Episodio 11 : "paz Efimera'
Izuku (narrando): "¡Lo que acabamos de vivir ha sido increíble! Después de una feroz batalla contra Turles, la paz ha regresado temporalmente a la UA. El poder de Turles y sus temibles técnicas pusieron a todos a prueba. Pero, a pesar de su increíble fuerza y habilidades, finalmente logramos repeler su ataque. Gracias a la valentía de nuestros amigos y el trabajo en equipo, logramos mantener la calma y proteger nuestra escuela. Sin embargo, sabemos que esta paz es efímera. El universo está lleno de amenazas y desafíos que podrían aparecer en cualquier momento. ¡Así que prepárense! La próxima aventura está a la vuelta de la esquina. No se pierdan el próximo episodio, ¡donde nuevas sorpresas y desafíos nos esperan!"
Un año después de la intensa batalla contra Turles, la Tierra ha disfrutado de una paz relativa. Izuku decidió quedarse en el Monte Paoz, viviendo con Goku y su familia. Durante este tiempo, ha aprendido mucho sobre la vida de los guerreros Z, y ha seguido entrenando bajo la guía de Goku y los sabios consejos de Chi-Chi.
Bakugou, determinado a superar a Izuku, encontró en Vegeta el maestro perfecto. Se fue a vivir a la Capsule Corporation, donde bajo el duro entrenamiento del príncipe saiyajin, ha estado empujando sus límites día tras día, con la ambición de volverse más fuerte que nunca.
Kaminari, buscando mejorar su control sobre su Quirk y aprender nuevas habilidades, decidió pasar un tiempo con el Maestro Karin. Subió hasta la Torre Karin y, bajo la supervisión del anciano maestro, ha estado perfeccionando su energía y su técnica, además de fortalecerse física y mentalmente.
Por otro lado, Kirishima también terminó en la Capsule Corporation, donde ha estado entrenando y aprendiendo de Bulma y de los avances tecnológicos que ahí se desarrollan. Además de trabajar en su fuerza física, Kirishima se ha enfocado en mejorar su resistencia y aprender a aprovechar mejor su capacidad de endurecimiento.
Aunque todos han tomado caminos diferentes, cada uno ha seguido entrenando con un objetivo en mente: estar listos para cualquier nuevo desafío que pueda amenazar la paz de la Tierra.
Una tarde tranquila en el Monte Paoz, el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de un cálido naranja. Izuku estaba entrenando en el patio, mientras Goku, descansando dentro de la casa, disfrutaba de un momento de paz.
De repente, alguien tocó la puerta. Goku, siempre curioso, se levantó rápidamente y abrió la puerta. Para su sorpresa y alegría, se encontró cara a cara con dos de sus viejos amigos: Krillin y Yamcha. Ambos estaban sonrientes y llenos de energía.
"¡Krillin! ¡Yamcha! ¡Qué sorpresa verlos por aquí!" exclamó Goku, emocionado al ver a sus amigos de tantos años.
Krillin, con su característica sonrisa, saludó a Goku con un gesto de la mano. "¡Hola, Goku! Pensamos que sería genial pasar a visitarte. Hace tiempo que no nos vemos."
Yamcha, con una sonrisa relajada, añadió: "Sí, teníamos ganas de ver cómo te va y tal vez compartir algunas historias."
Goku, sin pensarlo dos veces, los invitó a pasar. "¡Claro, pasen! Será genial ponernos al día. Además, hay alguien que quiero que conozcan." Dijo, refiriéndose a Izuku, quien seguía entrenando afuera.
Krillin y Yamcha asintieron, entrando a la casa con Goku. La tarde prometía estar llena de recuerdos, risas y viejas anécdotas de las aventuras que habían compartido en el pasado.
Goku llevó a Krillin y Yamcha a la sala principal, donde Izuku terminó su entrenamiento y se unió al grupo. Se acomodaron alrededor de una mesa, donde Goku comenzó a contarles todo lo que había sucedido en el último año.
"Bueno, chicos," empezó Goku, "les contaré todo lo que ha pasado desde que nos vimos por última vez. Resulta que hace un año, apareció un tipo llamado Turles que venía de otro planeta. Al principio, no sabíamos mucho sobre él, pero pronto se convirtió en una amenaza grande."
Krillin, con los ojos abiertos en asombro, preguntó: "¿Turles? ¿Ese es el mismo tipo que se parece a ti?"
"Sí," confirmó Goku. "Parece que es un rival de un universo alternativo. Turles vino buscando el poder del Árbol Sagrado, pero su llegada provocó una gran batalla. Fue una pelea increíble. Izuku y nuestros amigos se enfrentaron a él en la UA."
"¡Vaya, eso suena intenso!" comentó Yamcha. "¿Y qué pasó con la pelea?"
Goku continuó: "Izuku y el resto hicieron un gran trabajo. Izuku usó su Kaio-Ken y varias técnicas poderosas que aprendió en el planeta Kaio. Aunque Turles era fuerte, finalmente logramos derrotarlo. Pero antes de que pudiera hacer más daño, se fue jurando que volvería algún día."
Krillin asintió, impresionado. "Entonces, ¿qué ha pasado desde entonces?"
Goku sonrió: "Después de eso, todo ha sido bastante tranquilo. Izuku decidió quedarse con nosotros, entrenando y aprendiendo más sobre las técnicas de combate. Bakugou fue a entrenar con Vegeta, intentando superar a Izuku. Kaminari pasó un tiempo con el Maestro Karin para mejorar su entrenamiento, y Kirishima se unió a nosotros en la Corporación Cápsula para trabajar en su propio entrenamiento."
Yamcha, mirando a Izuku con interés, preguntó: "¿Y cómo le ha ido a Izuku con todo esto?"
Goku respondió con entusiasmo: "Izuku ha sido un gran aliado. Se ha adaptado muy bien a nuestra forma de vida y ha aprendido mucho. Además, ha ayudado a mantener la paz en la Tierra."
Krillin y Yamcha intercambiaron miradas de admiración, claramente impresionados por las historias que Goku les estaba contando.
"Es genial escuchar que todo ha salido bien," dijo Krillin. "Definitivamente tenemos que ver cómo está todo en persona."
Goku asintió. "¡Claro! Me alegra que hayan venido. Hay mucho más que les quiero mostrar y contar. ¡Vamos a pasar un buen rato!"
Con eso, la conversación continuó mientras todos compartían risas, historias y recuerdos, disfrutando de la compañía de viejos amigos en un momento de paz y camaradería.
Mientras tanto, en la Corporación Cápsula, en un laboratorio repleto de herramientas, planos y dispositivos tecnológicos, Mei Hatsume trabajaba con entusiasmo. Rodeada de chispas y maquinaria, estaba completamente inmersa en su más reciente proyecto.
Hace un año, Mei había comenzado a experimentar con la idea de crear Quirks artificiales, inspirada por los increíbles poderes que había presenciado durante la batalla contra Turles. Ahora, después de meses de pruebas y ajustes, estaba decidida a perfeccionar su invento.
Con su característica sonrisa confiada, Mei examinaba un prototipo de guante que tenía sobre la mesa. El dispositivo brillaba con una luz tenue mientras ella ajustaba delicadamente los circuitos internos. "¡Esto debería hacerlo!" murmuró para sí misma, haciendo una última conexión.
El guante emitió un leve zumbido cuando lo encendió, y una pequeña chispa de energía recorrió sus dedos. Satisfecha, Mei se apartó un poco para observar su creación. "Si esto funciona como lo planeé, podría permitirle a cualquier persona utilizar Quirks temporales. ¡Podría ser una revolución en el mundo de los héroes!"
Mei siempre había sido una inventora innovadora, pero este proyecto era especial para ella. Sabía que, si lograba dominar la creación de Quirks artificiales, podría cambiar el juego para los héroes que no habían nacido con habilidades especiales o
En la U.A., All Might se encontraba en su oficina, revisando algunos documentos mientras pensaba en su próximo destino: visitar a su sucesor, Izuku Midoriya, quien había estado entrenando duramente en la casa de Goku durante el último año. Mientras All Might se ponía su chaqueta, preparándose para salir, una voz lo detuvo desde la puerta.
"¡All Might, espera un momento!" Era Snipe, el héroe profesional experto en armas de fuego y profesor de la U.A.
All Might se giró para ver a Snipe caminando hacia él, con una expresión seria en su rostro. "¿Qué sucede, Snipe? Estoy por ir a ver a Midoriya. ¿Algo urgente?"
Snipe asintió, cruzando los brazos. "Quería hablar contigo antes de que te fueras. He recibido algunos informes que podrían preocuparnos. Hay movimientos extraños en las sombras, y aunque la paz ha reinado este último año, siento que algo grande se está gestando."
All Might frunció el ceño, prestando atención a las palabras de Snipe. "¿Crees que podría haber una nueva amenaza en camino?"
"Es posible," respondió Snipe, con tono grave. "No quiero que te tomes esto a la ligera, especialmente cuando se trata de Midoriya. Sabemos lo importante que es él para el futuro de los héroes."
All Might respiró profundamente, asimilando la advertencia de Snipe. "Entiendo. Seré cauteloso. Pero es precisamente por eso que debo verlo, asegurarme de que está listo para cualquier cosa que venga."
Snipe asintió, relajando un poco su postura. "Solo quería que lo supieras antes de que te marcharas. No podemos darnos el lujo de bajar la guardia, ni siquiera en tiempos de paz."
All Might sonrió, agradecido por la preocupación de su colega. "Gracias, Snipe. Lo tendré en cuenta. Mantengamos los ojos abiertos y cuidemos a nuestros estudiantes."
Con un asentimiento final, Snipe se dio la vuelta y salió de la oficina, dejando a All Might solo nuevamente. Con una nueva determinación, All Might terminó de prepararse y salió de la U.A., listo para visitar a Izuku y asegurarse de que su sucesor estuviera más fuerte que nunca para enfrentar cualquier desafío que pudiera surgir.
Mientras tanto, en un vasto y árido desierto, Piccolo estaba sentado en posición de loto, meditando en silencio. El viento soplaba suavemente a su alrededor, levantando pequeñas nubes de polvo que se disipaban rápidamente en la inmensidad del paisaje. Su mente estaba en calma, concentrada en el flujo de su energía, pero de repente, una presencia familiar lo sacó de su trance.
"Piccolo..." una voz profunda y sabia resonó en su mente, la voz del Gran Patriarca de Namekusei, Guru.
Piccolo abrió los ojos lentamente, reconociendo de inmediato a quien se estaba comunicando con él telepáticamente. "Gran Patriarca, ¿qué sucede? No te comunicas conmigo a menos que sea algo importante."
"Lo es, Piccolo," respondió Guru, con un tono de preocupación evidente en su voz. "He sentido una perturbación en el universo. Algo oscuro se avecina... Freezer ha regresado."
Piccolo frunció el ceño, sintiendo un escalofrío recorrer su espina dorsal. "¿Freezer? Pensé que había sido derrotado. ¿Cómo es posible que haya vuelto?"
"No lo sé con certeza," continuó el Gran Patriarca, "pero lo que es claro es que ha vuelto y no ha renunciado a sus ambiciones. Está buscando nuevamente las Esferas del Dragón, con el mismo deseo de inmortalidad que lo llevó a Namekusei años atrás."
Piccolo apretó los puños, sintiendo cómo su energía comenzaba a agitarse. "Eso significa que la Tierra está en peligro. Si Freezer pone sus manos en las Esferas del Dragón, no solo estará en riesgo nuestro planeta, sino todo el universo."
"Así es," afirmó Guru. "Debes estar alerta, Piccolo. La paz que han disfrutado este último año podría estar llegando a su fin. Deben prepararse para lo que está por venir."
Piccolo asintió, su determinación fortaleciéndose. "Lo haré, Gran Patriarca. No permitiremos que Freezer tenga éxito en sus planes."
"Confío en ti, Piccolo," dijo Guru, antes de que su voz comenzara a desvanecerse. "Mantente fuerte, y protege la Tierra como lo has hecho antes."
Con la comunicación telepática cortada, Piccolo se levantó lentamente, mirando hacia el horizonte. La noticia del regreso de Freezer era inquietante, pero estaba decidido a enfrentarlo, junto a sus aliados. No permitiría que el tirano galáctico lograra sus objetivos.
"El tiempo de paz ha terminado," murmuró para sí mismo, antes de volar rápidamente hacia el cielo, con la intención de advertir a los demás de la inminente amenaza que se cernía sobre ellos.
Krillin y Yamcha, que estaban disfrutando de la tarde en la casa de Goku, se sorprendieron cuando sintieron una fuerte presencia acercándose. Goku, quien estaba conversando animadamente con sus amigos, detuvo su charla y frunció el ceño, sintiendo lo mismo.
"Izuku, ¿lo sientes?" preguntó Goku, dirigiéndose a Izuku, quien también notó la energía familiar que se acercaba rápidamente.
"Sí... es Piccolo, pero algo no está bien," respondió Izuku con preocupación.
Justo en ese momento, la puerta se abrió de golpe, y todos salieron de la casa para ver a Piccolo descender del cielo, su expresión grave como pocas veces la mostraba.
"Piccolo, ¿qué sucede?" preguntó Goku, notando de inmediato la tensión en el rostro de su amigo.
Piccolo aterrizó suavemente frente a ellos, cruzando los brazos mientras miraba a cada uno. "Tenemos un problema, y es grave," comenzó. "He recibido noticias del Gran Patriarca de Namekusei."
Krillin, que siempre había sentido un respeto profundo por Guru, dio un paso adelante, visiblemente preocupado. "¿Qué ha pasado? ¿Está todo bien en Namekusei?"
"El problema no es Namekusei," dijo Piccolo con voz firme. "Es Freezer. Ha regresado, y está buscando nuevamente las Esferas del Dragón."
Un silencio cayó sobre el grupo al escuchar esas palabras. Yamcha miró a Goku y luego a Piccolo, incrédulo. "¿Freezer? Pero... ¡pensé que lo derrotamos hace años! ¿Cómo es posible que esté de vuelta?"
"No lo sabemos con certeza," respondió Piccolo, "pero lo que es seguro es que está buscando las Esferas del Dragón otra vez. Y si lo consigue, la Tierra estará en un peligro mayor del que jamás hemos enfrentado."
Goku apretó los puños, su expresión se tornó seria. "Si Freezer está buscando las esferas, no podemos perder tiempo. Necesitamos reunir a todos y prepararnos."
Izuku, sintiendo el peso de la situación, miró a Goku con determinación. "No dejaremos que Freezer logre su objetivo. Lucharemos juntos, como siempre."
Krillin asintió, aunque el miedo era evidente en sus ojos. "No podemos permitir que la paz que hemos tenido se vea amenazada. Esta vez, no dejaremos que Freezer nos tome por sorpresa."
Yamcha, que también estaba inquieto, intentó mantenerse positivo. "Hemos superado desafíos antes, y lo haremos de nuevo. No importa cuán fuerte sea Freezer ahora, lo detendremos."
Piccolo asintió, satisfecho de ver la determinación en todos ellos. "Debemos actuar rápido. Freezer no será el único enemigo al que enfrentemos. Tenemos que estar listos para lo que venga."
Con un nuevo propósito, el grupo se preparó para la inminente batalla, conscientes de que el regreso de Freezer podría significar el fin de la paz que tanto habían disfrutado. Pero con la fuerza de su amistad y su poder combinado, estaban decididos a proteger la Tierra una vez más, sin importar lo que eso implicara.
En los pensamientos de Goku:
"Freezer... no puedo creer que haya regresado. Pensé que lo habíamos derrotado para siempre. Pero no importa cuán fuerte se haya vuelto, no dejaré que destruya la paz que hemos logrado. Izuku y yo hemos entrenado duro, y esta vez estaremos listos para enfrentarlo. No permitiré que lastime a mis amigos ni a mi familia. Esta vez, lo detendremos de una vez por todas."
En los pensamientos de Krillin:
"Freezer otra vez... pensé que habíamos dejado todo eso atrás. La última vez apenas sobrevivimos, y ahora está de vuelta. Pero no podemos huir, no esta vez. Goku, Izuku, Yamcha... todos hemos mejorado desde entonces. Tenemos que enfrentarlo, aunque el miedo sea abrumador. Mis amigos están contando conmigo, y no los decepcionaré. Vamos a luchar, pase lo que pase."
En los pensamientos de Yamcha:
"No puede ser... Freezer de nuevo. ¿Cómo es posible? Apenas logramos salir con vida la última vez que lo enfrentamos. Pero ya no soy el mismo Yamcha de antes. He entrenado, me he vuelto más fuerte. No puedo dejar que el miedo me paralice. Goku, Krillin, Piccolo... todos estamos en esto juntos. Si hay algo que aprendí de nuestros enfrentamientos pasados, es que no importa cuán fuerte sea el enemigo, siempre podemos encontrar una manera de vencerlo. Esta vez no será diferente."
Cada uno, con sus propias emociones y recuerdos, se prepara mentalmente para la batalla que se avecina, decidido a no dejar que Freezer arruine la paz que tanto les costó alcanzar.
Goku, Izuku, Piccolo, Krillin y Yamcha se reunieron rápidamente, sabiendo que no había tiempo que perder. Sin decir una palabra más, todos se lanzaron al aire, dirigiéndose hacia la Corporación Cápsula. El viento golpeaba sus rostros mientras volaban a gran velocidad, con el temor y la determinación mezclándose en sus corazones.
Izuku, que volaba junto a Goku, miraba con determinación a sus compañeros. Sabía que esta vez la amenaza era aún mayor que antes, pero también sabía que estaban mejor preparados. No había espacio para el miedo, solo para la acción.
Goku lideraba el grupo, con su expresión seria y enfocada. Mientras volaban, todos compartían la misma sensación: esta batalla no solo era para proteger la Tierra, sino para proteger todo lo que amaban.
El viaje hacia la Corporación Cápsula era rápido, pero la tensión crecía con cada segundo. Al llegar, sabían que necesitarían cada recurso, cada gramo de fuerza y cada estrategia que pudieran idear para enfrentar lo que venía. La paz había sido efímera, y ahora, una vez más, estaban listos para luchar por ella.
Al llegar a la Corporación Cápsula, Goku, Izuku, Krillin, y Yamcha fueron recibidos por Vegeta, Bakugou y Bulma, quienes estaban en medio de una conversación animada. La tranquilidad se desvaneció en el momento en que Piccolo se adelantó, visiblemente preocupado.
“¡Piccolo, qué pasa!” preguntó Bulma, notando la gravedad en la expresión del Namekusein.
Piccolo tomó un profundo respiro antes de comenzar a explicar. “El Gran Patriarca de Namekusei me ha informado que Freezer ha regresado. Está buscando las Esferas del Dragón de nuevo. Esta vez, no solo pretende obtener poder para sí mismo, sino que parece tener un plan aún más oscuro en mente.”
Vegeta frunció el ceño, su mirada se endureció. “¿Freezer? ¿Qué demonios está planeando ahora?”
“Lo peor,” continuó Piccolo. “Al parecer, está trabajando con algunos aliados desconocidos y ha reunido un ejército. Si logra obtener las Esferas del Dragón, no solo podría desatar una ola de destrucción sobre la Tierra, sino que podría tener el poder para amenazar todo el universo.”
Bakugou, que había estado escuchando en silencio, se cruzó de brazos, su mirada fija en el suelo. “Entonces tenemos que hacer algo. No podemos permitir que Freezer gane.”
Bulma asintió, mirando a todos con determinación. “Tenemos que reunir toda la información posible y prepararnos para enfrentarlo. Además, debemos asegurarnos de que las Esferas del Dragón no caigan en sus manos.”
Goku dio un paso adelante, su expresión llena de resolución. “Vamos a trabajar juntos. No importa lo que Freezer tenga planeado, no lo dejaremos llevarse lo que le pertenece. Estamos en esto hasta el final.”
Con las estrategias en mente y la determinación renovada, el grupo comenzó a prepararse para la inminente batalla, conscientes de que la paz que habían disfrutado había llegado a su fin.
Goku, con su tono relajado y alegre, empieza a narrar:
"En el próximo episodio de Dragon Ball, la tranquilidad se desvanece cuando nos enfrentamos a una nueva amenaza. Freezer ha regresado, y esta vez no viene solo. Con un ejército detrás de él y las Esferas del Dragón en la mira, la batalla por la Tierra está a punto de comenzar. ¿Podremos detenerlo antes de que sea demasiado tarde? ¡No te lo pierdas, en el próximo episodio de Dragon Ball! ¡Nos vemos pronto!"
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