(53)
RAPHAEL
Siento como mis mejillas se están mojando por mis lágrimas, Simón me pide que me calme, que no me meta en problemas por los acuerdos, pero no le escucho, no quiero escucharlo ahora mismo, solo veo ese lugar de pasto quemado donde mi mano derecha se desvaneció y como Muriel ha avanzado tanto para estar a pasos de ese lugar, apuntándome con su arco y flecha, y haciéndome recordar lo frenético que estoy en este momento y la necesidad de que quiero matarla para vengar la muerte, porque si no hubiese sido Lilit a quien perdí, Simón era quien iba a llevarse ese destino trágico.
— ¿No crees que te estás sobrepasando Muriel? ¡Mataste a mi mano derecha! Mereces ser castigada— grito— ¿Por qué lo hiciste? ¿Eras capaz de matar a tu nieto?
— Dije que no dejaría a pasar esta humillación.
Estoy retenido por la barrera de Magnus, porque si no ya hubiese ido por ella, que ha venido sola, nadie la está acompañando, ya la hubiese matado. Considero que está teniendo algún tipo de delirio, porque no quiere ver lo que está pasando realmente en todo esto, quiso matar a su nieto, mató a una persona inocente, está haciendo acciones que están fuera de los acuerdos, de la ley, esto puede hacer levantar una guerra culpa de ella.
— Raphael, cálmate— grita Alexander acercándose a mi— si vas contra ella también serás castigado, déjame a Magnus y a mí, prometemos justicia por tu mano derecha, pero si vas ahora sobre ella, no solo serás castigado, dejaras solo a Simón, él tendrá que ver cómo has matado a su abuela, y dejaras solo a los demás integrantes del clan.
Miro sobre mi hombro viendo como Simón que está sucio, me mira entre preocupado y asustado a unos pasos detrás de mí, por un momento me sorprendo a ver esa mirada que me está dando, y las palabras de Alexander vuelve a mi mente, tiene razón, pero... Lilit murió. Siento como la mano de Alexander se posiciona en mi hombro tratando de dar más seguridad a su comentario y entonces asiento mientras me dejo caer de rodillas al suelo mientras me suelto en lagrimas por la muerte de mi amga, sintiendo como Simón viene y se dedica a abrazarme, me he detenido de todo lo que quería hacer solo por él.
— Lo siento mucho, lo siento tanto Raphael, lamento que la que causo esto sea mi abuela— susurra Simón en mi oído— Lilit no merecía esto.
Miro hacia adelante al escuchar un grito de Muriel entrar por mi oído, Magnus se está encargando de acorralar a la Nephilim, encadenándola, mientras Alexander se encarga de mandar un mensaje en carta de seguro a Alacante para avisar del caso o solicitar una reunión.
— Iremos a Alacante de inmediato— me dice Magnus desde donde está parado—.Simón, te encargo de Raphael para que lo lleves al hotel, y ven por esto, las cenizas de Lilit están aquí, que los niños del hotel se encarguen de darle una despedida digna por protegerte a ti, la pareja del jefe del clan.
— Si— escucho como responde Simón.
No puedo reaccionar mucho, estoy conmocionado y no puedo creer la muerte que presencie frente a mi vista, pero veo como Simón va en búsqueda de un frasco plateado, como Magnus hace un portal y se marcha con Alexander y Muriel tratando de escapar de donde esta encadenada, y como Simón sucio con la tierra de su tumba me trata de levantar y ayudarme a caminar por las calles de Brooklyn hacia el hotel los dos juntos.
Va en silencio a mi lado, mientras de un lado sostiene el frasco con la ceniza de Lilit y con la otra mano entrelazada con la mía tirándome y dirigiéndome por las calles.
— Se hará justicia, yo se que Alexander hará justicia, espero que le den su castigo correspondiente— dice Simón después de un rato.
— No la maté por ti, no maté a esa mujer por ti— susurro—, no pude vengar la muerte de Lilit, no quería verte mal ¿Hice bien?
— Fue una decisión dura Raphael, pero Lilit no hubiese querido verte encerrado toda tu vida por matar a esa mujer que no vale la pena, ella será castigada— susurra Simón— tenemos que darle una digna despedida, le debo todo por haberme salvado la vida.
Hemos llegado al hotel, entramos mientras tomo entre mis manos el frasco donde está la ceniza y Simón se dedica a sentarse a mi lado, ya no estoy llorando, solo viendo ese frasco y recordando los viejos momentos que tuve con ella, tenía una gran vida y fue arrebatada. No sé qué le diré a los demás integrantes del clan sobre este suceso, como vamos a llevar esta pérdida todos juntos y como los Nephilim nos van a pedir disculpa por esto, porque no es cualquier cosa, mataron a uno de los nuestros.
— Debe hacer sido una buena amiga— trata de hablar de nuevo Simón— y te debe haber querido tanto para arriesgar su vida por mí.
— Ella era una buena chica, tenía potencial de líder, cualquier clan la halagaba y le pedían llevársela con ellos al reunirse conmigo— digo riendo esos momentos— ¿Cómo se lo voy a decir al clan? Esto es tan repentino.
— Podrás hacerlo, ellos entenderán, será un duelo dificil pero lo sobrellevaremos, yo estaré a tu lado Raphael.
Recuesto mi cabeza en su pecho mientras me abraza, me siento tan relajado a su lado, ser parejas predestinada oficialmente hace más ameno todo este dolor con tenerlo cerca, lo tendré toda mi vida después de la transformación de hoy, pero lamentablemente no puedo festejar ahora por su transformación a polluelo, pero lo hare en algún momento. Los niños del clan comienzan a llegar al hotel pero al verme en este estado no dicen nada, se quedan cerca de la sala esperando que reaccione y diga algo, pero aun no llegan todos. Lo único que sé es que va a ser doloroso para todos.
— Se hará justicia, Magnus y Alexander harán justicia— Susurra Simón en mi oído— recuerda esto, yo estoy a tu lado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro