(39)
Ha pasado un día desde que estoy en Alacante, estoy encerrado en una habitación esperando el anochecer nuevamente, estoy en una esquina donde el sol que entra por la ventana no puede alcanzarme porque las cortinas que se ha colocado se han desprendido y dejan entrar rayos de luz que alumbran partes de la habitación.
Realmente no me importa estar acá sentado en un pequeño lugar mientras Magnus está caminando afuera acompañado de Alexander, como si estuvieran de vacaciones, no me importa saber que estamos en este lugar por mi situación, porque mi cabeza no ha dejado en pensar en Simón y la noticia que me he enterado. Simón hijo de un Lewis, que tiene la visión y que tiene la oportunidad de convertirse en un Nephilim, no puedo dejar de pensar en aquella señora que se autonombro como la "abuela" de Simón y me habló de mala manera, diciendo que no me perdonaría por interferir en su trabajo y haberme metido con su nieto. Hay tantas cosas que no logro entender, pero de todas manera lo extraño.
Me he estado preguntando sobre que estará haciendo en Brooklyn y si ha logrado localizarme, si en verdad va a hacer la locura de buscarme o no, si ha leído la carta que dejé y se decidió mejor a seguir con su vida con lo que le he dejado para que pueda vivir hasta que yo pueda por ir por él si logro hacerlo.
Lo único que espero es que los Nephilim no vayan por Simón mientras no estoy allá con él, quiero que Simón pueda estar tranquilo mientras tanto yo este acá, por eso también he dejado a Lilit el favor de que pueda cuidarlo.
— La amabilidad de los Nephilim es sorprendente— escucho el sarcasmo en la voz de Magnus— no puedo creer que nos hayan hecho volver cuando tu perteneces a este lugar.
— Dijeron que tú volvieras, que no querían que estuvieras caminando por Alacante, yo solo vine contigo porque me ofendió que te trataran de esa manera — escucho a Alexander.
Camino por el lugar oscuro para salir hasta la puerta viendo como la pareja están a punto de comenzar a discutir, veo bolsas en sus manos, seguramente con comida, así que si quiero comer necesito detener lo que vendría a ser una pelea que puede hacerse más grande por la personalidad que tienen ambos.
Me acerco mirando las ventanas tapadas rogando que no se caigan y mientras ellos dos parecen no prestarme atención, agarro las bolsas de sus manos mirando que hay dentro, y lo que encuentro me decepciona, son pocos ingredientes como para hacer algo delicioso, y no quiero tomar sangre caliente que está en los muebles, porque acá no usan electricidad.
— ¿Qué se puede cocinar con esto? —Pregunto— no se me ocurre nada de hacer algo decente y comestible.
— Iré a buscar carne o pescado, solo no tuvimos tiempo por un inconveniente que ocurrió en el camino—suspira Alexander—. Magnus, cariño por favor, quédate aquí mientras estoy afuera ¿Si? Y no me mires con esa cara, yo no tuve la culpa.
— Vete, déjame aquí sintiéndome despreciado por tu raza.
— Magnus...
— Ya Alexander, ve a comprar y deja a este dramático acá conmigo—me rio por lo que presencio— después le consuelas en la habitación y todo vuelve a la normalidad, pero ahora mismo necesitamos comer y necesitamos que vayas tu porque nosotros no podemos salir ya que se nos ha obligado a estar encerrados.
Alexander le deja un beso en la frente a Magnus y se va de nuevo al exterior a comprar lo que resta para la comida, entonces nos quedamos solos. Mi amigo brujo esta cruzado de brazos y esta frunciendo sus labios, haciendo un berrinche como suele hacer sentándose en una silla que tuve que limpiar cuando llegamos porque toda esta casa estaba cubierta de polvo y telaraña. No puedo evitar burlarme por los comportamientos de este hombre que tiene muchos años, pero a vista solo parece un joven mas. Me hace acordar a los comportamientos de Simón que cuando quiere algo hace un berrinche y logra obtener lo que quiere de mi.
— ¿En qué piensas? —pregunta Magnus.
— En Simón y que lleva un día y ya lo extraño ¿Sucede siempre así con tu predestinado?
— No, solo eres muy sentimental y nada más que eso—se burla—, aunque se dice que el sentimiento de la persona que posee la marca siempre vive sentimientos más intensos por su pareja que no lo tiene, creo que eso si lo sabías ¿No?
Miro a Magnus que parece tan divertido al ver mi suavidad y vulnerabilidad al hablar de Simón, sé que soy una persona de mucho sentimiento y que la marca es mucho más, pero no puedo evitarlo, Magnus es un amigo íntimo así que no me importa mostrarme así en estos momentos, no quiero, cuando ambos nos hemos unidos y puedo perderlo o no.
— Pero también lo estoy pensando por todo lo que me he enterado, no puedo procesarlo bien porque me molesto ¿Por qué buscarlo ahora cuando Simón ya es un adulto, y cuando la y los necesitaba no estaban? ¿Cómo harán entenderle a Simón que es un descendiente de esta gente? Ni sé si Simón pueda creer en nuestro mundo.
— Hay muchas explicaciones que nosotros nunca entenderemos sobre los humanos y sus acciones—suspira Magnus.
— Lo sé, pero...
— Pero lo que hay tener claro es que cada vez mas tarde le cuentan un secreto a una persona, más rechazo tiene el día de mañana— interrumpe—. Simón tarde o temprano vendrá ¿Crees que aceptara estar acá y cumplir un capricho como un joven sumiso por una mujer que se hace llamar abuela? Simón es inteligente y tiene su carácter, tú más que nadie deberías saberlo, será imposible para los Nephilim mantenerlo aquí cuando esta ya unido a ti.
— Pero estos Nephilim son capaz de todo para mantenerlo aquí, nos manipularan a ambos para separarnos—susurro— ¿Por qué debo sufrir esto?
— Oye, soy Magnus Bane, tú eres mi hijo adoptivo y un íntimo amigo que adoro, si debemos luchar contra los Nephilim para recuperar a ese mundano que es una caja de sorpresa, lo haremos—murmura Magnus más serio—, pero para lograrlo debemos usar nuestra cabeza, no ser impulsivo ¿Me escuchas? No vamos a ir a atacar a mano, sino con nuestra mente. Déjamelo a mí, tengo algo preparado.
— ¡Traje la carne!
Después de recibir el último ingrediente para preparar algo para comer, veo como Alexander carga a Magnus entre sus brazos y lo lleva una habitación para arreglar sus problemas, hablar o más.
A veces no entiendo porque Magnus se molesta con algo que no va a cambiar, todas las personas que rechazaron la unión y paz de Nephilim y subterráneos viven en este lugar, con prejuicios sobre nosotros, sobre que no somos personas dignas, a pesar de que en la historias las acciones mas atroces han sido realizada por su raza, pero realmente ahora no quiero pensar en Nephilim, estoy irritado con todo lo que están haciendo, lo que esa mujer está haciendo, queriendo a Simón.
Y mientras cocino trato de pensar algo en todas las conversaciones con Simón y encontrar algo raro, algo que me indique que mi pareja me estaba ocultando y realmente si sabía sobre su origen, pero no encuentro nada fuera de lugar. Aunque no importa si lo oculto o no, no me importa, solo no quiero que se quede en este lugar con estas personas que contaminaran su mente, que si es una descendencia de Nephilim entonces soy libre de estar con él, entonces podemos seguir en Brooklyn con nuestra relación que tenemos. No quiero que me quiten a Simón.
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