Capitulo 32; Fuego
El infierno se cernirá sobre todo y todos aquellos que invocaron sus llamas cuando los ojos del diablo cobren su venganza
-Voy para allá –Camilo hablaba nervioso por el teléfono
-No hace falta –Dafne suspiro –Estaré bien
-Esto no me gusta –Camilo se negaba a dar su brazo a torcer –Estas allí sola
-Le estaré esperando –Dafne colgó el teléfono sin ganas de seguir discutiendo y lo dejo sobre la mesa del despacho, después camino hacia la ventana y miro por esta
Hacia dos días que Matt se había marchado, el y por supuesto los directivos de la empresa, después de todo ella insistió en que tenían que ir a arreglar los asuntos de esta Y ahora al fin estaba allí, sola con su marido moribundo, o quizás no tan sola
Salio del despacho y camino hacia el salón, allí sentado en el sofá con una bata y mirando unos papeles estaba su esposo
-Deberías estar en la cama –Dafne lo miro con indiferencia –Por mas que mires esos papeles no puedes hacer nada, estas en la ruina
-¿Te ocurre algo? –Camilo hizo una mueca al levantar el cuello
-Ocurre que estoy cansada Claudio –Dafne sonrió y se sentó frente a el –Estoy cansada de estar casada con un vejestorio, que ya ni siquiera tiene fortuna
-¿Cómo? –El la miro sorprendido
-¡Y la gatita se quita el antifaz! –La voz de Aníbal inundo el salón, después se escucharon unos aplausos y el apareció en la puerta –Al fin
-¿Qué estas haciendo aquí? –Claudio trato de levantarse pero no pudo
-Ah, papa mírate –Aníbal le miro con lastima fingida –No eres nada y todo por dejarte guiar por esta mujer
-Debiste escuchar a tu hijo Claudio –Dafne sonrió mirando a ambos
-No puede ser –Claudio la miro con dolor
-¿De verdad pensabas que una mujer como yo podría enamorarse de un viejo decrepito como tu? –Dafne rió con maldad –No
-¿Por qué? –El llevo una mano a su pecho
-¿Por qué? –Dafne se levanto de su asiento y camino por la sala despacio –Porque tu me has enseñado a ser así, porque es esto lo que te mereces. Porque yo me estoy cobrando todo el daño que has hecho
-Dafne William no existe –Aníbal la miro con una sonrisa –Es un espejismo, esta mujer que tenemos ante nosotros se llama Melisa Samaniego
-Así que ya lo sabes –Dafne le miro divertida
-Has sido lista –Aníbal se apoyo en la pared –Y no pareces asustada al verme aquí
-Te estaba esperando Aníbal –Dafne miro a Claudio –Os quería juntos, para veros la cara ahora que sabéis la verdad
-Eso no puede ser –Claudio comenzó a respirar agitado
-¿Aun no te enteras? –Dafne se acerco a el con una sonrisa –Yo acabe con tu empresa, te lo quite todo. Yo, Melisa Samaniego –lo miro a los ojos –Recuerda este apellido, porque quiero que sea lo ultimo que oigas
-No –Claudio apretó la mano en su pecho y se tambaleo hacia delante hasta que no pudo mantener la estabilidad y cayó en la alfombra
-¡Silvia! –Dafne miro a la puerta por donde la mujer apareció -¿Quieres darle las pastillas a tu patrón?
-No –la mujer la miro decidida
-¿Y tu Aníbal? –Le miro con una sonrisa -¿No vas a ayudar a tu padre?
-Me importa muy poco lo que le pase a ese viejo –El lo miro con desprecio
-Dame las pastillas Silvia –Dafne extendió la mano y cuando la mujer le entrego el bote la miro –Y vete
-¿Qué? –Silvia la miro sorprendida
-Vete –Dafne la miro decidida –Y no vuelvas, pase lo que pase Sal de esta casa
-Si, señora –Silvia asintió y se marcho rápidamente
Con el bote de pastillas en su mano Dafne camino hacia Claudio y se agacho para depositarlo en el suelo, a unos metros de el
-Ve por ellas querido –Sonrió mirándole
-Por favor –Claudio levanto la vista hacia ella y extendió la mano con las pocas fuerzas que le quedaban
-Mi padre tambien suplico, yo suplique –Dafne sonrió –Y te voy a responder lo mismo que tu hijo respondió, lo siento, no puede haber testigos
-Dafne –Claudio llevo una mano a su pecho y dejo caer su cabeza a la alfombra
-Mi nombre es Melisa –ella se quito la alianza y se la tiro –Melisa Samaniego
Y Claudio Thomson dejo de respirar, murió allí ante ella, arrastrado como la peor de las alimañas y suplicando, suplicando por su miserable vida
-¿Y ahora? –Aníbal la miraba fijamente -¿Qué crees que pasara contigo?
-Estas equivocado si piensas que me importa –Dafne camino hacia el despacio
-No te importa nada si acabas con nosotros –El dio un paso hacia ella –Sabes ahora que se quien eres, tengo ganas de terminar lo que comenzamos una vez –con una sonrisa volvió ha acercarse a ella
-Yo tambien tengo ganas de terminar lo que comencé –y Dafne saco una pistola y le apunto, le miro a los ojos –Para eso volví, para terminar con esto
-Chica lista –Aníbal miro el arma fijamente
-Ha llegado tu final Aníbal Thomson –Dafne quito el seguro al arma
-Pero tambien el tuyo –y Aníbal se lanzo hacia ella agarrándola por las manos mientras intentaba quitarle el arma
Se empujaron en uno al otro por la habitación mientras luchaban por la pistola, cayeron contra la mesa y tiraron el jarrón de flores al suelo
-¡Voy a mandarte al infierno! –Dafne saco fuerzas de su interior y le empujo hasta lograr que se golpeara con la chimenea y cayeron sobre la mesa de cristal que había en el centro
-¡Entonces te vendrás conmigo! –el la empujo haciéndoles girar y cayendo sobre el sofá, al mismo tiempo que empujaban la alfombra hacia la chimenea y las llamas se extendían por ella
El sonido de un disparo inundo el lugar y Dafne se irguió tensa, el pesado cuerpo de Aníbal cayó sobre ella y rápidamente lo empujo a un lado y se levanto. Lo miro aun con la pistola en su mano y al levantar la vista noto el humo a su alrededor . Las llamas se extendían por la alfombra y llegaban a las cortinas prendiendo a estas
Apenas había dado unos pasos hacia la puerta cuando algo la agarro del tobillo y la hizo caer al suelo golpeándose la cabeza, cuando fue consciente de lo que pasaba tenia a Aníbal Thomson sobre ella, agarrándola por el cuello.
-Voy a matarte perra –Apretaba las manos con la poca fuerza que le quedaba
Dafne sintió como sus pulmones le pedían aire, su garganta se secaba y poso los ojos en la cara de ese hombre, ese hombre que tanto odiaba. Y supo que no podía morir así, no sin llevárselo con ella. Todo a su alrededor estaba en llamas, aquello se había convertido en el mismísimo infierno, pero había algo que ella debía recordar
Dafne William había nacido en un infierno y aquellas llamas no eran mas que el reclamo de su venganza, de la justicia
Extendió ambos brazos a los lados en busca de algo y se aferro con fuerza a lo primero que pudo y con toda su fuerza golpeo a Aníbal
-¡Ah! –El cayó a un lado llevando la mano a su cabeza -¡Puta!
Dafne tosió llevando la mano a su garganta y se arrastro por el suelo, se apoyo contra la pared tratando de recobrar la respiración y lo miro
-¡Voy a encontrarte puta! –Aníbal apretaba la mano contra su frente mientras trataba de levantarse
-Y yo voy a mandarte al infierno –miro a su alrededor y sus ojos se quedaron fijos en lo único que podía ayudarla. Con las pocas fuerzas que le quedaban se levanto y tomo el atizador de la chimenea y camino hacia el entre el humo -¡Esto es por mi padre! –y con todas sus fuerzas lo golpeo con el artilugio haciendo que no pudiera levantarse -¡Este es por toda la gente a la que habéis hecho daño! –volvió a golpearle -¡Y este es por mi! –dejo salir toda la rabia que había en su interior -¡Por el monstruo en el que me habéis convertido!
El atizador cayó de su mano y ella miro fríamente el hombre que yacía tumbado ante ella Levanto la vista y miro a su alrededor, todo era fuego, las llamas cubrían las paredes y se extendían por el suelo. Como pudo camino evitándolas y tapando su boca por el humo, salio de la sala y se dirigió a la cocina, salir por la puerta trasera era la única forma. Se apoyo en la encimera de la cocina mientras tosía y como pudo llego hasta la puerta, coloco un trapo en el picaporte y lo giro, pero la puerta no se abrió
-Vamos ¡Vamos! –La empujo una y otra vez, pero era imposible
El humo se agolpaba en la cocina evitando la visión y, el sonido del fuego destruyendo todo a su alrededor era lo único que rompía el silencio.
Se aparto de la puerta y la miro con tristeza, ¿este era el final? ¿este era su final?
Ella lo había escogido, había decidido que no le importaba morir si acababa con los Thomson y lo había logrado ¿Entonces porque ahora no quería morir? Y sabia la respuesta, porque había alguien esperándola, porque quería tener una vida con el
-Lo siento –se apoyo contra el mueble y se deslizo por este hasta el suelo, tosió de nuevo y sintió como su garganta quemaba, ya no podía respirar y pronto, muy pronto habría llegado su final. Apoyo la cabeza contra el mueble y una lagrima resbalo por su mejilla –Te quiero Matt, te amo
El polvo del camino se elevaba al paso de los coches de policía a toda velocidad, la sirena de los camiones de bomberos inundaban el silencio de la noche . Y la oscuridad solo se veía iluminada por una llamarada intensa
Matt supo que algo iba mal cuando llamo tantas veces a Dafne al teléfono y esta no contestaba . Algo dentro de el le dijo que la necesitaba y cuando entro por el camino de tierra de la finca y vio las llamas al fondo de esta, se maldijo por no haber llegado antes
Su coche derrapo y freno ante los cuatro coches patrulla que había, se bajo corriendo y su cara se tiño de horror al ver lo que estaba pasando
Las llamas se extendían hasta el cielo, apenas quedaba nada de la casa en pie, los bomberos corrían de un lado al otro tratando de apagar el incendio, la policía se les ayudaba y dos ambulancias estaban paradas ante la casa .
-¡Dafne! –Matt corrió hacia ellas -¡Dafne!
-¡¿Dónde va?! –Un policía le sujeto por la chaqueta
-¡soy un amigo de la familia! –Las lagrimas caían de sus ojos -¡¿Estan bien?!
-Hay una mujer fuera de la casa –El policía señalo una de las ambulancias –Allí
-¡Dafne! –se libro del agarre del policía y corrió hasta allí, no podía ver quien era ya que dos policías estaban ante ella, haciéndole preguntas . Cuando estuvo lo bastante cerca empujo a uno de los policías apartándole y se quedo paralizado –No –No era ella, no era ella, agarro a Silvia bruscamente por los brazos -¡¿Dónde esta?!
-Estaba dentro –Silvia lloraba desconsolada –Pero yo no podía entrar, las llamas lo consumían todo
-¡No! –Matt se giro hacia la casa y observo como el fuego destruya lo poco que quedaba -¡No!
Y en la oscuridad de la noche, el fuego arraso con todo a su paso, destruyendo un alo de maldad que se había extendido en vida y que se apagaba en la muerte . Nada ni nadie quedaba para reclamar, para llorar, para sufrir o para ganar . La justicia había llegado, la venganza había terminado
Siempre hay un precio a pagar, la cuestión ¿Esta uno dispuesto a pagarlo?
¿FIN?
Y ESTE ES EL ULTIMO CAPITULO, YA SUPONGO QUE NO ESPERABAIS QUE ACABARA TAN PRONTO Y MENOS DE ESTA FORMA;;,, PERO RECORDAR ALGO ; A VECES EL FINAL, SOLO ES EL PRINCIPIO DE ALGO
AUN QUEDA EL EPILOGO; PROMETO TRATAR DE SUBIRLO PRONTO OS DEJO UNA FOTO DE LA CASA ARDIENDO,,,,, Y POR SUPUESTO FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!! Y MUXAS GRACIAS A TODOS POR VUESTRO APOYO;,,, ESPERO TAMBIEN SIGAIS MI NUEVA HISTORIA Amor Ilegal
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro