En los libros más antiguos de la gran biblioteca del reino Watsman se contaban muchas historias sobre los mensajeros de la muerte, solo que nunca se encontró un libro que te dijera con certeza de dónde vienen o desde hace cuanto estaban en la tierra esos seres misteriosos los cuales poseen una apariencia completamente como la de un angel pero un alma tan corrompida como la de un demonio, seres que te pueden llevar por completo al delirio, la desesperación y al final terminas callendo en sus garras ya que mientras que los humanos eran tontos e ingenuos en su gran mayoría, ellos eran astutos y muy analíticos, mientras que los humanos cargaban con emociones que jugaban en su contra ellos eran seres carentes de estas, sin sentimientos, lo único importante era cumplir con su deber tanto así que ni siquiera dudaban en dar su vida al momento de tener que cumplir con su misión y es que ellos solo tenían un propósito y era lograr crear el mundo que su rey había creado pero que como si de una moneda se tratase se lo arrebataron y los desterraron de la tierra así sellandolos en un libro.

Su historia se remonta miles de millones de épocas atrás en el 50, específicamente el día
01 - 09 - 50 ese día nacía el primer descendiente de la familia Jeon quienes en ese entonces eran los reyes.

La mañana de ese día fue normal y corriente, todo estaba en paz pero eso cambio cuando se enteraron que la reina era incapaz de poder traer a ese niño al mundo, eso destrozó demasiado a los reyes que en ese momento buscaron ayuda por todos lados, los vampiros no sabían cómo al igual que los licántropos, pensaron que los angeles tendrían algo que les ayudará pero es que ni siquiera los demonios sabían cómo.

Estuvieron a punto de darse por vencidos de no ser por un forastero.

-¿Conocen acerca de los mensajeros de la muerte? -el rey la reina fruncieron el seño, en su vida habían oído hablar de ellos- solo les diré que ellos son la solución a todos sus problemas.

Y antes de poder siquiera formular una pregunta ya no estaba, solo quedó un libro en el suelo y junto a este una llave, el rey tomo el libro entre sus manos y lo analizo, se notaba que tenía muchos años pues se veía algo maltratado, cuando iba a tomar la llave y abrirlo no sabía cómo pero algo en su mente le dijo que ese no era el lugar, era como si alguien le estuviera hablando y le guiará. Así fue como dieron a parar en la cueva que quedaba en las afueras del reino , la reina se recostó en el suelo y el rey tomo la llave.

Solo debes de abrir el libro y liberarnos de esta cárcel, solo así podrás salvar al vida de tu primogénito, anda cede ante tus deseos pero al momento en que abras el nos pertenecerá, él y cada uno de sus descendientes.

El rey con las manos temblorosas metió la llave en la cerradura del libro la giro dos veces y este se abrió espero unos minutos y nada sucedía, hasta que de pronto la reina sintió un fuerte dolor en su vientre los sirvientes que se encontraban allí fuera se apresuraron en entrar

La sonrisa de ambos reyes fue grande al escuchar el llanto de su pequeño bebé , aunque era extraña la marca que tenía en su pecho era una pequeña estrella de seis puntas

Tanta era la felicidad que sentían en ese entonces que nunca imaginaron que su hijo sería, nada más y nada menos que la caja que traerá al mundo a quien será la perdición para todos

Porque aunque en ese entonces nada allá ocurrido, no significaba que después no pasaría y el error de todos fue dejar todo aquello como historias, que poco a poco fueron olvidadas por todos en su gran mayoría.

- ésto recién comienza