Un dilema de San Valentín
Definitivamente iba a hablarle para que me devolviera mis lentes, quiero decir, creo que fue bastante obvio porque incluso lo busqué en un bus —aunque me equivoqué de recorrido— para que me pasara los lentes. Yo hice de mi parte, ¿ok?
Pero no, ese weon tenía que publicarlo en internet. ¿Qué pretendía?
Ante eso, no iba a hablarle... Bueno, sí, pero no iba a acordar reunirnos un día de catorce de febrero.
O sea, soy pajarona¹ por dejar mis lentes tirados en esa habitación, pero no weona como para aceptar salir con alguien ese día solo para que me devolviera mis lentes.
Él estaba esperando una cita para ese día, pero yo solo quería mis lentes de regreso, así que, vi el número en el celular de Romina y lo agendé en el mío, para así comunicarme con él por ahí, aunque no contaba con que se iba a viralizar tan rápido su publicación.
Tenía que ser una puta broma.
En eso que iba a hablar con él, por accidente apreté una notificación emergente, de un mensaje nuevo de Pablo, pidiendo que lo llamara para hablar con él.
—¿Qué quieres? —pregunté con evidente molestia.
—Que me expliques qué pasó. No entiendo por qué te enojaste anoche conmigo.
—Quizás porque me pediste explicaciones por subir un video bailando Tusa, o quizás porque todo este tiempo me dijiste que no querías una relación seria, cuando en realidad estás saliendo con una chica... Sí, así es, vi la foto en que te etiquetaron y la resubiste.
—¿Es por eso? No puedo creerlo... Mi amigo me etiquetó porque le salió de "hace un año", como un recuerdo. La chica a la que besaba era... —Hizo una pausa bastante larga—. Ella es la razón por la que no quería empezar algo contigo, pero ¿sabes qué? A la mierda con eso. Me dolió todo lo que dijiste en ese audio anoche y temí que ni siquiera quisieras volver a hablar conmigo.
—Espera, tú... ¿Qué está pasando? —De verdad no entendía todo lo que me decía.
—¿Te parece si nos vemos esta noche, después de mi trabajo?
—¿Es... Esta noche? Ay, es que... De verdad que no puedo. Mis padres regresan en la tarde de su fin de semana por su aniversario y...
—Descuida, entiendo... —Sonaba apenado—. ¿Y mañana? Es que de verdad, necesito hablar cara a cara contigo, pero sabes que estoy trabajando estas vacaciones.
—Sí, eh... Mañana. Tú dime a qué hora y dónde.
—Puedo pasar a buscarte a las nueve de la noche en mi auto.
—¿Tan tarde? —Bufé. Obvio, yo creo que hasta podría tardarse más—. Perdón, eh... Sí, dale. A esa hora está bien.
—Bien. —Sonaba alegre—. Ya siento ansias por verte.
Eso definitivamente no salió como esperaba.
Nada estaba saliendo como quería.
Si Pablo me hubiera dicho aquello antes de conocer a Charly, las cosas hubieran sido más fáciles, pero no, tenía que justo casi confesarse cuando este otro chico quería que incluso pasara San Valentín con él, cuando yo solo quería que me devolviera mis lentes.
—Y estamos tan cerca del día de los enamorados...
No, no iba a tener dos salidas para ese día. Tenía que apresurarme.
—Sí y, como cada año, voy a juntarme con mis amigas.
—Tal vez este año sea distinto...
"Sí, porque tendré que verme con un tipo con el que me acosté, pensando en que no me querías y que era una señal para seguir de maraca², solo para que él me devuelva mis lentes", recuerdo que pensé. Y a mucha honra pensé lo de maraca, porque es bien estúpido que una mujer tenga que sentir vergüenza por acostarse con varias personas.
Y solo una pequeña acotación para que no se alarmen: cualquier cosa que haga, siempre es con protección.
Bien. Entonces, como no sabía qué responderle a Pablo ante dicha insinuación, solo me despedí de él, pues ¿cómo le explicaba lo que pasó? Realmente quería tener algo con él y me dolía la idea de perderlo.
Pero no se puede perder lo que nunca fue de uno, ¿verdad?
Siempre me aseguré de disfrutar al máximo mi vida, lo que significaba que salía con quien yo quisiera y evitaba enamorarme, pues el amor conlleva dolor y la vida es para gozarla, no para sufrir. Bajo esa idea, igual estaba dispuesta a tomar el riesgo por Pablo, tanto así que cuando creí que él estaba con otra, sentí la necesidad de perder la cabeza, al menos por una noche. Necesitaba olvidarme de él justo en ese momento estaba Charly, como una señal del universo para hacer lo que mejor sabía hacer: gozar la vida. Era como una aparición divina —o infernal por lo ardiente que fue— en medio de la que estuvo a punto de ser mi peor noche.
Romina entró a su habitación justo en ese momento, para decirme que mis padres ya estaban abajo, esperando para que me fuera con ellos. Guardé mis cosas en la mochila, mientras pensaba en qué mentira iba a inventar respecto a mis lentes.
En cuanto subí al auto de mis padres, surgió la pregunta:
—¿Y tus lentes?
Siempre hay que dar la respuesta más simple:
—Se me quedaron en la casa.
Y luego hay que despistarlos:
—¿Qué tal su fin de semana? —pregunté con tono insinuante.
Y así es como siempre logré librarme de las interrogaciones de mis padres. Es muy simple, solo hay que hacer que desvíen su atención a algo que les guste —o que les moleste más de lo que podrían molestarse conmigo.
Luego de un rato, me fui a dormir, pensando en todo lo que había pasado el fin de semana y qué iba a hacer en San Valentín. Nunca le había dado real importancia a ese día, pero sabía que nadie cita a alguien ese día solo para devolverle los lentes.
Bueno, de partida, ¿desde cuándo a alguien se le quedan sus lentes con un desconocido?
Y es que como diría Romina: no he perdido la cabeza solo porque la tengo pegada al cuerpo.
Aquella semana sentí que pasó tan lenta y todavía quedaban varios días antes de poder ver a Charly. Lo único malo de las vacaciones, es que, cuando no tienes muchas ideas sobre qué hacer, solo pierdes el tiempo echado en el sillón. Salí un par de veces esa semana con Romina, por lo que, fue inevitable tener que pensar en el incidente de los lentes y el dilema de San Valentín.
—He estado evitando lo más posible a Pablo, el chico que estudia ingeniería —conté, luego de sorber mi jugo.
—Creí que ya no pasaba algo con él.
Suspiré.
—Resulta que era una foto vieja. Lleva meses soltero y luego de todo lo que pasó, dice que quiere arriesgarse conmigo.
Volteé a ver a Romina, quien me miraba con ternura, como si viera a un cachorro. Era totalmente rara esa situación y no me gustaba sentirme así de expuesta. Sí, Romina siempre fue mi mejor amiga, lo que no quitaba el hecho de que yo me encontraba en una situación compleja y que siempre me gustó reservarme el tema de mis citas, sobre todo porque no me gustaba la idea de formalizar.
Y el hecho de que otros supieran de mi vida sexual o romántica lo hacía bastante... ¿formal? O lo que sea, la verdad. Cuando otros saben, empiezan a hacer preguntas y a dar opiniones, dos cosas que jamás pedí. Nunca me gustaron los cuestionamientos, para cualquier cosa en la vida, y así era como se sentía cuando me hacían preguntas al respecto.
Así que, suelo evitar cualquier situación en la que pueda pasar aquello, en otras palabras, no les cuento a mis conocidos sobre lo que hice.
Bueno, Romina siempre fue la excepción a eso, lo que no quitaba que fuera incómodo.
—¿Entonces retomarás las cosas con aquel chico?
Y era incómodo porque me hacía pensar más de lo que quería.
—No lo sé, es que, sí quiero, aunque no me gusta dar ese paso, ¿se entiende? Antes de lo de la foto, quería darlo. Pablo era todo lo que quería, pero al ver que besaba a otra... Me dolió demasiado y no quiero volver a sentir eso.
—Ya, pero dijiste que era una foto vieja.
—Ya sé, y por eso...
—Sorry por interrumpirte, pero ¿no será que no quieres ahora algo con él porque te acostaste con otro?
—¡Para nada! ¿Qué podría tener que ver?
—Que, quizás, Charly no haya sido algo de una sola noche. —Me miró alzando las cejas y con una sonrisa insinuante.
—Na' que ver, de verdad. El único interés que tengo en él es en que me devuelva los lentes.
—Haré como que te creo.
La miré con molestia ante eso. No quería pensar de aquella forma en Charly, aunque debía admitir que sí había algo en él que me atraía más de lo que quisiera y el recuerdo de aquella noche se hacía presente en mi día a día en contra de mi voluntad.
Él me estaba haciendo sentir algo que no quería, lo que me provocaba una sensación de incertidumbre que odiaba. Debía detener eso, pero estaba obligada a verlo de nuevo y no estaba segura de cómo iba a reaccionar, si acaso me iba a dejar llevar por lo que sentía y arriesgarme, a menos que...
—¿Y si vas a buscar mis lentes en San Valentín?
—¿Me estás weando?
—Así no lo tendría que volver a ver.
—Se va a dar cuenta de que no soy tú.
—¿Cómo? Yo estaba con un disfraz, no tiene idea de cómo es mi cabello.
—¿No estabas en pelota³ cuando tiraron?
—Sí, pero me dejé puesta la peluca.
—Ya, ok, suponiendo eso, igual somos distintas.
—Estaba curao⁴, dudo que recuerde cómo era.
—¿Y la piel? Es un rasgo fácil de recordar. Tú pareces de porcelana y yo soy trigueña.
—¡Había poca luz! De verdad no creo que recuerde eso.
—Perdón, no voy a ayudarte. No es que no quiera, sino porque no puedo ese día.
—Espera... —Sonreí—. ¿Vas a salir con alguien ese día? —pregunté insinuante, con una ceja alzada.
—Nunca entendí cómo es que puedes hacer eso.
—¡Responde! —exclamé alegre.
—¡Sí! —Sonrió. Romina era de esas personas raras de encontrar que todavía idealizaba el amor y esperaba encontrar a esa persona especial al final del hilo—. ¿Recuerdas al chico que estaba en la fiesta? El que estaba disfrazado de Bestia.
—Espera, ¿hiciste un disfraz combinado con él?
—¡No! Fue el destino. Claro, ya nos conocíamos, pero ninguno planeó ir en conjunto.
Destino. Ese siempre ha sido un concepto bastante curioso.
—Bien, entonces, voy a mandarle un mensaje a Charly para que me devuelva mis lentes, otro día.
—Así que, ya te aprendiste su nombre. —Sonrió con cierta insinuación. Ya la conocía lo suficiente como para leer bien sus gestos.
—Claro, no me puedo referir siempre a él como el weon que no me ha devuelto mis lentes.
—¿Entonces ya estás molesta con él?
—Totalmente —respondí con obviedad en mi tono—. ¿Crees que no sé lo que intenta lograr al pedir que nos veamos ese día? Y encima lo publicó en redes sociales y se volvió viral. Eso es presión social.
—O tal vez solo es un romántico.
Negué con la cabeza. No iba a caer en ese juego.
Al llegar a mi casa en la noche, iba a enviarle un mensaje a Charly, de verdad lo iba a hacer, pero justo mis padres estaban viendo las noticias y salió una bastante inesperada:
—Se ha vuelto viral la publicación de un joven local que está buscando a su Cenicienta —dijo la reportera.
Conchetumare.
—En la publicación, se refiere a una chica que conoció en una fiesta, con un disfraz de Cenicienta y la busca para devolverle sus lentes, haciendo una invitación a pasar el catorce de febrero juntos.
—¿En serio esas son las noticias? —dije con notoria molestia, aunque ellos no supieran la verdadera razón de esta.
—Sí, ese es el nivel de periodismo —contestó mi papá—. Ya no tienen qué poner y recurren a cualquier cosa que les suba la audiencia.
—Yo lo considero interesante —interrumpió mi mamá—. Es bonito que todavía haya gente romántica.
Otra vez con eso.
Giré a ver la pantalla y me di cuenta de que estaba dividida la transmisión, mostrando en un lado la publicación y en el otro Charly hablaba en un video grabado por sí mismo.
—No estoy seguro, pero era rubia y sus ojos eran oscuros. Recuerdo que su piel era muy clara.
Se jodió todo. Incluso si Romina hubiera podido, Charly se hubiera dado cuenta de que no era yo.
—¿Esos no son tus lentes? —Me sacó de mis pensamientos mi mamá.
—No, no... Es que es un modelo muy popular entre las chicas. —Cambié de canal y puse otro noticiero—. Como suele decir papá, hay que ver noticias reales, no farándula, ¿cierto? Voy a sacar un poco de bebida⁵, mejor.
•••
Conceptos:
Pajarona¹: despistada.
Maraca²: viene de prostituta y comúnmente se usa como insulto, pero en los últimos años se usa de forma empoderante.
En pelota³: desnudo.
Curao⁴: es la forma más usual de decir ebrio.
Bebida⁵: aunque no lo crean, marco esta también para los conceptos porque sé que en otros países no se usa con este fin. Con "bebida", nos referimos a "gaseosa" (como la Coca-Cola o la Pepsi).
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¿Qué tal les pareció el capítulo?
Sé que quizás esperaban más por todo el tiempo que tardé en subir un capítulo, pero de verdad que esto era lo que tenía planificado y en este último mes no había tenido ánimos de hacer algo. Pasaron muchas cosas horribles en mi vida (y la verdad es que no quiero hablar de eso).
Quiero continuar este proyecto, primero porque me gusta lo que estoy haciendo y segundo porque ¡pasamos a la segunda fase del ONC! 💖 Hace unos días, completé por ello el formulario de la segunda fase y espero poder pasar a la siguiente también 🥰 y si no, pues de todos modos seguiré escribiendo esta historia 💖
Gracias por su apoyo, siento que no lo merezco, sinceramente.
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