso a un lado.

Yor: Izuku-san, Inko-chan… Qué gusto verlos otra vez.

Inko, al ver a Yor, comenzó a balbucear y a estirar sus bracitos hacia ella. Izuku rió suavemente, sorprendido por lo rápido que la pequeña se encariñaba con ciertas personas.

Izuku: Parece que te reconoce. ¿Te importa si la sostienes?

Yor: Por supuesto que no. Extendiendo ambos brazos a lo cual Inko se inquieto.

Izuku le entregó a Inko con cuidado, y la bebé se acomodó rápidamente en el regazo de Yor, agarrando el clavel en su cabello con sus manitas pequeñas.

Yor: Oh, ¿este clavel es el que le di? Qué lindo detalle. 

Izuku: Sí, lo guarda como un tesoro. Pensé que se vería bonito en su cabello, y desde ahora no deja que se lo quita más que para el baño.

Yor: Le queda precioso. Es una niña encantadora.

La calidez en la voz de Yor hizo que Izuku se relajara aún más. Se sentó junto a ella, dejando que la conversación fluyera naturalmente.

.
.
.

Hablar con Yor era fácil, algo que Izuku no experimentaba con frecuencia. Ella le contó sobre su trabajo en la alcaldía y cómo a veces pasaba las tardes paseando sola para despejarse. Él, por su parte, compartió pequeñas anécdotas sobre Inko y cómo había decidido adoptarla tras conocer su situación en el hospital.

Yor:  Eres admirable, Izuku-san. No muchos tendrían el valor de adoptar a una bebé y cuidar de ella solos. Es evidente cuánto la amas.

Izuku: No creo que sea algo extraordinario. Ella me necesitaba, y no podía ignorarla. Creo que ella me salvó tanto como yo a ella.Sonrojado y claramente nervioso

Yor se quedó en silencio por un momento, admirando la conexión entre ambos. Inko, ajena a la conversación, jugueteaba con los dedos de Yor, soltando pequeñas risitas.

Izuku: Yor-san… pensando en lo que dirá a continuación
... sé que esto puede sonar un poco extraño, pero me preguntaba si te gustaría acompañarnos a cenar algún día. Como agradecimiento por tu amabilidad.

Yor lo miró, claramente sorprendida. Había algo en la forma en que Izuku lo dijo, con una mezcla de nerviosismo y sinceridad, que la hizo sonrojarse ligeramente. Sin embargo, una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

Yor: Me encantaría. Pero solo si me dejas ayudar con Inko-chan.

Izuku: Creo que a ella le encantaría. Ya se ve que le gustas más que a mí.

Yor rió suavemente, abrazando un poco más a la bebé, que parecía completamente cómoda en sus brazos.


.

.

.

La cena fue sencilla pero especial. Izuku cocinó algo en su departamento mientras Yor jugaba con Inko en la sala. La pequeña parecía completamente encariñada con Yor, siguiéndola con la mirada y balbuceando cada vez que ella se movía.

Yor:  Es una niña muy sociable. Debe haber heredado eso de ti. mientras alimenta a Inko con una cucharita

Izuku: ¿Yo? No creo que sea tan sociable. Pero tal vez sí tenga algo de eso.

Yor notó el cuidado con el que Izuku preparaba todo, incluso los detalles más pequeños. Había algo reconfortante en ver a un hombre tan dedicado a su hija, y no pudo evitar sentirse cómoda en su compañía.

.
.
.

Cuando llegó el momento de despedirse, Inko comenzó a protestar, aferrándose al abrigo de Yor con fuerza. Izuku intentó separarla, pero la bebé dejó escapar un puchero que rápidamente hizo que ambos adultos rieran.

Yor:  No te preocupes, Inko-chan. Nos veremos pronto, ¿verdad, Izuku-san? acariciando la cabecita de Inko

Izuku: Claro que sí. Será un placer.

Mientras Yor se alejaba por el pasillo, Inko la observó fijamente, balbuceando como si estuviera despidiéndose. Izuku, por su parte, se quedó mirando hasta que desapareció de su vista, sintiendo una calidez inesperada en su pecho.

Izuku: ¿Qué opinas, Inko-chan? ¿Deberíamos invitarla más seguido?

La bebé respondió con una risita, y Izuku no pudo evitar reír también. Por primera vez en mucho tiempo, sentía que algo nuevo y emocionante estaba comenzando en su vida.

Y ya quedo este one chots pedido por

dark_cosmico y ya saben

Quién quieren que sea la proxima

Peticiones

Y perdón por tardar termodinámica ni en mis vacaciones deja de molestar

Siendo sincero no sabia como serlo siendo Yor una asesina

Tenía la idea de que fuera Izuku Asesino y etc. Luego pensé en que otros que ya leyeron One shots así ya lo habrían usado así que hice esto

Chale pobre Optimus

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro