
Capitulo 6; Una enemiga
El infierno no está en el remordimiento, está en el corazón vacío
Permanecía de pie, con la vista fija en aquel trozo de piedra, las letras relucían bajo el brillante sol. Ho era un día gris, un día en que su odio se esforzaba por salir. Un día en que el infierno que era su vida ardía plenamente, en que su corazón se sentía tan vacío como realmente estaba. El día en que destruyeron su vida, en que mataron a su padre y dejaron que las llamas devoraran su pasado
Ni una lagrima caía de sus ojos, a pesar de estar parada frente a la tumba de su padre, a pesar de leer la inscripción que había en ella “Algún día las llamas te traerán la justicia que mereces” Se arrodillo y acaricio la tumba, sentía no poder llorar, no poder expresar lo que sentía. Hay quien diría que era porque ya había llorado demasiado en el pasado.
Pero ella sabia que no era así, no tenia lagrimas, si, sus ojos estaban secos pero era por las llamas de la venganza que latían en su interior. Su corazón se había vuelto tan frío que ni lo sentía palpitar en su interior
-Voy a vengarte papa –fijo la vista en el cielo –Solo para eso vivo
Cuando regreso a su departamento Camilo la miro con tristeza y no dijo ni una pala. El tambien sabia que hoy era el aniversario de la muerte de su padre, que era el peor día de su vida. Dafne se dirigió a su habitación, se ducho rápidamente y se arreglo para ir a trabajar
Nada mas llegar a su despacho le pidió a su secretaria que avisara a John Arlinton que necesitaba hablar con el
Permanecía de pie ante la cristalera de su despacho observando el exterior, cuando escucho como la puerta se abría se giro hacia el despacio
John, o Matt como era su autentico nombre camino hacia ella despacio. Hoy no llevaba un escote tan escandaloso como de costumbre pero a cambio el vestido se ajustaba a su cuerpo resaltando sus curvas y dejaba sus piernas bien visible. No le quedo la menor duda de que cualquiera desearía tener a esa mujer en su cama. Pero a el aun había algo que le atraía mas que la belleza de ella. Ese aire de misterio que la envolvía y que el estaba dispuesto a resolver. Paso la vista por su cuerpo y después se concentro en su rostro, entonces su ceño se frunció había algo en sus ojos, siempre había sido fríos pero hoy era demasiado. Se veían vacíos
-¿En que puedo ayudarla señorita William? –se paro ante la mesa mirándola atento
-Siéntese detective Brown –Señalo la silla con una sonrisa triunfal, acababa de dejarle claro que a quien necesitaba era al detective
-No me llame así –El se sentó suspirando –Aquí las paredes oyen
-Bien, John –Dafne tomo asiento frente a el -¿Qué ha hecho que estén vigilando a Los Thomson?
-Unas irregulares en las tierras adquiridas para sus negocios –El la miro atento
-A parte de estar infiltrado en la constructora –Dafne sonrió –Tambien vigilan su vida personal
-Si lo pregunta por su cita con Aníbal ayer –El levanto una ceja –Si, hay fotos
-No me gusta que me fotografíen sin mi permiso –se acomodo en el sillón sensualmente mientras le miraba
-¿Y piensa que yo puedo hacer algo? –El rió carcajeándose
-Lo que pienso es que usted sabe mas y no me lo quiere decir –Dafne entrecerró los ojos, paso la lengua por sus labios –Y yo siempre averiguo lo que necesito
-Yo tambien –John se levanto del asiento molesto
-¿Dónde cree que va? –Dafne se levanto y camino hacia el –No olvide que sigo siendo su jefa, aquí en la empresa
-¿Y va a despedirme? –El la observo divertido -¿Cree que puede hacerlo?
-Puedo hacer muchas cosas Matt Brown –Hablo en voz baja –Y no te gustaría averiguarlas
-¿Crees que puedes lograr que Claudio Thomson cumpla tu voluntad? –se acerco a ella y sus frentes quedaron pegadas -¿Crees que conseguirás que me despida?
-No lo creo, lo se –ella sonrió con satisfacción –Tengo muchas cartas en la manga
-¿Y esta es una de ellas? –rápidamente el la agarro de la cintura y la giro colocándola con tras el escritorio. Sin darle tiempo a reaccionar tomo sus labios con posesión y vehemencia. Lo que no esperaba era la reacción de Dafne
Ella introdujo la lengua en la boca de el y jugo con la suya, mientras que con las manos acariciaba sus brazos por encima de la camisa. Matt, sintió que perdía el control de su cuerpo, se apretó contra ella mientras ahogaba un gruñido en su garganta. Sin esperarlo sintió como ella le empujaba, giraban y ahora quedaba el apoyado contra el escritorio, sensualmente. Dafne se aparto y sonrió
-¿Ves como puedo convencer fácilmente a un hombre? –Se mordió el labio con satisfacción. El apretó la mandíbula molesta y pasando junto a ella camino hacia la puerta furiosa –Quiero saber los trapos sucios de esta empresa y tu me los vas a decir
Permaneció de pie en el mismo sitio hasta oír la puerta cerrarse, entonces se giro para mirarla y su respiración de descontrolo. La verdad era que su primera reacción había sido querer apartarle y golpearle pero no pudo, su cuerpo se derritió. Y para lograr recuperar el control ella fue quien decidió seducir
No podía permitirse eso, no podía flaquear ante un hombre, su corazón estaba vacío y tenia que seguir estándolo. Eso formaba parte de su infierno.
Al medio día tras una buena jornada de leer informes y averiguar algunas cosas interesantes sobre clientes y contratos de la constructora, Dafne decidió que era momento de hacer una visita a Claudio, pero el no estaba. Pregunto a su secretaria personal y esta le informo que el Señor Thomson tenia una reunión importante pero en su lugar había mandado a su hijo, ya que no se encontraba bien
Satisfecha con la información que acababa conseguir Dafne salio de las oficinas y se dirigió a la gran mansión Thomson. Si Claudio estaba enfermo era una buena oportunidad para acercarse y además su hijo no estaba
-¿En que puedo ayudarla? –Una mujer mayor la recibió en la entrada
-Busco a Claudio Thomson –Dafne sonrió –Soy Dafne William
-Espere aquí por favor –La mujer asintió con desconfianza y se marcho dejándola allí.
Miro a su alrededor, sin duda a esta gente le gustaba la ostentación, adoraban el dinero y mostrar que poseían bastante
-Dafne –Claudio Thomson camino hacia ella despacio –Que alegría recibirte en mi casa
-Claudio, disculpe mi inesperada visita –Ella lo miro delicadamente –Su secretaria me dijo que estaba enfermo
-No es mas que un simple mareo –El sonrió y señalo una puerta que daba al salón –Pasa por favor
-Gracias –Dafne camino hacia el interior y tomo asiento en uno de los sillones junto a Claudio, que la miraba ilusionado –Tiene una casa preciosa
-Me alegra que te guste –Claudio miro a su alrededor –Pero es demasiado grande para un hombre solo
-Tiene a su hijo ¿no? –Dafne le tomo la mano con delicadeza
-Aníbal no viene casi nunca –El suspiro –Aunque esta sigue siendo su casa el prefiere estar en su apartamento
-Entiendo –Ella le acaricio la mano con sus finos dedos –Debe sentirse muy solo
-Hoy no –el la miro a los ojos y sonrió –Y todo gracias a ti
-Entonces puede contar con mi compañía siempre que lo necesite –Dafne le mantuvo la mirada
-¿Qué pensaran al verla acompañando a un viejo como yo? –El negó con la cabeza
-No me importa lo que piense la gente –Dafne le sonrió calidamente –Y usted no es un viejo, es un hombre curtido en la vida y con experiencia, lo que le hace mas interesante
-Y tu eres una hermosa mujer con unos ojos ardientes –Claudio fijo la vista en esos ojos que tanto lo perturbaban -Algún día harás feliz a un hombre
-Antes espero que el me haga feliz a mi –Y tu me harás muy feliz, cuando te mueras
-Señor –La empleada permanecía en la puerta mirándoles con los ojos entrecerrados –Tiene una llamada
-Entonces yo me marcho –Dafne se levanto del asiento –Espero te repongas Claudio
-Gracias por tu visita querida –El le tomo la mano y la beso, después salio de la sala
Dafne observo con interés como la criada la miraba con rechazo, con desconfianza, puede que fuera una piedra en su camino. Pero ella siempre golpeaba las piedras que se interponían en su camino
-¿Qué es lo que busca? –La mujer camino hacia ella decidida
-¿Y que le importa a usted? –Dafne sonrió -¿Qué le hace pensar que tengo que darle una explicación?
-Una mujer como usted no se fijaría en alguien como Claudio Thomson si no quisiera algo de el –La criada la miro fijamente –Sea lo que sea no se lo pondré fácil
-¿Y por que? –Levanto una ceja observándola
-Los Thomson son míos –La voz de esa mujer le hizo pensar que quizás no era protección hacia ellos, quizás ¿Resentimiento? Lo averiguaría
-Cuidado con cruzarse en mi camino –Dafne camino hacia la salida –No soy una enemiga fácil
Y AQUI EL CAPITULO, EL DETECTIVE EN MANOS DE ELLAS PERO QUIZAS POR MENOS TIEMPO DEL QUE CREE, LA EMPLEADA DE CLAUDIO THOMSON PARECE UN OBSTACULO EN SU CAMINO ¿SERA ASI? ANIBAL DISPUESTO A TODO POR ELLA Y CLAUDIO COMIENZA A RENDIRSE A SUS PIES CUIDADO; NO TODO ES LO QUE PARECE
OS DEJO UNA FOTO DE DAFNE CON SU VESTIDO DE ESE DÏA; AQUEL QUE TANTO GUSTO A MATT BROWN
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