El juego de Sophia
Es entonces que una noche en que el niño dormía ella lo empezó a molestar haciendo lo llorar incesantemente.
-otra noche mas... en la que no se podrá dormir en calma. -
-no te preocupes Helen, yo me encargo del niño.-
Me dispuse a ir a la habitación de Oliver y para mi sorpresa el pequeño dormía muy profundamente, y a un lado pude ver a Sophia sentada a un lado de la cuna.
-Shopia, mi niña... no molestes a tu hermano, amor comprende no es fácil...-
-Te amo.-
Esa palabra se escucharon como si su alma se desvaneciera en la inmensidad del vació de la habitación, me senté junto a la cuna para asegurarme de que Sophia no atormentara mas al niño cuando sin mas poder el sueño me venció dejando pasar la noche el amanecer no fue tan agradable cuando lo primero que escuchas son los gritos de la criada.
- Sr. William, ¡el perro!.-
-¿Que sucede Guertrudys?-
- ¡El pobre esta muerto!-
-¡¿tanto escándalo por un perrito?! podías haber avisado con mas calmada-
- Sr. William no entiende, ¡no me escandalizo la muerte del perro sino como murió! ¡Venga a ver!-
Y así mismo como se escandalizo la criada, se escandalizo mi esposa, pero no era para menos... El pobre animal estaba enrollado entre enredaderas con brotes de lirios ensangrentados, provenían que de su hocico como si fuese un florero.
-¡Oh, mi Dios!.-
Al fondo las puertas de la bella morada se cierran y con ellas las ventanas, y desde adentro se ve la sombra de una de las criadas que se devuelve a una de las ventanas gritando pidiendo ayuda rasgando el cristal pero esta se le sale los ojos y de su boca sale un puñado de enredaderas, mientras su cuerpo cae muerta frente al cristal.
-¡Oh!... ¡Por Dios!... ¡William!-
-¡Sophia... por favor! ¿hija tu eres quien hace esto?, ¿Eh...? ¡Responde!-
después del tétrico espectáculo las puertas se abrieron y la cuna se ve caer desde las escaleras con el niño gritando dentro de ella.
-¡Sophia no... es tu hermano!-
Helen, Guertrudys y mi persona cargando al pequeño Oliver fuimos nuevamente a casa de los Adams en busca de su buena ayuda.
-¡¿Que sucede mi buen amigo?!-
- disculpe, pero necesito con carácter de urgencia su teléfono.-
-¡Claro, por supuesto pero cálmense miren que mi señora sufre del corazón a pesar de lo joven que es.-
-Halo...-
- Buenas, con el detective Clow.-
-si, ¿con quien tengo el gusto de hablar?-
- Soy William Green, el que lo contrató para que investigase el caso de la niña que desapareció en el accidente auto-
-ah, si, si ya lo recuerdo.-
-le llamo con carácter de urgencia...
En ese instante todos los que se encontraban reunidos en la sala comienzan a gritar ,solté el teléfono para asegurarme que andaba mal, y es precisamente allí donde veo al señor Adams actuar como maniaco, portaba un alargado puntiagudo cuchillo de carnicero en manos, pronto se escucho con voz distorsionada tal como si fuesen doble frecuencia como un radio donde se escuchan dos canales al mismo tiempo, y estas decían multiples veces -los lirios son míos, ¡quiero Venganza¡- Esas voces rellenaba los espacios de entre cada rincón de la casa y cada palabra creaba estupefacto escalofríos, luego de un par de chirridos ensordecedores la voz tomo una sola frecuencia entrecortada repitió diciendo - búscame tu entre los lirios- una y otra vez y y al final de la frase dijo con una sola voz - Clow Jhonson muere...- por ultimo alzo el cuchillo corto el cuello del mismo que exorcizo la mismísima Sophia.
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