Capitulo 26; Un paso por delante
La tierra comenzó siendo un paraíso pero el hombre la esta convirtiendo en un infierno
Con total tranquilidad entro con su auto en aquella vieja nave abandonada, se bajo de el y camino por el oscuro lugar con olor a hierro
-Dafne –Oliver William camino hacia ella desde el otro lado de la nave
-Hola tío –Ella sonrió levemente y se acerco, se sorprendió al ver como el la abrazaba fuertemente
-¿Estas bien? –Oliver se aparto mirándola de arriba abajo
-¿No se ve? –ella sonrió –No deberías estar aquí
-Quería saber que es exactamente lo que te traes entre manos –frunció el ceño –Esta no es mi forma de actuar, ni tampoco la tuya
-Digamos que tengo que hablar algo en privado con alguien importante –Dafne se quedo pensativa –Y ese alguien probablemente este siendo vigilado
-Ten cuidado –El suspiro
-Ahora márchate –Dafne le miro fijamente –Es mejor que no te vea
Y Oliver volvió a abrazarla para después salir de la nave por la puerta trasera, sin dejar rastro alguno de su estancia allí. Dafne se giro, quedando frente a la puerta por la que su auto había entrado y con una sonrisa espero
Cuando la puerta comenzó a abrirse observo la furgoneta negra entrando, volvió a cerrarse y las puertas del coche se abrieron
-Señorita –Un hombre moreno, bastante mayor con barba se acerco a ella –Le traemos su paquete
-Sácalo, que yo pueda verle –Dafne asintió
Miro al auto y vio como los otros dos, abrían la parte trasera de la furgoneta y le sacaban, con las manos atadas y un saco puesto en la cabeza
-¡Suéltenme! ¡¿Qué es lo que quieren?! –Leonardo Montemar se agitaba sostenido por los brazos -¡La policía ya sabrá que me han secuestrado!
Dafne sonrió al oírle, por supuesto que lo sabrían, el trabajaba para ellos, pero ahora seria para ella para la que trabajaría. No tendría otra opción, hizo una seña para que le quitaran la capucha
Cuando el al fin pudo ver, parpadeo varias veces y fijo la vista en ella sorprendido
-Dafne –La miro incrédulo
-Soltadle –Ella miro a los otros hombres –Estoy segura de que sabrá comportarse
-¿Qué significa todo esto? –El acaricio sus muñecas marcadas por las cuerdas
-Significa que se acabo tu juego, al menos conmigo –Dafne camino hacia el despacio, observándolo –Leonardo Montemar, lo has perdido todo, tus propiedades, tu dinero, tu poder. No te queda nada –sonrió –Y trabajas para tus enemigos para no acabar en la cárcel
-No se de que me hablas –El la miro a los ojos
-Lo sabes, claro que lo sabes –Dafne le sostuvo la mirada –Trabajas para Matt Brown, pero a partir de ahora seré yo tu jefa
-No puedo hacer eso –El se puso tenso
-Claro que puedes –Dafne sonrió –Si sigues mis indicaciones te aseguro que mañana todo habrá acabado y serás libre
-¿Y como piensas lograr eso? –El la observo caminar por aquel lugar
-Lo conseguiremos, juntos –Dafne se paro y lo miro de reojo –Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para pedir por escrito el trato
-Por supuesto –El asintió –Todo esta escrito, si yo cumplo ellos tambien
-Entonces tu cumplirás, pero mi esposo no –se giro hacia el –Será Claudio Thomson quien rompa el trato
-¿Y como vas a conseguirlo? –frunció el ceño
-Tu lo conseguirás –se acerco a el y coloco una mano en su pecho –Solo tienes que hacer lo que has estado deseando todo este tiempo –acerco su rostro y rozo sus labios con los suyos –Querrás apropiarte de la mujer de tu socio –le susurro con los labios muy cerca –En la cena, mañana
-Quieres que el lo descubra –El sonrió -¿Y tu?
-¿Yo? –Dafne se alejo sonriendo –Yo solo seré una pobre mujer que no quería engañar a su marido y tampoco quería que el trato se rompiera –se encogió de hombros –Claudio romperá el contrato, no será tu culpa, serás libre y nadie podrá culparte de caer ante los encantos de la dulce esposa
-¿Por qué quieres que tu esposo rompa el trato? –Leonardo la miro curioso
-Eso no te importa –Ella lo miro decidida –Tu solo cumple tu parte
-Sabrán que algo me ha pasado –miro a su alrededor -¿Cómo explicare esto?
-Dirás que debías dinero a alguien y te secuestro, pero al decirle que estabas con la policía se asusto –Dafne sonrió –Todo esta previsto
-Supongo que no haces esto para ayudarme –La miro de arriba abajo
-Si por mi fuera te pudrirías en la cárcel –suspiro cansada –Pero te interpones en mis planes
-No te gusto –El entrecerró los ojos –En verdad no me soportas
-No me gustan lo hombres como tu –Lo mira con desprecio –Hacéis vuestra voluntad sin importar lo demás, tomáis lo que queréis, destruís. Hacéis de este mundo un infierno
-Y tu estas actuando como nosotros –Leonardo la miro divertido
-Pero hay una diferencia, vosotros convertisteis la tierra en un infierno –la mirada de ella se volvió fría –Yo solo soy el producto de eso, el monstruo que habéis creado
-No creo que parezcas un monstruo –El observo su cuerpo atento
-Se acabo la charla –Dafne volvió a adoptar su posición –Ya sabes como tienes que actuar mañana, por tu bien, no falles –levanto la mano indicando que se lo podían llevar y de nuevo Leonardo se vio con la capucha en la cabeza y las manos atadas. Le metieron en la furgoneta y Dafne se acerco a uno de ellos y le entrego un sobre con dinero
después solo tuvo que esperar a que se marcharan y entro a su auto para salir de aquel frió y oscuro lugar. De camino a la casa su mente dio vueltas a la situación de su esposo, en estos días había mejorado. Seguía estando enfermo y Silvia le seguía dando la dosis, pero no había ningún disgusto, situación que hiciera que su animo decayera. No podía arriesgarse a aumentar la dosis, no hasta que estuviera lo bastante mal, para que nadie sospechara
Aparco el auto frente a la casa y bajo de el, al entrar observo a Silvia limpiando el mueble del fondo
-¿Dónde esta mi esposo? –la miro de reojo
-En el despacho señora –Silvia la miro y después siguió limpiando
Dafne camino por la casa y se paro ante la puerta del despacho, puso su mejor sonrisa y abrió la puerta
-Dafne querida ¿Dónde estabas? –Claudio la miro desde detrás de la mesa
-En la peluquería –Ella le sonrió levemente y después miro al otro hombre que se encontraba allí –Hola señor Arlinton
-Señora –El asintió mirándola con el ceño fruncido
-¿Me necesitabas para algo querido? –Dafne le ignoro y se acerco a su esposo, deposito un suave beso en sus labios
-No, solo era curiosidad –Claudio sonrió y volvió a fijar la vista en los papeles
-Pues estaba en la peluquería –Dafne miro a Matt con una sonrisa –Poniéndome guapa para mi esposo
Y ambos se sostuvieron la mirada, el sabia que mentía, ella sabia que lo sabia. El había ido allí para averiguar si Dafne tenia algo que ver con la desaparición de Leonardo, pero desgraciadamente no había forma de comprobarlo
Una vez mas Dafne William estaba jugando sus cartas y como siempre iba un paso por delante de su contrincante.
Y ELLA YA SABE COMO DEJAR LIBRE SU CAMINO ¿LO CONSEGUIRA? ¿SE LO PERMITIRA MATT? NUNCA SE SABE COMO DAFNE WILLIAM PUEDE HACER GIRAR LAS COSAS A SU GUSTO, DESPUES DE TODO ESE ES SU PODER; COMO SIEMPRE OS DEJO UNA FOTO DE DAFNE CON OTRO DE SUS MODELITOS
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro