Capítulo 37
Emma se siente muy optimista al pensar que Max encontrará la mejor solución para librarse de Santiago. Por eso, a pesar de estar algo agotada, después de atender todas las peticiones y encargos hechos por la señora Gina, en la organización de la fiesta de Paolo, no tiene nada de sueño.
Hace una noche bastante calurosa y aunque podría poner el aire acondicionado de su habitación, prefiere salir a dar un paseo. Como hace mucho tiempo que no escribe, decide coger su diario y dejar salir todos esos pensamientos y emociones que la hacen sentirse muy inspirada.
La casa está en silencio y baja por la escalera con mucho sigilo. Aunque en un principio tiene la intención de irse al jardín de la piscina, piensa que allí tiene más posibilidades de encontrarse con alguien a quien también se le haya ocurrido disfrutar de la tranquilidad de la noche. Así que decide irse al jardín trasero, donde estuvo buscando el famoso broche desaparecido que nunca llegó a encontrar, y que le parece que será un lugar más tranquilo.
Se sienta en el banco de piedra junto a una de las farolas y empieza a escribir:
" Nunca imaginé que podría sentir tantas emociones a la vez. Ni cómo, a pesar de ser tan contradictorias; algunas tan angustiosas y molestas, otras tan excitantes y desconcertantes, pudiera sentirme tan feliz de estar aquí. Tampoco imaginé que todas esas situaciones que hacen que mi corazón esté constantemente agitado, hayan conseguido que descubra el amor. Un amor no correspondido, me temo; un amor imposible, lo sé; y un amor que posiblemente viajará conmigo a casa cuando termine el verano. Pero, a pesar de saber que no tiene futuro, no puedo evitar vivirlo en el presente. Y no me importa reconocer que enamorarme de ese hombre puede ser la tontería más grande que he hecho en mi vida, porque me resulta imposible luchar contra todo lo que me hace sentir, contra esa intensa alegría que me embriaga cuando estoy a su lado, contra esa rabia que me provocan los celos al pensar que dedica sus caricias a otra mujer, contra esa duda que me atormenta sobre su verdadera naturaleza. Cuando me adentro en la profundidad de su mirada, me encuentro un alma pura, atormentada tal vez, pero un alma que conecta con la mía de una forma inexplicable. Y sin embargo, lo que encuentro a simple vista me muestra un ser distante, un hombre frío que quizás sea más superficial de lo que yo quiero creer. Y el problema es que no parece que vaya a tener la oportunidad de descubrir qué es lo que realmente alberga su corazón. ¿Realmente quiero tener esa oportunidad? ¿Quiero que él me la dé? Sí, ¿a quién pretendo engañar? A pesar de todo quiero esa oportunidad. Porque aquí lo puedo decir abiertamente, sin miedo, sin disimulo; ¡le quiero! ¡Quiero a F...".
—Hola, baby —la voz de Roger hace que dé un respingo y salga su bolígrafo disparado —:¿Escribiendo tus memorias?
Cuando Roger se acerca para devolverle el bolígrafo, Emma cierra rápidamente su diario.
—Algo así...
—¿Una novela? No sabía que te gustara escribir.
—¡Me encanta! Es muy terapéutico, la verdad.
—¿Me dejas leerlo?
—¡No!
—¡Ah, entonces no es ficción, je, je! ¿Qué secretos escondes en ese cuaderno, baby?
—No son secretos...
—Me apuesto lo que quieras a que sí. Si adivino de qué se trata, ¿me dejas leerlo?
—No lo vas a adivinar —Emma aprieta el diario contra su pecho cada vez con más fuerza.
—Déjame probar. Mmmm..., hablas de amor.
Emma emite a una tímida sonrisa pero, como no contesta, Roger sigue hablando:
—Sí, estoy seguro. Ese brillo en tus ojos te delata. Así que, nuestra pequeña baby está enamorada, ¿eh? Vale, veo que voy encaminado, porque a pesar de la poca luz, estoy viendo cómo tus mejillas se están poniendo totalmente coloradas.
—No te voy a decir nada, así que deja de intentarlo.
—No hace falta que digas nada. Mirándote a los ojos puedo descubrirlo yo solo.
Roger se sienta junto a Emma y la mira fijamente:
—Vamos a ver... Estás enamorada y apuesto a que se trata de alguien que conozco...
—¡Para ya, Roger! —protesta Emma estando cada vez más incómoda.
—¡Sí! Me estoy acercando... —Roger no sólo se acerca con sus suposiciones, sino que también aprovecha para aproximarse un poco más a Emma, quien sigue apretando el diario contra su pecho, como si temiera que Roger pudiera leer a través de la portada —:No hace falta que escondas tu diario, baby, tu cara es como un libro abierto, ja, ja, ja.
—¡Cállate, anda! Me pones nerviosa y me estás asustando, no vas a averiguar nada —dice Emma poniéndose de pie.
Roger también se levanta y se pone junto a ella.
—No te pongas nerviosa, baby. No se tiene que temer al amor —dice poniéndose frente a ella —:Es lo mejor que nos puede pasar. Y te hablo por experiencia propia. ¿Sabes que yo sólo vine aquí a pasar un fin de semana? Antes de venir, entregué la señal de un apartamento en Nueva York donde iba a instalarme a mi regreso. ¿Lo sabías?
—No...
—¿Y sabes por qué no lo he hecho, por qué no he regresado a Nueva York? Porque no he podido, porque me he quedado atrapado aquí. Atrapado por el descubrimiento de unas emociones que nunca antes había conocido, por la felicidad que ha llenado mis días, por todo lo que tú me haces sentir.
—¿¡Yo!? —exclama Emma sorprendida.
—Sí, tú.
—Pero, yo...
—No digas nada, baby. No hace falta que digas nada. Sólo espero, deseo, que mi nombre aparezca en las páginas de ese libro.
Emma no sale de su asombro y, todavía con los brazos cruzados, sujetando el libro en su pecho, se queda completamente muda, petrificada, sin ser capaz de evitar los labios de Roger que se acercan peligrosamente a los suyos. Pero el sonido de unos pasos a su espalda, hace que Emma se aparte de un salto:
—¿Qué hacéis aquí?
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
"Siento tener que dejarlo aquí, pero tenía pensado que fuera uno de los personajes quien interrumpiera ese momento de intimidad, y ahora se me ha ocurrido que podría ser otro. Así que necesito madurar la idea antes de decidirme. Continuaré muy pronto. ¡Gracias por estar al otro lado! 😉"
Cavaliere Piacere.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro