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8||Elise

Tengo una misión el día de hoy: hacer que Michelle se sienta a gusto.

Ya van cuatro días desde que salió del hospital y su actitud ha cambiado en lo mínimo. Sigue muy cerrada, aún cuando me abraza en ocasiones y me deja dormir con ella. Al menos ya le dice oraciones completas a Caleb, lo cual es un avance. Por alguna razón decidió que mi novio le agrada y eso es bueno. Sin embargo, sigue sin ser la Mich feliz que recuerdo.

Así que hoy voy a dejar de lado mis preocupaciones y voy a regalarle felicidad.

Es por eso que estamos en la gran casa de mi novio junto a todas estas personas que también se han convertido en mi familia. Adam se encarga de presentarles a Michelle con entusiasmo para no incomodarla, pero no es que funcione demasiado porque ella sigue cohibida. Cuando le presenta a Sanne, Dalia y Lilian, ellas se muestran amables e incluso le hacen preguntas amistosas. Aún así, ella no contesta. No tiene ánimos de socializar.

A Michelle nunca le han gustado los extraños, así que me digo a mi misma que esta reacción es natural. Aún así, es desalentadora. Yo solo quiero que sea feliz, que se suelte y descubra que no está sola ¿Eso es mucho pedir?

-Bonita, bonita -canturrea el pequeño niño de tres años que está abrazando mi pierna -. Quero mucho a bonita.

Sonrío hacia Nolan Jones, el hijo de Silvana y Cameron Jones. Desde que nació, este pequeño rubio de ojos celestes parece tener un leve enamoramiento hacia mi. Siempre que me ve, me abraza y le cuesta soltarme. Es una ternura que también logra llamar la atención de Mich.

-Nolan, deja de babear sobre Elise -ríe Lilian, quien es su tía.

-¿El pequeño tornado está intentando robarse a mi novia de nuevo? -suspira Caleb, alcanzándonos. Se agacha a la altura de Nolan y él se aferra más a mi -. Niño, yo la vi primero.

-Tú feo -lo señala él -. Ella bonita. Yo quero mucho a bonita y no a feo.

-Uh, parece que tu competencia es dura, sobrino -señala Sanne. Daisy pasa poco tiempo en su regazo antes de que Adam se la quite -. Adam, mi hija no es tu muñeca.

-Sí lo es, todos lo saben -asegura él, cargando a la niña antes de hacerle muecas -. ¿Te he contado que planeo robarme a esta dulce bebé, Mich? Eso si Silene no me deja tener la nuestra.

Michelle no responde, solo se encoge de hombros y baja la mirada. Comienzo a tener dudas sobre si fue correcto o no traerla, pero mi meta el día de hoy es que sea feliz. Quiero una sonrisa de su parte, aunque sea una ¿Qué hago para conseguirla?

-Escuché mi nombre y, viniendo de Adam, eso me asusta -escucho a Silene acercarse a nosotros, sonríe al estar cerca -. Veo que ya conociste a tres de cuatro margaritas, Mich ¿Qué tal?

-Bien...-es lo único que responde y lo hace tan bajo que a penas se escucha.

-Nos alegra tenerte aquí y de verdad espero que te integres, Mich -le dice Dalia con dulzura -. En esta familia siempre hay espacio para uno más.

-¿Escuchaste, princesa? -le pregunta Adam, aprovechándose de la situación -. Uno más, como un bebé nuestro.

-Estoy muy segura que Dalia no se refería a eso -dice mi amiga, haciéndole muecas a Daisy.

-Pero podría referirse a eso.

-Cariño, estás intentando tan fuerte que comienzas a dar lástima.

-Esa es mi táctica: que me tengas lástima y cedas.

-Mejor intenta robarte a Daisy.

-No me desagrada del todo ese plan. Comenzaré con llevármela al resto de las presentaciones. Aquí acabamos.

-Gusto en conocerte, Michelle -dice Lilian, tomando a Nolan aunque se resiste a dejarme al principio.

-Si necesitas algo, no dudes en decirnos -asegura Sanne.

-Deberían ir con los terremotos, seguro que a ellos les encantará conocerte -sugiere Dalia.

-¿Terremotos? -pregunta Michelle, confundida.

-Sí, cuatro adolescentes que me muero que conozcas -asegura Adam.

-¿Por qué les dicen terremotos?

-No te arruinaré la sorpresa, lo descubrirás por tu cuenta -asegura nuestro primo. Luego, ve a las tres mujeres y les guiña uno de sus azulados ojos -. Hasta luego, bellas damas. Si me robo a esta bebé, ya saben que es culpa de Silene por no dejarme tener la nuestra.

Mi amiga se queja, diciendo que no es su culpa que él trate a Daisy como a una muñeca. Si fuera ella, estaría sumamente irritada por los intentos de mi primo por convencerla de esto, pero Silene solo sonríe y le sigue el juego. No parece para nada molesta.

Caleb, Mich y yo seguimos a la pareja y dejamos atrás a las mujeres junto al pequeño Nolan para seguir con el recorrido. El jardín de la casa de mi novio es enorme, perfecto para las reuniones que suele hacer con su numerosa familia. Tiene una gran plataforma de madera en la que, a un costado, hay un pequeño bar, una parrillera y una mesa de billar que ahora están usando los tíos de Leb.

Hay unas escaleras para bajar de la madera al suelo con pasto y baldosas de piedra, donde el jardín se extiende aún más. Hay una gran piscina en la que localizo a los terremotos, mientras que en las tumbonas están Lavanda y sus tías Samara y Silvana. Al otro lado, hay una gran mesa bien decorada y más al fondo unos sillones con vista a al mar. Hay una barrera que separa el jardín de la playa, pero con solo bajar unas escaleras puedes llegar a ella.

Es lindo, amplio y fresco, pero sobre todo impresionante. De hecho, puedo notar que Michelle mira todo con cierta sorpresa. No puedo evitar pensar que se ve preciosa con ese vestido floreado y las trenzas que me encargue de hacer en su cabello. Lástima que no tenga una sonrisa para acompañar lo linda que se ve el día de hoy. Comienzo a angustiarme por lo cerrada que está mi hermana. Caleb dijo que se puede encontrar a los que se esconden, ¿pero y si mi hermana no quiere ser encontrada?

¿Y si se oculta únicamente de mi?

Me ordeno ser un poco positiva, es una lástima que no funcione. Ella aún camina encorvada porque le duelen sus músculos. Hago una mueca al verla de esa forma, es duro que lo único que pueda hacer por ella en este momento es presentarle a estas personas y esperar que se sienta cómoda. Quisiera curar todos sus males con solo desearlo, pero ni siquiera la fuerza de mil estrellas fugaces me permitiría calmar lo que siente en este momento. Hay mucho que nos separa a Mich y a mi en este momento y duele, pero no me rendiré hasta que esta distancia entre nosotras desaparezca.

Adam deja a Daisy en el suelo y la ayuda a caminar hacia la piscina tomando sus manitas. Mientras más nos acercamos a la piscina, más claras se hacen las voces de los terremotos, quienes parecen estar bastante entretenidos en el agua. Llegamos a nuestro destino y me es imposible reprimir la sonrisa divertida que nace en mis labios al verlos. Que desastre son.

-¡Lid, suéltame! -grita Tyler, mientras intenta librarse de la mencionada. Ella está intentando ahogarlo... creo -. ¡Haces trampa!

-¡No lo hago! -reclama ella, continuando con su tarea de empujar al pelirrojo mientras Easton y Drew juegan con una pelota. Creo que están jugando waterpolo, o algo parecido. La verdad, todo con estos niños es incierto -. ¡Rápido, East! ¡Quítale la pelota!

-¡Eso intento! -grita el moreno, mientras ríe -. Pero tu hermano es escurridizo, hermosa.

-¡Haz algo! ¡No puedo distraer a tu hermano toda la vida! -le grita Lid de vuelta -. Cielos, ¿desde cuando rojito es tan fuerte?

-Desde que tú te quedaste enana -le responde el pelirrojo.

-¡Oye! ¡Eso no es...!

Pero no termina su grito, porque Tyler le da una vuelta aún cuando la tiene sobre su espalda y quien termina bajo el agua es ella. Al mismo tiempo, Drew escapa de East y nada con la pelota hasta el otro extremo de la piscina. Tyler y él celebran, parece que ganaron su violento y extraño juego. Entonces, Lid regresa a la superficie tosiendo por todo el agua que de seguro debió tragar gracias al menor de los Cooper.

-¡Eres un idiota! -le reclama, salpicando agua -. Grandísimo tramposo.

-No fue trampa, lo hice en defensa propia -suelta el chico -. Tenía a una demente en mi espalda, me protegí.

-Estúpido -bufa ella, luego hace un puchero hacia East -. Easton, tu hermano es un imbécil que hiere mis sentimientos.

-Aw, pobre Lid -él la abraza y ella sonríe al instante -. Tranquila, ellos solo hacen trampa porque saben que somos mejores.

-Llorones -suelta Drew.

Él es el primero en notar nuestra presencia, así que nos regala una sonrisa ladeada que muestra mucha más tranquilidad de la que hay en él. Sin embargo, cuando sus ojos llegan a mi hermana, su expresión cambia. La sonrisa desaparece, sus ojos azules que captan a la perfección el reflejo del clemente sol sobre nosotros se entrecierran hacia ella y, por más que intento, no logro definir qué significa esa expresión.

Sé que Drew no la persona más agradable con los extraños, incluso cuando se le da socializar. Michelle ya captó su mirada y de hecho se la regresa con sus propios ojos entrecerrados, ninguno de los dice ni una sola palabra. Sí, ya siento pánico.

-Terremotos, salgan un momento de la piscina -dice Silene, parece que yo soy la única que está notando la forma en la que D mira a Mich -. Queremos presentarles a alguien.

Entonces, Lid, East y Tyler dejan de hacer lo que hacen y nos ven. Por supuesto que sus ojos captan a mi hermanita, quien ahora se refugia tras Caleb y de mi. La reacción de los Cooper es bastante diferente a la de D. Ellos sonríen y no tardan en salir del agua. Lid sale junto a ellos, no sonríe pero al menos no tiene la mirada que mantiene su hermano. Drew es el último en salir y entonces tenemos a cuatro adolescentes empapados frente a nosotros.

-Hola, chicos -dice Easton, sacudiendo un poco su cabello que gotea -. ¿Cómo están hoy?

-Mejor que Lid, sin duda -suelta Adam. En cuanto mencionan a Lid, ella alza un poco más la cabeza. He notado que es algo natural en ella -. Pateales el culo a estos tres como te vuelvan a intentar ahogar, hermosa sobrina.

-Ya verán como la venganza será más dolorosa -es lo que responde ella, cruzando sus brazos a la altura de su pecho.

-¡Oye! Yo estaba de tu lado -se queja East.

-Tú te salvas de esta, encanto. Ustedes dos -ella señala a Drew y a Tyler -, cuídense.

-Ya estoy temblando -suelta D con sarcasmo, aunque no deja de ver en dirección a Michelle.

Interpretar a este adolescente es un trabajo casi imposible, por lo que no sé que es lo que puede estar pensando en este momento y eso es peligroso. No olvido que Drew tiene la mala maña de hacer sentir a la gente estúpida con sus comentarios, incluso cuando lo hace sin querer. El problema es que Michelle odia sentirse así.

La Mich que conozco es una niña orgullosa que no deja que nadie la haga sentir tonta. Eso no pudo haber cambiado, ¿o sí?

-Bueno, Michelle -habla Silene, dirigiéndose a mi hermana. Toma su mano y, solo cuando ella se lo permite, la saca de su escondite tras de mi para que pueda ver bien a los adolescentes -. Estos son los terremotos, los niños originales en esta familia y quienes nos vuelven locos día a día. Son un encanto, ellos se hacen amar.

-Que linda, Sile -dice Easton, riendo un poco. Luego, fija su mirada grisácea en Michelle y le sonríe mostrando todos sus dientes -. Hola, Michelle. Me llamo Easton Cooper, pero puedes decirme East. Me encantaría poder darte un abrazo de bienvenida, solo que no quiero empaparte. Eso quedará para después.

Amable y servicial, East se está mostrando tal como es. No abraza a Mich, pero decide que si nos abrazará a Silene y a mi porque ya nos conoce; no es incómodo que moje nuestra ropa porque ya le tenemos la suficiente confianza como para no enojarnos.

Primero va por mi amiga y el muy descarado la alza y le da una vuelta en el aire que la hace reír. También me alza en mi turno y besa mi mejilla con cariño. Hace esto porque sabe que Sile y yo siempre terminamos sorprendidas de que el niño pequeño que llegó a los once años a esta familia ahora es lo suficientemente fuerte para cargarnos. Nos llena de nostalgia a propósito. Aunque es el más amoroso de los cuatro, tiene su lado terrible y surge en momentos como este, en el que nos deja con nudos en la garganta a las dos.

-East, deja de crecer -le ruega Silene, acomodando mejor la falda de su vestido playero. Yo asiento, estando de acuerdo con ella.

-Ójala pudiera dejar de hacerlo, pero no es algo que controlo -rie él. Luego, devuelve su atención a mi hermanita, examinándola con cautela -. No te pareces mucho a Elise, Michelle, pero tienen un aire de hermanas. Creo que es por sus ojos.

-Sin duda, son los ojos. Ese color avellana es impresionante y se hace notar desde lejos -agrega Tyler, con una sonrisa amable -. Yo soy Tyler, el hermano de East. Gusto en conocerte, Michelle.

Ella ladea su cabeza, sin poder comprender algo. No le toma mucho tiempo a Tyler entender tal confusión y sonríe aún más, cosa que hace que sus pecas resalten.

-¿Estás buscando en qué nos parecemos? -pregunta él. Mi hermana se sonroja de inmediato y baja la cabeza, indicando que sí lo hacía. Ambos hermanos ríen, pero no se ríen de ella; se ríen de la situación -. Tranquila, suele pasar. No encontrarás similitudes porque East es adoptado.

-Nos gusta bromear a veces diciéndole a los extraños que somos gemelos -acota East, sacudiendo el cabello de su hermanito -. Pero solo a los extraños que nos desagradan. Tú te salvaste de esa broma, Mich.

-Me gusta como te queda mi vestido -dice Lid, cambiando de tema. Se acerca a mi hermana y da una vuelta a su alrededor para determinar como le queda su ropa -. ¡Hasta te queda un poco más corto que a mi! Eres más alta de lo que imaginé -Lid se coloca a su lado y observa que mi hermana le lleva unos cuantos centímetros -. Ah, demonios, creí que serías mucho más baja que yo...Bueno, me equivoqué.

-¿Ya ves que si eres enana? -suelta Tyler, con diversión.

-¡No lo soy! Soy estatura promedio, solo que por estar con tres jirafas como ustedes me veo más pequeña -suelta ella, colocando sus manos en sus caderas.

Lid es menuda y delgada, aunque tiene unas sutiles curvas que se notan gracias al bikini azul marino que trae puesto. Es ese el detalle que delata que ya es una adolescente. Es un poquito baja en cuanto a estatura, pero personalmente me parece que tiene una altura correcta para su edad. Son los otros tres terremotos los que han crecido demasiado. Ella rueda sus ojos ante sus tres mejores amigos y extiende su mano hasta Michelle, dándole a entender que quiere que la estreche.

Linda Osbone puede resultar intimidante, al menos para alguien de su edad. Es muy segura, por lo que da esta imagen de pequeña diva aunque en realidad es bastante agradable...con quienes le agradan. Mi hermana no estrecha su mano, así que Lid la devuelve a su cadera sin insistir.

-Me llamo Linda Osbone, pero dime Lid -termina por presentarse. Luego, señala a Drew -. Él es mi hermano menor, Drew. Elise nos ha contado mucho sobre ti, Mich. Espero que no resultes diferente a lo que ella describió.

Es excelente para poner nerviosa a la gente, cosa que supongo heredó de su tía Silene porque mi amiga es bastante buena en eso. Sin embargo, mi hermana no se inmuta. Es ahí cuando Lid suelta una pequeña sonrisa que creo que indica que está satisfecha con esta presentación. Regresa a su lugar junto con sus amigos y vuelve a cruzarse de brazos, pero esta vez sin eliminar la sonrisa en sus labios.

-Bueno, terremotos, acaban de conocer a Michelle -dice Adam, con entusiasmo -. Siéntanse afortunados de tener a tres Blake en sus vidas. No todos corren con tanta suerte.

-Y luego dicen que los Osbone somos los que carecen de modestia -rie Lid -. Al menos me alegra que mi futuro tío esté a la altura de la familia.

-Siempre, hermosa -él le guiña un ojo y parece que comenzará a guiar a Daisy a otro lugar. La presentación aquí acabó -. Bueno, vayamos a que...

-¿Y tú no hablas? -pregunta Drew.

Tardo en entender que la pregunta va dirigida hacia Michelle, quien se tensa una vez le dirigen la palabra. Miro de él a ella, de nuevo entrecierran sus ojos ante la mirada del otro. Veo que Caleb también los observa, extrañado. Creo que ninguno de nosotros sabe qué podría resultar de este encuentro.

-Te pregunté algo -insiste Drew, cruzándose de brazos -. Tengo entendido que tu no eres muda ¿Por qué dejas que ellos te presenten?

-D, no la molestes -le dice Silene.

-No lo hago. Solo quiero entender porqué está dejando que otros digan quien es. No me sirve que ustedes la presenten, que lo haga ella.

Drew se acerca un poco a Michelle, dejando unos buenos pasos de distancia entre ambos. Me sorprende que mi hermana no retroceda. Aunque se ve cohibida, ella se cruza de brazos y le mantiene la mirada. No entiende lo que sucede, pero no permitirá que Drew la haga ver como menos de lo que es. Él sonríe en el momento en el que ella alza su mentón para no sentirse más pequeña que él, aunque lo es por unos buenos centímetros.

-Ah, así que tienes agallas -dice él, usando un tono divertido en su voz -. Bien, creí que solo eras una niña linda sin coraje.

-Drew...-Caleb lo mira con reproche, pero no funciona. A los únicos que obede este niño son sus padres.

Como quisiera gritar por ayuda para llamar la atención de Lilian en este instante.

-¿Y sigues sin hablar? -pregunta Drew, acercándose un poco más a Mich-. ¿Acaso no me equivoqué contigo y si eres solo una niña linda bastante cobarde?

-Drew, intenta socializar como un ser humano normal -le reclama Tyler, palmeando su hombro -. No a todos les agrada que los hagas sentir estúpidos.

-¿A alguien le agrada? -cuestiona Adam, alzando una ceja. Luego, mira a Drew con seriedad -. Escucha, D, cálmate un poco. La idea es que Mich se sienta a gusto, no que te comportes como un idiota.

-¿Por qué eso no me lo dices tú? -le pregunta D a mi hermana -. ¿Por qué ellos están hablando por ti, si se nota que te molesta que lo hagan?

Mi hermana pasa de abrazarse a si misma a bajar sus puños y mantenerlos apretados. Puedo notar que le molesta lo que dice Drew, tanto que comienza a sonrojarse por el enojo. Es más, creo que mis propias mejillas comienzan a calentarse. Esta situación me enfurece. A mi hermana no deberían hablarle de esa forma.

Quiero interponerme entre ambos, detener al niño que suelo querer pero justo hoy no está entre mis personas favoritas. Creo que no sentía la necesidad de sacudir a un adolescente desde la secundaria, pero tal necesidad ha vuelto y no sé de donde carajo saco la fuerza para contenerme. La única razón por la que no intervengo es por un detalle que me paraliza y me hace sentir tan inútil: aunque quiera, no puedo gritarle.

No tengo voz para defender a Michelle y eso me paraliza. Es tanto lo que me afecta que suelto la mano de Caleb. No puedo defenderla como lo hacia antes, cuando las tontas niñas de la primaria la molestaban por ser más callada que ellas. Llevo intentando que no sienta que está sola todos estos días, que estoy con ella, pero en este momento me doy que no siempre podré estar como quiero.

Hay cosas que me limitan.

-D, no seas idiota -le dice East, intentando aligerar las cosas -. Trátala con más sutileza ¿Qué no ves que está apenada?

-Debería estar apenada por el hecho de que otros hablen por ella -él se encoge de hombros -. Supongo que la niña linda no habla, que decepcionante.

-¡Ugh! Me llamo Michelle, ¿okey? -suelta mi hermana, sonando irritada. Me sorprende lo firme que se escucha su voz -. Me llamo tal y como ellos dijeron, no había necesidad de comportarte como un tonto para que hablara.

Los ojos azules pálidos del chico ya no se encuentran entrecerrados y ahora él observa con sorpresa a mi hermana, quien se ve realmente molesta con él. Michelle frunce su frente y aprieta aún más sus puños, mirándolo de una forma que me sorprende viniendo de ella. Está demasiado indignada y enojada. Por alguna razón, eso hace que Drew sonría.

Estoy a punto de tomar la muñeca de Mich para alejarla, pero entonces Leb me detiene y hace una seña hacia los niños. Veo que ahora Drew se acerca más a mi hermana ¿Ahora qué quiere?

-¿Ves como si hablas? -le dice, mirándola desde arriba debido a su altura. Michelle alza más su mentón y lo mira con el entrecejo fruncido -. No me estaba comportando como un tonto, solo te estaba demostrando lo estúpida que te veías dejando que otros hablaran por ti. Tienes voz, niña linda. Úsala.

-¿Por qué me llamas niña linda? Me llamo Michelle -protesta mi hermana -. ¿O es que acaso los niños tontos no escuchan bien?

-Oh -suelta East, impresionado ante esa respuesta -. Eso me dolió y no fue para mi.

Quiero que esa respuesta calle a Drew, que la deje en paz luego de esto, pero él solo ríe.

-Oye, solo era un apodo -dice él, alzando sus manos a modo de defensa -. No hay necesidad de atacarme...niña linda.

-¿De dónde salió este tonto y por qué creíste que era buena idea preséntarmelo, Elise?

No lo sé, pero comienzo a arrepentirme.

-Perdónalo, Michelle -dice Tyler, con amabilidad -. Se les cayó a mis tíos cuando era bebé y desde entonces se puso idiota.

-¿Cuántas veces se les cayó? -responde Michelle, mirando de mala manera a Drew. Este solo ríe.

-¿Cuántas veces crees, niña linda? -dice él.

-Tu cabeza debe estar abollada por dentro.

-Ya te me pareces un poco más a Elise -ríe Easton, que luego me ve -. Sabe defenderse.

Pero no debería defenderse de Drew. La traje aquí para pasar un buen rato, no para esto.

Lid llama la atención de todos cuando da un brinco entusiasta. Lo próximo que sé es que corre hasta mi hermana y entrelaza su brazo con el de ella. Michelle la mira de arriba abajo, confundida. Quiere alejarse, pero el agarre de Lid no la deja.

-Chicos, ella me agrada -le dice a sus amigos, sonriendo en demasía -. Encontramos a la quinta terremoto.

-¿Qué? -pregunta Michelle, sin comprender.

-¿En serio? ¿Ella? -cuestiona Drew, viendo a mi hermanita de arriba abajo. Ladea la cabeza, confundido. Pero luego se encoje de hombros y le resta importancia -. Está bien, supongo.

-No, no está bien. No soy lo que sea que quieren que sea -Michelle se suelta del agarre de Lid y la observa -. No soy una de ustedes.

-Oh, vamos. No lo digas como si fuera algo malo -ahora East la rodea por los hombros, con cuidado para no mojarla demasiado, y le sonríe con amabilidad -. Te divertirás con nosotros, Mich.

-Pero no...

-A partir de ahora, tienes cuatro amigos que estarán para ti incondicionalmente. En las buenas y en las malas -dice Lid, casi parece que le está otorgando un título -. East, Ty, D y yo estaremos a tu lado en cada desastre que cometas.

-Yo no cometo desastres.

-Te enseñaremos, tranquila.

-Y te enseñaremos a salir de ellos -asegura Tyler -. Relájate, Mich. Nosotros solo queremos que te diviertas.

-Y si puedes hacerlo hablando, seria mucho mejor -añade Drew, consiguiendo que Mich ruede sus ojos por primer vez en la vida.

Y no solo rueda los ojos, sino que de hecho resopla con disgusto hacia él. No sé exactamente como llegamos al punto en el que estos niños declararon a mi hermana una terremoto más. Estoy confundida ante estas presentaciones y ante las reacciones de mi hermana. Capaz deba sacarla de aquí, arrastrarla lejos de esta casa.

Definitivamente me equivoqué al pensar que era una buena idea traerla. Esto no va a ayudar a que deje de cohibirse, sino que lo va a empeorar todo. Debí saber que traer a Mich a conocer a un montón de extraños no la ayudaría ¡Por Dios! ¡¿Pero en qué estaba pensando?! Lo que sea, me arrepiento enormemente. Ahora, solo queda sacar a mi hermanita de aquí. Necesito alejarla.

-Que bueno que se lleven bien -se apresura a decir Silene, enlazando mi brazo derecho con el suyo -. Bueno, los dejaremos solos para que se diviertan.

¿Qué?

-¡¿Qué?! -Michelle exclama exactamente lo que pienso.

-Sí, sí, ustedes jueguen -ahora Caleb habla y enlaza su brazo con mi brazo izquierfo -. Cualquier cosa que necesiten, estaremos por aquí.

¡¿Qué?! ¡¿Ahora él también?!

-Nos vemos, terremotos -termina por decir Adam.

Es así como las tres personas más cercanas a mi me traicionan y básicamente me arrastran lejos de mi hermana aún cuando pongo algo de resistencia al hacerlo. Silene y Caleb me sostienen cuando intento sacudirme ¿Pero qué demonios les pasa a estos tres? ¡¿Por qué dejamos a Mich sola?! Logro soltarme y es entonces cuando los miro como los dementes que son. Para mi sorpresa, ellos me sonríen.

Mis amigos definitivamente se volvieron locos ¡Y en el peor momento posible!

-¡¿Quieren explicarme que sucede?! -sacudo mis manos tan frenéticamente que logro sorprenderlos. Daisy me ve, divertida ante las expresiones que hago. No lo hago para que se divierta ¡Lo hago porque estoy muy molesta!

-Musa, cuando mueves con tanta prisa las manos, no te entiendo -me dice Caleb, sonando dulce e inocente. Grandísimo tonto, sé que sonríe con tanta inocencia porque sabe que estoy molesta con él. Me cruzo de brazos y lo miro con mis ojos entrecerrados, esperando que él entienda que esta en problemas -. Supongo que un te amo no conseguirá una sonrisa de tus lindos labios en este momento, ¿verdad?

Mantengo mi ceño fruncido. Ni siquiera endulzando sus palabras conseguirá quitarme este enojo. Se supone que deberían apoyarme, no llevarme la contraria.

-Elise -Silene interviene, acercándose hasta quedar junto a Caleb -, ¿acaso no viste cómo actuó Mich?

-Sí, estaba molesta -digo con mis manos y Adam traduce de inmediato -. Estaba molesta porque tu sobrino se comportó como un idiota. No debí dejarla con él, no debieron arrastrarme hasta acá.

Silene suspira tras escuchar a Adam, pero luego me sonríe de lado con comprensión. Si me comprendiera, no habría dejado que me alejara de Mich.

-Sé que Drew no es la persona más agradable al inicio -dice ella, llevando un mechón de su cabello detrás de su oreja -. Es difícil, siempre lo ha sido, pero esa es su forma de relacionarse con la gente. Así es él.

-Lo estás defendiendo -digo con mis manos y Adam interviene.

-No, no lo defiende. Sile solo señala un hecho, prima -habla y me frustra que él defienda a su prometida -. D se relaciona de esa forma y, aunque puede verse como un pequeño idiota, consiguió algo que ninguno de nosotros logró.

Alzo mis dos cejas, cuestionando con ese gesto sus palabras. Los tres me miran como si no pudieran creer que no vi lo que ellos. Soy muda, no ciega. No necesito que me miren de tal manera.

-Eli, Michelle le respondió sin vergüenza -dice Caleb -. Fue la primera vez desde que despertó que no titubeó, que no bajó la mirada, que dijo más de dos oraciones sin que le temblara la voz.

-Mostró carácter, seguridad -ahora Silene habla y me sonríe -. Y vaya que se sabe defender. D puede sonar como un idiota, pero no lo es. Él jamás le haría daño a Michelle. En todo caso, la seguirá retando para que hable, que es algo bueno.

-Creo que los terremotos podrían ser de ayuda -dice Adam, encogiéndose de hombros -. Ella no se vio incómoda con ellos.

-Drew la estaba sacando de quicio.

-Sí, pero jamás nos dijo que quería irse -me responde Caleb -.Ni siquiera nos siguió hasta aquí, se quedó con ellos.

Miro por instantes hacia la piscina, donde Mich se quedó. Drew vuelve a lanzarse al agua, al igual que Tyler, mientras que East y Lid mantienen una conversación en la que ella no participa. A pesar de que tiene el seño fruncido, ella los escucha. Se ve molesta, pero no viene hasta acá, no se aleja de ellos ¿Podría no estar del todo incómoda?

Mis amigos tienen razón al decir que es la primera vez que Michelle no había mantenido tanto contacto visual con alguien desde que despertó, ni siquiera con Adam cuando pelean. Es la primera vez que no titubea, que no se cohibe del todo, que se muestra un poco como la Mich un tanto difícil que fue inclusive antes del coma. Miro a Silene, Caleb y Adam, quienes esperan que reaccione.

No me siento nada segura con la idea de Michelle lidiando con alguien que la saca de quicio, no cuando se supone que debería hacerla feliz. Sin embargo, no sé lo que Michelle necesita en verdad, así que guiarme por mis emociones se siente incorrecto. Que buen momento para extrañar el poder gritar ante la frustración.

Muerdo la parte interior de mi labio mientras me planteo la misma duda que me he hecho desde que mi vida cambió por tercera vez: ¿qué debo hacer?

-Está bien -termino por rendirme ante sus consejos -, pero quedémonos cerca.

Adam y Caleb sonríen, Silene se les une cuando le traducen lo que dije. No mentiré, me da muchísimo miedo que ella salga lastimada ante esos cuatro adolescentes. Ella solo es una niña, una pequeña de diez años que se ve como alguien mayor. Amo a los terremotos, los amo como a cualquiera de los miembros de esta familia, pero no sé si son la compañía que mi hermana necesita en este momento. Creo que les estoy dando el beneficio de la duda, pero mis dudas son muy grandes. Son chicos interesantes, hasta agradables...¿pero serán capaces de entender a Michelle?

-Ya verás como todo sale bien, musa -me dice Caleb, besando mi frente -. Si Mich es como su hermana, sabrá seguir adelante.

Pero yo no lo hice, yo no seguí adelante...Yo tan solo formé una vida a parte y fingí separarla por completo de mi pasado, hasta que Mich despertó. Ahora, el pasado me está golpeando de la más ruda manera y me siento egoísta por sufrir cuando seguro ella se siente peor.

En cuestión de semanas, perdió a sus padres, su hogar, su vida. Si Michelle es como yo, entonces intentará olvidar todo lo que se le escapó de las manos aún cuando es imposible. Veo a mi hermanita a lo lejos, frunciendo su entrecejo mientras se quita las sandalias y toma lugar junto a Lid al sentarse en la esquina de la piscina. No creo que Mich sea igual a mi, no creo que ella pueda fingir que superó ciertas cosas. Yo soy buena actriz, pero ella no.

Entonces, ¿qué hago? ¿Le doy lecciones de actuación, o la dejo lidiar con esto a su manera?

No quiero que maneje esto por su cuenta, pero entonces recuerdo algo que me paraliza una vez más: no puedo hablarle, no puedo aconsejarla, no puedo calmarla como antes. Siempre estaré a su lado, ¿pero será eso suficiente?


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