Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo X

No estuvimos ni un minuto sin compartir o hablar de algo.

Lisandro fue tan gentil en enseñarme cómo usar el sistema braille, que es la manera en que escribe y lee. Sí me pareció un poco difícil ya que no me se las letras del sistema y obviamente debía aprendérmelas para poder escribir algo, aunque me enseñó a escribir mi nombre.

—Solo pasas las yemas de tus dedos sintiendo los relieves que acabas de hacer. —Él tomó mis menos y me indicó cómo debía leerse— Se lee claramente He-del.

Se sentían los puntitos que recién hicimos, me volví como una niña a quien le enseñan por primera vez algo increíble y fascinante.

—Gracias, Lisandro. —Le regalé una sonrisa, aunque no me viera.

—Ahora que dices mi nombre suena raro.

—¿Prefieres que te llame loco pervertido? —arquee mis cejas.

—Llámame guaperico, mejor.

—Jah, igual te tengo registrado como el loco pervertido.

«Okay... No debí decir eso»

—Que mala eres, escandalosa.

De allí buscó en su cuaderno los poemas que había escrito, y me dijo que leería uno llamado "El recuerdo de mi antigua vida".

—Vale, a continuación leeré un poco de lo que en mis momentos de soledad puedo plasmar. El primero lo titulé "El recuerdo de mi antigua vida".

>>En mi antigua vida te conocí en medio de un lago con flores a los alrededores,
El sol se comenzaba a ocultar y transformaba el cielo en un ocaso lleno de nostalgia,
Tu voz apareció irrumpiendo mi tranquilidad,
Cuando voltee y te vi sabía que eras lo más hermoso que mis ojos hayan podido apreciar,
Incluso el ocaso se sintió celoso de tu aparición.
En mi antigua vida te vi, me sonreíste y yo me enamoré,
Me acerqué a ti, un beso te di sin preguntar y la lluvia nos arropó para bautizar nuestro amor.
En mi antigua vida me enamoré de ti, y ahora sólo sueño en volvernos a reencontrar.

Su tono de voz combinado con la manera tan suave en que lo recitaba me hizo teletransportarme a lo que describía, verdaderamente fue placentero escuchar aquel poema escrito con tanto sentimiento.

No pensé que fuese a ser tan romántico...

—Ahora creo que los míos son insignificantes. —Dije en voz baja con una sonrisa algo tímida.

—¿Qué te pareció? —Me preguntó ignorando mi comentario.

—Es hermoso, simplemente. Pude sentirlo.

Él se sentó tratando de quedar en frente de mí. —Cuando lo escribí tenía ese objetivo en mente, que el que lo leyera o escuchara, pueda sentirlo igualmente.

—Pues créeme que trasmite mucho.

Quedé en silencio con la mente aún en lo que acababa de escuchar de él.

—Oye podrías...

—Creo que vienes...

Ambos nos reímos por hablar al mismo tiempo.

—¿Qué ibas a decir? Las escandalosas primero. —Me dice con su tono burlón.

—Iba a decir que podrías hacer podcast, sería tu fan, sin duda.

—Bueno no me esperaba esto. Pero ¿podcast? No tengo nada de extraordinario en mi hablar.

—Para mi tiene mucho. El tono, más tu acento, la manera en que lo lees. Suena tan relajante. —Alegué viéndolo sacar de su bolso algo.

Me puso una chupeta en frente, me la extendió.

—¿Gustas una piruleta?

—¿Piruleta? —Repetí tomándola.

—Si ¿o cómo le dicen en tu país?

Sonreí. —Le decimos chupeta. Y las amo.

—Que estupendo. Entonces, disfrutemos mientras te toca leer tu poema.

Voltee a mirarle con el ceño fruncido. —¿Yo? Creo que mejor ya no, mejor tú. Mis escritos son aburridos y simples, de verdad yo no...

—Quiero escucharlos, Hedel. Para eso vinimos ¿no?

—Claro... Pero...

No me quedó de otra, después de escuchar el suyo, los míos parecían escritos por una niña de cuarto grado.

—Prometo que no me reiré, a menos que tu me des permiso. —Dijo riéndose.

Comencé a buscar entre mis páginas pero ningún me parecía acorde.

—¿Se te han escapado los poemas? Porque te estás demorando como mucho...

—Bueno, ya tengo uno. A este le puse "Almas".

Y dando un suspiro empece a leerlo.

>>Alma sedienta de lo que no veo, pero espero,
Alma vagabunda que deambula por las calles con frustración,
Quien canta para encontrarte, quien llora por no tocarte.
Alma enlazada con otra alma retorcida,
Quienes se encuentran perdidos, pero destinados a lo esperado.
Alma anhelante y mente ruidosa, con fuerza te atrae deseando poder abrazarte.
Y aunque estén en ese recorrido, confío en el viento que me trae de ti el aliento para poder seguir.

Con voz baja leí el poema que escribí cuando estaba en mi país, antes de saber que tendría que venirme a España; escribía melancólica deseando conocer a alguien para acompañarnos mutuamente en nuestras andanzas y reírnos sin parar, porque después de tantos años estando soltera, siempre con la idea de que no necesito de nadie "por ahora" viendo como muchos simulan ser una pareja perfecta pero la realidad es tan distinta, son infieles, mentirosos, no aman igual, son insensibles y se tratan mal. Yo no quiero eso y quizá he estado tantos años sola por esa razón, la razón de no querer estar con alguien por simplemente estar y simular que somos "una pareja de guerreros a pesar de todo" No y no, yo quiero una historia diferente, aunque eso me ha hecho pasar años y años, haciéndome sentir que nunca encontraré a alguien así para mí.

Hubo un momento de silencio.

—Hedel, esta muy feo. Demasiado feo.

Voltee a verlo. —Te dije.

—¡Es broma, nena! Tu poema me ha encanta'o, disculpa. En realidad creo que de alguna manera me conmovió.

—¿Estas mintiendo para no hacerme sentir mal? No seas tonto, sé sincero. —Digo dándole un leve empujoncito en su hombro.

—Te hablo muy en serio, me gustaría escribirlo en mi cuaderno ¿podría? Así me lo leo cuando quiera, y no te preocupes que debajo pongo tu nombre de autora que obviamente no te quitaré tus derechos.

—En ese caso, me da gusto saber que te gustara. Y está bien, te dejaré anotarlo. Yo te voy leyendo otra vez [... ]

Mientras le dictaba el poema, mi teléfono sonó alertándome una llamada que al verla era de Antonio.

«¿Qué querrá?»

—Un momento, Lisandro. Voy a atender esta llamada.

—No te preocupes. Ve, chiquilla.

Me levanté y atendí.

—Hola, Antonio ¿todo bien?

Hola, guapa. ¿Todo correcto? ¿y tu que me cuentas? Fite, te llamaba para decirte que mañana en la oficina trabajaremos hasta las 12 del medio día, porque después tendremos la fiesta de aniversario de la empresa.

—Oh, aniversario... No sabía.

—Sí, tienes que prepararte, puedes llevar algo para compartir si quieres. Sería fantástico que llevarás alguna gastronomía de tu país ¿no te parece?

—Sería bueno, claro. Lo llevaré.

¿Pasa algo? Que te noto un poco marchita ¿o me equivoco?

Me reí para convencerlo de que no era así. —Estoy bien, no pasa nada. Entonces nos vemos mañana, cuídate.

De acuerdo. Nos vemos, guapa.

A partir de esa lectura quedé sumergida en mis pensamientos, en cómo he estado viviendo mi vida, lo que he hecho y lo que no he hecho.

Mis primas solían decirme que me buscara algún novio o un amigo con derecho al menos, o sino me echaban broma con que si me gustaban las mujeres, en esos momentos no me afectaba, pero ahora que lo recuerdo fueron crueles conmigo, aunque no les daba importancia porque pensaba en ese entonces que tener pareja era un desperdicio de tiempo, de energía y de saliva; me sentía única por ser así, pero no todo el tiempo era igual. Eran seis años en los que fui muy fuerte, pero ya los últimos años me sentía un poco vacía y melancólica, y es gracioso que hasta mis padres estén preocupados de verme tan independiente que crean que no me casaré jamás.

A veces me cuestiono si estaré llevando mi vida como debe ser o... ¿la estaré perdiendo?

—Era de la oficina, al parecer mañana es el aniversario de la empresa. —Le comento a Lisandro mientras el disfruta de su chupeta o piruleta.

Se ve tan adorable.

—Eso quiere decir que no trabajan mañana, entonces son buenas noticias. —Él sonríe.

—Supongo.

—Sigamos con tu tesoro.

—¿Qué cosa? —Digo perdida. Divagando en mi mente.

—Que sigas dictándome tu poema, venga.

—Ah, claro. —Tomo la hoja la cual se moja cuando caen dos lágrimas que provienen de mis ojos. Me limpio rápidamente, aliviada de que Lisandro no pueda ver esto.

No se porqué solté esas lágrimas, no sé qué hacía aquí con él, de pronto me sentía un poco desdichada y no estaba segura del porqué.

Supongo que los poemas me trajeron pensamientos...

—Hedel. —Me llama.

—¿Nos quedamos en donde?

Él guardó silencio hasta que me indicó dónde nos habíamos quedado.

Al rato caminamos un poco, y no tardó en llegar Pablo el chofer con un estilo de deportista más que de chofer.

—¡Illo! ¿Qué tal todo? —Le pregunta Pablo a Lisandro.

—Estupendo todo. Hedel es buena escribiendo, incluso aprende rápido en el braille.

—Ay, que mentiroso. En el braille debo aprenderme las letras porque es como otro idioma. —Les digo subiendo al auto.

De allí todos vamos callados. Pablo pone una música a volumen bajo que hace que me sienta más triste de lo que repentinamente comencé a sentirme.

—¿Qué es amarillo y sube y baja? —Me pregunta de repente atrayendo mi atención.

—No se...

—Un pollito en un ascensor ¿no es obvio?

Sonrío levemente mientras él suelta unas risitas.

—¡Vamos Hedel! que es un chiste buenísimo.

—¿Un pollito en un ascensor? ¿Y no puede ser también un minions? —Le digo para hacerlo pensar.

—Tienes razón, pero el clásico es el pollo.

Cuando llegamos al frente de mi casa, me bajé y me despedí agradeciéndole.

—¡Gracias por la tarde llena de historias y poemas con pirulines!

—Piruletas o chupetas. —Me dice sonriente—. Y creo que el agradecido soy yo.

Me despido de Lisandro y de Pablo, disponiéndome a entrar a mi departamento.

*************
¡Hola, gente bonita que lee!

Me gustaría saber de qué país me lees y cómo le dicen a la golosina qué le regaló Lisandro a Hedel.

En Venezuela le decimos chupeta 🍭

¿Y en tú país? 👀

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro