capitulo 1
La expresión reflejada en el espejo era verdaderamente fea, se distorsionada cada vez que veía el gran hematoma en su bello rostro, furioso de que ahora este así de arruinado todo por ese puñetazo que recibió.
Al ser golpeado solo sintió un dolor punzante al igual que un ligero hormigueo, no le tomo importancia porque solo fue por unos segundos. Solo que cuando salió de la ducha (sí, el muy sinvergüenza se baño y se vistió con ropa ajena) observó la gravedad de ese puñetazo. Entendiendo del porque el ardor que sintió al ducharse.
—Ni crea que esto se quedará así.—Bufo.—Ese maldito de Lucas me las pagará y con creces.—Hay tanto odio reprimido en su voz.
‹Siempre creyéndose el mejor todos solo por ser un maldito alfa dominante, ¿cuál es la diferencia entre él y yo? Ambos somos alfas pero solo porque no soy dominante me mira de menos. ¿Creé que solo por eso no puedo someter a quién quiera?
De igual manera no importa si es un alfa si tiene gustos estúpidos no por nada lo echaron de la casa, ¿qué es eso que a un alfa le guste la danza contemporánea o el ballet? Eso es inaudito. Nadie quiere ver músculos si no que cuerpos esbeltos y bien hermosos.›
Sonrió perversamente al recodar que Lucas no ha sido relevante porque su padre no lo iba a permitir, prefiere morir antes de que sus amistades se enteren que tiene un hijo con esos gustos.
—Le haré recodar del porque no debe de meterse conmigo.—Frunce el ceño al pasar un paño mojado por la herida, su piel fue cortada por el anillo con corte de corazón que llevaba Lucas, el de su matrimonio.—Solo espera bastador.—Ensartó el cepillos de dientes en el espejo, imaginando que era Lucas.
No se sabe el motivo exacto del porque desprecia a su segundo hermano pero, para sentir ese tipo de disgusto no era contradictorio ya que se había puesto la ropa de Lucas asi no le quedará; Lucas es el mas alto y con unos músculos finalmente voluminosos.
—Todo lo de él me pertenece y seguirá siendo mío mientras a él solo le toca mirar, aguantar porque mis padres y hermano me favorecen.—Sonríe con maldad.
Lo que él parecía tener es una severa envidia, no podía soportar que Lucas estuviera viviendo bien y muy feliz aún después de no tener dinero. Él prefiero salirse de su casa con tan solo 18 años de edad, prefería eso antes que renunciar a sus sueños o ser oprimido por su familia. Aunque, desde entonces le han estado haciendo la vida imposible pero Lucas sigue sin derrumbarse.
—No esperaba que Lucas regresará tan pronto pero no importa.—Sale de la habitación y camina por los pasillos.—Ya le mostré que no es especial y que nadie puede resistirse a mis encantos.—Frota su barbilla.—¿Dónde está ese amor que se juraban tener?—Soltó una carcajada, solo fue por unos segundos porque a salir de la casa se encontró con un Omega en shock.
Sus dientes superiores como inferiores hacen contacto creando repetidamente, creando ese extraño sonido. Es como si se encontrará en la intemperie a 40 grados bajo cero.
—¡E-Esto no puede estar pasando!—Susurra con su voz temblorosa, lo mismo pasaba con el celular en sus manos que a penas y podía sostenerlo.
Llama una y otra vez un número en específico, pero por mas que marcará siempre sonaba apagado. No sabía como contactarse con Lucas y todos los conocidos tampoco le están respondiendo, temeroso que Lucas ya les haya contado todo a sus amistades y por eso nadie quiere hablar con él.
—Lucas... por favor.—Suplica lloroso.—Por favor, contestas... No puedes hacerme esto.
El Omega sigue envuelto únicamente con la misma sábanas, esas que estan manchadas con sus fluidos corporales cómo los del otro alfa que le sigue mirando con molestia.
—¿Cómo puedes irte sin siquiera mirar atrás?—Sollozo con mucho sentimiento mientras sostenía su corazón.—Tenias que llevarme contigo.—Le envía notas de voz esperando que Lucas responda cuando las escuche.
No se ha movido de ese mismo lugar donde cayó tras ver marcharse a Lucas, sus rodillas se rasparon al caer al suelo a unos metros de la salida desde entonces, él no aparado de llamarle a su esposo sin prestarle atención a su imagen.
—¿Por qué?—Sus uñas arañan el suelo bajo sus rodillas.—¿Por...qué no me dejaste explicarte?—En su mente lo que hizo tenía una explicación y si Lucas lo escuchaba pensaba que todo se resolvería.
‹Él tenia que confiar en mí, preguntarme que estaba pasando exactamente y no reaccionar como lo hizo. Él no sabe cómo se dieron las cosas, ¡debió preguntar y dejar que le explicará porque hay una explicación! Sí, eso es. Tengo que ir a buscarlo, decirle lo que en realidad paso. Si se lo digo él seguramente me dará una sonrisa y me diera que todo está bien.› En su mente seguía creyendo que con sus palabras solucionará todo.
—¿Por qué le sigues rogando?—Rechina sus dientes.—¿Crees que Lucas te perdonará después de que lo engañaste..?
—¡No es así, nunca me hubiese acostado contigo por voluntad propia!—Exclamo.—Si me humille fue únicamente por él.—Habia asco en su mirada cada vez que ve al alfa frente a sus ojos.—¿Crees que puedes llegar hacer tan siquiera la tercera parte de lo que es mi esposo?—Se levanta de suelo y camina hacia la puerta de la casa.—Sigue soñando, nunca serás igual o mejor que Lucas... Será mejor que cumplas tu promesa o te demandaré.—Cierra la puerta.
—Lucas esto, Lucas aquello... ¡Aaahg!—Pateo fuertemente las macetas.—En verdad que eres un estúpido Landry si crees que puedes amenazarme.—Sube al auto.—Quieres inventar excusas solo para ser perdonado por Lucas, lo cual es hipócrita de su parte porque si no le hubiese gustado no me pediría más.—Se puso en marcha.
No le preocupaba si violaba o no las leyes de tránsito el iba a máxima velocidad, su auto era tan rápido que en menos de media hora ya estaba entrando por las grandes puertas de esa extensa y tan ostentosa villa.
—Joven maestro.—Saludo.
"Ya puedo escuchar los gritos de los señores, será un día bastante sofocante" Pensó al ver la cara golpeada y aspecto desordenado del alfa.
—Mas vale que no lo rayes o te irá muy mal.—Le lanza las llaves antes de entrar por la puerta.—Bien, hagámoslo.—Alborota su cabello y rompe su la ropa.—¡Papá!—Grita entre sollozos.—P-papá...
—¿Ledger?—Una figura venía corriendo, es tan parecido al alfa casi como dos gotas de agua.
Con palidez en su bonito rostro y enojó al escuchar sollozando a su hijo, el que puso en ese estado a su hijo lo iba apagar con doble de creces.
—¡¿Que Pasa mi bebé?!—Pregunta, bajando las escaleras dos por dos.
—¡Papá!
—Dime... ¿Qué le pasó a tu hermosa cara?—Oscuridad es lo único que se puede ver en su mirada como alrededor.—¿Quién tuvo la audacia de ponerte una mano encima?
—Fue mi culpa, no debí ir a visitarlo.—Baja su mirada.—Era de esperarse que reaccionará así...
—¿Fuiste a ver ese bastador?
—Papá, no le digas así... Es mi segundo hermano, quería saludarlo.
—¡Ya te he dicho que no te acerques a ese raro!—Vocifera tan enfurecido.—¡Ya se te olvidó todo lo que te ha hecho y que casi te mata luego de empujarte por las escaleras!—Me hierve la sangre se solo recordarlo.—¡Mírate como te dejo! ¿Aún lo sigues viviendo como tú hermano, eh?
—Sí, no es su culpa ser de esa manera si no que mía.—Solloza.—Si no hubiera nacido entonces Lucas no se hubiese sentido amenazado, que le estaba robando la atención de mis padres.
—¡No digas eso!—Lo abraza.—El que no debió haber nacido ese es Lucas, ese engendró de demonio.
‹Esto no se quedará así, recibirá un buen castigo porque sigo teniendo el derecho de educarlo y que, se haya largado no significa que se manda solo.
Está vez haré lo que debí haber hecho desde el instante en que decidió ser un inútil bailarín, le romperé las piernas para que jamás se le ocurra dar vergüenza.› No sé las iba a romper hasta dejarlo inválido no, solo que no pueda volver a subir a un escenario.
Por otro lado, la entristecida mirada azul de Lucas observa el anillo con corte de corazón en su dedo anular, aún asimilando que su relación perfecta quizás nunca lo fue como él juraba, y ahora había llegado a su fin de la peor manera. Podría amar mucho a su esposa pero jamás perdonaría una infidelidad.
Cuando se traiciona una vez sigue una segunda y hasta una tercera, a si sucesivamente porque; es mentira que una persona infiel puede cambiar y aunque asi fuera en la otra persona ya quedó la paranoia, desconfianza y esa misma desconfianza impediría que la pareja vuelva a vivir cómodamente. Por eso es mejor sufrir una vez que vivir en el sufrimiento interminable, las sospechaba de si está o no siendo infiel una vez más.
—No puedo caer aquí.—Se dice entre susurros.
‹No puedo perder nuevamente una oportunidad como está, no por culpa de Ledger. Si pierdo está oportunidad será el final de mis sueños, entonces mi familia habría ganado en especial ese bastardo de Ledger. Nunca voy entender porque es asi conmigo y no con mi hermano mayor el cual es el heredero de la familia.
Sin embargo, se pongan como se pongan mis padres y hermano mayor, yo voy a acabar con ledger y el que pronto será mi ex esposa. Ya basta de dejarme de pisotear, ya soporte demasiado por culpa de mi propia familia.
Renuncie a tanto todo solo para poder cumplir mis sueños, esperando que al irme me dejarían en paz pero fue pedir mucho porque siguen poniendo trabas en mi camino. No obstante, no estaba solo. Landry siempre estuvo para mí al principio como amigo y luego como novios.... Nos prometimos tantas cosas pero, ¿cómo pudo hacerme algo como eso? ¿Cómo? ¡Lo peor no es lo que hizo si no con quién lo hizo!
Si quería hacer algo como eso porque no busco a alguien más, una persona que no fuera ese desquiciado de Ledger. Landry era muy consciente lo que ha sido de mi vida por culpa de Ledger... ¡¿Entonces por qué?! ¿Por qué pudo traicionarme con mi enemigo?!
¿Por qué lo hizo? Nunca le ha faltado nada y siempre me esmero por darle todo lo que se merece. Mi tiempo, mis sueños, mi amor, mi devoción, mi fidelidad. ¿Que más quería? ¿Qué hice mal?
Sí le faltaba algo solo tenía que decirme y se lo cumpliría, ¿por qué recurrir a una acción tan baja y horrible como esa? ¿Desdé cuando sean estado revolcándose en la misma habitación que compartimos los dos? Ni siquiera eso respeto, ¿cómo pudo?›
Levanta su rostro hacia arriba, inhala y exhalar una forma de controlar las lágrimas que no deben de salir, no ahora pero si tal vez después.
—Maldición.—Muerde el interior de su mejilla.
Lucas estuvo a punto de estallar su puño contra la pared, pero se abstuvo. Solo le tocó tragarse sus lágrimas una y otra vez, sus ojos no tenían que parecer ojos de pez fuera del agua a solo minutos de subir al escenario.
Cómo alfa dominante el solo hecho que le guste la danza contemporánea ya es sumamente vergonzoso para su familia, a causa de eso todas las personas que lo conocen y su propia familia lo detestan, lo ven como una cosa aberrante por tener tales gusto cuando siendo alfa tendría que estar suprimiendo a las demás castas.
Es por eso que su familia desde que Lucas empezó a mostrar tales sueños, gustos. Decidieron en mantenerlo lejos de los reflectores hasta que Lucas dejara de mostrar tales comportamiento nada digno de un alfa. No obstante, eso no cambio y entre mas crecía Lucas mas deseaba ser como uno de esos bailarines que veía en la televisión, cosa que se le prohibió ver después.
Como no cambia entonces su familia no lo volvió a sacar al público o citas familiares a fuera, excusándose que su segundo es un niño enfermizo que con solo respirar un poco de polvo se pone muy mal.
Al no ser conocido como una figura importante le fue mas fácil a Lucas el adaptarse a su nueva vida luego de irse de casa, con la ingenua idea de que por fin sería libre pero no fue del todo así. Su familia no lo dejaría en paz y mucho menos permitir que brillará en el escenario si era para danzar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro