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Dos días después Magnus está comenzando a sentirse agobiado con todas las prohibiciones que se nos están dando. Ni podemos poner un pie fuera de la casa, ni sentarnos fuera, nada, y eso hace que Magnus se esté sintiendo agobiado porque no le gusta estar dentro de un lugar por mucho tiempo, no le gusta no estar interactuando con otras personas, o no mostrando los encantos de sus habilidades de la magia.
Y a pesar de que Alexander trata de relajarlo es imposible no escucharlo quejarse seguidamente de los comportamientos de los Nephilim de este lugar y los comportamientos de la clave, porque como la inquisidora y el cónsul se han tenido que retirar de Alacante por asuntos de ley, la "abuela" de Simón ha tomado todas las riendas, queriendo mandar, prohibiendo nuestros derechos, y no me sorprende que posiblemente este moviendo hilos para llevarme a los calabozos como lo está diciendo Alexander que cada vez que sale a comprar comida, que escucha a los demás Nephilim que viven en este lugar.
— Quiero salir de este lugar y volver a Brooklyn—lloriquea Magnus sentado a mi lado—, ir a fiestas en pandemónium, pedir comida de Taki's, tomar en Taki's y en pandemónium y tener relaciones en mi cama y no en una cama que está sucia, dura y con olor a polvo.
— Magnus has comenzado a quejarte cada veinte minutos ¿Puedes dejar de hacerlo? —Murmuro cansado—estoy tratando de pensar en Simón.
Estamos sentados en un sillón sucio, mirando a una pared que esta grisáceo y marrón porque este lugar no está muy cuidado. Es que por lo que se los Lightwood no tienen muchos beneficios aquí porque siguen vivos los ex participantes del círculos y por los desacuerdos de las acciones de Alexander y su familia, el Parabatai de Alexander, el chico rubio que se apoda Jace tiene suerte porque la inquisidora es su abuela, sino la casa Herondale aquí también estaría descuidada.
Magnus no ha querido usar sus magias para arreglar el lugar, ya que Alexander le pidió que no lo hicieran, y a pesar de que han tenido pequeñas peleas estos tres días, el brujo respeta lo que dice su pareja, pues están marcado por el otro, son predestinados, una pelea no puede separarlos.
— Le quedan dos días ¿No? — Pregunta Magnus— me comentaste de eso, que el dijo que lo esperaras cinco día para venir por ti. ¿No es eso adorable?
— Simón es especial—sonrío mientras lo digo— es un chico único.
— Soy feliz viéndote así— murmura Magnus casi en un susurro— siempre creí que te quedarías solo. Cuando llego tu finalización de décadas para encontrar a tu predestinado lloré tanto que mi cara se había hinchado y me enferme, rogaba que no fuera cierto y que tuvieras la suerte de lograrlo como yo lo hice, y parece que mis pedidos fue escuchado por el universo.
— Gracias por tus palabras Magnus.
La puerta siendo golpeada con fuerza interrumpe nuestro momento especial que hemos creado ambos en este lugar, haciendo que Magnus se sobresalte y se levante para ir a ver quién es la persona que esta interrumpiendo de una manera tan brusca, porque sabemos que Alexander entra sin golpear porque es su casa, y como el atardecer está cayendo significa que no debo esconderme porque el sol ya ha bajado y deben quedar el cielo cambiando a uno claro a oscuro, así que me quedo en mi lugar mirando desde donde estoy la puerta y la persona, pero no hace falta cuando toda la clave entra sin pedir permiso y no de buena manera por sus rostros.
— ¿A qué se debe esta visita grupal? —Exige Magnus un poco molesto— la inquisidora dijo que no tendríamos contacto con ustedes hasta el juicio.
— La inquisidora se ha marchado, y quien está a cargo ahora soy yo— murmura Muriel de mala manera— y no voy a hablar contigo, vengo por el vampiro. Tú ¿Dónde has escondido a Simón?
— No sé de lo que habla, he estado aquí desde hace tres días.
La mujer llamada Muriel se acerca a mi sacando una daga de su estuche correspondiente, la punta de la daga toca mi cuello, pero no hago nada, sigo donde estoy sin moverme, con mi cabeza en alto mirando su rostro envejecido. No soy una persona que va a escapar de la batalla, a pesar de que no lo he causado, no soy una persona que se deja intimidar y menos por Nephilim, sé que no puede hacerme nada porque la inquisidora se molestará, ya que mi juicio debe ser realizado primero.
— Se que lo has ocultado, los Nephilim lo han buscado por todos lados, no hay noticias de él ¿Lo has ocultado en ese sucio hotel?
— Dumont es un lugar respetable— respondo tranquilo—, y creo que los Nephilim que han mandado por su búsqueda no son nada buenos. Simón se ha escapado los últimos años, sin habilidades, sin runas ni nada ¿Qué les hace pensar que no se escapará de nuevo?
— Llévenlo a los calabozos, tenemos pruebas de sobra para acusarlo por ocultar a un futuro Nephilim en un edificio de subterráneos revelando conocimientos sobre su origen, a pesar de que Simón ha vivido una vida mundana.
Veo como dos hombres más entran en la casa, mas alto y corpulentos que hasta yo me intimidaría por lo grande que se ven, se acercan a mí y se colocan detrás agarrándome del brazo. Miro a Magnus que parece no tan sorprendido pero si ofendido por esto, y lo peor de todo es que Alexander aun no vuelve como para calmarlo o decir algo, decir algo de la acción que está tomando la clave sin la presencia de la inquisidor y el cónsul, pero sabíamos que esto pasaría, esa mujer estaba esperando el momento correcto para encontrar un pequeño error de mi parte para llevarme a calabozos y hacerme la vida miserable hasta el juicio.
— No pueden encerrarlo, la inquisidora dijo que debíamos permanecer acá ¿Quién eres tú para decidir sobre ella?
— Como dije antes brujo, quien está velando y tomando las decisiones por Alacante, hasta que vuelvan soy yo.
Mientras camino hacia la puerta me detengo a mirar a Magnus que no sabe qué hacer porque estamos en territorio no nuestro, le sonrío a medias para que no se preocupe tanto, sabe que podre aguantar todo lo que pase en ese lugar porque he sido enseñado para estas cosas, para poder mantenerme bien a pesar de la consecuencias. Le murmuro algo rápido en mi idioma natal que se que los Nephilim no lo entenderán o eso espero que no lo hagan, en este momento me preocupa más que Simón venga de una manera u otra y no pueda recibirlo.
"En dos días... Recíbelo y cuídalo."
Veo como Magnus asiente de manera rápida para tragar en grueso y ocultar lo molesto que esta por no poder hacer nada, si hace algo podría acusar todo como una señal de guerra.
— Vamos—insiste la mujer divertida— te llevaremos al lugar que perteneces.
— ¿Mi lugar? Una persona que ha presenciado por años como su nieto ha prostituido su cuerpo para pagar una deuda, o que ha sido golpeado por Nephilim y no hizo nada ¿No tendría que ir también a los calabozos? Al parecer hay personas que tienen corazones peores que el de los subterráneos.
Después de eso recibo un golpe en el estomago y siento como soy arrastrado, en el comienzo del anochecer, a la mirada de Nephilim que parecen satisfechos verme ser arrastrado, y la mirada de Alexander que después de verme corre hacia donde esta Magnus en busca de explicaciones, pero hoy ha llegado tarde.
N/a: Nos quedan catorce capítulos aproximadamente ¡que emoción!. Es un honor hacer historias para personas que shippean esta hermosa pareja.
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