prólogo
Sus carnosos y muy sexis labios rojizos fueron pintados con una hermosa sonrisa, llena de tantas emociones que era difícil el mantenerse serio. Algo lo estaba haciendo muy feliz al parecer y quería compartir esa felicidad.
—Lucas, recuerda que tienes que llegar una hora antes.—Le hace saber una dulce voz por medio del celular.—Este es tu día, tu momento de brillar, el que tanto haz estado esperado.—Le sigue recordando.—No lo arruines... Aprende de tus errores.—Expreso con preocupación.
—Ya lo sé.—Se de tiene frente a la puerta principal de su casa.—Llegaré a tiempo.—Susurró.—Te lo prometo, no voy a perder está oportunidad.—Asegura.—Nos vemos, Santy.—Finalizo la llamada.
Abrió la puerta con sumo cuidado, no quería alertar a la persona que yacía adentro. Quería darle una grandiosa sorpresa a su persona especial, últimamente no se han visto por el corto tiempo disponible de Lucas. Este año ha sido un año de muchas oportunidades que no ha desaprovechado.
Sin embargo, su entrecejo se frunció al ver ropa tirada por todo el pasillo que lleva a su habitación, ropa que desconocía demasiado llamativa para su gusto. Su corazón dio inicio a una carrera de nerviosismo e inquietud mientras rogaba que no fuera nada de lo que estaba pensando.
Lucas no quería dar un paso mas, sus pies se volvieron pesados y dolían como si estuviera caminando en una tabla llena de clavos, incrustándose en sus talones. Eso lo hizo flaquear, pero más destructivo fue lo que vio por medio de la rendija semiabierta de la puerta.
—¡Sí, un poco mas fuerte!—Suplicó con su voz jadeante y una mirada avellana envuelta en lujuria.
Lucas llevó sus manos a su boca, evitando hacer ruido, sus hipnóticos y tan cautivadores ojos azules temblaron de dolor, decepción y tracción al mirar a su esposa (Omega masculino) y la otra persona que conoce tan bien teniendo un “bueno” momento. Siendo su esposa quien con mucho ímpetu se tragaba por completo la dura virilidad del contrario.
Vio una versión completamente diferente a lo que Lucas solía ver o conocer de su adorado e inocente esposa, eso le hizo cuestionarse tantas cosas y ahogarse con el sangrado desde el interior de su cuerpo. Tal repugnante tracción llevó a Lucas a sostenerse de la pared, evitando así caer al piso y alertarlos.
Todo a su alrededor se volvió borroso, sus tímpanos zumbando al punto en que creía que explotaría. Había un revoltijo en su estómago, quería vomitar sus entrañas y en el proceso su corazón; de esa manera dejaría de sentir la agonía que está sintiendo. Dolía, dolía demasiado.
Pese a que su matrimonio perfecto de dos años se derrumbó y se volvió escombros frente a sus ojos, Lucas incrustó sus uñas en sus piernas, se obligó a enderezar su espalda y tragarse los vidrios rotos en su garganta. Esos vidrios no eran otras que sus lágrimas.
—Repugnantes.—Susurró con náuseas.
Puso su celular en silencio y apago el flash de esa manera los infieles, adúlteros no se darían cuenta que están siendo fotografiados. Con sus dientes apretados tomo fotos de todos los ángulos e incluso un video de veinte segundos, podría ser de utilidad mas adelante.
Cuando ya tuvo suficiente eso Lucas fue directo a la cocina por agua fría, estuvo tentado de llevar agua caliente pero no lo hizo, su cuerpo está temblando mucho y eso podría terminar causando una desgracias para asimismo.
—¡Vayan a un hotel malditos!—Lanza el agua fría sobre sus cuerpos.—¡No ensucien mi casa ni mi habitación par de asquerosos!
La nariz pequeña y respinga de Lucas se movió con asco al percibir ese fuerte olor a fluidos corporales, feromonas desbocadas.
—¡¿L-Lucas!—Exclaman sorprendidos.
El Omega se bajó del miembro del contrario, su cabello marrón rojizo es un desastre y sin color en su cara, cubrió su esbelto y muy sexi cuerpo marcado con las caricias de otro hombre que no era su esposo.
—¡Lucas!—Trata de agarrar el brazo del contrario pero cayo al suelo, el alfa evitó que lo tocara.—¡Déjame explicarte..!
—No voy a permitir que ensucies mis oídos, no quiero escuchar tus excusas de mierda.
—Esposo...—Sus ojos se llenaron de lágrimas.—Por favor, déjame explicarte.—Suplica.—¡N-No es lo que piensas!—Tuvo el descaro que decir algo como eso cuando los hechos dicen más que mil palabras.—Por favor.
Esperaba que Lucas se ablande al ver sus lágrimas corriendo por sus suaves y pálidas mejillas ya que, Lucas siempre a odiado ver llorar a su esposa, pero en está ocasión no vaciló y solo lo vio con desprecio.
—Segundo hermano—El joven de muy buena apariencia, guapo, de unos 23 años que había estado callado por fin se atrevio hablar.—No es su culpa, ya sabés cómo estos de alfas y omegas.—Dice mientras peina con sus dedos su ondulado cabello castaño.
En su arrogante expresión no había ninguna pizca de vergüenza o arrepentimiento es más, parecía disfrutar de esta situación y hasta se podría llegar a pensar que todo ha sido deliberadamente el dejarse ver en el acto.
—Haz como si esto nunca pasó, como ya te diste cuenta estoy en mi rut.—Mintió—Él se vio obligado a someterte a mí.—Alza su pecho.—No es mi culpa que mis feromonas sean tan fuertes al grado de someter a tu…¡¿Ugh?!—Cayo tras recibir un puñetazo en su cara, regalo de su hermano mayor.
Lucas ni siquiera podía decir una palabra ante semejante desfachatez de ese joven, no había ni una disculpa y seguía sin haber nada de arrepiento en esos ojos verdosos. Por eso mismo le rompió la nariz para que su cerebro logré pensar correctamente.
—Ve que prefieres una rama seca y pequeña.—Miro la entrepierna de su hermano menor, quién anteriormente estaba alardeando de su cuerpo al no querer cubrirlo.—Espero y lo sigas disfrutando.—Dio la medía vuelta, sin mostrar emociones pero por dentro estaba sangrando.
—¡Lucas, espera!—Quiso detenerlo pero Lucas lo evitó.
—Quiero el divorcio.—Cerro la puerta con fuerza.
Él quería salir lo mas rápido posible de esa casa, si se quedaba mas tiempo terminaría por matarlos agolpe y lastimosamente no se lo podía permitir; su cuerpo es muy valioso.
—¡Le prometiste a mi mamá que siempre me cuidarías y te quedarías conmigo!—Vocifero entre lágrimas.
—¡Y tú prometiste hacerme fiel!—Habia dolor en su voz.—Una promesa se puede romper y hacer como si nunca existió, si la otra persona te mutiló el corazón… No vengas a exigir algo cuando fuiste el primero en pisotear mi amor por mi.—Subió al auto y aceleró.
Ya estando lo suficiente lejos de ese lugar él estacionó el auto, tenía que contralor esa agonía que lo está haciendo sangrar; seguro de que en cualquier momento terminaría vomitando su ensangrentado y muy mutilado corazón.
Nota🤍
Buena días, tardes 🤗✨
Está es una historia que he tenido en borradores desde abril del 2024, he estado desarrollando la trama en mis tiempos libres o cuando la inspiración llega que usualmente lo hace cuando escucho música o en la ducha.🤣🤣 Bien raro que cuando me estoy bañando llegan las ideas🤔🤣
A lo que quiero llegar es; ya no quería que siga en borradores, quiero que vea la luz y a ver que tal les parece.(;ŏ﹏ŏ) Espero le den una oportunidad y me dejen saber en los comentarios que tal les pareció.🤗
Feliz tarde ✨❤️
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