Raphael

Simón ha quedado rendido y se ha dormido aun conmigo presente. Al ver que no despertara por un rato comienzo a poner en marcha mi plan, pero primero me limpio en el baño los resto de la acción que hemos tenido en la cama y me comienzo a cambiar con una ropa como para ir amenazar e intimidar a alguien, a un mundano que asustaré para que no moleste a Simón nunca más con cobrar una "deuda" que de deuda no tiene nada, porque cobrarse con el cuerpo de un joven no es legal. 

Lilit logró localizarlo más temprano así que no lo dejaré pasar de hoy cuando tengo la oportunidad de que Simón no salga este en la calle donde no podre verlo y donde los Nephilim pueden aprovecharse de la ocasión. Al terminar de cambiarme bajo hacia la sala principal viendo como todos están comenzando a arreglarse para salir, y como en una orilla de la sala, sentados, están las cinco personas que he confiado para que vayan conmigo y han aceptado ir.

— Toma, este es localizador del hombre, averigüe que hoy es día de pago, así que va a estar moviéndose por la ciudad y sus alrededores— dice Lilit apareciendo en mi visión—, sale con algunos hombres que lo respaldan, así que debes mantenerte alerta.

— Muy bien, tu trabajo con este pedido es impresionante— digo mientras felicito su logro— ¿Te quedarás hoy con Simón?

— Si, un mundano no puede estar en el hotel solo con vampiros, así que estaré velando por su seguridad hasta que llegues.

— No me cansaré de decir que tengo a una mano derecha honorable.

Veo a Lilit sonreír un poco avergonzada porque rara vez halago sus habilidades, aunque quiero hacerlo porque sé que en un tiempo no la volveré a ver  quiero que sea una grande líder del hotel si no puedo volver, quiero que siga mis pasos, y sea comprensible y no avariciosa como fue Camille, que sepa comprender que cada integrante de este hotel es una persona más con habilidades y errores, que merece ser reconocida cuando hace algo bien o ser castigada si hace algo malo, somos lo más cercano a una familia, y para que todo vaya bien nuestro vínculos deben ser estables. 

Acaricio su cabeza viendo como su sonrisa se ensancha, es la primera vez después de día que sonríe así, porque ha estado preocupada por mi partida y la responsabilidad tan grande que deberá portar.

— Cuida a Simón ¿Si? — Añado después de un momento— volveré rápidamente.

El anochecer se hace notar unos segundos después, donde los vampiros comienzan a desaparecer por la puerta y yo le indico al grupo asignado que es hora de irnos, comenzando la búsqueda de un hombre que se cree la "mafia" y que lamentablemente ha estado molestando a mi pareja, lo cual por mi orgullo varonil y mi tranquilidad necesito deshacerme de ese mundano y que se vaya lejos de la vida de Simón, a seguir sus juegos de "hombre de mafia" a otros lados, porque en el mundo subterráneo él vendría siendo nada, hasta los más débiles podrían hacerlo desaparecer, así que debería ser feliz de que yo solo quiero asustarlo un poco para que se aleje, y no deshacerme de él de manera definitiva. 

Creí que sería fácil su encuentro, pero después de dar muchas vueltas era casi imposible llegar hacia donde estaba, el punto siempre estaba moviéndose, y cuando estábamos como alcanzarlo parecía como si nosotros retrocediéramos, estábamos cansándonos, mis niños se quejaban y se estaban comenzando a preguntar, y a preguntarme, si estábamos haciendo algo mal. Pero lo bueno es que pudimos interceptarlos tres horas antes del amanecer, cerca de Taki's buscando a Simón. 

Lo interceptamos un momento después ya hartos y molestos porque hemos estado toda la noche jugando al gato y el ratón con ese mundanos, que nuestro enfrentamiento fue más agresivo, tanto que tuvimos una pelea con sus hombres, y terminé lastimando a esas personas cuando dije que no lo haría. 

Pero mi misión fue exitosa después de todo, después de tantos obstáculos, porque Simón ahora tiene un peso menos de encima, y mientras vuelvo al hotel pienso lo feliz que estará Simón al ver que no deberá cruzarse más con ese hombre.

Al llegar al hotel me llevo la sorpresa de que hay visitas y están todos en mi habitación, con un Simón vestido con mi ropa y Magnus sentados en las piernas de Alexander que está sentado en un sillón, y todo mi buen humor que había mejorado a amenazar a aquel mundano se esfuma a verlo, porque sé que ha estado hablando de un tema serio para quedarse todos callados. 

Veo como Lilit me indica con su mirada que ella quiso evitarlo pero no pudo, y le creo, Magnus es imposible de parar cuando quiere hacer algo, y me olvidé de avisarle que no quería que se metiera en estos asuntos o estuviera cerca de mi pareja cuando podía hablar y empeorar todo.

— ¿A qué se debe la visita cuando no estoy, y exactamente en mi habitación donde está descansando Simón?

— Alexander viene a traerte la notificación, Raphael— responde Magnus poniéndose de pies y mirándome— Simón me dijo que sabe que debes irte, así que en tres días debemos irnos, tenemos una semana para notificarnos.

Miro a Simón que está mirando las sábanas que tapan sus piernas, intento llamar su atención y me mire, pero está muy concentrado en agarrar la sabana que me da entender que la conversación y escuchar que debo irme tan pronto le ha hecho incomodar, ni yo pensé que mi invitación a Alacante sería tan rápido. 

Miro a Magnus de mala manera viendo como alza sus hombros y le da también una mirada a Simón, esta vez mi mundano lo mira y puedo jurar que vi un pequeño asentimiento por su parte, pero fue tan rápida que ni siquiera sé si es cierto. Veo como Alexander se levanta y toma del hombro de Magnus para indicarle que es hora de que se retiren, lo sé porque muchas veces he visto lo mismo, cuando el brujo está haciendo algo que incomoda a los presentes o cuando el Nephilim se siente cansado y quiere irse, con un solo toque hace que Magnus obedezca y se termine yendo, como ahora que se está despidiendo de forma amable a todos mientras Alexander nos da un asentimiento de cabeza para irse por la puerta, como si no hubiesen hecho nada, como si todo estuviera bien, a pesar de que han dejado a mi Simón decaído, triste. A veces siento que debería odiarlos por ser tan crueles.

Quedo de nuevo a solas con Simón después de que Lilit huyera antes de que le preguntara sobre lo que había pasado, solo me quedo el último ruido de la puerta cerrándose y los pasos alejándose, así que incómodo voy hacia donde esta Simón sentándome en la cama agarrando sus manos que están apretando las sabanas. Ni sé como tranquilizarlo si no quiere mirarme, al parecer no comprendió nuestra charla más temprano, cuando creí que había entendido de que debía irme pero volvería a él.

— Simón, bebé ¿Por qué no me miras?

— Si te miro voy a llorar, y no quiero que me veas débil cuando te dije que aceptaría que te fueras y yo iría a salvarte— balbucea mirándome fijamente— no quiero que pienses que por llorar al saber que te irás en unos días no seré capaz de ir por ti. Raphael ¿Crees que soy bueno para ir a buscarte? ¿Crees que soy una persona tan genial que podrá ir a enfrentar a esas personas malas por tu bienestar? Y si tengo tarjetas bajo mi manga que te sorprendiera ¿Seguirás aceptando y sintiendo sentimientos por mí?

"¿Qué habrás hablado con Magnus para que estés así de alterado e inseguro?"

— Eres alucinante Simón en todo sentido, cada sorpresa que me des serán aceptados porque mis sentimientos son claros y te los he hecho saber desde el comienzo. Me gustas, no me importa tus secretos, no me importa lo que hagas, confío plenamente en ti, y si dices que iras en mi búsqueda para salvarme creeré en ti y te esperaré, esperaré y apoyaré lo que hagas—susurro tratando de calmarlo— porque sé que eres capaz de todo.

"Aunque te diga esto, aun me queda un poco de esperanza de que reacciones y razones sobre tus decisiones, y sepas que no podrás encontrarme Simón. Un mundano como tú no puede lograr lo que estás diciendo, porque Idris y Alacante no entran mundanos."

— Solo espera ese día, iré detrás de ti como un sabueso — dice sonriendo.