El dolor es lo único que nos hace saber que aun estamos vivos.

-Definitivamente el matrimonio te sienta bien –Camilo observo a Dafne con una sonrisa

-Solo estoy jugando mis cartas –Dafne sonrió fríamente –Necesito llevarme bien con el señor Montemar

-¿Así que estas tan guapa para el? Tu marido se pondrá celoso –Camilo comenzó a reír divertido -¿Y como esta el viejo?

-Demasiado bien –Dafne suspiro

-¿No se supone que te estas encargando de su salud? –Camilo frunció el ceño

-Y lo hago –ella apretó la mandíbula –Pero necesito que se preocupe, que se sobresalte y su corazón hará el resto –se quedo pensativa –No puedo arriesgarme a aumentar la dosis, si sufre un ataque sin razón alguna seria sospechoso

-Así que el verdadero problema es el detective –Camilo negó con la cabeza –Te dije que nos causaría problemas

-Ya basta –Dafne lo miro seriamente -¿Qué es lo que tenias que decirme?

-Algo muy interesante –Camilo se acomodo en el sofá con una sonrisa –Ayer me reuní con nuestro poli infiltrado

-¿Y? –Ella lo miro con una ceja levantada

-Y resulta que Leonardo Montemar no es mas que un aliado de Matt Brown –El sonrió

-¿De que estas hablando? –La mandíbula de ella se tenso

-Leonardo Montemar es un hombre muy parecido a tu esposo, le encanta jugar sucio y sus negocios no son mas que una tapadera de trafico ilegal –Camilo suspiro –Hace aproximadamente dos semanas su organización fue desmantelada pero en lugar de ir a la cárcel colabora con la policía –La miro a los ojos –Montemar colabora con tu detective, entrego el proyecto a Thomson solo para que el comience con su juego sucio

-Una trampa –Dafne entrecerró los ojos –Montemar no quiere ir a la cárcel

-Y Brown se aprovecho de eso –comenzó a reír –El chico sabe lo que hace

-¿Y por que no se nos informo antes? –la voz de Dafne se volvió dura –Pago una buena suma para que todo lo que pase en la comisaría me sea comunicado

-Pero es que esta trampa no era conocida en la comisaría –Camilo frunció el ceño –Fue Brown quien la monto y su jefe quien le apoyo

-Lo sabe –Dafne sonrió –Sabe que me entero de todo

-Yo tambien lo pensé –Camilo la miro de reojo -¿Eso es bueno o malo?

-Depende –Dafne se levanto del sillón y se paso por la casa –Montemar no va a traicionar a la policía, no si se arriesga a entrar a la cárcel

-¿Entonces? –la observo fijamente –Tu puedes lograr que lo haga

-No hay tiempo –Dafne se quedo pensativa –Claudio se recuperara poco a poco, necesito que su animo decaiga y su salud empeorara

Lo cierto es que Dafne William podría conseguir que Leonardo Montemar hiciera lo que ella quisiera y no era cuestión de tiempo.   Pero para ello tenia hacer algo que ya no estaba dispuesta.  Una noche, le bastaría solo una noche con el, en una cama y prometerle el paraíso para que ese hombre lo dejara todo por ella, el problema era que Dafne ya no se veía capaz de entregar su cuerpo a nadie.   A nadie que no fuera Matt Brown

-¿Y que piensas hacer? –Camilo se levanto de su lugar y camino hacia ella

-Voy a lograr que sea mi marido quien rechace el proyecto –Dafne sonrió –Voy a jugar

Una hora mas tarde Dafne entraba al restaurante en que había quedado para comer con su nuevo amigo.   Y como ya imaginaba Leonardo Montemar la estaba esperando sentado a la mesa con una gran sonrisa

-Siento el retraso –Dafne se acerco y le sorprendió dándole dos besos -¿Llevas esperando mucho?

-Mereció la pena –El le guiño un ojo con una sonrisa –Pedí un vino blanco ¿te parece bien?

-Fantástico –Ella asintió –Bueno ¿Ya firmaste el contrato?

-Si, hace un rato estuve en la empresa con Arlinton –El rostro de el se puso serio al nombrar a John –El proyecto ya es todo vuestro

-Y yo lo agradezco –Dafne le sonrió ampliamente

-¿Y como se encuentra su esposo? –El la miro precavido

-Bien –su rostro se volvió triste –Sigue en cama

-Disculpa la indiscreción pero –la miro a los ojos -¿Cuánto hace que se casarón?

-Unos días –y ella sonrió al ver la sorpresa en el rostro de el –Si, muy poco

-Es sorprendente –y se sonrojo al ver que lo había dicho en alto –Lo siento no quería incomodarte

-No me incomodas –Dafne se encogió de hombres –Claudio es un gran hombre, si es mayor que yo, pero le quiero –acaricio la coma despacio –No le amo, pero le quiero

-Amor –Leonardo suspiro –Es muy difícil encontrarlo

-Casi imposible –Ella le sonrió -¿Y tu Leonardo? ¿Encontraste el amor?

-No –el la miro a los ojos –Aun no

-Buenas tardes –La voz de John Arlinton interrumpió la conversación, Dafne levanto el rostro bruscamente y le vio parado ante la mesa de ellos –Que les aproveches

-Gracias Señor Arlinton –Dafne entorno los ojos

-Disculpe la interrupción pero quería preguntarle por su esposo –Exhibió una gran sonrisa

-Esta mejor, gracias por el interés –Dafne le sonrió fríamente

-Entonces me retiro para que sigan con su almuerzo –John miro a Leonardo –Señor Montemar

Leonardo asintió nervioso y Dafne comprendió cual era la situación.  Les estaba siguiendo pero no solo a ella, en esta ocasión vigilaba que Montemar estuviera cumpliendo con su parte.   Que la trampa estaba funcionando y Dafne no pudiera hacer nada

Ella le observo alejarse hacia una mesa y se sorprendió al ver que había alguien esperándole, una mujer, una mujer que ella conocía.   La secretaria de Claudio, John había ido a comer con la secretaria de su esposo.   Y al observar como reían con complicidad supo que no era la primera vez que comían juntos

-¿Todo bien? –Leonardo la observo con el ceño fruncido

-Claro –Dafne asintió

Pero mentía, nada estaba bien, ella no estaba bien.  Ver a Matt con otra mujer, observar como la ignoraba, como la distancia entre ellos crecía le causaba dolor.  Un dolor insoportable que se instalaba en su pecho y le oprimía el corazón, ¿su frío corazón?

Quizás ya no era tan frío como antes, el lo había despertado y ahora dolía, dolía demasiado saber que conocía el amor, que lo había tenido y lo había perdido.

Ese dolor era lo único que la hacia reconocer que su corazón estaba vivo, que ella estaba viva, quizás tan viva como lo estuvo Melisa Samaniego antes de aquel infierno.

Y solo entonces Dafne supo que el juego tenia que acabar, que necesitaba librarse e sus cadenas cuanto antes y que tenia que destruir a Claudio Thomson antes de que ella misma terminara destruida.  Y había una única forma de lograrlo, una frase inundo su mente y no pudo evitar sonreír

El enemigo de mi enemigo es mi amigo 

Ella había tomado a Leonardo Montemar como un enemigo, sin tener en cuenta que el tambien luchaba contra la policía, contra Matt Brown.   Y ahora mismo ese hombre, que un momento pasado fue su esperanza  era su enemigo 

Leonardo Montemar y Dafne William tenían un enemigo en común y quizás juntos podrían acabar con el

 LAMENTO TARDAR TANTO EN ACTUALIZAR; PERO ESTOY CON EXAMENES MUY IMPORTATES Y EN ESTAS SEMANAS ME RESULTA IMPOSIBLE ESCRIBIR, TRATO DE BUSCAR ALGUN HUECO PORQUE ADEMAS ME RELAJA   ESPERO OS GUSTE EL CAPITULO,,,, SE ACERCA EL DESENLACE DE ESTA HISTORIA; SOLO LA DECISION DE MATT O DE DAFNE PUEDE CAMBIAR EL RUMBO DE SUS VIDAS ¿CAMBIARA ALGUNO DE OPINION? ¿LOGRARA ELLA LO QUE QUIERE? ¿A COSTA DE QUE? A VECES EL PRECIO A PAGAR ES DEMASIADO ALTO Y EN OCASIONES ESTAMOS DISPUESTOS A PAGARLO     OS DEJO UNA FOTO DE DAFNE CON SU MODELITO