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SIMÓN
— Yo cumplí con los acuerdo, Simón nunca supo por mi boca ni por nadie bajo mi presencia sobre nuestro mundo, no rompí los acuerdos, fui lo más precavido posible para no interferir en su vida— habla Raphael molesto—, ni siquiera estaba al tanto de que Simón tenia la visión, pero ustedes vinieron a revelar todo. Habían Nephilim que seguían a Simón por algunos años bajo el pedido de alguien para traerlo aquí ¿Quién está realmente mal aquí, señora Inquisidora?
Esto no está yendo nada bien, las personas que pertenecen al grupo de trabajo de quien dice ser mi abuela ha estado tirando "granadas de argumentos" que no tienen ni relación con esta reunión. Primero sobre el pasado de Magnus y de por medio introducen que Raphael vino en mi búsqueda para tentarme y yo caer en sus juegos cuando fui yo realmente quien comenzó a coquetear a pesar de que el venia a verme, hablan sobre algunas que otras acciones de Magnus y Raphael en el pasado que son marcados en los recuerdos, pero también hablan de que posiblemente Raphael me comenzó a contar de la historia subterráneos, y me introdujo a los conocimientos de los subterráneos y submundo, que al parecer recién me estoy enterando que está prohibido a pesar de que Muriel fue la primera en contarme "historias para niños".
Hablan de la desvergonzada relación de Alexander Lightwood y Magnus Bane, pero también de por medio dicen que Raphael me está obligando a formar una relación con él para romper el honor de otro linaje de Nephilim, el linaje Lewis. ¿Acaso no están enterados que di mi consentimiento en esta relación?
Estoy ofendido, estoy molesto porque cada palabra que están diciendo esa gente parece causar un efecto de convencimiento a las personas que están presentes, a los Nephilim que han querido observar esta reunión y se les permitió sentarse a juzgar, al que nombran como cónsul que asiente mientras escucha detenidamente, y no permiten que se refute, desde el comienzo solo han hablado ellos y cada vez que Raphael o Magnus intentan hablar alzan la voz y siguen hablando como si no hubiese pasado.
Muriel, la mujer adorable que tenía un negocio a la vuelta de mi casa, pero que ahora esta acá imponiéndose como mi "abuela" y siendo la primera persona que está llevando esta reunión en marcha, con todos argumentos incoherentes que esta dando, está hablando sobre mí y lo que yo debería hacer, y no puedo hacer más que mirar a Magnus demostrando como me siento, porque ella realmente no tiene por qué decir aquello cuando nunca impuso su papel de abuela correctamente.
Sí, me consiguió un trabajo en Taki's, me dio ropa de mi padre posiblemente, pero cuando debía pagar la deuda de mi familia ni siquiera me preguntaba si quería hablar sobre ello, cuando sus Nephilim me pegaban cuando intentaban agarrarme, ellos siguieron insistiendo, ella no es nadie por decidir por mí.
— Es el único del linaje Lewis, señor Santiago, se lo deje en claro al comienzo de su visita a este lugar, y como el único linaje de los Lewis debe quedarse aquí para continuar con el legado de la familia y volver a hacer que el linaje de los Lewis surja— dice Muriel.
Esto es suficiente, cuando estoy por levantarme para hablar por lo molesto que ha sido ese comentario para mi persona como para mi relación intima con Raphael que dejamos en claro en su cara, Magnus me hace sobresaltar cuando se levanta de su lugar haciendo un ruido cuando la silla se corre hacia atrás, escuchando los murmullos de los Nephilim.
— No puede hablar de Simón como si fuera un títere para cumplir tus ordenes, él es mayor de edad, ya es adulto para decidir sobre algo que deberían haber hecho en su niñez, recibir su marca y participar en el mundo de los Nephilim como descendiente de uno — habla esta vez Magnus irritado —, no puede venir ahora a esperar que cumpla algo que no quiere hacer, solo por obligación, deberían pedirle la opinión a él y escuchar su parte antes de juzgar a Raphael y antes de hablar por Simón como si siguiera siendo un niño.
— ¡Magnus Bane, siéntate!
Veo como Alexander que está a mi lado estira un poco su cuerpo y su brazo para tocar la espalda de su pareja para calmarlo y así verlo como se está sentando dejando escapar un largo suspiro, es lo que he querido hacer desde hace rato con Raphael que lo he visto tan tensionado frente a mi vista, no sé cuanto llevan estos dos chicos, pero quiero ser algún día así con Raphael, ser tan cómodos como si fuéramos una pareja de años.
Y entonces lo comprendo, comprendo sobre lo que he estado buscando estos años, es que siempre sentí una falta en mi vida, una falta que no me dejaba sentirme completo, pero cuando comenzó todo con Raphael deje de pensar en ello, ahora sé que esa falta es esta persona que está frente de mi, dándome la espalda, este hombre que me demostró amor desde el primer momento, que sus brazos me dieron la seguridad para sentirme tranquilo, que sus labios hicieron olvidarme de todas las personas con las que he estado, que su cariño que demuestra en sus palabras y gestos que da sin tener ninguna vergüenza hicieron que mi vida fuera más brillante, cada vez que me llevaba a casa e iba a dormir no podía evitar sonreír por lo sucedido.
Raphael y yo nos complementamos, estamos destinados, el se "flecho" de mí, yo reclamaré mi marca, quiero estar a su lado.
— Quiero hablar y exponer todo desde mi lugar si lo permite inquisidora—digo parándome de repente viendo como Raphael me mira sorprendido— quiero defender a Raphael, además soy el único que ha vivenciado todo lo que se está exponiendo acá, no pueden negarse cuando de la persona que hablan y que puede contar todo soy yo.
— Simón...— susurra Raphael.
— Recuerda lo que te dije— lo miro mientras paso por su lado para pararme frente a esas personas— yo vine aquí para protegerte.
— Entonces Simón Lewis expone tu caso, estaremos escuchándote— dice la mujer inquisidora.
Trato de no mirar a Muriel, porque si la miro puede que toda mi valentía se inhiba, y sé que ella no es una mujer mala, creo que ahora está en una situación de negación de querer soltarme, e lo hizo saber en estos días que estábamos discutiendo cada vez que nos encontrábamos.
Ella no me ve como un nieto en sí, sino como el niño que su hijo tuvo con una mundana y quitó sus marcas para hacer una vida mundana, pero a pesar de todo yo no soy como mi papá, nunca lo seré porque no pude aprender suficiente de él que la muerte lo alcanzo, que su cuerpo sufrió las consecuencias de romper con sus marcas o eso fue lo que me entere en estos días, y sé que si Muriel pudiera ver mas allá de lo que está viendo ahora podríamos crear una buena relación como la que teníamos, pero mientras tanto debo hacer valer mi opinión, no quiero estar aquí, quiero volver a Brooklyn con Raphael.
Comienzo a explicar todo, todo desde mi comienzo antes de conocer a Raphael, las deudas de mi familia, los miedos que me generaba estar rodeados de personas que querían algo de mí, la exclusión de mi familia y el vacio que genero en mí, lo que Muriel hizo por mi agradeciendo esos pequeños actos, pero sobre todo conté la llegada de Raphael, no como lo malo que han hecho ver, no como alguien manipulativo que trato de "obligarme", sino como aquella persona que mejoro mi vida protegiéndome de todo lo que yo temía.
— Ahora mismo estamos en una relación, y no sé que nos espera— confieso al finalizar mi defensa— pero él tiene la marca que todos comentan como la pareja destinada, y es todo lo que me basta para saber que quiero seguir a su lado en un tiempo futuro.
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