Cuando Joshua volvió a casa, se encontró con su hermana, ya que sus padres estaban trabajando fuera. Aún no tenía pensado decirles nada de lo que había hablado con sus amigos, porque quería esperar a que estuviesen también sus padres, para así poder preguntarles a los tres si ellos podrían ir de vacaciones también.

-¡Hola, Joshua! ¿Cómo te fue hoy en el instituto? -saludó su hermana.

-¡Hola Alba! Pues me fue muy bien la verdad, y estoy muy ilusionado por contaros algo a papá, a mamá y a ti.

-¿Ah, sí? ¿Nos tienes que contar algo? Ya me picaste la curiosidad... ja, ja, ja.

-Pues me temo que tendrás que esperar hasta que papá y mamá lleguen... -dijo el chico, encogiéndose de hombros.

-No me la piques aún más... -respondió Alba.

-Bueno, está bien. Hoy ya terminaste tus clases de
cocina, ¿no es así?

-Sí, hermano. A mí también me dieron ya las vacaciones en Hostelería. Estoy muy contenta...

-Me alegro mucho, Alba.

La chica sonrió a su hermano. Los dos se tenían mucho aprecio aunque a veces discutiesen. Cosas de hermanos, ¿verdad?

-Bueno, voy a servirme el arroz. Tengo un hambre terrible... -dijo el chico.

-Okey, Joshua, comeremos juntos. Yo tampoco almorcé todavía... -confesó Alba entre risas.

Mientras tanto, mientras Joshua y Alba se comían un rico arroz tres delicias, Marina entró a su casa, y sus padres la recibieron con mucho gusto.

-¡Hola cariño! ¡Qué bien que por fin llegaste del instituto! -saludó su madre, dándole un abrazo.

-¡Hola mamá! ¡Hola papá! -exclamó la chica, muy contenta.

-¿Cómo te ha ido? -preguntó su padre.

-Genial, papá, sobre todo en la clase de francés -contestó Marina -He aprendido tantas cosas interesantes sobre Francia, tantos datos curiosos que poca gente sabía... ¡Ha sido genial!

-¿Qué has aprendido? -interrogaron sus padres.

-Pues, por ejemplo, he descubierto que bajo París se esconde un misterioso cementerio turístico donde se apilan calaveras y esqueletos humanos llamado "las Catacumbas Francesas", ya que en los cementerios no se podían almacenar tantos restos... y aprovecharon los túneles subterráneos que habían formado los romanos para guardarlos y apilarlos.

-Así es, Marina... -la halagó su padre- Me alegro un montón de que la historia esté empezando a interesarte... A mí me encantan todas esas cosas.

-Por favor, hija, qué horror de sitio. No sé cómo te puede interesar eso y no la Torre Eiffel, Disney Land París o el Louvre... y aún menos lo entiendo sabiendo lo miedosa que eres... -dijo su madre.

-Mamá, la Torre Eiffel, Disney Land París y el Museo del Louvre también me gustan. Y no sé por qué te extraña que me interesen las Catacumbas. Es un lugar muy intrigante, y no parece peligroso aunque sea un poco sórdido...

-Uf, pues a mí me da muy mala espina, Marina... -respondió su madre entre risas -¿Por qué te pareces tanto a tu padre? A él también le gustan los lugares históricos desagradables...

-De tal palo, tal astilla -respondió el padre de la muchacha, guiñándole un ojo a su mujer. Después, cambió de tema preguntando- Bueno, Marina, ¿algo más que quieras contarnos?

-Pues, después de clase, bajé al recreo y estuve un rato hablando con mis amigos. Y no me pude creer lo que Joshua nos había ofrecido... ¡quiere que estas navidades vayamos a París con él y su familia por su cumpleaños!

-¿Y qué te parece su idea? -preguntó su padre- ¿Te hace ilusión?

-Evidentemente, papá -respondió la chica, llevándose una mano a la frente, y riendo- ¿Por qué no me iba a hacer ilusión pasar las vacaciones de Navidad con mis mejores amigos en la ciudad más bonita y romántica del mundo?

-Pues claro, hija, eso a cualquier adolescente le hace ilusión... pero antes mamá y yo tendremos que hablarlo, no les vayas a decir nada todavía. Si te preguntan, diles que todavía tus padres tienen que decidirlo.

-Está bien, papá. A mí me hace mucha ilusión, espero que me dejéis ir para allá...

-Bueno, cielo, ve a almorzar, y cuando termines ponte a hacer los deberes. Ya te avisaremos papá y yo cuando hayamos hablado esto -dijo su madre.

Marina les hizo caso, y se fue a la cocina para almorzar una rica sopa de verduras que sus padres habían preparado, ya que los dos sabían cocinar. Cuando terminó, se cepilló los dientes y se puso a hacer los deberes en su habitación. Tenía que terminar una ficha de Inglés y un resumen de Historia que no le había dado tiempo a finalizar en clase. Nada más, porque ya casi estaba de vacaciones de Navidad.

Pero mientras estaba haciendo el resumen de Historia, sonaron un montón de mensajes procedentes de su móvil. Eran del grupo de WhatsApp de "Los Nueve". Marina entró y leyó todos los mensajes de sus amigos del día de hoy. Eran muchísimos, pero aun así estuvo dispuesta a leerlo todo:

Joshua: ¡Hola chicos! ¿Qué os han dicho vuestros padres respecto a lo de las vacaciones en París? Yo ya he hablado con los míos y con mi hermana y les ha parecido genial que vengáis. Dicen que esperan que os dejen a los ocho (si Daniela, Bella, Felipe y Nieves también quieren venir, por mí y mi familia mejor), aunque eso implique tener que ser los anfitriones que os inviten a todos.

Daniela: ¿Yo también estoy invitada, Joshua? ¿Y mi prima también?

Joshua: ¡Claro que sí, amiga! Y no me des las gracias que para eso somos amigos ;)

Daniela: :D

Bella: Felipe y yo no podremos ir, lo siento. Tenemos que quedarnos en Mallorca a pasar las Navidades con la familia, pero gracias por la invitación.

Joshua: Vale, Bella. Se entiende, no os preocupéis.

Andy: Daniela, ¿en serio Nieves y tú sois primas?

Nieves: ¡Pues claro! Creía que os lo habíamos dicho... XD

Johnny: Pues ahora es cuando me entero yo también.

Sara: Y yo, ja, ja, ja, ja, ja

Andy: Creo que todo el grupo entero :V

Joshua: Pues bueno, Daniela, dime por privado lo que te han dicho tus padres respecto a lo del viaje.

Daniela: Okey, Joshua. Yo aún sigo en Mallorca, ya que vivo por ahí al igual que Bella y Felipe. Pero ha dado la casualidad de que mis padres se quieren ir en Navidad a Marbella porque mis tíos por parte de padre viven allí, y Nieves, aunque sea una prima por parte de madre, también quiere venirse con nosotros, así que quizá (si me dejan) podríamos estar un par de días con mis tíos, y el día que os vayáis todos del aeropuerto de Málaga a París, irnos nosotras también.

Johnny: Pues nos parece una idea estupenda, Daniela. Esperemos que os lo permitan a ti y a Nieves.

Daniela: Pues sí, a ver. Hablaré con ellos y ya os comentaré.

Joshua: Vale, Daniela. ¿Y el resto qué decís? ¿Os dejan, o no?

Johnny: A mí me dejan, ya que vamos con tu familia, aunque el sitio esté lejos.

Andy: Confirmo que a mí también.

Sara: Mis padres aún lo están hablando, cuando se decidan os lo diremos.

Joshua: Okey, ¿y tú qué, Marina? No estás participando nada...

Marina: Estaba leyendo vuestros mensajes... y no quería decir nada hasta que me lo preguntaras... pues, Sara y yo estamos igual, nuestros padres lo están decidiendo. Cuando nos digan lo que han concluido os lo diremos por aquí.

Joshua: Perfecto, chicas, espero vuestras respuestas.

CONTINUARÁ...