Simón no se ha ido por cinco día, solo lo he llevado a sus trabajos pero me ha prohibido dejarlo solo, así que cuando está trabajando en Catarina yo debo estar sentado a su lado mirando cómo se mueve o como anota en una computadora, y cuando debo llevarlo a Taki's estoy sentado en una mesa mirándolo hasta que termina, entonces volvemos al hotel sabiendo también que ya no hay personas malas detrás de él. 

Esto se ha repetido por cinco días y ni siquiera le ha importado ir a casa, solo envío un mensaje a su madre que estaría "por ahí", no se preocupó por la ropa porque comenzó a usar la mía, y cada vez que lo hacemos y el debe dormir, se aferra a mi cuerpo de tal forma que me indica que no quiere me ausente mientras duerme, y hasta Magnus tuvo compasión por ver los comportamientos de mi Simón que dejo que de tres días pudiera quedarme cinco días en total. 

Pero hoy está por comenzar el sexto día y debo notificarme en Alacante si o si, y eso significa dejar a Simón a pesar de sus comportamientos, tener que ser fuerte y decirle que ya no podemos retrasar esto, debo irme. Le he escrito una carta de posible despedida cuando él estaba trabajando en Taki's y no podía acercarse porque estaba atendiendo a otras personas, además le he dejado una cantidad de dinero en una cuenta solo para él que Lilit manejara al principio. Creo que estoy haciendo las cosas bien, aunque mis sentimientos no son nada positivos al contrario son todos negativos, me hace sentir enfermo y triste porque no quiero alejarme de él.

— Simón, bebé, despierta— susurro sobre el oído de mi dormida pareja— debo irme...

Siento como Simón aferra su cuerpo desnudo mas a mí y acurruca su cara en mi pecho mientras lo escucho susurrar un "No", y aunque esto no me ha tomado por sorpresa porque lo veía venir. Ya no puedo aceptarlo porque no puedo quedarme por más tiempo, si no me notifico vendrán a Brooklyn, y el hotel, el prestigiado honor del hotel que me costó construir después de lo sucedido con Camille caerá y muchos beneficios decaerán, y dejaré mal a Alexander quien es el representante mayor de este acuerdo de paz que tenemos los subterráneos con ellos. No puedo hacerle eso a la pareja de Magnus, no puedo ser tan egoísta, a pesar de que todo dentro de mi me dice que no me vaya, es mejor ir a enfrentarme los problemas, justificar mis hechos y esperar que entiendan, aunque dudo sobre mi inocencia para que no me castiguen.

— No hagas esto tan dificil Simón, me duele que hagas esto, sabes que no quiero dejarte, pero debo irme— susurro dolido tratando de que comprenda—. Hemos hablado de esto últimamente, dijiste que me dejarías ir ¿Por qué has cambiado de opinión?

— ¡Entonces vete!

Simón me ha soltado y se ha alejado dándose vuelta en la cama para enrollarse sobre las sabánas, si trato de hablar con él puede que no pueda irme, así que solo me levanto y comienzo a vestirme en silencio sintiéndome peor de lo que me sentía. Dicen que la persona que tienen la marca de las parejas siempre es mucho más sentimental cuando se refiere sobre la pareja al contrario del que no lo tiene que solo tiene los sentimientos "normales", no tan intensos como el que estoy sintiendo ahora, que parece que mi alma se estuviera desgarrando en mi cuerpo. 

Cuando termino de vestirme voy hacia el escondite de la caja que me dio Simón para guardarlo en el bolsillo de mi chaqueta, sabiendo que lo voy a necesitar pronto cuando comience a sentir su ausencia en aquel lugar infectado de Nephilim, y dejo la carta en un lugar que se que Simón va a ver, me siento esperanzado de que lo lea. Vuelvo mi mirada a Simón que sigue en el mismo lugar, mi última visión que tendré de él y solo lo que me queda es que mi pareja me despide molesto, ignorándome.

— Cuando te levantes, habla con Lilit ¿Si? Ella tiene cosas para darte— comento— nos veremos en unos días, ojala que así sea. ¿Sería una buena ocasión para decirte que te amo?

Entonces las sábanas que enrollan su cuerpo saltan del lugar, y Simón gateando por la cama viene hacia mí para abrazarme, su cuerpo desnudo abrazado a mi cuerpo mientras sostengo de sus piernas para que no caiga, aunque como se ha aferrado, sus piernas sujeta en mi espalda y sus brazos envolviendo mi cuerpo, me indica que está bien sujetado. Me iré feliz con este último abrazo de su parte.

— Te amo—susurra tan bajo que casi fue imposible escucharlo — No hagas nada tonto ¿Si? cuando llegues a aquel lugar cuenta cinco días desde tu llegada y entonces sentirás mi olor, ve por mí, encuéntrame rápidamente, que estaré esperando encontrarte y salvarte de esa gente.

— Lo que tu digas bebé— susurro sobre su pecho— entonces tendré que aceptar que iras por mí, y no harás caso a mi carta ¿No?

— La leeré, pero no hare caso si dice que debo quedarme acá—dice molesto— ahora déjame que me vista rápido y te acompañe hacia la puerta por lo menos, si no tengo otra opción que dejarte ir.

Como lo dijo Simón está conmigo abajo acompañándome mientras mis niños se despiden de mi, todos teniendo cuidado de no revelar nada a Simón sobre donde voy, pero si dejándome escuchar sus preocupaciones, miedos y sobre que estarán esperando mi llegada de regreso, porque tienen un poco de esperanza que volveré y todo estará bien, y mientras los escucho le hago saber que Lilit estará dispuesto a cuidarlos mientras no estoy, que deben confiar en ella y respetarla como si fuera yo, y ellos parecen entenderlo. Me hace sentir orgulloso de que comprendan y estén dispuesto a colaborar. 

Cuando las puertas se abren, dejando notar el anochecer y el aire frio entrando acompañado de Magnus indicándome que es hora de irnos, se que ya hay que dejar de hacer tiempo e irme, miro por última vez a todos los niños, estrecho manos con Lilit dándole todo mi apoyo en su nuevo cargo y voy hacia Simón, que ha estado mirando en silencio apartado, para agarrarlo de la cadera y besarlo, sintiendo las exclamaciones de todos los presentes, cuando me separo de Simón veo los ojos brillantes por las lágrimas, beso su frente y le sonrío en forma de consuelo.

— No te pongas en peligro— le digo— no seas impulsivo y piensa tus acciones antes de actuar.

— Estamos hablando de salvarte, debo ser impulsivo si quiero hacer esto...

— Agh, eres tan terco que es imposible hablar cuando te pones así— digo riendo.

— Pero me amas, así que acepta mi defecto.

Lo beso por última vez y me separo para acompañar a Magnus a un auto que fingirá nuestra ida para que Simón no sospeche nuestro origen, y a unas cuadras bajaremos para irnos a través de un portal a ese lugar infectado de Nephilim. Mientras estamos en el proceso, mientras el auto va en silencio, tengo la última visión de mis niños en la vereda del hotel despidiéndome por última vez. Es más doloroso de lo que creí, porque extrañare a cada uno de ellos, y extrañare más a Simón.