Capitulo 2; Esos ojos
Me pierdo a cada instante,
y no hay imagen mía
que pueda en un momento
atraparme del todo.
Como la gente misma es ilusión
no ve de mí más que una ilusión.
-¿Estas segura de que quieres seguir con esto? –Camilo la miro preocupado
-Nunca he estado mas segura en mi vida –Dafne le miro decidida –Solo vivo para esto, para la venganza
-Entonces, suerte –el asintió
-No la necesito –decidida salio de su apartamento y se subió a su auto, hoy era el día. Hoy vería a Aníbal, volvería a encontrarse cara a cara con el hombre que destruyo su mundo y sabia que el odio que tenia en su alma era suficiente para soportarlo. Una vez aparcado su coche entro al edificio
-Buenos días señorita William –la recepcionista la saludo amablemente
-Buenos días –Ella asintió, camino hasta el ascensor y espero hasta que este se abriera, entro en el y pulso la octava planta
Cuando las puertas se abrieron el ajetreo de los empleados fue evidente, todos corrían de un lado al otro con informes. Con su sonrisa salio de allí y camino por los pasillos, de repente alguien choco con ella y un montón de papeles voló por los aires.
-Perdón –escucho aquella profunda voz en su oído mientras unos fuertes brazos la sostuvieron por la cintura -¿Se encuentra bien?
-Si –ella levanto el rostro para mirarle y sus ojos se encontraron. Era el hombre del ascensor, el que había conocido el otro día Algo en su interior se movió y asustada por ello se alejo rápidamente –No es necesario que me sujete
-Disculpe –El frunció el ceño mirándola fijamente
-La próxima vez mire por donde va –Recuperando su tranquilidad, se alejo de allí caminando con decisión al despacho de Claudio, la puerta estaba abierta así que no tuvo que llamar –Buenos días Claudio
-Dafne –El la observo de arriba abajo y sonrió ampliamente –Aun queda unos minutos para que comience la reunión
-¿Su hijo asistirá? –camino hacia el despacio
-No, a Aníbal no le agrada trabajar en los despachos –El negó con la cabeza
-Entiendo –Ella asintió Prefiere ir encargándose del trabajo sucio ¿no?
-Buenas –De nuevo esa voz, Dafne se giro hacia la puerta rápidamente
-A John pasa –Claudio asintió y señalo a Dafne –Le presento a la Señorita William –después la miro a ella –Dafne, el es John Arlinton, nuestro jefe de personal
-Encantado señorita William –John camino hacia ella y extendió su brazo sin dejar de mirarla a los ojos
-Señor Arlinton –Dafne asintió estrechando su mano
-Bien pasemos a la sala de juntas para la reunión –Claudio deposito la mano suavemente en la espalda de ella para guiarla. John se quedo tras ellos, observando la familiaridad con la que Claudio Thomson trataba a esa mujer
En la sala de reuniones todos dieron la bienvenida a Dafne alegremente, claro que tambien todos los que había allí eran hombres, hombres que no dejaban de mirarla de forma lasciva. Todos menos uno, John Arlinton, que precisamente estaba sentado frente a ella. La miraba de forma penetrante, como si tratara de entrar en ella, de averiguar quien era realmente. Y eso la hacia sentirse muy incomoda
-Bien señores se acabo la reunión –Claudio despidió a todos y después extendió una mano a Dafne -¿Me permites invitarte a tomar algo en mi despacho mientras esperamos a mi hijo Dafne?
-Encantada Claudio –Ella asintió y acepto su mano
-Ah, John acompáñanos –miro a Arlinton sonriente –Quiero que me informes sobre los nuevos trabajadores
-Claro –el asintió y les siguió sin dejar de quitar la vista de encima de ella
Entraron en el despacho y tomaron asiento en los cómodos sillones que había a la derecha, Claudio sirvió las copas y se las entrego a cada uno. Lamentablemente para el, tuvo que atender un asunto importante y salio del despacho dejándolos a solas
-Así que ahora forma parte del equipo de la constructora señorita William –John la observo fijamente
-Si –Ella frunció el ceño –Dígame ¿lleva mucho tiempo trabajando para los Thomson?
-Apenas un año –El negó con la cabeza –Pero somos buenos amigos
-Amigos –ella sonrió. Los Thomson no tienen amigos imbecil -¿Tambien es amigo de su hijo? ¿De Aníbal?
-Digamos que Aníbal y yo tenemos distintas formas de pensar –El la miro confundido -¿Conoce a Aníbal?
-Aun no –Dafne se distrajo mirando los labios de ese hombre, trago saliva y se obligo a volver a la realidad –Pero me han hablado con el
-Arlinton –y Aníbal Thomson se paro ante ellos -¿Dónde esta mi padre?
-Salio a atender un asunto importante –John le dirigió una mirada fría
-¿Y te deja en su despacho? Que confianza –entrecerró los ojos mirándole, entonces giro el rostro y se fijo en Dafne –Oh, señorita disculpe no la había visto
-Ya me he dado cuenta de eso –Dafne sonrió ¿Pero a que ahora no me quitaras la vista de encima asesino? –Debo de ser muy insignificante
-Todo lo contrario –El sonrió divertido –Es usted la mujer mas bella que he visto –se acero a ella y le tendió la mano -¿Su nombre es?
-Es la señorita William –John la miro a los ojos
-Dafne –ella ignoro a John y fijo la vista en Aníbal –Dafne William, encantada de conocerle Aníbal
-¿Así que mi padre le hablo de mi? –El rió –Pues de usted tambien, no para de elogiarla desde que la conoció
-Pues tan solo hace un día de ello –Dafne dirigió la vista a la puerta por donde Claudio acababa de entrar –Claudio, tiene un hijo encantador
-Se parece a su padre entonces –El rió se acerco a ambos -¿Vamos a comer?
-Claro padre –Aníbal asintió –Tenia toda la razón, la señorita William es fantástica
-Yo nunca miento hijo –Claudio la miro a ella satisfecho
-Señores conseguirán que me sonroje –Dafne se levanto de su asiento, giro el rostro para mirar a John -¿Nos acompañara señor Arlinton?
-El señor Arlinton tendrá mucho trabajo ¿no es así? –Aníbal lo miro de reojo
-Así es –el se levanto de su asiento, se acerco a Dafne y tomo su mano sorprendiéndola, deposito un beso en ella –Un placer conocerla señorita William, nos veremos pronto
-Señor Arlinton –Ella asintió y lo observo marcharse
Durante la comida Dafne escucho los chistes de ambos hombres y como la elogiaban constantemente. Desde luego era increíble la facilidad con la que había logrado entrar en sus vidas
Claro que ella no era quien creían Nadie la conocían, no podían saber quien era, ni tan siquiera imaginarlo. Dafne William no era mas que una ilusión para lograr su objetivo.
-¿Y dígame Dafne como piensa convencer a Orjuela? –Aníbal la observo con una ceja levantada
-Una mujer tiene sus técnicas –Ella le guiño un ojo y los tres rieron
-Sin duda alguna será fantástico tenerla en mi empresa –Claudio la miro fervientemente, en ese momento su teléfono comenzó a sonar y el lo tomo y tras disculparse se alejo
-Mi padre siempre ocupado con los negocios –Aníbal negó con la cabeza sonriente
-Todo lo contrario a ti según tengo entendido ¿no? –Ella le miro fijamente –Una lastima, pensaba que podríamos compartir mas tiempo en el trabajo
-Suelo pasarme a menudo por la constructora –Los ojos de el brillaron –Aunque podríamos quedar fuera de ella
-podríamos –Dafne le sonrió sensualmente
-Supongo que mi padre ya le hablo de la fiesta –El alargo la mano para tocar la suya
-Si, así es –se mordió el labio –Y será un placer asistir a ella
-Entones esa puede ser la primera ocasión en que nos veamos fuera de la oficina –con una sonrisa torcida el le guiño un ojo
-Para ello antes deberíamos vernos en la oficina –Dafne lo miro a los ojos –Quizás cambies de opinión sobre el papeleo
-Probablemente –El asintió divertido –Hay muchas formas de convencer a un hombre y claramente usted lo ha conseguido
-Me alegra saber eso –Y no te imaginas cuanto Thomson, cuando acabe contigo no te alegraras tanto de que te convenciera
-Ya estoy de vuelta –Claudio se sentó en su lugar y ambos apartaron sus manos
-Es usted un hombre muy solicitado Claudio –Dafne centro su vista en el –Su esposa podría ponerse celosa
-Mi madre murió hace bastantes años –Aníbal miro a su padre –Y mi padre no ha vuelto a ser atrapado por ninguna mujer
-Puede que aun no he conocido a la adecuada –Claudio miro a Dafne de reojo
-La esperanza es lo ultimo que se pierde ¿no papa? –Aníbal rió
-Claramente tu hijo se parece a ti Claudio –Ella sonrió mirando a ambos -¿No tienes pareja Aníbal?
-No, aun no encontré a la adecuada –El le guiño un ojo y su padre rió
Pues tranquilos, que pronto deseareis que ninguna mujer vuelva ha acercarse a vosotros.
Disfrutad ahora que podéis porque pronto, os odiareis, tanto como yo os desprecio.
Cuando Dafne llego a su apartamento Camilo la esperaba preocupado, ella le contó todo lo sucedido y el se mostró preocupado
-¿Y cual es el siguiente paso? –Camilo la miro de reojo
-Jugar con papa y su querido hijito –Dafne sonrió –Pronto serán enemigos
-Pues por los enemigos –Camilo levanto su copa hacia ella –Por tu nueva persona, tu nuevo rostro
-Por la venganza –Dafne brindo con el
JOHN ARLINTON ¿QUIEN ES ESE HOMBRE QUE PARECE ATRAVESARSE EN EL CAMINO DE DAFNE? SEA QUIEN SEA ELLA CONSEGUIRA MANEJARLO ¿COMO A LOS DEMAS? ANIBAL NO HA NECESITADO MUCHO TIEMPO PARA CAER EN LAS REDES DE LA HERMOSURA DE ELLA
OS DEJO LA FOTO DE JOHN
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