— ¿Que averiguaste?.

— Bueno el alfa dice que necesita ver a su hijo, la madre que necesitan su ayuda y sus dos hermanas solo quieren saber de el, si quieres mi opinión y basada en sus expresiones diría que su padre está buscando una oportunidad para aprovecharse de el, la madre parece arrepentida pero hará lo que diga su marido y sus hermanas son las únicas emocionadas por ver a Jimin.

El alfa suspiró y paso las manos por su cara, hace meses venía lidiando con la familia de Jimin, sabía que debía decírselo pero su lobo constantemente se negaba a aceptar a esas personas cerca de Jimin, como un instinto protector.

— ¿Que supone que haga? Yo podría darles dinero y pedirles que se largaran pero... No es justo para Jimin no saber esto.

— Tienes razón, lo más sensato es informarle a Jimin sobre esto y que el decida que hacer, ¡vamos! Jimin ya no es un Omega temeroso, está aprendiendo a empoderarse y tener voz propia...

— Gracias a Jin por cierto.- El alfa contrario rio, su esposo era una joyita.

— De nada, de nada.

Jungkook rodó sus ojos y negó con una sonrisa.

— Solo habla con Jimin hombre, de manera calmada y tomen una decisión juntos, ustedes tienen una linda relación, pueden con todo...

— Tienes razón... Podemos con todo...

La relación que Jungkook tenía con su Omega era increíble, si bien al principio tenía sus fallas, ahora todo estaba tan perfecto que incluso daba miedo, pero había aprendido a no temer cuando las cosas salían bien, disfrutaba cada momento con Jimin, su embarazo había sido una etapa maravillosa para ambos, pudo sentir cada paradita, complacer cada antojo, reir y llorar con su Omega, gritar de felicidad cuando se había revelado que el tenia razon y los bebes eran dos lindos niños.

Aún así seguía siendo ese alfa protector que veía a Jimin como una bolita de cristal, aún que las actitudes de Jimin hubieran cambiado.

Se habia tornado más fuerte y menos temeroso, empezaba a actuar con seguridad, realmente amaba eso de su Omega.

Eso no quitaba que quisiera protegerlo de cualquier cosa o persona existente que pudieran dañar lo mucho que el Omega había estado trabajando en si mismo.

— ¿Cómo se siente  saber que serás papá?.- Preguntó el otro alfa.

— Me siento constantemente emocionado ¿Sabes? Es realmente emocionante saber que mi vida cambiará tanto, digo ya cambio teniendo a Jimin, me siento acompañado y querido, pero... Mis hijos, es increíble...

El mejor amigo de Jungkook sonrió mirando la ilusión y brillo en los ojos contrarios.

— Se nota que serás un papá feliz.

— El más feliz de todos Nam, el más feliz.

🌖🌕🌔

La tarde había llegado Jimin no se consideraba una persona paciente, por lo menos no lo era desde que entró en gestación.

Quería ver a su esposo, quería mimos y besitos, por eso sabiendo que aún le faltaban algunas horas para llegar a casa, el decidió ir por el a la compañía para darle una sorpresa.

En su rostro una gran sonrisa se dibujó cuando estacionó el auto, hace mucho no conducía, desde que obtuvo su licencia cuando a penas tenía cuatro meses de embarazo y su esposo le regaló un auto blanco, porque según el Jimin merecía uno nuevo, sumando un auto más al garaje.

El Omega suspiro y acarició su gran pancita para salir del auto, algo de lo pronto se arrepintió pues su lobo empezó a ponerse inquieto en señal de que algo estaba mal.

Aún así camino hasta el ascensor y entró a la compañía, como siempre era recibido con respeto y reverencias, algo que desde su punto de vista era innecesario pero su esposo siempre le decía.

"Aún que no te guste eres alguien de autoridad en la compañía, el esposo del presidente por lo tanto tienes voz y voto y ellos deben respetarte".

Solo les sonrisa y saludaba cortésmente, después de todo el era nada antes de casare con Jungkook, que ahora tenga dinero, sea el esposo de uno de los empresarios más nombrados del país y padre de sus futuros hijos, no lo hacía más ni menos, el seguía siendo Jimin.

El Omega de Jeon pero Jimin al fin y al cabo.

Mientras el ascensor subía su corazón latía más rápido, esa inquietud en su pecho no se iba y lo hacia sentir ansioso y expectante, cuando esté se abrió y el pasillo que llevaba a la oficina de su esposo se hizo presente frente a el, fue capaz de captar aquella mezcla de olores que conocia a la perfección.

Había crecido rodeado de esos olores.

El Omega sintió sus manos temblar posandolas en su vientre tratando de calmar ese revoltijo que sus hijos hacían al moverse.

Cada paso que daba lo hacía sentir más los espesos olores en el ambiente. Cuando se acercó a la oficina de su esposo la secretaria levantó su mirada y le sonrió.

Pero Jimin estaba tan inmerso en el miedo que sentía al saber quiestaban en esa oficina, que no le prestó atención y solo abrió dicha puerta.

Porque como tal y lo sospechaba, sus padres estaban ahí.

Entró al lugar y cerró la puerta tragando grueso, dió una rápida mirada a sus progenitores y luego solo fijó la misma en su esposo.

El mismo que tenía sus ojos abiertos en demasía por la sorpresa de ver a su Omega ahí.

— Amor... ¿Que haces aquí?.

— Te extrañe.- El Omega solo camino a los brazos de su esposo y se envolvió en ellos disfrutando del olor que emanaba como si los otros dos no estuvieran presentes.- Tus hijos y yo te extrañamos mucho.

El alfa lo envolvió con sus brazos dando besos en sus hombros, como si nadie más que ellos estuvieran en el lugar.

— En dos horas estaría en casa amor...

— Te quiero ahora y ya. Quiero mimos.- Despegó su cara de la fuente del olor del alfa, dónde su propia marca estaba y miro el rostro de su esposo.- Mimos en mi pancita.

El carraspeó del otro alfa se escuchó y en ese momento la sonrisa de Jimin se borró de su rostro.

Con su ceño fruncido volteó a ver a aquella mujer y hombre que lo veían sin siquiera pestañear.

Reconocía a su madre, después de tanto seguia siendo igual, una mujer sumisa desarreglada que era víctima del machismo y agresividad de un alfa.

Y su padre... Aún que ahora se veía un poco mayor y aparentemente más delgado no cabía duda de que su rostro expresaba lo mismo que por años expreso para el, repudió.

— ¿Que hacen aquí?.

Las manos del alfa fueron a la pancita de su Omega acariciandola para darle tranquilidad ya que empezaba a sentir la molestia e incomodidad de su Omega.

— Estás... Wow... Realmente estás precioso hijo mío.- La Omega miraba con ojos brillosos a su hijo, el mismo que había extrañado con el alma.

Aún que no se pudiera decir lo mismo de aquel hombre, porque sus intenciones al acercarse a Jimin eran distintas.

— ¿Por qué no avisaste que seríamos abuelos? ¿O si quiera que te casaste? ¿Estamos pintados en la pared o que?.- Preguntó su padre con un tono molesto uno al que Jungkook iba a responder pero Jimin fue más rápido en hacerlo.

— Por qué lo que haga con mi vida no es problema de ustedes. Después de todo siempre se han arrepentido de tener un hijo como yo ¿No? Entonces... ¿Que hacen aquí?.

— ¡No digas eso! Sigues siendo mi bebé Jimin.- La mujer empezaba a derramar lágrimas ante la actitud fría de su hijo.

— ¡Por favor no me hagas reír mamá! ¡No llores ahora! No vengan con el cuento de que soy su bebé y que ahora me quieren cuando ustedes son la mayor fuente de mi desgracia.

— ¡¿Que estás diciendo mal agradecido?!

— ¡Por tu maldita culpa! ¡Tus golpes, gritos e insultos me quedé al lado de la primera persona que mostró empatía por mi! Estuvo a nada de matarme a golpes junto a mis hijos ¡¿Y dónde mierda estaban ustedes?!

— Amor ya basta, es mejor que nos vayamos.- Murmuró el alfa pegando el cuerpo de su Omega a su torso dispuesto a llevárselo del lugar.

— ¿Que es lo quieren de mi ahora? ¿Ya no soy una vergüenza para ti papá?.

— ¡Siempre serás una maldita vergüenza!

— ¡¿ENTONCES QUE MIERDA HACES AQUI?!.

El fuerte grito del Omega dejó anonadados a todos incluyendo a su alfa, el mismo que se vio en la obligación de interrumpir aquello por el bienestar de su Omega e hijos.

— Por favor señores Park les pido de la manera más amable que se retiren de mis instalaciones.

El hombre sonrió con malicia mirando a su hijo.

— Por supuesto, pero no sé olvide de nuestra conversación señor Jeon, espero su pronta respuesta...

El alfa tomo a la mujer del brazo con fuerza arrastrándola con el, mientras ella no despegaba la mirada de su hijo.

Ni siquiera lo había abrazado, tanto tiempo sin verlo y ahora que lo venía frente a ella el solo... Ya no quería verla...

Sin embargo la risa de Jimin fue tan estruendosa que hizo parar los pasos del alfa antes de salir completamente de la oficina.

— ¿A qué vinieron? ¿Quieren dinero no es así? ¡Que les quede claro que de mi y de mi marido no obtendrán ni un centavo! Se jodieron.

El alfa vuelto furia lanzó a la mujer al piso y se dió la vuelta para ir por Jimin, pero Jungkook fue mucho más rápido y se puso delante de su Omega protegiéndolo del ataque de su propio padre.

Ambos alfas empezaron una batalla de golpes y empujones que terminó en un desastre.

La mujer lloraba y gritaba que pararan, mientras Jimin aprovecho de llamar a la seguridad del edificio para sacarán a sus padres de el.

Sin importar absolutamente nada porque un fuerte dolor se habia apoderado de su vientre.

Cuando la puerta fue abierta de manera brusca y unos alfas corpulentos entraron para llevarse al hombre que actuaba como loco y a la mujer que lloraba desconsolada, solo ahí Jimin cerro sus ojos y respiro tranquilo.

Cuando el alfa fue consciente de lo que había pasado volteó a ver a al Omega, el mismo que estaba pegado al escritorio mirándolo con lagrimitas en sus ojos y sus manos en su vientre.

Rápidamente se acercó a el hasta que se dió cuenta de lo que realmente pasaba.

Jimin había roto fuente.