009
Desde que Jeon Jungkook se había convertido en el presidente de la compañía Jeon, su vida empezó a ser más de su abuelo y padres que de el mismo.
Si bien sabía que ser el único nieto lo llevaba a ser el heredero de su abuelo, no tenía ni idea de lo que realmente significaba aquello.
Jungkook era estudiado y preparado para tomar el puesto que le correspondía, lastimosamente la asistente de el ex presidente también era de edad avanzada, por lo tanto el puesto quedó libre.
Con el nombramiento de Jungkook también vino el de Namjoon nieto del mejor amigo de su abuelo y su mejor amigo también.
Todo estaba relativamente bien, Jungkook se adaptaba a la compañía y los trabajadores a las nuevas metodologías establecidas por el ahora presidente.
Sin embargo todo cambio cuando el puesto de asistente fue ocupado por una Omega, la mujer parecía un poco torpe pero aprendía lo suficientemente rápido como para obtener el puesto definitivamente.
Aún que Jungkook solo tenía veinte años y recién graduado de la Universidad, había tenido unos cuantos romances escondidos pero jamás se había enamorado de alguien, hasta que con el pasar de los meses esa asistente empezó a llamar su atención más de lo debido
No era su olor, su alfa ni siquiera reaccionaba a ella como Omega, era su sonrisa , su gracia e incluso su timidez la que hicieron al lado humano de Jungkook quedar completamente embobado de la mujer.
Un año.
Un año duro aquella relación.
Decidido a que había encontrado a la mujer de su vida, Jungkook decidió por fin presentarla a su familia.
Organizo un fin de semana con sus padres y su abuelo debido a aquella ocasión.
Sin embargo la mujer no causó la reacción que tanto esperaba, finalmente no fue aceptada, incluso después de aquello y las palabras dichas en presencia de la mujer, Jungkook decidió no darle la espalda y seguir a su lado.
Eso hasta que descubrió a la Omega encima de su propio abuelo gritando de satisfacción al montar al hombre mayor.
Entonces cuando creyó que había tenido suficiente y decidió enfrentar a la mujer está se defendió diciéndole que lo hacía por ellos y para que pudieran vivir una relación sin las ataduras de su familia.
Jungkook no le creyó
La despidió y nunca más volvió a verla.
🌖🌕🌔
Jimin había perdido la noción del tiempo, aquel abrigo le había brindado tanto calor y satisfacción que durmió hasta que la luz entró por las agrietadas ventanas.
Si, efectivamente Jimin iba tarde.
Ni siquiera paro a comer algo, el simplemente corrió a la parada de autobuses más cercana y luego corrió a la compañía.
El frío estaba erizando su piel y a pesar de llevar el abrigo de su jefe en sus brazos, era incapaz de usarlo nuevamente y menos en presencia de todos los trabajadores.
Al entrar a la oficina la figura alta y formada de su jefe recostado del escritorio con sus brazos cruzados a la altura de su pecho, lo sorprendió.
Este parecía estar esperando por el, sus gafas estaban casi en la punta de su nariz y sus músculos se veían prensados por encima de aquel traje con chaleco que el alfa llevaba.
— Señor Jeon...- el Omega trago grueso recomponiendose - Lo siento mucho.
— Lo dejare pasar esta vez, solo porque supongo que ni siquiera tenías una alarma para despertar ¿No es así?- El Omega negó avergonzado - Igual será la única vez que te acepte una falta Park.
El alfa se recompuso y camino hacia su silla detrás del escritorio.
Sin embargo las fosas nasales del Omega detectaron el olor a comida en el lugar y su mirada cayó de manera insconciente en la bolsa de papel en el escritorio y el gran vaso de aparentemente un jugo rojo.
Trago grueso y camino lentamente a la otra silla intentando disipar las profundas ganas que tenía de probar aquella comida.
— Es tuyo.- Dijo el alfa sin despegar su vista de los papeles frente a el
— ¿Eh?
— El desayuno es tuyo, intuyo que no siquiera comiste por estar apresurado en venir ¿No es así?- La mirada del alfa detrás de aquellos cristales se poso en el Omega ruborizado
— ¿Cómo lo supo?
— No lo sé.
Mi lobo me lo dijo.
Pensó.
— Muchas gracias yo... Eh... Se lo pagaré...
— No te estoy cobrando.- El alfa volvió a posar su mirada en aquellos documentos percatandose que nuevamente el olor del Omega era casi nulo, ni siquiera sabía cómo podía detectarlo.
— Su abrigo...
— Déjalo en el sofá y come.
El Omega asintió cumpliendo la orden de su jefe.
Jungkook había notado la vestimenta del Omega, la misma que constaba en un pantalón de Jean, una camisa de mangas cortas y un chaleco de lana
¿Que acaso no era conciente del frío que hacía afuera?
Pero entonces el hecho de que el Omega ni siquiera tuviera un teléfono fue como un golpe de realidad, la posibilidad de que Park no vidriera de manera abrigada o elegante, le hacía pensar que no tenía ese tipo de ropas.
Entonces el aullido de su lobo lo hizo estremecer
¿Empatia?
¿Lastima?
Lo que fuera lo hacía sentir preocupado.
— Cuando termines de desayunar cancela cualquier cita o reunión que tenga en la mañana, tu y yo saldremos a un asunto importante.
El omega abrió sus ojos con sorpresa, aún no había hecho ese tipo de cosas como asistente, pero por supuesto que haría lo que su jefe ordenará, después de todo aún que fuera una persona visiblemente durante difícil, parecía ser nada más una fachada.
Tal y como Yoongi.
El pensar en aquello hizo que su estómago se contrajera y las fuertes ganas de vomitar se apoderarán de el, rápidamente dejo aquel sandwich encima de la bolsa de papel y corrió al baño de su jefe.
Arrodillado en el suelo vómito lo poco que había ingerido
— ¡¿Estás bien?! - Escuchó la voz del alfa aproximarse y su cuerpo entró en alerta cerrando la puerta de manera inmediata.- Joder, déjame pasar... Si algo te sucede dentro de mis instalaciones es mi responsabilidad Park...
El omega termino de vomitar y se levantó enjuagando su boca con rapidez para salir del baño y encontrar a su jefe esperando por el.
— Es-estoy bien señor...
— Vamos al área de enfermería.
— ¡No! Le juro que estoy bien...fue... Fue el sandwich... Se lo juro...
El alfa entrecerró sus ojos en clara señal de que dudaba de la palabra del alfa
— Mire solo tomare el jugo y listo, creo que corrí demasiado...
Aún así decidió no entrometerse demasiado en el asunto, aunque ya estuviera metiendo su nariz en la vida del Omega
¿Cómo podría no hacerlo cuando su lobo lo hacía actuar imprudente?
Como si quisiera proteger al Omega.
— Bien entonces vamos.
El alfa se puso su saco y se detuvo al ver al Omega con el vaso de jugo de fresas y notar que no estaba abrigado.
Tomó el abrigo que le había dado la noche anterior y se lo puso alrededor de los hombros.
Así su lobo pudo dejarlo tranquilo.
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