Capítulo 10: Marta
Empezó un nuevo día en el campamento. Marina al despertarse se llevó una sorpresa desagradable... ¿dónde estaba Neris? Marina la buscó por todos lados, pero no hubo ni rastro de la gata. Despertó a Sara, para que la ayudara a buscarla.
-Sara, despierta -susurró mientras la meneaba - ¡no encuentro a Neris! ¿Sabes dónde está?
-Madre mía, Marina, ¡qué susto me has dado! -exclamó Sara - ¿Neris ha desaparecido?
-Al parecer sí -dijo Marina -No sé por qué... La puerta está cerrada y la ventana de la cabaña está abierta pero la salida está muy estrecha, no es posible que se haya escapado por ahí...
-Marina, no seas boba... Neris cabe perfectamente por ese espacio, es evidente que se ha escapado -respondió Sara, riéndose.
-Vamos a llamar a los chicos, a ver si pueden ayudarnos a localizarla, ¿no, Sara? -preguntó la muchacha.
-Sí, claro. Vamos a vestirnos y los buscamos -dijo Sara, decidida.
Las dos niñas se vistieron y se fueron para la cabaña en la que estaban Joshua, Johnny y Andy. Sara llamó a la puerta, diciéndoles que eran Marina y ella. Johnny se la abrió con los ojos soñolientos, porque se acababa de despertar.
- ¿Qué ocurre, Sara? -preguntó Johnny.
-Neris se ha escapado -dijeron Sara y Marina al unísono -nos gustaría que nos ayudarais a encontrarla.
-Está bien... -respondió Johnny, pacientemente.
Andy y Joshua se desperezaron y se fueron con Marina y Sara a la cabaña de las chicas. Pero cuando llegaron, ¡ahí estaba Neris, encima de la cama de Marina, maullándoles!
-Sara, ¿en serio nos habéis hecho venir para esto? -preguntó Andy, decepcionado.
-¡Os juro que cuando nos fuimos Marina y yo a vuestra cabaña no estaba Neris aún! Nosotras también nos hemos quedado de piedra cuando hemos visto a la gata aquí... -dijo Sara, con sinceridad.
Andy se quedó pensativo, no se creía lo que le decía Sara, pero, aun así, afirmó con la cabeza.
Johnny se quedó por unos instantes observando a la gatita, cuando de repente observa cómo va corriendo hacia la ventana de la cabaña y mira a los cinco amigos, soltando un maullido, como si quisiera que ellos la siguieran para mostrarles algo. Ese comportamiento no era propio de un gato.
-Chavales, creo que Neris quiere que la sigamos, porque nos va a enseñar algo o nos va a guiar a algún sitio. Deberíamos seguirla -explicó Johnny.
-¡Qué extraño, los gatos no suelen hacer eso...! Pero bueno, vamos a seguirla, a ver qué es lo que quiere... -se sorprendió Marina.
Los cinco amigos salieron de la cabaña y empezaron a seguir a Neris. Observaron cómo los conducía a las cabañas de Abraham, Daniela, Bella y Felipe. Luego, cuando ya estaban los 9 juntos, siguieron caminando detrás del gato, que los conducía a una casa anticuada, fuera del campamento.
-Johnny, ¿crees que los monitores se darán cuenta de que hemos salido del campamento? -le dijo Marina a Johnny en voz baja.
-No creo, Marina -le respondió -sólo va a ser esta mañana, después ya volveremos para almorzar. Es que tenemos que hacerle caso a Neris, seguramente sea algo importante lo que nos quiere mostrar.
Marina asintió con la cabeza. Ya casi estaban llegando al destino. Los quería conducir a su hogar, que era la casa de esa señora mayor. Los niños empezaron a ver la casa. Era antigua, y no especialmente bonita. A Daniela y Marina les daba un poco de mala espina, pero entraron y llamaron a la puerta.
La señora mayor les abrió la puerta. Era una mujer anciana de unos 77 años. Se mostró muy simpática con los muchachos.
- ¡Hola niños! ¿Qué hacéis por aquí? -saludó la mujer, con una sonrisa - ¿Puedo hacer algo por vosotros?
-Hola, venimos del campamento de aquí, porque ayer encontramos a su gata herida en el patio, con la patita enganchada en una trampa. Le echamos un medicamento para curarla, y es increíble lo rápido que se ha recuperado. Hoy nos ha guiado hasta aquí. ¡Es una gata muy peculiar! -explicó Marina.
-Suponemos que usted es su dueña, ¿es cierto? -preguntó Johnny.
-Sí, yo soy su dueña. Por cierto, ¿le habéis puesto algún nombre? Yo la verdad es que le digo Chiqui, pero no tiene nombre definitivo como tal -dijo la señora riéndose- sé que es una pregunta sin importancia, simplemente os la he hecho porque me gustaría hablar de algo con vosotros, me habéis caído genial.
-Le hemos puesto Neris -respondió Daniela - y usted se llama...
-Oh, es verdad, aún no os he dicho mi nombre...je, je, pues me llamo Marta, encantada de conoceros, niños -se presentó la señora.
-Igualmente, Marta -dijo Bella -yo me llamo Bella, y ellos son Marina, Johnny, Sara, Joshua, Andy, Abraham, Daniela y Felipe.
-Oye, Marta -saltó Abraham -ya que estamos aquí y nos llevamos tan bien podrías darnos un vaso de leche con unas galletas a cada uno de nosotros, ¿no?
Marina le dio con el codo en el brazo suave, y mirándolo con el ceño fruncido, gruñendo un poco, como diciéndole "Cállate, no seas gorrón ni glotón". Marta se rio y le dijo a Abraham que, si él quería, podía comer lo que él quisiera.
-No, no pasa nada, muchas gracias por su oferta -dijeron Johnny y Marina.
La mujer siguió insistiendo, pero los chicos se negaron. Andy, Johnny y Marina miraron con desprecio a Abraham. ¡Estaban en casa de una desconocida!
-Bueno, niños, supongo que tendréis que volver a vuestro campamento, ¿no es así? -dijo Marta.
-Sí, tenemos que irnos, pero muchas gracias por todo, es usted muy amable -dijo Joshua -Tome, aquí tiene a Neris.
-No os molestéis, quedaos con la gata. Ella quiere estar con vosotros, piensa ser parte de vuestra pandilla, tiene que cumplir con su misión -dijo la anciana.
- ¿Qué misión? -preguntaron Abraham y Daniela.
-No, nada... Ya lo iréis descubriendo poco a poco. Un placer de conoceros y hablar con vosotros chicos, adiós -se despidió Marta.
-Adiós, Marta -respondieron los muchachos.
Neris se puso delante de los nueve niños, conduciéndolos de nuevo al campamento. Marina empezó a reflexionar en el camino todo lo que habían hablado con Marta:
"Qué vacaciones tan extrañas, de verdad... Necesito poner en orden todo lo que ha ocurrido, junto con mis emociones. A ver, primero pasó lo de la tirolina que se detuvo en medio del lago, porque se estropeó. Después, cuando estaba allí en medio del lago, vi esa sombra tan rara en el agua, que supongo que no será una alucinación, porque era demasiado real... Puede ser un animal marino, o algo que pasó en el cielo y se reflejó en el agua. Creo que es lo segundo, porque no conozco a un animal acuático que sea tan grande y tan rápido como la sombra que yo capté. Luego, ocurrió lo de Neris, que estoy segura de que fueron ese grupo de jóvenes mayores que cuchichearon sobre nosotros el día del rocódromo. Y ahora nos estamos dando cuenta todos de que Neris es una gata peculiar, porque se comporta de una manera extraña, se cura muy rápido y Marta dice que tiene que cumplir con una misión, y por eso está con nosotros. ¿Pero qué misión puede ser? Estoy hecha un lío... ya escribiré sobre todo esto cuando esté en la cabaña con mi diario..."
Cuando llegaron al campamento, Marina empezó a escribir todo en su diario, con Neris a su lado. Mientras, Johnny, Andy, Joshua y Felipe siguieron jugando al juego que Andy estaba programando, y Daniela, Bella, Sara y Abraham se fueron a dar un paseo.
Abraham y sus amigas siguieron caminando, contándose chismes y riéndose, cuando de repente, al pasar por el lago, Daniela observó cómo debajo del agua se veía de nuevo la sombra gigante pasar rápidamente por el lago. Miró hacia arriba, pero no vio nada en el cielo, ya que estaba totalmente despejado. Era evidente que esa sombra era un animal marino, pero ¿qué animal podría ser?
-Chicos, ¡Marina no estaba loca! -exclamó Daniela -acabo de ver la sombra de la que ella nos hablaba, es un animal acuático, porque yo he mirado al cielo y no he visto nada. Era negro, enorme, y muy rápido, parecía una manta, pero no sabría deciros qué animal puede ser.
-Quizás sea un animal prehistórico -dijo Bella -ten en cuenta que las libélulas están aquí desde la época de los dinosaurios. Es probable que ese animal también esté aquí desde aquella época.
-Tíos, ¡qué pasada! -exclamó Sara - ¡tener en las aguas del lago del campamento un ser de la época de los dinosaurios!
-Pues yo no me creeré nada hasta que no lo vea con mis propios ojos -dijo Abraham, rebelde.
-Bueno, pues está bien, desde luego Marina no está loca, ni son imaginaciones nuestras -contestó Daniela.
-Venga, chavales, tenemos que avisarle de esto a Marina -dijo Bella - y también a los chicos.
Los muchachos volvieron con Marina y le contaron que Daniela había visto lo mismo que ella.
-¿Veis como no estaba loca? -dijo Marina, con los brazos cruzados.
-Lo sentimos Marina, era para que te sintieras mejor -se disculpó Bella.
-No me tenéis que pedir disculpas, sé que lo hicisteis para que dejara de preocuparme, pero al final tenía yo razón...
-Ah, y otra cosa... ¿por qué dijo Marta que Neris tenía que cumplir una misión y para ello debía estar con nosotros? -preguntó Daniela.
-Pues no lo sé, la verdad, es algo que tendremos que ir descubriendo poco a poco. Por lo pronto veo que Neris es una gata muy rara porque no se comporta como la mayoría de los gatos y hace cosas extrañas. Lo que sí tiene sentido es que estaba tan apegada a nosotros por eso, porque nos necesitaba para cumplir la misión -respondió Marina.
-¿Qué clase de misión tendrá que cumplir? -cuestionó Abraham.
-Supongo que tendrá algo que ver con el campamento, Fran el taxista, Marta la anciana y la sombra (que creo que todos suponemos que es un animal prehistórico). Tiene que haber algo detrás de todo esto, creo que todo aquí está relacionado por algo -supuso Sara.
-Yo también lo creo, la verdad -dijo Bella -pero bueno, ya irán saliendo a la luz las causas, tenemos que irnos a ducharnos, se está haciendo de noche.
-Sí, pienso que será lo mejor. Vámonos a nuestras cabañas y ya mañana volveremos a reunirnos -concluyó Johnny.
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